La estrecha relación entre la radiación UV y el cáncer de piel

20 septiembre 2022

Cada día aumenta el número de campañas preventivas destinadas a concientizar al público respecto a los efectos de los rayos del sol en la epidermis. Conocer los riesgos es la mejor manera de generar acciones que contribuyan a disminuir la aparición de ciertas patologías.

La exposición excesiva a los rayos ultravioleta puede ser muy perjudicial. La razón de esta afirmación está sustentada en evidencia científica que demuestra que hay una estrecha relación entre la radiación UV y el cáncer de piel.

 

Efectos de los rayos UV en la piel

La luz solar cumple un papel esencial en la función normal del cuerpo humano. En la justa medida, ayuda al organismo a generar vitamina D, tan necesaria para fortalecer los huesos. También sirve como promotor de la circulación y la cicatrización.

Además, regula la producción de melatonina y los patrones de sueño. Mejora el estado de ánimo, contribuye a controlar la depresión, reduce el estrés, estimula las defensas, entre otros muchos beneficios.

No obstante, la exposición excesiva al sol puede ser contraproducente. Ocasiona lesiones dermatológicas, irritaciones importantes, envejecimiento prematuro e incluso aumenta el riesgo de tumores cutáneos.

Los efectos de la radiación UV en la epidermis pueden ser devastadores. Por este motivo, resulta imprescindible tomar precauciones cuando se va permanecer al sol durante un tiempo prolongado. En https://www.vistafarma.com/ hay una amplia variedad de productos diseñados específicamente para proteger la piel frente a los rayos UV.

Según estudios realizados, la radiación ultravioleta se clasifica en 3 tipos de bandas: UVA, UVB y UVC. La UVA no es absorbida por la capa de ozono en la misma magnitud que las otras dos. Sin embargo, hay que destacar que la UVB produce mayor daño biológico.

Los niveles de penetración de los rayos son muy distintos. Las longitudes de onda más largas penetran de manera más profunda en las capas de la piel. En todos los casos, la radiación UV actúa como un agente carcinogénico.

El cáncer de piel

El crecimiento anormal de ciertas células en cualquier tejido, incluyendo la piel, se conoce como cáncer. Estos errores en el ADN de las células, también llamados mutaciones, ocasionan su desarrollo descontrolado. Se dividen sin control hasta formar tumoraciones sólidas.

Por lo general, empieza en la capa superior denominada epidermis. Esta, a su vez, está conformada por células escamosas, basales y melanocitos. Los tipos de lesiones más comunes son los carcinomas y melanomas.

Los hallazgos procedentes de diferentes ensayos clínicos arrojan que la formación de un cáncer de piel atraviesa por 3 estadios: inicio, promoción y progresión. La exposición continuada a rayos UV favorece la acumulación de mutaciones y la propagación de tumores.

La radiación ultravioleta del sol y de lámparas solares, como las de las camas bronceadoras, pueden provocar la aparición de esta patología. Asimismo, ciertos factores aumentan el riesgo de padecer esta clase de cáncer.

La prevención es el mejor aliado para evitar el cáncer de piel

La investigación sugiere que la principal causa del cáncer de piel tiene que ver con la exposición excesiva a los rayos UV. En tal sentido, la prevención es un elemento clave.

Lo mejor es adquirir productos de buena calidad destinados a proteger la piel, como los que se consiguen en https://www.vistafarma.com/marca/la-roche-posay. También es recomendable seguir las siguientes recomendaciones:

  • Descartar las camas solares: La luz artificial de las camas solares contiene altas concentración de radiación UV. Esto produce el envejecimiento cutáneo precoz, la aparición de arrugas, manchas y otras lesiones de mayor envergadura. Se desaconseja por completo su uso.
  • Utilizar protección solar: Los protectores solares de amplio espectro suelen ser muy útiles para mitigar los efectos dañinos del sol, indistintamente de la época del año. Aunque el día parezca nublado, aplicar una cantidad generosa de protector solar puede marcar una gran diferencia. Las nubes ligeras filtran la radiación infrarroja, que es la que se siente como calor en la piel, pero no la UV, que es la perjudicial.
  • Usar un atuendo apropiado: Optar por prendas oscuras y que se adhieran correctamente al cuerpo. Cubrir las extremidades, usar un sombrero de ala ancha y gafas de sol. Emplear artículos que ofrezcan protección y bloqueen todos los tipos de radiación.
  • Evitar las horas de sol más intensas: Los rayos solares suelen ser más intensos entre las 10 y las 16 hs. Se sugiere considerar esto a la hora de planificar ciertas actividades al aire libre.
  • Prestar atención a los cambios: Se aconseja examinar con regularidad la epidermis. Así compruebas si hay cambios en lunares, marcas de nacimiento, pecas, protuberancias o cualquier otro. Consultar al médico en caso de dudas.

Los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta han sido demostrados científicamente. No obstante, son evitables siempre que se apliquen medidas de manera temprana y de forma permanente. En palabras sencillas, hay que evitar los factores de riesgo e incrementar los factores de protección.

Por otra parte, es necesario crear más espacios para concientizar tanto a niños como a adultos sobre los trastornos derivados de la sobreexposición al sol. Cambiar el curso de la historia es posible, así como reducir significativamente las tasas de cáncer de piel en el mundo.

 

 

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