Los amantes del esquí esperan con anhelo la temporada de invierno para practicar este emocionante deporte. Tanto los aficionados como los profesionales entienden que durante esta época es necesario aplicar ciertas medidas de protección para evitar accidentes o lesiones.
En este sentido, resulta muy pertinente conocer a profundidad cuáles son los efectos del frío extremo en el rostro y qué hacer para evitar que la exposición a dichas temperaturas maltrate la piel. A continuación, se explicarán todas estas cuestiones.
El implacable frío
Cuando las temperaturas bajan, el frío puede ser implacable. Todas las pieles sufren, en especial las más sensibles. Los tejidos que se encuentran debajo de la epidermis mantienen cierto nivel de calor gracias a la energía que liberan las células en el momento de metabolizar los alimentos.
El organismo funciona correctamente cuando mantiene una temperatura aproximada de 37 °C. La exposición a ambientes fríos puede afectar la función de los órganos vitales como el corazón y el cerebro. Los vasos sanguíneos alojados en la piel se constriñen e impiden el adecuado flujo de sangre.
En estos casos, los primeros que se enfrían suelen ser las extremidades, las orejas y la nariz. Por otra parte, la exposición a fríos extremos puede provocar irritación, pérdida de elasticidad, picor, heridas y grietas en la piel.
Los practicantes de esquí deben proteger todo su cuerpo, en especial el rostro, el cuello y las manos. En cuanto a los ojos, es importante destacar que los rayos UV reflejados en la nieve también los afectan. En ópticas baratas se puede conseguir una gran diversidad de artículos ópticos destinados al cuidado ocular.
Las gafas deportivas de nieve por lo general cuentan con un alto poder filtrante. Contribuyen a evitar las lesiones en las retinas, la queratitis solar o incluso la aparición de cataratas prematuras. Mantener la higiene ocular evitará que los ojos se irriten o contraigan infecciones.
La importancia de la prevención
Las lesiones producidas por el frío son realmente desagradables. Nadie quiere ser víctima de congelación o hipotermia. De ahí la importancia de cuidar la piel para mantenerla sana y humectada en todo momento.
No es necesario esperar la época de invierno para proteger el órgano más extenso del cuerpo humano. Lo mejor es tener una rutina de cuidado diario. En https://www.vistafarma.com/marca/cerave hay diferentes productos para asegurar la protección de las zonas más delicadas.
La hidratación corporal, las cremas reafirmantes, los labiales y los protectores UV son solo algunas de las alternativas disponibles para garantizar el máximo bienestar. No se trata únicamente de estética, sino también de salud.
Consejos para cuidar el rostro
Antes de salir a esquiar se recomienda seguir estos consejos relacionados con el cuidado del rostro:
Utilizar el equipo apropiado
Las actividades deportivas de invierno pueden ser muy apasionantes y entretenidas. Al practicarlas, la precaución nunca está de más. Por eso, hay que adquirir la indumentaria adecuada según el tipo de deporte.
Usar la vestimenta que corresponde es fundamental. Esto incluye botas, casco, gafas de protección, gorros, guantes, pantalones de nieve, chaqueta de invierno y cualquier otro que impida la exposición directa al frío.
Hidratación facial
La deshidratación acelera la aparición de las líneas de expresión y arrugas. Cuando la piel del rostro está hidratada disminuye la retención de líquidos en los párpados, evita que aparezcan imperfecciones y ayuda a devolver el brillo natural.
Aplicar cremas en el rostro contribuye a reducir los devastadores efectos de las bajas temperaturas. Es aconsejable un bálsamo reparador de labios, una crema hidratante, un aceite suave o cualquier otro producto de buena calidad que asegure la hidratación.
De igual modo, conviene realizar una limpieza facial diaria. Utilizar un tónico contribuye a la mejor absorción de los nutrientes. Después, hay que aplicar una crema hidratante en la zona de la cara y el cuello.
Cuidado con los rayos solares
En la época de invierno muchas personas bajan la guardia y creen que como el sol no está en todo su esplendor no necesitan protegerse. A este respecto, hay que señalar que la nieve refleja aproximadamente el 80% de los rayos solares.
En otras palabras, la protección solar cutánea es obligatoria. Estudios han demostrado que la nieve quema más que el sol. Esto, debido a la altitud y a la radiación reflejada. Colocar un buen protector que tenga un factor alto no es una opción sino una necesidad.
Una vida sana
Llevar una vida sana depende de numerosos factores. El rostro puede reflejar el estilo de vida de una persona. Se sugiere seguir una dieta saludable rica en verduras, frutas y proteínas magras. Beber abundante agua y limitar el consumo de grasas o carbohidratos procesados.
Controlar el estrés, dormir suficiente, evitar el alcohol y eliminar el tabaco también contribuye a mantener un rostro reluciente. Cabe destacar que fumar estrecha los vasos sanguíneos, disminuye el flujo de sangre e impide la oxigenación de la piel.