Efectos terapéuticos, indicaciones y contraindicaciones de la magnetoterapia. Artículo monográfico.

7 septiembre 2022

AUTORES

  1. Paula Esteruelas Cuartero. Fisioterapeuta en Hospital Nuestra Señora de Gracia.
  2. Ana García Muniesa. Fisioterapeuta en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  3. Beatriz Macipe Gascón. Fisioterapeuta Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  4. Carolina Gil Serrano. Fisioterapeuta Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  5. Elena Pilar Orós Ribes. Fisioterapeuta.
  6. María Ángeles Val Lorente. Fisioterapeuta Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

 

RESUMEN

Cuando hablamos de magnetoterapia nos referimos al uso de campos magnéticos sobre el organismo con fines curativos. En este artículo describimos los efectos terapéuticos que la aplicación de energía magnética tiene sobre tejidos blandos, huesos, articulaciones, órganos internos y diferentes sistemas orgánicos.

 

PALABRAS CLAVE

Campos magnéticos, beneficios, tratamiento.

 

ABSTRACT

When we talk about magnetotherapy we refer to the use of magnetic fields on the body for healing purposes. In this article we describe the therapeutic effects that the application of magnetic energy has on soft tissues, bones, joints, internal organs and different organic systems.

 

KEY WORDS

Magnetic field, benefits, treatment.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La magnetoterapia se basa en la utilización de campos magnéticos de frecuencia fija o variable para tratar distintas patologías. Su aplicación acelera los procesos bioquímicos del organismo, como el sodio potásico, y ayuda a que los tejidos no disminuyan ante una enfermedad crónica o inflamatoria; del mismo modo actúa sobre los huesos, los músculos y la linfa1.

Su principal beneficio radica, además de en las limitadas contraindicaciones existentes, en el alivio del dolor, ya que relaja la musculatura favoreciendo la vasodilatación, así como la liberación de endorfinas provocando el efecto antiinflamatorio1.

Ya comentado en el primer párrafo de este artículo, la magnetoterapia puede ser de frecuencia continua o variable1.

El tratamiento magnético continuo, de potencia fija, consigue efectos antiinflamatorios con la aceleración del trofismo. De este modo, el polo sur creará un efecto positivo, mientras que el norte generará otro negativo para mejorar los procesos de degeneración ósea.

Por otro lado, la magnetoterapia de frecuencia variable se centra más en cambios de frecuencia para que los iones puedan moverse más sobre la zona y contribuyan a la aceleración de los procesos metabólicos.

 

HISTORIA:

El nombre de “magneto” deriva de una región de Tesalia llamada Magnesia, allí se cuenta que el pastor Magnus mientras deambulaba en el monte Ida ( Creta) fue fuertemente atraído hacia el suelo a causa de la punta de su bastón y los clavos de su calzado, teniendo incluso dificultad para caminar. Removiendo la tierra para intentar buscar una explicación descubrió una piedra llamada magnetita que atraía el hierro. No sabemos cuánto de verdad hay en esta historia, pero sí gana en verosimilitud al leer el siguiente párrafo tomado de la Enciclopedia Británica2:

“Desde varias centurias antes de la Era Cristiana, se sabía que una piedra mineral, un óxido del hierro magnético (magnetita = Fe3 O4), tenía la propiedad de atraer al hierro y a otras piezas del mismo mineral. Este magneto natural fue mencionado por Tales de Mileto (624 – 548 A.C.) y según el decir de Platón, Sócrates afirmaba que en una cadena de anillos de hierro, cada anillo sostenía al de arriba por una atracción magnética”.

Remontándonos al 1600 fue William Gilbert de Rochester, notable médico inglés y Presidente del Colegio Médico de la Reina Isabel I, quien escribió El magnetismo, sentando así las bases científicas del mismo estableciendo la teoría imán- tierra3.

Y fue a mediados del s.XIX cuando Michael Faraday demostró el comportamiento de un imán alrededor de una corriente, fundador de la magnetoquímica, corroborando que toda la materia es magnética en un sentido u otro, es decir, la materia es atraída o repelida por un campo magnético2,4.

No obstante, es el norteamericano Dr Roy Davis, considerado el padre de la Biomagnética, el que estudió de forma profunda y sistemática los efectos de los campos magnéticos sobre los sistemas biológicos5.

Las producciones de los efectos terapéuticos de los campos magnéticos se consiguen mediante corrientes de baja frecuencia, que al contrario que en la alta frecuencia, originan un campo magnético mucho más intenso que el eléctrico. Así mismo, para conseguir tales ansiados efectos también deberemos hablar de intensidad, formas de onda, frecuencia de sesiones y temporalización.

Actualmente, para los tratamientos fisioterápicos se emplean campos magnéticos variables de baja intensidad y frecuencias de 1 a 100 Hz, consiguiendo efectos bioquímicos, celulares, tisulares y sistémicos6,7.

Como ya hemos apuntado con anterioridad, por campos magnéticos variables entendemos aquellos cuya intensidad varía respecto al tiempo. En función de cómo sea esta variación en la forma de onda diferenciaremos:

  • Campos sinusoidales.
  • En forma de impulsos aislados (senoidales, rectangulares y en forma de dientes de sierra son los más utilizados).
  • También debemos tener en cuenta que la aplicación puede corresponder a una sola polaridad (monopolar, norte o sur) u oscilar entre polaridad norte y polaridad sur (bipolar).

La baja intensidad es considerada un valor máximo de la intensidad de aplicación que no exceda los 100 Gauss para tratamientos con solenoide regional o en la técnica “total body”. En caso de tratamientos locales podríamos alcanzar valores de más de 300 Gauss.

En cuanto a baja frecuencia entendemos frecuencias no superiores a 100 Hz. Muchas aplicaciones se realizan a 50/60 Hz.

En lo que se refiere a tiempo y frecuencia de aplicación. El temporizador suele activarse hasta 60 minutos de tratamiento ( pueden ser sesiones largas) , si bien en la práctica clínica el tiempo suele oscilar entre 15 y 45 minutos. Son tratamientos que habitualmente se realizan en forma de ciclos de 10 a 15 sesiones entre 3 y 5 veces por semana8,9.

 

EFECTOS:

En el campo bioquímico distinguimos6:

  1. Desviación de las partículas con carga eléctrica en movimiento.
  2. Producción de corrientes inducidas, intra y extracelulares.
  3. Efecto piezoeléctrico sobre hueso y colágeno.
  4. Aumento de la solubilidad de las distintas sustancias en agua.

En lo celular, los efectos indicados en el ámbito bioquímico corroboran los siguientes beneficios6,10:

  • Estímulo general del metabolismo celular.
    Normalización del potencial de membrana alterado.
  • Activación de la repolarización y de la permeabilidad.
  • Aumento de la velocidad de la mitosis.
  • Incremento del DNA.
  • Activación del metabolismo de los iones y de la oxigenación.

 

Todo ello determina que, desde el punto de vista tisular y orgánico, la magnetoterapia presenta una serie de acciones, destacamos:

Vasodilatación:

Localmente se produce un aumento de la circulación y levemente la temperatura, facilitando los campos magnéticos pulsantes la acción de vénulas y arteriolas aumentando el riego local de los tejidos. Así como tiene una acción directa sobre la nutrición de las células disminuyendo la inflamación; en conjunto reequilibra la circulación de los tejidos en los que se es aplicado.

La vasodilatación obtenida ayuda en el aumento del nivel de oxígeno en los tejidos y la estimulación del riego local que repercute de manera directa en una disminución de la concentración de anhídrido carbónico y a una elevación de la concentración de oxígeno, elemento imprescindible para la célula en las cantidades requeridas11.

Al aplicar un campo magnético estamos originando una apertura del número de capilares o pequeños vasos sanguíneos que funcionan, por unidad de volumen hística; provocando a su vez una hiperemia o aumento de la circulación en la zona tratada. No solo ocurre la vasodilatación por acción sobre la pared del vaso, sino que también actúa sobre la columna circulatoria1.

Hemos de tener en cuenta que la propia vasodilatación y consecuente hiperemia puede causar al tratar zonas amplias del organismo una hipotensión considerable.

 

Aumento de la presión parcial del oxígeno en los tejidos:

Este efecto, ampliamente demostrado por Warnken, es el aumento de la capacidad de disolución del oxígeno atmosférico en el agua y, por tanto, en el plasma sanguíneo. Con lo que, la presión parcial del oxígeno puede incrementarse de forma notable.

Este aumento local de la circulación conlleva un mayor aporte de oxígeno, tanto en órganos internos como en zonas distales, lo que mejora su trofismo.

El oxígeno se acumula en las zonas donde la intensidad del campo magnético es máxima. Si tenemos en cuenta que el oxígeno (O2) es paramagnético, es el campo magnético el que ejerce una acción de migración alineada sobre el oxígeno disuelto en el líquido, ocasionando un cambio en la concentración del elemento dentro de la célula. Subiendo la intensidad del campo magnético existirá una mayor concentración de oxígeno que beneficiará a posibles tejidos isquémicos, donde la circulación arterial está empobrecida8.

 

Efecto sobre el metabolismo del calcio en el hueso y sobre el colágeno:

Más que demostrados han quedado los efectos de la magnetoterapia sobre la osteoporosis, los campos magnéticos inducidos por medio de la piezoelectricidad son capaces de generar en el tejido óseo corrientes eléctricas de mínima intensidad que incitan a los osteoblastos a incrementar su producción de hueso. Y es este incremento del tejido óseo por acción del magnetismo que convierte esta terapia en imprescindible para el tratamiento de la distrofia simpático refleja, de la osteoporosis y de las pseudoartrosis11.

El estímulo trófico del hueso y del colágeno que produce la magnetoterapia está vinculado con la producción local de corrientes inducidas de muy débil intensidad, que aumentan la activación de la osteogénesis por estimulación del mecanismo de la piezoelectricidad, o también llamada, en este caso, magnetostricción1.

En este sentido, el nivel de colágeno aumenta siendo más del 20% del tejido óseo. Efecto muy útil en la cicatrización de lesiones como el de la piel, tendones, músculo y fascias.

Se ha reportado que, la aplicación de campos magnéticos produce efectos benéficos, en la reducción del proceso inflamatorio y la detención del proceso degenerativo fibrinoide, originados en la ruptura del tejido conectivo8.

Relajación muscular:

Relajación muscular, tanto de la fibra lisa como de la estriada. Gracias a la disminución del tono simpático y por tanto, del nivel de contracción involuntaria de los músculos1.

Efecto que al comienzo puede ser mínimamente local pero que conforme se continúa el tratamiento llega a generar un efecto amplio sobre sistema nervioso central debido a la disminución del tono simpático provocando una sedación generalizada11.

Acción que sobre la fibra estriada tiene un efecto relajante o descontracturante en el músculo esquelético. Mientras que, sobre la fibra lisa, la magnetoterapia presenta un efecto relajante y antiespasmódico en espasmos digestivos, de las vías biliares y de las vías urinarias, así como en el asma.

 

A estos grandes beneficios se suman, a nivel general, tres efectos más:

1.Efecto antinflamatorio o antiflogístico6,7,8,12,13:

La base fisiológica parte de los efectos a nivel circulatorio, de restauración del flujo sanguíneo del extremo arterial al extremo venoso del capilar, esto permite por una parte la llegada de oxígeno, nutrientes, y otras materias primas del metabolismo celular, además de la llegada de células del sistema defensivo al lugar de lesión; por otra parte ayuda a eliminar todas las sustancias y elementos de desecho del metabolismo celular, así como los elementos retenidos derivados del proceso inflamatorio que muchas veces son responsables de complicaciones y mayores molestias para el paciente.

Todo esto apoyado además por el efecto de regulación del transporte de la membrana celular y la activación de diferentes proteínas y/o enzimas a nivel plasmático repercute de forma efectiva en la disminución de dos problemas principales presentes en un número importante de enfermedades; la hipoxia, y el edema.

Al respecto de la influencia enzimática se ha demostrado un aumento de la actividad de la tripsina. Así como también se ha estudiado la actividad de la desoxirribonucleasa (DNAasa) verificando el aumento del treinta por ciento en la velocidad de hidrólisis del ácido nucleico. En este sentido se han definido efectos específicos de la magnetoterapia sobre la Superóxido Dismutasa (SOD) de gran importancia en los sistemas de “limpieza” del organismo de radicales y desechos8,12.

Incluso el Dr. Curri, en base a sus investigaciones, formuló como hipótesis la posible reconstrucción de la vaina pericapilar de mucopolisacáridos, seguida de la disminución de la permeabilidad capilar anormal13.

2. Efecto regenerador de tejidos:

Previamente hemos hablado de la gran capacidad de regeneración tisular que aportan los campos magnéticos, y es precisamente por esta apertura circulatoria en el área de la lesión o tejido dañado que posibilita que se depositen gran cantidad macrófagos y otros sistemas de limpieza del tejido, además de activar la función de los elementos propios del tejido en el sentido de renovar todo el material dañado1.

De esta forma se demuestra el poder que tienen los campos magnéticos en la estimulación de los fibroblastos hacia la producción de fibra colágena para la matriz del tejido, e incluso la diferenciación de células madres o mesenquimales en la dirección de fibroblastos, y en la dirección de la angiopoyésis o neoformación de vasos sanguíneos8,13.

Se describe también la estimulación de los sistemas antioxidantes del organismo y la posible relación existente entre la magnetoterapia con el concepto de fuente de eterna juventud8.

Así mismo se ha demostrado un incremento significativo en la síntesis de DNA en cultivos de condroblastos sometidos a la influencia de campos magnéticos. Del mismo modo que aumentos en la actividad del RNA mensajero8.
3. Efecto analgésico8,12:

Efecto derivado directamente de los efectos antiflogísticos, liberados de la compresión a la que se ven sometidos los receptores sensitivos en el lugar de la lesión.

Por otro lado, la regulación del potencial de membrana favorece el aumento del umbral del dolor en las fibras nerviosas sensitivas.

A nivel central también se ven afectados los mecanismos del dolor, que gracias al efecto de sedación general que aportan los campos magnéticos, ayuda a la regulación y normalización de las etapas del sueño de vital importancia sobre todo en pacientes con dolor crónico con alteraciones psicológicas. Consecuentemente a esto, deducimos que la magnetoterapia es una técnica excelente en tratamientos de estrés, taquicardias emocionales… y multitud de cuadros de origen tensional.

 

APLICACIONES E INDICACIONES:

Las principales aplicaciones de los campos magnéticos en la medicina con fines terapéuticos son10:

  • Alteraciones pasajeras de la circulación sanguínea cerebral después de un insulto o trauma.
  • Neuritis en diferentes localizaciones, dolores fantasmas y polineuritis vegetativa.
  • Ganglionitis inflamatoria de los troncos simpáticos.
  • Enfermedades isquémicas ligeras y de grado medio del corazón, endoarteritis, arteriosclerosis oclusiva de los vasos de las piernas y los brazos.
  • Insuficiencia venosa crónica, incluyendo alteraciones tróficas.
  • Asma bronquial y neumonías prolongadas.
  • Enfermedades ulcerosas del estómago y del duodeno, hepatitis subagudas, incluyendo la viral y pancreatitis subaguda.
  • Osteoartrosis en todas sus manifestaciones articulares.
  • Enfermedades distróficas e inflamatorias de las articulaciones; fractura de huesos tubulares y del maxilar inferior.
  • Dermatitis crónica, psoriasis, esclerodermia.
  • Heridas de tejidos blandos.
  • Otitis agudas, amigdalitis, odontalgia y flemones postoperatorios.

Así pues, podemos corroborar las muchas y diferentes indicaciones de la magnetoterapia. En una clasificación de patologías por sistemas cabría destacar8,14:

  • Sistema epitelial: abscesos, acné, psoriasis.
  • Sistema nervioso: ansiedad, neuritis, parálisis braquial obstétrica.
  • Aparato respiratorio: asma bronquial, sinusitis.
  • Aparato cardiovascular: anemia, varices, arritmias, úlceras varicosas.
  • Aparato digestivo: atonía estomacal, colecistitis, dispepsia e indigestión.
  • Aparato osteomioarticular: espasmos, gota, bursitis, síndrome del túnel carpiano, epicondilitis, esguinces, hematomas, calcificaciones, Sudek, pseudoartrosis.
  • Sistema urinario: cistitis, impotencia masculina, nefritis, enuresis.
  • Aparato ginecológico: fibromas, frigidez, herpes genital, cervicitis.
  • Oftalmología: glaucoma, conjuntivitis, presbicia.
  • Otras: diabetes, patologías pancreáticas…

 

CONTRAINDICACIONES Y EFECTOS COLATERALES:

Se desconocen contraindicaciones absolutas en la terapia con campos magnéticos, si bien existen situaciones que requerirían precauciones especiales:

  • Personas con cáncer, puede estimular la proliferación de células cancerosas15.
  • Embarazo. Aunque no hay muchos trabajos que se refieran a esta temática, habitualmente no se aplica ningún medio físico a la mujer embarazada15.
  • Hemorragias o tendencia a la hemorragia. El efecto más inmediato de los campos magnéticos es una vasodilatación, por lo que puede agravar una hemorragia. Debido a esto, se debe evitar el tratamiento durante el período menstrual. Consideración especial hay que tener con pacientes hemofílicos, pero, cuando existe un control de la enfermedad y el tratamiento es adecuado, con factores de coagulación, es posible hacer aplicaciones a intensidades muy bajas, que suelen ser muy efectivas en los procesos hemartrósicos16.
  • Anemia severa. En este caso el organismo puede no encontrarse en condiciones de responder a la demanda de oxígeno que se presentará inmediatamente después de la aplicación.
  • Enfermos portadores de marcapasos, por la posibilidad de interferencias con el equipo.
  • Enfermedades virales, micosis, con peligro de diseminación.
  • Hipotensión, por la posible producción de una lipotimia16.

Un tema controvertido podría ser la presencia de placas o implantes metálicos, lo cual no constituye una contraindicación para la magnetoterapia, debido a que su posibilidad de calentamiento es muy remota. Contrariamente a esto, acelera la evolución y previene la posibilidad de fístulas o sepsis, así como disminuye el proceso flogístico mejorando la situación circulatoria del tejido conectivo y la fisiología muscular.

Algunos pacientes presentan una ligera cefalea en el transcurso del tratamiento que se corrige disminuyendo la intensidad en Gauss.

En un grupo importante de casos, puede presentarse, al principio del tratamiento una intensificación de los síntomas, pero, la tendencia es la disminución a partir de la tercera o cuarta sesión.

Por otro lado, se experimenta un aumento en la diuresis durante las aplicaciones de campo magnético, sensación de hormigueo en la parte tratada, una aceleración del proceso de supuración presente, en el caso de infecciones.

Así mismo, durante los períodos menstruales no recomendamos la aplicación de campos magnéticos por la probabilidad de un mayor sangrado8,9,12.

 

VENTAJAS EN RELACIÓN CON OTROS TRATAMIENTOS O TÉCNICAS:

La magnetoterapia es muy utilizada en el ámbito de la fisioterapia debido, como ya hemos citado, a su multitud de indicaciones y beneficios y a sus escasas contraindicaciones de aplicación17.

Además, presenta numerosas ventajas en comparación con otras técnicas, entre las que destacan:

  • Resulta fácil de aplicar.
  • Influye fisiológicamente en la estimulación del organismo en el sentido de su propia curación.
  • Indolora.
  • Puede complementarse adecuadamente con métodos terapéuticos convencionales.
  • No es necesario que el equipo esté en contacto con el paciente.
  • De rápida y sencilla ejecución.
  • Existen equipos de pequeño tamaño que pueden transportarse con facilidad.
  • Elevado poder de penetración, muy favorable en la presencia de pacientes inmovilizados con yesos.
  • Concretamente, destacar en la presencia de colecciones líquidas (hematomas, serohematomas, abscesos…). Una vez superada la fase hemorrágica, la buena reabsorción de las lesiones incluso en presencia de infección (con apoyo antibiótico) sin dejar secuelas y con una rápida recuperación funcional.
  • Los efectos perduran tras finalizar el tratamiento.

 

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