Artículo monográfico: epidemiología general de las enfermedades transmisibles.

29 septiembre 2022

AUTORES

  1. Arturo Baquedano García. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  2. José Miguel Ferrer Gómez. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  3. Víctor Civera Hernández. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Barbastro Huesca.
  4. Guillermo Sierra Gros. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario San Jorge Huesca.
  5. Pilar López Castillo. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  6. Ana Belén Castro Muñoz. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

 

RESUMEN

El estudio de las enfermedades transmisibles y su epidemiología nos ha permitido a lo largo de la historia conocer más acerca de ellas para prevenirlas e intentar erradicarlas en la actualidad. En este artículo se presentan los principales conceptos y procesos de las enfermedades transmisibles y las medidas de prevención desde una visión epidemiológica.

 

PALABRAS CLAVE

Epidemiología, prevención, epidemia, enfermedad transmisible.

 

ABSTRACT

The study of communicable diseases and their epidemiology has allowed us throughout history to learn more about them in order to prevent them and try to eradicate them today. This article presents the main concepts and processes of communicable diseases and prevention measures from an epidemiological perspective.

 

KEY WORDS

Epidemiology, prevention, epidemic, communicable disease.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El término infección expresa la invasión y multiplicación de un agente infeccioso en un huésped humano o animal, con generación de respuesta inmunológica. La infección se produce por la transmisión del agente infeccioso, sus productos tóxicos o ambos, desde un huésped infectado o un reservorio inanimado, a un huésped susceptible1.

En el ámbito de la salud pública, a efectos preventivos y de control, es fundamental conocer los mecanismos y efectos de la transmisión, por lo que es más habitual el uso de la expresión “enfermedad transmisible”. Las infecciones que se propagan por contacto directo entre personas suelen denominarse contagiosas o infectocontagiosas1.

La distinción entre infección y enfermedad es esencial. La infección es una función necesaria en el proceso natural de transmisión de agente infeccioso como estrategia para su supervivencia. Toda infección supone una interacción entre un agente vivo necesario y un huésped susceptible en unas condiciones ambientales determinadas1.

La enfermedad es un posible efecto de la infección. En realidad, es un resultado más bien infrecuente y su presentación depende de múltiples factores. La epidemiología de las enfermedades transmisibles se ha centrado en el estudio de la serie de eslabones que se articulan en la transmisión de un agente desde una fuente infectiva a un huésped susceptible.

 

Importancia actual:

Se atribuye a las enfermedades transmisibles una cuarta parte de la mortalidad humana y una fracción similar de la morbilidad. Constituyen un problema persistente en el mundo desarrollado, y un flagelo de elevadas dimensiones en los países en vías de desarrollo, donde ocasionan el 42% de las muertes y el 60% de las enfermedades1,2.

En los dos últimos decenios las enfermedades han experimentado una notable reducción en cuanto a muertes y discapacidades. Debido a la correlación existente entre las tasas de crecimiento de la población y las tasas de muerte por enfermedades transmisibles, estas tenían que haber aumentado fuertemente pero ha ocurrido lo contrario. Tal caída es atribuible al envejecimiento de la población, al declive de las tasas específicas de muerte por edad y sexo para gran parte de las enfermedades transmisibles y la disminución de la importancia relativa de algunos factores de riesgo asociados a dichas enfermedades. Dicha disminución se ha expresado mediante la reducción de muertes causadas, reflejando la efectividad de los tratamientos, programas vacunales, e intervenciones ambientales, junto con las disponibilidad de mejores estructuras de salud pública y asistenciales1,2.

A finales del siglo XIX, McKeown señaló, que la evolución favorable se debió esencialmente a las mejoras en la nutrición, las medidas higiénicas, las vacunas y cambios en las prácticas reproductivas3.

 

Agente causal:

La simbiosis o relación íntima y obligada entre organismos heteroespecíficos, como la establecida entre los microorganismos y el ser humano, puede ser beneficiosa para ambos (mutualismo), beneficiosa para uno con limitado efecto sobre el otro (comensalismo) o beneficiosa para uno en detrimento del otro (parasitismo)2.

El comensalismo ocurre cuando un microbio llega a formar parte de la flora microbiana normal, cumpliendo las funciones fisiológicas y hallándose bien adaptado. Un microorganismo de esta flora puede ser causa de infección si se localiza en una zona corporal diferente, si se alteran sus condiciones de vida o cuando disminuyen los mecanismos de defensa del huésped (infecciones endógenas)1,2.

Las infecciones exógenas dan lugar a las enfermedades transmisibles, cuya presencia de un agente microbiano que actúa parasitariamente es condición necesaria para causar enfermedad.

El agente causal, o primer eslabón de la cadena epidemiológica, puede ser un virus, una bacteria, un hongo, un protozoo o un helminto. En la interacción agente-huésped existen cuatro fases separadas que conducen a las respuestas fisiopatológicas: colonización, invasión, multiplicación y diseminación3.

Se habla de colonización cuando el agente se adhiere a la superficie del huésped y se multiplica en ella, sin producir ningún daño clínico aparente. Si atraviesa la barrera cutaneomucosa, se habla de invasión; es un proceso complejo en el que una secuencia de productos microbianos interactúa con las células del huésped. Posteriormente se produce la multiplicación en las mucosas, tejidos o dentro de las células. Al extenderse localmente o a distancia a través de los linfocitos y sistema circulatorio se produce la diseminación, que se halla asociada a la manifestación local y sistémica de la enfermedad. Cada patógeno tiene un tropismo tisular, o afectación preferente de tejidos, que da origen a las manifestaciones específicas1.

Transmisibilidad. Es la capacidad del agente para propagarse de un huésped a otro causando enfermedad. Depende de la infectividad y de la patogenicidad.

A pesar de que las manos de los trabajadores de la salud son la principal fuente de transmisión de bacterias en los hospitales, los estetoscopios médicos parecen jugar un papel importante, según un estudio que se publica en la revista ‘Mayo Clinic Proceedings’. Investigadores del Hospital Universitario de Ginebra, Suiza, evaluó el nivel de contaminación bacteriana en las manos y los estetoscopios de los médicos tras un único examen físico, el resultado fue que Los estetoscopios están más contaminados que las manos de los médicos y la recomendación que se desinfecte tras cada uso como el resto del instrumental3.

Infectividad. Es la capacidad del agente microbiano para invadir y multiplicarse en el huésped. Por ejemplo, el Vibrio cholerae no invade la mucosa intestinal y actúa mediante una toxina.

La medida epidemiológica utilizada históricamente para estimar de forma indirecta la infectividad es la tasa de ataque secundaria; en especial, se usa para estimar la transmisibilidad en las enfermedades contagiosas3.

Patogenicidad. Es la capacidad para producir enfermedad. Depende de cada agente infeccioso y se ve afectada por los factores del huésped. Aparece cuando el daño producido por el agente perturba la homeostasis. Se mide a través del porcentaje de sujetos infectados que desarrollan clínica. Existen patógenos que solamente causan enfermedad en individuos que presentan enfermedades de base o tienen inmunodeficiencia; esta manera de actuar indica que no poseen medios efectivos para vencer los mecanismos de defensa normales del huésped, reciben el nombre de oportunistas 3.

Virulencia. Indica la capacidad del microorganismo para producir enfermedad grave en los infectados. Es una propiedad del patógeno pero modulada por la resistencia del huésped 3.

Dosis infectiva. El número de microorganismos necesarios para producir una infección desempeña un papel importante en la patogenicidad y virulencia. Para vencer las defensas del huésped y causar enfermedad, cada agente infeccioso requiere un número mínimo de organismos 3.

Inmunogenicidad. Es la capacidad del agente para inducir una respuesta inmunitaria específica y duradera en el huésped. La respuesta del huésped puede ser inespecífica o específica. La primera aparece tanto en la exposición inicial como en las sucesivas y reconoce los materiales propios de los ajenos, aunque no depende de un reconocimiento selectivo 3.

Sus principales componentes son la cadena del complemento, la fagocitosis y las citocinas. En la respuesta específica existe un reconocimiento específico continuado y una reacción a los agentes infecciosos tras la exposición inicial. Forman parte de esta respuesta la inmunidad humoral y la celular. La inmunidad adaptativa, que se desarrolla cuando los agentes infecciosos logran evadir los mecanismos innatos de defensa y está generada por la penetración de una dosis inicial de antígenos, se hace efectiva sólo después de varios días; tiempo requerido para que los linfocitos T y B reconozcan a dichos antígenos, se diferencien y se conviertan en células efectoras. Se entiende por susceptibilidad la ausencia de capacidad inmunógena por parte del individuo, o la inducción de un nivel muy bajo frente a un determinado agente patógena 3.Espectro de la enfermedad:

El espectro de la enfermedad es el conjunto de respuestas subclínicas y clínicas que puede producir la enfermedad. Se extiende desde la infección inaparente a la enfermedad preclínica, la enfermedad subclínica, las formas con clínica menor, las de expresión clínica completa y la recuperación clínica con o sin secuelas, o la muerte 2,3.

Los casos que los clínicos observan en la asistencia médica habitual constituyen la llamada punta del iceberg de la enfermedad; se trata de una pequeña fracción de las manifestaciones posibles, porque la mayor parte de las expresiones incompletas o subclínicas pasan inadvertidas. Los casos inaparentes o asintomáticos y los subclínicos tienen gran trascendencia epidemiológica, ya que, si bien pueden inducir inmunidad y resistencia, contribuyen a diseminar de forma silente e insospechada la infección.

Una enfermedad transmisible puede tener diversos patrones evolutivos, que se denominan según las características de la invasión y la multiplicación del agente causal. Son los siguientes 1:

  1. Infección aguda, que es el patrón común con el cuadro clínico típico de evolución rápida en el tiempo, como en la gripe.
  2. Infección crónica, en la que existe una presencia prolongada del agente en los tejidos y una evolución clínica muy larga, como en la lepra.
  3. Infección persistente, en la que existe una replicación y una patogenicidad mínimas, que no llegan a producir la muerte del huésped.

 

Periodos de tiempo 2:

Una enfermedad transmisible en un huésped evoluciona según dos líneas evolutivas que transcurren en paralelo: la línea de la infectividad y la de la patogenicidad. En ambas, su punto de partida es el contacto o exposición inicial a una fuente infectiva. La línea de la patogenicidad consta de los períodos de incubación y de manifestaciones clínicas, y la línea de la infectividad, de los períodos de latencia y de transmisibilidad.

Período de incubación. Es el intervalo de tiempo transcurrido entre la exposición inicial al agente infeccioso y la aparición del primer signo o síntoma de la enfermedad. Desde el punto de vista patogénico, es el tiempo necesario para que la multiplicación de los microorganismos en el huésped alcance un punto umbral, en el que la población de patógenos es suficiente para producir síntomas

Período clínico, de manifestaciones clínicas o sintomáticas. Es el intervalo de tiempo durante el cual el huésped presenta signos y síntomas clínicos de la enfermedad.

Período de latencia. Es el intervalo de tiempo transcurrido entre el momento de la exposición y el inicio de la transmisibilidad.

Período de transmisibilidad. Es el intervalo de tiempo (días, semanas o meses) durante el cual un individuo puede transmitir la infección, de manera directa o indirecta (de una persona infectada a otra, de un animal infectado a los seres humanos, o de una persona infectada a los animales o a los artrópodos).

 

Transmisión 1,2,3:

El punto de partida de la cadena epidemiológica es el agente causal que se aloja en un reservorio donde obtiene las condiciones adecuadas para su supervivencia.

Este reservorio es una persona, animal, artrópodo, planta o material inanimado donde el microorganismo vive y se multiplica en condiciones normales.

Cuando el reservorio es exclusivamente humano, las enfermedades se propagan de individuo a individuo. La mayor parte de las infecciones forman parte de este grupo como las hepatitis virales, ETS, etc.

Las enfermedades que se transmiten al hombre desde un reservorio que forma parte de un ciclo de transmisión en animales son las llamadas enfermedades zoonóticas. Es posible que la transmisión zoonótica ponga en marcha un «salto de especie´´, cuando el agente infectivo que deriva de un reservorio en un ciclo de transmisión en animales, ha establecido un nuevo ciclo en humanos y ya no mantiene ninguna implicación con animales, por ejemplo VIH.

Se denomina fuente de infección a la persona, animal, objeto o sustancia desde donde el agente microbiano pasa a un huésped.

Es frecuente que el reservorio y la fuente de un agente sean un mismo ser vivo, como el caso del sarampión. Se requiere que el agente microbiano pueda sobrevivir en la fuente hasta que sea transmitido al huésped.

El hombre enfermo es la fuente de infección más importante. Las formas con clínica manifiesta y más graves suelen ser más transmisibles que las inaparentes y leves.

La puerta de salida del microorganismo puede ser la misma que la de entrada, como en las infecciones de vías respiratorias, o bien diferente, como en la hepatitis A.

Recibe el nombre de portador la persona que, sin presentar signos ni síntomas de la enfermedad, elimina microorganismos. El grado de peligro potencial para la comunidad depende de la frecuencia con que el portador contacte con susceptibles. Tipos:

  1. Portador incubacionario o precoz: Eliminan microorganismos antes de que parezcan los signos y síntomas.
  2. Portador convaleciente: Elimina microorganismos durante la fase de convalecencia, que puede ser de 1 a 3 meses o durante más de un año en cuyo caso se denominan portadores crónicos.
  3. Portador sano: Elimina microorganismos sin haber presentado la enfermedad.
  4. Portador por contacto: Elimina microorganismos después de haber mantenido proximidad física con un caso de la enfermedad.

La transmisión consiste en un conjunto de mecanismos mediante los cuales el agente infeccioso pasa de la fuente de infección a un huésped. Depende de:

  1. Vía de eliminación del agente desde la fuente o puerta de salida: Puede ser desde el tracto respiratorio, digestivo, etc. En estos casos la transmisión se realiza de forma horizontal entre individuos no relacionados.
  2. Estabilidad del agente en el medio ambiente: Los organismos resistentes a la desecación se diseminan con mayor rapidez en el exterior que los sensibles. Entre los primeros pueden citarse el bacilo de la tuberculosis y los estafilococos.
  3. Puerta de entrada en el huésped susceptible: Pueden ser las membranas mucosas: nariz, boca, tracto respiratorio, digestivo, etc.
  4. Dosis infectiva: Varía con la vía de infección.

 

TRANSMISIÓN DIRECTA 2,3,4:

Existe un contacto inmediato del huésped susceptible con la fuente infectiva, suele ser breve y permite la entrada de gran cantidad de microbios. Los principales son:

  1. Mordedura de un animal infectado, como en la rabia, o por arañazo.
  2. Por contacto directo: Físico directo con la sangre, fluidos orgánicos y secreciones, lesiones, piel o mucosas infectivas de un enfermo o portador.

Incluye el contacto sexual como en la infección por VIH, el contacto con sangre y fluidos corporales, el contacto entre mucosas como el propiciado por el beso, la transmisión transplacentaria, como en la sífilis y la transmisión mediante las manos que tiene gran importancia ya que interviene en muchas infecciones tanto en las que afectan a la piel, como tracto digestivo y urinario.

Por gotitas medianas grandes: Mediante un aerosol de gotitas de saliva y secreciones respiratorias que van directamente desde el huésped infectivo a las membranas mucosas oral, nasal o conjuntival del receptor. Las gotitas se producen al toser, estornudar y hablar.

 

TRANSMISIÓN INDIRECTA 1,2,3,4:

Cuando entre la fuente de infección y el receptor existe una separación en distancia y tiempo, los principales son:

  1. Por vehículo común: Cuando la infección se transmite con cualquier vehículo, en general inanimado, que sirve de medio para transportar el agente infeccioso e introducirlo en la puerta de entrada adecuada del huésped susceptible. Los vehículos de más trascendencia en salud pública son el agua y los alimentos.
  2. Por vía aérea: Cuando los patógenos se transmiten por el aire a cierta distancia mediante un aerosol de gotitas pequeñas. Los agentes infectivos se hallan suspendidos en núcleos goticulares y polvo. Algunas enfermedades propagadas por este mecanismo son la tuberculosis, el sarampión y a varicela.
  3. Por vector: Es un artrópodo que transporta el agente infeccioso de un huésped a otro.

La susceptibilidad es el determinante esencial en el resultado del contacto de un individuo con un agente infeccioso.

Esta susceptibilidad individual depende, fundamentalmente, de la base genética, la edad y el sexo.

Las catástrofes pueden ejercer una influencia significativa en la susceptibilidad y receptividad de los individuos a las infecciones. Se ha demostrado sin lugar a duda la acción sinergética de la malnutrición y las infecciones. En condiciones de hambre, causada por una carencia grave y prolongada de alimentos, las enfermedades infecciosas constituyen la causa inmediata de defunción más importante 5.

Los lactantes, los escolares y los ancianos son más susceptibles a los agentes infecciosos que los jóvenes y los adultos, y la incidencia de muchas enfermedades transmisibles es más elevada en dichas edades. En lactantes debido a la exposición a nuevos ambientes y en edades avanzadas por un declive de la función inmunitaria.

El sexo influye especialmente mediante las diferentes exposiciones entre hombres y mujeres.
Los mecanismos de defensa innata o no específicos son un poderoso conjunto de factores de resistencia contra la invasión microbiana, son los anticuerpos naturales que los individuos poseen y las barreras naturales del organismo como la piel y mucosas. Si los microorganismos logran sobrepasar la barrera mucocutánea, entra en acción la respuesta inmunitaria no específica a cargo del complemento, la fibronectina y la fagocitosis. Estos mecanismos dan inicio al desarrollo de la inmunidad específica o adaptativa de tipo humoral o celular.

Algunas situaciones individuales pueden debilitar la inmunidad natural o no específica, como las deficiencias nutricionales, las enfermedades acompañantes, las infecciones múltiples, etc.

El factor más importante y que más se presta a responder a una acción enérgica es el deterioro de las condiciones de higiene del medio. El nivel de saneamiento anterior al desastre determinará la vulnerabilidad de la comunidad.

A efectos de evitar epidemias, es importante contar con un grado elevado de inmunidad en la población. En este sentido, se denomina inmunidad de grupo o colectiva a la protección que posee ante una determinada infección.

Hoy en día los programas de vacunación sistémica tienen por objetivo producir una elevada proporción de individuos inmunes en la población, de manera que se impida la transmisión de la infección y sea prácticamente imposible la aparición de epidemias.

 

MEDIO AMBIENTE:

El medio ambiente, a través de sus componentes físicos, biológicos, sociales y económicos, puede influir sobre los eslabones de la cadena epidemiológica 1,2.

  • Los factores físicos como temperatura y humedad pueden afectar a la viabilidad de los agentes infecciosos en el medio externo.
  • Los factores biológicos intervienen en la transmisión de las infecciones.
    Los factores sociales y económicos pueden afectar a la susceptibilidad del huésped.

Las enfermedades transmisibles se presentan de forma esporádica, endémica y epidémica 3,6,7

  • Una enfermedad es esporádica cuando en la incidencia de los casos no se observa ninguna continuidad en el tiempo y el espacio.
  • Se denomina endemia a la presencia habitual de una enfermedad en un área, si la transmisión es intensa y persistente se habla de hiperendemia.
  • Una epidemia es la presentación, en una comunidad o región, de un grupo de casos de una enfermedad que claramente excede la incidencia normal esperada.
  • Cuando una epidemia afecta a varios países o continentes se habla de pandemia.
    El término brote epidémico se aplica cuando la epidemia se limita a un incremento localizado en la incidencia de la enfermedad.

 

CAUSAS DE LAS EPIDEMIAS 3,8:

Las causas principales de una epidemia son:

  1. La introducción de un patógeno desconocido hasta el momento.
  2. El aumento de la dosis infectiva de un agente.
  3. La aparición de microorganismos resistentes o el aumento de la patogenicidad y virulencia de un agente.
  4. Los cambios tecnológicos, sociales, culturales, sexuales o de conducta.
  5. El aumento de la población susceptible.
  6. La introducción de susceptibles en zonas endémicas.

 

TIPOS DE EPIDEMIAS 3,7,8:

Las epidemias pueden ser de tres tipos:

  • Epidemia de fuente común: La enfermedad ocurre como resultado de la exposición de un grupo de personas susceptibles a un vehículo común. Su inicio es explosivo y su localización en el tiempo, espacio y personas son sus características más destacadas.
  • Epidemia propagativa o progresiva: Se produce cuando el agente infeccioso se transmite de una persona a otra de forma seriada. Esto implica que, en el individuo enfermo, el agente causal debe multiplicarse y excretar antes de poder infectar a otras personas, y que en el huésped susceptible debe transcurrir un tiempo antes de que aparezcan las manifestaciones clínicas.
  • Epidemia mixta: Se inicia con la exposición a una fuente común y continúa con una transmisión propagativa.

 

ELEMENTOS DE UNA EPIDEMIA:

Para su estudio es necesario conocer tres importantes elementos descriptivos: la curva epidémica, el periodo de incubación y el momento o duración de la exposición. Si se conocen dos de estos elementos, en la práctica es posible deducir el tercero 7.8.

La curva epidémica muestra la evolución de la epidemia en el tiempo. Es un histograma de la distribución de los casos, según el momento en que empezaron a manifestar síntomas.

Permite conocer el momento de inicio de la epidemia, la frecuencia con que han ido apareciendo los casos en el tiempo y cuando se da por terminada 7,8.

En muchas epidemias por vehículo común suele conocerse el momento o periodo en que tuvo lugar la exposición al agente infeccioso, pero con frecuencia se desconoce.

Cuando se conoce el agente etiológico pero no se sabe en qué momento se produjo la exposición, la curva epidémica es muy útil para su estimación 7,8.

Un método consiste en retroceder, a partir del día (o la hora) en que se produjo al máximo número de casos, tantos días como tiene el periodo de incubación de la enfermedad.

Otro método consiste en retroceder el periodo de incubación mínimo a partir del momento en que aparecióel primer caso y el periodo de incubación máximo a partir del momento en que apareció el último caso3.

El intervalo entre los dos retrocesos proporcionará el periodo en el que probablemente se produjo la exposición.

 

EPIDEMIAS DE RIESGO EN NUESTRO PAÍS 6,7,8:

Entre los fenómenos asociados a epidemias, brotes y pandemias, tienen mayor potencial de riesgo en nuestro país la gripe, el dengue, la fiebre chikunguña, el zika y el cólera.

  • Gripe:La influenza es una enfermedad de transmisión aérea causada por un virus RNA, perteneciente a la familia Ortomixoviridae.

Su alta transmisibilidad en épocas epidémicas ocasiona altas tasas de incidencia, (que alcanza del 10 al 20 % de la población) y la principal complicación son las neumonías.

  • Dengue:Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
  • Cólera: El cólera es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria – Vibrio Cholerae- que al ingresar al organismo de una persona puede provocar diarrea. En los casos más graves de diarrea severa, si la pérdida rápida de líquidos corporales no es tratada a tiempo puede llevar a la deshidratación, a la postración y al riesgo de muerte.

Aunque en nuestro país no se han detectado casos de cólera desde el año 1999, existe el riesgo de introducción por la presencia de viajeros procedentes de países endémicos.

 

BASES GENERALES PARA LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES 3,7:

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial se extendió cierto optimismo sobre la situación de las enfermedades transmisibles: las vacunas y los antibióticos permitían ver un futuro en el que las enfermedades infecciosas habían quedado atrás o era solo cuestión de tiempo que estuvieran controladas. El optimismo desapareció en pocas décadas: emergieron nuevas enfermedades; aparecieron y se generalizaron las resistencias a los antibióticos; los tratamientos médicos más agresivos dieron lugar a nuevas formas de infección y a la supervivencia de pacientes inmunodeprimidos; nuevos hábitos facilitaron la extensión de enfermedades.

En la historia de prevención de enfermedades infecciosas se deben distinguir dos grandes grupos de actuaciones:

  • Específicas: dirigidas contra determinada enfermedad.
  • Inespecíficas: se dirigen de forma general contra la presencia de agentes infecciosos en el ambiente.

Las medidas de prevención de enfermedades infecciosas pueden ir dirigidas a cualquier eslabón de la cadena epidemiológica.

Para que la prevención sea eficaz, basta con romper eficazmente un eslabón de la cadena epidemiológica, siendo suficiente para evitar la transmisión. En el caso de las enfermedades que se transmiten persona a persona, otra forma de prevención es tener en cuenta su impacto en el número reproductivo efectivo.

Las posibles actuaciones de prevención y control de las enfermedades transmisibles:

  • Actuaciones sobre el reservorio ambiental.
  • Saneamiento ambiental.
  • Control de vectores.
  • Actuaciones sobre la vía de transmisión.
    • Esterilización y desinfección.
    • Precauciones estándar.
    • Aislamiento del enfermo.
    • Cuarentena y vigilancia activa.
  • Actuaciones sobre el huésped susceptible.
    • Vacunas.
    • Inmunoglobulinas.
    • Quimioprofilaxis.

 

TERMINOLOGÍA 1,2,3,4,5:

Aislamiento: aplicado a pacientes durante el periodo de transmisibilidad, es la separación de las personas infectadas de otras para evitar la transmisión del agente infeccioso. El tipo de aislamiento preciso depende de la vía de transmisión.

Ej.: enfermedad de transmisión aérea como tuberculosis aislamiento respiratorio

Cuarentena: aplicado a personas sin la enfermedad que han tenido contacto con un caso de una enfermedad transmisible. Restricción de las actividades del contacto durante el periodo de incubación por si se presentara la enfermedad.

  • Cuarentena completa: se produce una limitación de la libertad de movimientos de los contactos durante un periodo de tiempo no mayor del periodo de incubación habitual.
  • Cuarentena modificada: limitación parcial de movimientos; incluye la vigilancia personal.

Desinfección: uso de agentes químicos o físicos para matar los agentes infecciosos fuera del cuerpo. Puede incluir distintos tipos de desinfecciones: de alto nivel, nivel intermedio, concurrente, terminal y esterilización.

Desinfestación: uso de agentes físicos o químicos para eliminar pequeños animales como artrópodos o roedores. En la prevención de enfermedades se utiliza solo para el control de las transmitidas por vectores.

Eliminación: interrupción de la transmisión de una enfermedad en un área limitada.

Erradicación: interrupción de la transmisión de una enfermedad en todo el mundo. La única enfermedad erradicada hasta el momento es la viruela, por lo que los programas de vacunación se han interrumpido.

Infestación: presencia, desarrollo, y reproducción de artrópodos en la superficie del cuerpo, la ropa o edificios.

Inmunidad de rebaño: aplicado a un grupo o comunidad. La resistencia del grupo a la invasión de un agente infeccioso, debida a la resistencia a la infección de una alta proporción de miembros del grupo. Este concepto está fuertemente relacionado con los números reproductivos.

Precauciones estándar: medidas de prevención a aplicar en todos los pacientes atendidos tanto en hospitalización como en consultas, con independencia de si tienen o no, y de si se sospecha la presencia de una enfermedad infecciosa.

Quimioprofilaxis: administración de un producto químico, incluyendo antibióticos, para prevenir el desarrollo de una infección o la progresión de una infección inaparente a infección clínica o para eliminar el estado de portador.

Vigilancia de enfermedades: se trata del escrutinio continuo de todos los aspectos de la ocurrencia y extensión de la enfermedad que son pertinentes para su control efectivo.

 

Uso de equipo de protección individual:

Orden para ponérselo antes de entrar en la habitación: Higiene de manos, bata, mascarilla, gafas, guantes.

Orden para quitárselo antes de salir de la habitación: Guantes, gafas, bata, mascarilla, higiene de manos.

Limpieza y desinfección de las habitaciones: medida de aplicación rutinaria dentro de las precauciones estándar, a no ser de que el microorganismo infectante del paciente y la cantidad de la contaminación ambiental requiera una limpieza especial.

Manejo de la ropa en contacto con el paciente: toda la ropa de lavandería del hospital se procesa de forma rutinaria a temperaturas superiores a los 60ºC, lo que minimiza la probabilidad de transmisión tras su limpieza.

Manejo de la vajilla: la combinación de agua caliente y detergentes usados en los lavaplatos de los hospitales es suficiente para la descontaminación.

 

PRECAUCIONES BASADAS EN LA TRANSMISION:

Son un conjunto de medidas a aplicar con el fin de interrumpir la transmisión de patógenos que, por sus características epidemiológicas, requieren precauciones añadidas a las estándar. Su duración variara en función de las características del agente causal, del medio ambiente, del huésped y de la situación epidemiológica. En algunos casos las precauciones deberán mantenerse hasta la erradicación del agente causal; en otros, la duración está marcada por características clínicas de la infección4,8.

Las medidas basadas en la transmisión se encuentran divididas en tres grandes grupos 4,7,8:

  1. Aislamiento por contacto: dirigido a enfermedades transmitidas por contacto directo con piel, heridas o secreciones del paciente, o indirecto con objetos contaminados de su entorno (ropa, mobiliario, aparataje médico, etc.).
  2. Aislamiento por gotas:dirigido a enfermedades que se transmiten por contacto de gatos producidas por el paciente al toser, estornudar, o durante determinadas maniobras clínicas.
  3. Aislamiento respiratorio: dirigido a enfermedades que se transmiten por vía aérea.

Los enfermos infectados por el mismo microorganismo normalmente pueden compartir habitación, siempre y cuando no estén además infectados por otros microorganismos. Esta estrategia es conocida como aislamiento de cohortes4.

En cuanto al transporte de pacientes infectados, se debe limitar al mínimo imprescindible, utilizando las medidas de protección adecuadas para cada tipo de infección4.

Por último, el paciente deberá conocer las medidas para colaborar para la prevención de la transmisión de sus microorganismos infecciosos4.

 

BIBLIOGRAFÍA

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