Caso clínico. Plan de cuidados de enfermería a un paciente intervenido de un quiste pilonidal

7 septiembre 2023

 

AUTORES

  1. Sara Gimeno Lechón. Enfermera Unidad Traumatología y Cirugía General en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España. 
  2. Pilar León Arruga. Enfermera Unidad de Urgencias de la Clínica del Pilar, Zaragoza, España.
  3. María Mercedes Palencias Celma. Enfermera de Consultas Externas en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  4. María Hernández Gracia. Enfermera Unidad Medicina Interna en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.
  5. Rebeca Ibáñez Gracia. Enfermera Unidad Medicina Interna en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España. 
  6. Marta Hernández Aliaga. Enfermera Unidad de Quirófano en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

 

RESUMEN

El quiste pilonidal es una afección cutánea que ocurre principalmente en la región sacrococcígea. Se caracteriza por la formación de un saco o quiste que contiene cabello, piel y detritos, causando inflamación, dolor y drenaje de líquido. Esta afección tiene mayor incidencia en adultos jóvenes y afecta más a hombres que a mujeres. Las causas exactas del quiste pilonidal no están completamente definidas, pero podrían estar relacionadas con factores genéticos y predisposición familiar. Los síntomas varían desde una pequeña hinchazón y enrojecimiento hasta la formación de un absceso doloroso. En algunos casos, el quiste se infecta y provoca la secreción de líquido seroso o purulento.

El diagnóstico se realiza generalmente mediante un examen físico donde se visualiza la presencia del quiste o el absceso. Para evaluar la extensión de la afección, en ocasiones se precisan pruebas de diagnóstico por imagen como ecografías o resonancias magnéticas.

El tratamiento del quiste pilonidal varía según la gravedad del caso. Para episodios leves basta con medidas de autocuidado como mantener una buena higiene, usar ropa suelta y evitar la presión excesiva en el área afectada. En casos más severos o recurrentes es necesaria la intervención quirúrgica para drenar el quiste o extirparlo.

PALABRAS CLAVE

Quiste pilonidal, NANDA, NOC, NIC.

ABSTRACT

The pilonidal cyst is a skin condition that occurs mainly in the sacrococcygeal region. It is characterized by the formation of a sac or cyst that contains hair, skin, and debris, which can lead to inflammation, pain, and fluid drainage. This condition has a higher incidence in young adults and affects more men than women. The exact causes of the pilonidal cyst are not completely defined, but could be related to genetic factors and familial predisposition. The obstruction of the hair follicles and the accumulation of hair in the affected region also intervene in its development.

Symptoms range from a small swelling and redness to the formation of a painful abscess. In some cases, the cyst can become infected and cause discharge of clear or purulent fluid.

The diagnosis is generally made by physical examination where the presence of the cyst or abscess is visualized. To assess the extent of the condition, diagnostic imaging tests such as ultrasound or MRI are sometimes necessary.

The treatment of the pilonidal cyst can vary according to the severity of the case. For mild episodes, self-care measures such as maintaining good hygiene, wearing loose clothing, and avoiding excessive pressure on the affected area are sufficient. In more severe or recurrent cases, surgical intervention is necessary to drain the cyst or remove it completely.

KEY WORDS

Pilonidal cyst, NANDA, NOC, NIC.

INTRODUCCIÓN

El quiste pilonidal es una formación quística localizada alrededor de un folículo piloso, en el pliegue interglúteo. También es conocido como quiste dermoide, sinus pilonidal o fístula sacrocoxígea-perianal1. Etimológicamente significa “nido de pelo” (pilo)/(nidal) ya que en su interior se encuentra literalmente un ovillo de vello1.

Su incidencia varía según las poblaciones y regiones geográficas. Se estima que afecta aproximadamente al 1-5% de la población general, con mayor frecuencia en hombres jóvenes (4 a 1 frente a mujeres), especialmente de entre 15 y 30 años de edad. Algunos de los factores que se han asociado con su desarrollo incluyen2:

– Predisposición genética: existe tendencia familiar en algunas personas.

– Obstrucción del folículo piloso: el vello puede obstruir el folículo.

– Trauma o presión prolongada: la fricción o presión constante en el área del coxis, como la que se puede experimentar al sedestar largos períodos, podría contribuir a la aparición del quiste.

– Vello corporal excesivo: la presencia de vello corporal abundante en el área perianal aumenta el riesgo.

 

Las complicaciones más frecuentes del quiste pilonidal son1,2,3:

– Infecciones recurrentes: conllevan la formación de abscesos que provocan dolor, enrojecimiento, hinchazón e incluso secreción de líquido seroso/pus.

– Absceso: una infección grave provoca la formación de un absceso (acumulación de pus en el área afectada). Cursa con aumento significativo del dolor e inflamación.

– Fístulas: tractos anormales que conectan el quiste con la piel cercana o incluso con el canal anal.

– Dificultad para sentarse/moverse: la presencia de un folículo inflamado o infectado puede dificultar la comodidad del paciente afectando su calidad de vida significativamente.

– Recurrencia: después del tratamiento, puede reaparecer en algunas personas, especialmente si no se aborda adecuadamente la causa subyacente.

 

El tratamiento varía según la gravedad de la afección siendo las opciones de tratamiento más comunes2,3,4:

– Cuidados locales: en casos leves basta con mantener una buena higiene mediante lavado regular con agua y jabón y mantener el área seca, lo que ayuda a reducir la inflamación y prevenir infecciones.

– Antibióticos: en caso de infección, prescribir antibióticos para dicha infección y reducir la inflamación.

– Drenaje: si el quiste cursa en absceso, es posible que surja la necesidad de drenar el pus acumulado mediante procedimiento quirúrgico.

– Cirugía: para casos recurrentes o más graves. El tipo de intervención dependerá del tamaño y la gravedad del quiste. Se realiza bajo anestesia local o regional. Existen diferentes técnicas3,4:

1. Incisión y drenaje: técnica que se utiliza para el drenaje y eliminación de pus y acúmulo de líquido. No obstante, esta opción puede tener una alta tasa de recurrencia y se utiliza en casos leves o en aquellos no candidatos a una cirugía más extensa.

2. Marsupialización: en este procedimiento el cirujano crea una abertura en el quiste y lo sutura a los bordes de la piel permitiendo que la herida cicatrice desde el interior hacia el exterior4.

3. Exéresis quirúrgica completa: técnica más agresiva y efectiva. Consiste en extirpar completamente el quiste, incluyendo cualquier tejido infectado, cerrando la herida con suturas.

– Cierre por segunda intención: en algunos casos después de la cirugía, el área se deja abierta para que sane por sí misma.

– Cuidados postoperatorios: seguir las indicaciones para cuidar la herida y evitar complicaciones.

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Paciente de 25 años, sin antecedentes médicos relevantes, acude a Urgencias con historia de aproximadamente 2 años de episodios recurrentes de inflamación y dolor en la región del coxis. Informa de haber tenido previamente tres episodios de drenaje espontáneo de pus y líquido claro por la zona afectada. Los síntomas le causan molestias significativas en las actividades diarias y limitan su capacidad funcional.

Durante el examen físico se observa un área eritematosa e hinchada en la región sacrococcígea con una pequeña abertura en la piel que drena líquido seroso. No se palpan masas ni ganglios linfáticos inguinales aumentados de tamaño. La evaluación concluye que se trata de un quiste pilonidal infectado. Se solicita ecografía para evaluar la extensión y confirmar la presencia de cualquier fístula asociada. Tras nueva valoración se decide realizar una exéresis quirúrgica completa del quiste y el tejido circundante afectado. Se cursa preoperatorio y firma consentimientos. El paciente es informado sobre los detalles del procedimiento quirúrgico, los posibles riesgos y las medidas postoperatorias a seguir. De la exploración física obtenemos estos datos:

  • Constantes vitales: TA: 120/65 mm Hg – FC: 56lxm – T ª: 36ºC – SatO2: 99%.
  • Altura: 183 cm Peso: 81 kg IMC: 24.2.
  • Medicación habitual: ibuprofeno si dolor.
  • No RAM conocidas.

 

VALORACIÓN INTEGRAL SEGÚN EL MODELO DE 14 NECESIDADES BÁSICAS DE VIRGINIA HENDERSON

1. Respiración:

Independiente. Saturación basal O2 99%. No hábito tabáquico.

2. Alimentación / hidratación:

Independiente. Sin problemas para la deglución. Ingesta hídrica 2 litros diarios. No alergias ni intolerancias.

3. Eliminación:

Continente y autónomo. Ritmo deposicional sin alteraciones.

4. Movilidad / postura:

Independiente. Deambulante. Parcialmente limitado por el dolor.

5. Dormir / descansar:

Patrón de sueño de 8 horas diarias. No precisa medicación.

6. Vestirse / desvestirse:

Independiente. Ropa adecuada. Parcialmente limitado por el dolor.

7. Temperatura corporal:

Independiente. Afebril.

8. Higiene / integridad piel y mucosas:

Independiente. No presenta lesiones cutáneas. Piel y mucosas hidratadas. Parcialmente limitado por el dolor.

9. Seguridad:

Sin alteraciones. Consciente y orientado.

10. Comunicación / Relaciones sociales:

Sin alteraciones. Comunicación adecuada. Refiere inquietud ante la cirugía.

11. Valores / creencias:

Sin alteraciones.

12. Autorrealización:

Independiente. Actualmente en paro. Autoestima conservada. Soltero y sin hijos.

13. Actividades recreativas:

Independiente. Le gusta el cine y los videojuegos.

14. Aprendizaje:

Sin alteraciones.

 

DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA: TAXONOMÍA NANDA, NOC, NIC5,6,7

00126 – Ansiedad r/c cambio en el estado de salud m/p dificultad para conciliar el sueño y nerviosismo.

Dominio: 9 – Afrontamiento / tolerancia al estrés.

Clase: 2 – Respuestas de afrontamiento.

NOC: 1402 – Autocontrol de la ansiedad.

Indicadores:

140202 – Elimina precursores de la ansiedad.

140207 – Utiliza técnicas de relajación para reducir la ansiedad.

140211 – Conserva las relaciones sociales.

140214 – Refiere dormir de forma adecuada.

NIC relacionados:

 

1850 – Mejorar el sueño.

Actividades:

– Determinar el esquema de sueño vigilia del paciente.

– Observar/registrar el esquema y número de horas de sueño del paciente (ajustar el ambiente, luz, ruido, temperatura, colchón y cama) para favorecer el sueño.

– Ayudar a eliminar las situaciones estresantes antes de irse a la cama y enseñar al paciente a realizar una relajación muscular autogénica y otras formas no farmacológicas de inducción del sueño.

– Agrupar las actividades para minimizar el número de despertares, permitir ciclos de sueño de al menos 90 minutos.

 

5610 – Enseñanza: prequirúrgica.

Actividades:

– Informar al paciente/ acompañante acerca de la fecha hora y lugar programados para la cirugía.

– Informar al paciente/ acompañante de la duración esperada de la operación.

– Conocer las experiencias quirúrgicas previas del paciente y el nivel de conocimiento relacionado con la cirugía.

– Evaluar la ansiedad del paciente relacionada con la cirugía.

– Dar tiempo al paciente para que haga preguntas y discuta sus inquietudes.

– Describir las rutinas preoperatorias (anestesia, dieta, preparación intestinal, pruebas/ laboratorio, eliminación de orina, preparación de la piel, terapia intravenosa, vestimentas, zonas de esperar para la familia y traslado al quirófano), si procede.

– Instruir al paciente sobre la técnica para levantarse de la cama, si resulta apropiado.

– Destacar la importancia de la de ambulación precoz y los cuidados pulmonares.

– Enseñar al paciente cómo puede ayudar en la recuperación.

 

5820 – Disminución de la ansiedad.

Actividades:

– Explicar todos los procedimientos, incluyendo las posibles sensaciones que se han de experimentar durante el procedimiento.

– Proporcionar información objetiva respecto del diagnóstico, tratamiento y pronóstico.

– Permanecer con el paciente para promover la seguridad y reducir el miedo.

– Escuchar con atención.

– Crear un ambiente que facilite la confianza.

– Animar la manifestación de sentimientos, percepciones y miedos.

– Identificar los cambios en el nivel de ansiedad.

– Determinar la capacidad de toma de decisiones del paciente.

– Administrar medicamentos que reduzcan la ansiedad, si están prescritos.

– Observar si hay signos verbales y no verbales de ansiedad.

 

00085 – Movilidad física deteriorada r/c malestar y dolor m/p limitación de la amplitud de movimientos, limitación de la capacidad para las habilidades motoras groseras y finas.

Dominio: 4 – Actividad / descanso.

Clase: 2 – Actividad / ejercicio.

NOC: 0208 – Movilidad.

Indicadores:

020805 – Realización del traslado.

020806 – Deambulación: camina.

020808 – Come.

020809 – Se viste.

020810 – Uso del inodoro.

020811 – Higiene.

 

NOC: 1811. Conocimiento: actividad prescrita.

Indicadores:

181101 – Descripción de la actividad prescrita.

181104 – Descripción de las restricciones de la actividad.

 

NIC relacionados:

1400 – Manejo del dolor.

Actividades:

– Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya localización, características, aparición/duración, frecuencia, calidad, intensidad o severidad del dolor y factores desencadenantes.

– Asegurarse de que el paciente reciba los cuidados analgésicos correspondiente.

– Determinar el impacto de la experiencia del dolor sobre la calidad de vida (sueño, apetito, actividad, función, cognoscitiva, humor, relaciones y responsabilidad de roles).

– Utilizar un método de valoración adecuado que permita el seguimiento de los cambios en el dolor y que ayude a identificar los factores desencadenantes reales y potenciales (escala Eva).

– Controlar los factores ambientales que puedan influir en la respuesta del paciente a las molestias (temperatura de la habitación, iluminación y ruidos).

– Enseñar métodos farmacológicos de alivio del dolor.

 

1801 – Ayuda con los autocuidados: baño/ higiene.

Actividades:

– Considerar la edad del paciente al fomentar las actividades de autocuidados.

– Determinar la cantidad y tipo de ayuda necesitada.

– Facilitar que el paciente se cepille los dientes, si es el caso.

– Facilitar que el paciente se bañe el mismo, si procede.

– Controlar la integridad cutánea del paciente.

– Proporcionar ayuda hasta que el paciente sea totalmente capaz de asumir los autocuidados.

 

1802 – Ayuda con los autocuidados: vestir / arreglo personal.

Actividades:

– Considerar la edad del paciente al fomentar las actividades de autocuidados.

– Informar al paciente de la vestimenta disponible que puede seleccionar.

– Estar disponible para ayudar en el vestir, si es necesario.

– Mantener la intimidad mientras el paciente se viste.

– Ayudar con los cordones, botones y cremalleras, si es necesario.

– Reafirmar los esfuerzos por vestirse a sí mismo.

 

1803 – Ayuda con los autocuidados: alimentación.

Actividades:

– Controlar la capacidad de deglutir del paciente.

– Identificar la dieta prescrita.

– Crear un ambiente agradable durante la hora de la comida (colocar cuñas, orinales y equipos de aspiración fuera de la vista).

– Asegurar la posición adecuada del paciente para facilitar la masticación y la deglución.

– Proporcionar ayuda física, si es necesario.

– Proporcionar alivio adecuado del dolor antes de las comidas, si procede.

 

1804 – Ayuda con los autocuidados: aseo /eliminación.

Actividades:

– Considerar la edad del paciente al fomentar las actividades de autocuidado.

– Ayudar al paciente en el aseo/cuña/orinal a intervalos específicos.

– Considerar la respuesta del paciente a la falta de intimidad.

– Disponer intimidad durante la eliminación.

– Facilitar la higiene de aseo después de terminar con la eliminación.

– Enseñar al paciente la rutina del aseo.

– Instaurar idas al baño, si procede y es necesario.

– Controlar la integridad cutánea del paciente.

 

5612 – Enseñanza: actividad / ejercicio prescrito.

Actividades:

– Evaluar el nivel actual del paciente de ejercicio y conocimiento de la actividad/ ejercicio prescrito.

– Informar al paciente del propósito y los beneficios de la actividad/ ejercicio prescrito.

– Enseñar al paciente cómo controlar la tolerancia a la actividad/ ejercicio.

– Informar al paciente acerca de las actividades apropiadas en función del estado físico.

– Advertir al paciente acerca de los peligros de sobrestimar sus posibilidades.

– Reforzar la información proporcionada por otros miembros del equipo de cuidados, según corresponda.

 

0221 – Terapia de ejercicios: Ambulación.

Actividades:

– Aconsejar al paciente que use un calzado que facilite la deambulación y evite lesiones.

– Colocar el interruptor de posición de la cama al alcance del paciente.

– Animar al paciente a sentarse en la cama, en un lado de la cama o en una silla, según tolerancia.

– Ayudar al paciente en el traslado, cuando sea necesario.

– Ayudar al paciente con la deambulación inicial, si es necesario.

– Ayudar al paciente a establecer aumentos de distancia realistas con la deambulación.

– Fomentar una deambulación independiente dentro de los límites de seguridad.

– Animar al paciente a que esté levantado por su propia voluntad, si procede.

 

00004 – Riesgo de infección r/c procedimientos invasivos (catéter venoso periférico).

Dominio: 11 – Seguridad / protección.

Clase: 1 – Infección.

NOC: 0730 – Estado infeccioso.

Indicadores:

070328 – Flebitis por catéter venoso periférico.

0703007 – Fiebre.

073008 – Dolor / hipersensibilidad.

NIC relacionados:

6550 – Protección contra las infecciones.

Actividades:

– Mantener las normas de asepsia para el paciente de riesgo.

– Observar los signos y síntomas de infección sistémica y localizada.

– Inspeccionar la existencia de enrojecimiento o calor extremo en la piel y las membranas mucosas.

2440 – Mantenimiento de dispositivo de acceso venoso.

Actividades:

– Observar si hay signos de oclusión del catéter.

– Mantener una técnica aséptica siempre que se manipule el catéter venoso.

– Cambiar los sistemas de vendajes y tapones de acuerdo con el protocolo del centro.

– Observar si hay signos y síntomas asociados con infección local o sistémica.

– Determinar si el paciente o familia entienden el propósito, cuidados y mantenimiento.

 

00046- Deterioro de la integridad cutánea r/c incisión quirúrgica.

Dominio: 11 – Seguridad / protección.

Clase: 2 – Lesión física.

NOC: 1101 – Integridad tisular: piel y membranas mucosas.

Indicadores:

110113 – Integridad de la piel.

110121 – Eritema.

NOC: 1102 – Curación de la herida por 1ª intención.

Indicadores:

110213 – Aproximación de bordes de heridas.

110209 – Edema perilesional.

NIC relacionados:

3440 – Cuidados del sitio de incisión.

3660 – Cuidados de las heridas.

Actividades:

– Utilizar una herramienta de valoración de riesgo establecida para valorar los factores de riesgo

del individuo (escala de Norton).

– Observar si hay erupciones y abrasiones en la piel.

– Registrar el estado de la piel durante el ingreso.

– Utilizar una técnica estéril al realizar la cura de la herida quirúrgica.

– Mantener el apósito limpio y seco.

– Vigilar aspecto, exudados y aparición de hematomas.

– Observar si hay infección, especialmente si hay zonas edematosas.

– Inspeccionar el sitio de incisión por si hubiera enrojecimiento, inflamación, signos de

dehiscencia o sangrado.

– Limpiar la zona de incisión con solución antiséptica apropiada, desde la zona más limpia a la

menos limpia y aplicar un apósito apropiado para cubrir la herida.

 

00132 – Dolor agudo r/c intervención quirúrgica m/p manifestación verbal de los descriptores del dolor.

Dominio: 12 – Confort.

Clase: 1 – Confort físico.

NOC: 2102 – Nivel del dolor.

Indicadores:

210201 – Dolor referido.

210205 – Expresiones orales de dolor.

NIC relacionados:

1400 – Manejo del dolor.

2210 – Administración de analgésicos.

6482 – Manejo ambiental: confort.

Actividades:

– Comprobar el historial de alergias a medicamentos.

– Monitorizar constantes vitales.

– Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya localización, características.

aparición/duración, frecuencia, calidad, intensidad o severidad del dolor y factores

desencadenantes.

– Valoración de la intensidad del dolor mediante Escala EVA, pre -analgesia.

– Registrar la respuesta al analgésico y cualquier efecto adverso.

– Observar signos no verbales de dolor.

– Controlar los factores ambientales que propicien o aumenten la experiencia del dolor.

– Vigilar posibles efectos adversos: depresión respiratoria, náuseas, vómitos, sequedad de boca, etc.

 

00206 – Riesgo de sangrado r/c herida quirúrgica m/p salida excesiva de sangre de color rojo vivo, hipotensión, piel pálida y/o sudoración fría.

Dominio: 11 – Seguridad / protección.

Clase: 2 – Lesión física.

NOC: 0413 – Severidad de la pérdida de sangre.

Indicadores:

041301 – Pérdida sanguínea visible.

041309 – Disminución de la tensión arterial sistólica.

041310 – Disminución de la tensión arterial diastólica.

041313 – Palidez de piel y mucosas.

NIC relacionados:

4010 – Prevención de hemorragia.

Actividades:

– Vigilar de cerca al paciente por si se producen hemorragias.

– Monitorización de constantes vitales: TA, FC, Tª.

– Mantener reposo absoluto en cama, si procede.

– Administrar medicamentos si está indicado.

– Evitar esfuerzos.

– Instruir al paciente y/o a la familia acerca de los signos de hemorragia y sobre las acciones apropiadas, si se producen hemorragias.

 

Actividades derivadas de la hospitalización:

NIC relacionados:

7310 – Cuidados de enfermería al ingreso.

Actividades:

– Presentarse a sí mismo y su función en los cuidados.

– Orientar al paciente/ familia/ seres queridos sobre las expectativas de los cuidados.

– Disponer una intimidad adecuada para el paciente/ familia/ seres queridos.

– Orientar al paciente/ familia/ seres queridos en las instalaciones del centro.

– Obtener la historia al ingresar, incluyendo información sobre enfermedades médicas anteriores, medicaciones y alergias.

– Realizar la valoración física en el momento del ingreso, si procede.

– Realizar la valoración psicosocial en el momento del ingreso, si procede.

– Realizar la valoración de riesgo al ingresar (p. ej., riesgo de caídas, detección TB, valoración cutánea).

– Facilitar la información pertinente por escrito.

– Mantener la confidencialidad de los datos del paciente.

 

2930 – Preparación quirúrgica.

Actividades:

– Asegurarse de que el paciente no recibe nada por boca.

– Verificar que ha firmado el correspondiente consentimiento quirúrgico.

– Retirar las alhajas/anillos, si procede.

– Extraer la dentadura postiza, gafas, lentillas u otras prótesis, si procede.

– Quitar el esmalte de uñas, maquillaje u horquillas del pelo, si procede.

– Administrar y registrar los medicamentos preoperatorios, si procede.

– Preparar la habitación para el retorno del paciente después de la cirugía.

 

4238 – Flebotomía: vía canalizada.

Actividades:

– Montar el equipo, lavarse las manos y ponerse guantes.

– Quitar el tapón o el tubo para acceder a la conexión, limpiar la conexión con alcohol y dejarla secar.

– Seguir las instrucciones del fabricante para obtener una muestra de un catéter permanente.

– Aplicar un torniquete central al lugar i.v. periférico, sólo si es necesario.

– Conectar un adaptador sin aguja y un vacutainer, o jeringa, a la conexión de acceso vascular, abrir la vía al paciente ajustando la llave de cierre o abriendo las pinzas.

– Aspirar suavemente la sangre en la jeringa o tubo de muestras adecuados; desechar la primera cantidad según el catéter utilizado, para las pruebas de laboratorio prescritas y según las normas de la institución, recoger la sangre necesaria para las pruebas de laboratorio.

– Quitar el torniquete, si se ha aplicado.

– Limpiar la conexión y el catéter con la solución adecuada, prevenir que se introduzcan burbujas de aire o coágulos en la línea.

– Colocar un tapón limpio en la conexión de acceso y reanudar las infusiones que se hayan interrumpido

– Llenar tubos de muestras de la jeringa del vacutainer de la manera adecuada.

– Etiquetar y empaquetar las muestras según las normas de la institución; enviar al laboratorio indicado.

– Colocar todos los utensilios contaminados en el contenedor adecuado.

 

4200 – Terapia intravenosa (IV).

Actividades:

– Verificar la orden de la terapia intravenosa.

– Instruir al paciente acerca del procedimiento.

– Realizar una técnica aséptica estricta.

– Examinar el tipo, cantidad, fecha de caducidad, carácter de la solución, y estado del envase.

– Realizar los cinco principios antes de iniciar la infusión o administración de medicaciones (fármaco, dosis, paciente, vía y frecuencia).

– Determinar si el paciente toma alguna medicación incompatible con la medicación prescrita.

– Vigilar la frecuencia del flujo intravenoso y el sitio de punción intravenosa durante la infusión.

– Observar la permeabilidad de la vía antes de la administración de la medicación i.v.

– Mantener un vendaje oclusivo.

– Realizar comprobaciones del sitio de punción i.v. regularmente.

– Realizar los cuidados del sitio i.v. de acuerdo con el protocolo del centro.

– Vigilar los signos vitales.

– Irrigar las vías intravenosas entre la administración de soluciones incompatibles.

– Observar si se presentan signos y síntomas asociados a la flebitis por la infusión e infecciones locales.

 

7460 – Protección de los derechos del paciente.

– Proporcionar al paciente la Carta de derechos y obligaciones del paciente.

– Proteger la intimidad del paciente durante las actividades de higiene, eliminación y aseo personal.

– Mantener la confidencialidad de la información sanitaria del paciente.

 

7370 – Planificación del alta.

Actividades:

– Determinar las capacidades del paciente para el alta

– Colaborar con el médico, paciente/familiar/ser querido y demás miembros del equipo sanitario en la planificación de la continuidad de los cuidados.

– Identificar la comprensión de los conocimientos o habilidades necesarios por parte del paciente y del cuidador principal para poner en práctica después del alta.

– Registrar todos los cuidados en el informe de enfermería al alta e iniciar el circuito de continuidad asistencial.

– Establecer continuidad de cuidados al siguiente nivel asistencial de cuidados.

 

CONCLUSIONES

La cirugía se llevó a cabo bajo anestesia local y en posición prona. Se realizó una incisión alrededor del área del quiste pilonidal permitiendo la identificación y extirpación completa del saco del quiste, así como de cualquier trayecto fistuloso. La herida se cerró con suturas y se dejó un pequeño drenaje para facilitar la eliminación del líquido postoperatorio.

El paciente experimentó una buena recuperación en las semanas posteriores a la cirugía. Se prescribieron analgésicos y se proporcionaron instrucciones para el cuidado de la herida. Se programaron visitas de seguimiento para controlar la cicatrización y asegurarse de que no hubiera signos de recurrencia.

El paciente mostró una excelente evolución en el período de seguimiento de 6 meses. La herida quirúrgica cicatrizó adecuadamente sin signos de infección o complicaciones. No se observaron síntomas de recurrencia del quiste pilonidal hasta el momento de la última visita de seguimiento.

La intervención quirúrgica completa demostró ser un enfoque exitoso para el tratamiento de esta afección y proporcionó una resolución efectiva y duradera para el paciente.

 

BIBLIOGRAFÍA

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