Conducta suicida.

18 noviembre 2021

AUTORES

  1. Víctor Antón Izquierdo. Enfermero, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Lucía García Miguel. Enfermera, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  3. Pablo Fernández Hernando. Enfermero, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Bárbara Gómez de Segura García. Enfermera, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Raquel Guerra Baquero. Enfermera, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Marta Pérez Andrés. Enfermera, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

El suicidio constituye un problema de salud pública a nivel mundial. En España se produjeron en 2019 3.671 suicidios según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, siendo varones más de un 75% de esta cifra.

La conducta suicida es multifactorial y compleja, resulta importante estudiar el entorno socio-cultural que envuelve al individuo. Se ha demostrado que tras una gran parte de suicidios subyacen patologías psiquiátricas entre las que se encuentra la depresión mayor. Es importante saber reconocer las manifestaciones de dichas patologías y las señales de peligro generales para poder identificar precozmente el riesgo de suicidio y actuar de inmediato sobre el paciente.

Entre las necesidades más afectadas según el modelo de Virginia Henderson se encuentra la de beber y comer con cambios en las conductas de alimentación, la necesidad de dormir y descansar con importante deterioro del sueño originado por despertares frecuentes y dificultad para conciliarlo debido a las ideas recurrentes o la necesidad de vestirse y desvestirse con un desinterés por el cuidado del aspecto que relaciona la depresión con el suicidio.

Entre las funciones de enfermería destacan estimular al paciente a establecer relaciones terapéuticas con personas significativas, aumentar los mecanismos de afrontamiento, insistir en la importancia de la adherencia al tratamiento y búsqueda activa de señales de peligro.

 

PALABRAS CLAVE

Suicidio, ideación suicida, enfermería, psiquiatría.

 

ABSTRACT

Suicidal behaviour is multifactorial and complex, it is important to study the socio-cultural environment that surrounds the individual.

It has been shown that psychiatric pathologies, including major depression, underlie a large number of suicides. An important factor in order to identify the risk of suicide early and act immediately on the patient is knowing how to recognise the manifestations of these pathologies and the general warning signs.

According to the Virginia Henderson model, among the most affected are drinking and eating because of changes of eating behaviours as well as sleeping and resting since there is significant sleep impairment caused by frequent awakenings and also difficulty in conciliating it due to recurring ideas. The need to dress and undress is affected too by disinterest in taking care for the aspect, which relates depression to suicide.

Nursing functions include stimulating the patient to establish therapeutic relationships with significant others, increasing coping mechanisms, insisting on the importance of treatment compliance and the active search for warning signs.

 

KEYWORDS

Suicide, suicidal ideation, nursing care, psychiatry.

 

INTRODUCCIÓN

El suicidio constituye un grave problema de salud a nivel mundial. A pesar de la dificultad de obtención rigurosa de datos debido a la estigmatización del acto, en España constituye durante los últimos años la primera causa de muerte externa con un total de 3.671 casos según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2019. Los estudios epidemiológicos resaltan una mayor proporción de suicidios en hombres que en mujeres (llegando a triplicar la tasa en el caso de éstos) pero esta situación se ve revertida si hablamos de intentos de suicidio, en cuyo caso, las mujeres los realizaban con mayor frecuencia[1],[2].

El intento de suicidio es aquel acto sin resultado de muerte en el cual el individuo se hace daño a sí mismo con el fin de quitarse la vida, es importante identificar las circunstancias en las que el acto de suicidarse resulta fallido.

Según algunos estudios, en la mayoría de los casos el individuo da indicios del propósito suicida verbalmente o a través del comportamiento para pedir ayuda.[3]

Debemos diferenciar intento de suicidio de conducta parasuicida La conducta parasuicida consiste en un acto autolesionante que no busca provocar la muerte. En algunos trastornos estos actos autolesivos son utilizados para liberar tensión en momentos de estrés o ansiedad.

La conducta suicida tiene una etiología multifactorial, compleja y, en ocasiones, difícil de entender. En ella intervienen factores de tipo biológico, social, ambiental y psicológico que se entrelazan; posiblemente ninguno de ellos por separado podría ser suficiente para explicar este tipo de comportamientos. Este carácter multifactorial requiere una mayor investigación en el contexto sociocultural para identificar los grupos de riesgo y poder implementar mejor las medidas preventivas y terapéuticas2. Según Baca, el riesgo de suicidio en pacientes psiquiátricos es entre 2.4 y 23 veces superior al de la población general. El 90% de las personas que deciden suicidarse padece una enfermedad psiquiátrica[4].

 

OBJETIVOS

  • Conocer los factores de riesgo para la conducta suicida.
  • Describir las alteraciones en las necesidades según el modelo de Virginia Henderson.
  • Identificar los recursos de la atención enfermera.

 

METODOLOGÍA

Se trata de una revisión bibliográfica narrativa sobre la conducta suicida, las alteraciones que sufren los pacientes y la actitud de enfermería ante las mismas.

Se ha realizado la búsqueda online en las bases de datos CUIDEN, Scielo, Medline y PubMed así como en páginas web oficiales como la del Instituto Nacional de Estadística.

También se ha utilizado como soporte a la investigación el buscador Google Académico.

Los criterios de inclusión han sido: idioma inglés o español, fecha de publicación/ actualización inferior a 10 años y disponibilidad de artículo completo.

 

RESULTADOS

FACTORES DE RIESGO DE SUICIDIO

Los factores de riesgo esenciales son3:

  • Falta de apoyo social y familiar.
  • Intento previo de suicidio.
  • Amenazas de suicidio o referencias al mismo.
  • Antecedentes familiares de conductas autolíticas.
  • Sentimientos de culpa.
  • Padecer depresión mayor o ansiedad e insomnio severo.

Los factores más frecuentes por etapas vitales son3:

  • En la niñez:
    • Presenciar acontecimientos dolorosos (divorcio, separación de un ser querido…)
    • Problemas con las relaciones paternofiliales.
    • Problemas escolares.
    • Llamadas de atención de padres o maestros con carácter humillante.
    • Agredir a otros.
    • Deseos de unirse con un ser querido fallecido.
  • En la adolescencia:
    • Infancia problemática (factores predisponentes).
    • Recrudecimiento de los problemas previos con la incorporación de los propios de la edad (factores reforzantes).
    • Etapa previa al intento suicida caracterizada por la ruptura inesperada de las relaciones interpersonales (factores precipitantes).
  • En el individuo adulto:
    • Desórdenes familiares en la infancia y adolescencia.
    • Ausencia o pérdida de contactos humanos (aislamiento).
    • Tener bajo nivel socioeconómico y pobre apoyo social.
    • Comenzar a edades tempranas con ingesta de tóxicos.
    • Tener comorbilidad: personalidad antisocial, depresión mayor o trastorno de ansiedad.
    • Poseer familiares con antecedentes de intentos suicidas.
    • Intentos suicidas previos.
  • En la vejez:
    • Padecer enfermedades crónicas, terminales o incapacitantes.
    • Hospitalización periódica e intervenciones quirúrgicas frecuentes.
    • Tratamientos prodepresivos utilizados para contrarrestar otras patologías de la persona mayor.
    • Depresión de cualquier etiología, confusión mental.
    • Falta de proyectos vitales, tendencia a revivir el pasado.
    • Pérdida de seres queridos por muertes naturales o suicidio.
    • Cambio constante de vivienda, rotación entre los familiares.
    • Ingreso en una residencia de ancianos con mala adaptación.
    • Aislamiento social y pérdida de prestigio.

SEÑALES DE PELIGRO:3

  • Comportamiento autoagresivo.
  • Comportamiento pasivo ante agresiones en el entorno social.
  • Cambio en los hábitos de comer y dormir.
  • Presencia de desvaloraciones personales.
  • Cambios repentinos en el estado de ánimo, temor a perder el control emocional.
  • Falta de interés por el trabajo y la vida social, no preocupación por el futuro.
  • Distanciamiento y pérdida de amistades.
  • Presencia de pensamientos recurrentes relacionados con la muerte.
  • Repartir objetos muy queridos, hacer testamento o actitudes de despedida.
  • Amenazas suicidas.

 

NECESIDADES ALTERADAS:2

Cualquier alteración de la salud mental conlleva una modificación en las necesidades de salud de la persona, estos cambios son específicos para cada individuo aunque muchos de ellos son comunes a la mayoría. Entre estos cambios comunes se encuentran:

  • Necesidad de beber y comer:
    • La ingesta de nutrientes puede verse afectada debido a la ansiedad y al estado de la persona. Esta variación puede tender a un aumento de la ingesta de alimentos y su consiguiente aumento de peso o, por el contrario, puede dar lugar a una bajada de peso corporal hasta valores patológicos. En ocasiones se pueden generar náuseas y vómitos en respuesta al estado de ánimo.
  • Necesidad de eliminar:
    • La frecuencia y características de la eliminación pueden estar alteradas debido a la variación también de la ingesta de alimentos.
    • En caso de sufrir ansiedad asociada a los pensamientos de muerte pueden presentar sudoración profusa.
  • Necesidad de moverse y mantener una postura adecuada:
    • Puede ir desde la inhibición a la agitación psicomotriz. En caso de presentar un estado de tristeza o apatía generalmente rechazan cualquier actividad de consumo de energía.
    • La falta de interés por las actividades cotidianas lleva a la persona a una pérdida de habilidades y funciones rutinarias.
  • Necesidad de dormir y descansar
    • Las ideas recurrentes de tristeza y deseo de muerte llevan a la persona a un deterioro de este patrón, refiriendo despertares frecuentes y dificultad para conciliar el sueño.
  • Necesidad de vestirse y desvestirse:
    • La persona no muestra interés por cuidar su aspecto, el abandono personal es uno de los síntomas que relacionan la depresión con el suicidio.
  • Necesidad de seguridad:
    • En caso de padecer una enfermedad grave o terminal, el individuo no es capaz de aceptarla y considera que no tiene sentido seguir las recomendaciones o el tratamiento terapéutico.
  • Necesidad de comunicarse:
    • La dificultad para relacionarse con los demás puede ocasionar a la persona dificultades escolares o laborales, así como una conducta de aislamiento que deteriore la relación con sus familiares. Todo esto está relacionado con la visión negativista que posee sobre sí misma y de las circunstancias que le rodean.
    • Está íntimamente relacionado con el patrón de rol y relaciones. El estado depresivo y decaído, en la mayoría de los casos, impide a la persona establecer relaciones satisfactorias con los demás y, por lo tanto, obtener una respuesta sexual saludable.
    • Encontramos una limitada reactividad emocional, infravaloración y exageración de errores personales y un rechazo hacia la imagen corporal. Esto conlleva también sentimientos de inferioridad, impotencia y rabia.
  • Necesidad de actuar según sus valores y creencias:
    • Si estas personas tienen creencias religiosas pueden ocurrir dos cosas: que las ideas religiosas se desestimen a la hora de realizar el acto suicida o que se tengan en cuenta y sirvan de freno o impedimento para llevar a cabo esta acción.
  • Necesidad de aprender:
    • El nivel de atención y la capacidad de concentración se ven afectadas debido a la ideación recurrente e intrusiva del acto suicida.
    • El lenguaje suele ser escaso y forzado.

 

BASES DE LA ACTUACIÓN ENFERMERA:3,4

  • Ofrecer cooperación y apoyo emocional al paciente y sus familiares.
  • Orientar citas y controlar la asistencia a la consulta.
  • Explicar la importancia del cumplimiento del tratamiento médico.
  • Ayudarle a encontrar respuestas alternativas para la vida.
  • Hacer saber que queremos ayudar y cómo vamos a hacerlo.
  • Ayudar en la expresión de sentimientos e ideas.
  • Explorar los motivos del intento con seriedad y sin ningún temor.
  • Animar al paciente a que pida ayuda antes de tomar decisiones y no se deje llevar por la angustia.
  • Estimular éxitos recientes y pasados.
  • No juzgar al paciente.
  • Orientar a la familia sobre cómo apoyar y recomendar al paciente establecer relaciones terapéuticas con personas significativas.
  • Poner en contacto a la familia con grupos de autoayuda comunitarios.
  • Búsqueda activa de señales de peligro.
  • Aumentar los mecanismos de afrontamiento y defensa ante situaciones estresantes.

 

CONCLUSIONES

Los casos de conducta suicida han sufrido un aumento exponencial en estos últimos años, convirtiéndose actualmente en un gran problema de salud pública.

Los problemas familiares y el aumento de la problemática social y económica son motivos muy presentes actualmente en los pacientes que consultan a nivel hospitalario y de atención primaria en relación con la ideación suicida.

Detectar precozmente las manifestaciones de riesgo de estos pacientes, así como trastornos como la depresión u otros trastornos psiquiátricos puede marcar un punto de inflexión en el abordaje de la conducta suicida.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. FUNDACIÓN ESPAÑOLA PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO. OBSERVATORIO DEL SUICIDIO EN ESPAÑA. ESTADÍSTICAS 2019. 2019; Available at: https://www.fsme.es/observatorio-del-suicidio-2019/espa%C3%B1a/. Accessed 09/10, 2021.
  2. Fornés Vives J, Pérez González S. Plan de cuidados para la persona con riesgo suicida. In: Johana Fornés Vives, editor. Enfermería de salud mental y psiquiátrica. 2ª ed. Madrid: Panamericana; 2014. p. 225-236.
  3. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. I. Evaluación y Tratamiento. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: Avalia-t 2010/02
  4. Baca García Enrique, Aroca Fuensanta. Factores de riesgo de la conducta suicida asociados a trastornos depresivos y ansiedad. Salud Ment [revista en Internet]. 2014 Oct [citado 2021 Sep. 16]; 37(5): 373-380. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252014000500003&lng=es.

 

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