Dengue: actualidades, características clínicas epidemiológica y prevención

12 abril 2023

 

Nº de DOI:10.34896/RSI.2023.87.64.001

 

AUTORES

  1. Paulina Nieto Villaseñor. Médica Cirujana y Partera por la Universidad de Guadalajara C.U.C.S.-Residente de Segundo Año de Cirugía General.
  2. Jaime Fernando Andrade Mafla. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria-Docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador.
  3. Mishell Cecibel Colcha Valdivieso. Médico-Docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador.
  4. Carlos Armando Andrade Oyarvide. Médico General por la Universidad Nacional de Chimborazo, Magister en Seguridad y Salud Ocupacional por la Universidad Particular San Gregorio de Portoviejo-Médico del MSP y de Consulta Privada.
  5. Erika Lisseth Galarza González. Médica por la Universidad Católica de Cuenca Médica General.
  6. Leyddy Magdalena Fernández Zajia. Licenciada en Enfermería por la Universidad Técnica de Babahoyo-Diplomado de Nefrología: Hemodiálisis y Diálisis peritoneal En la Universidad Espíritu Santo-Unidad de Cuidado Renal Avanzado- Sociedad Ecuatoriana de Nefrología.

 

RESUMEN

El dengue es una enfermedad infecciosa causada por el virus del dengue. Es un problema complejo tanto por su magnitud como por los elementos que hay que tener presentes para su control. En la situación actual de nuestra Región, esta realidad constituye un reto para el control del mosquito vector, y, por tanto, de la enfermedad. Se realizó un estudio de tipo revisión bibliográfica con el fin de mostrar una actualización de la enfermedad y manifestar la necesidad de realizar acciones comunitarias para control del dengue y su prevención. Se estudiaron aspectos como: etiología, fases de signos de alarma del dengue, factores de riesgo, tratamiento y medidas preventivas. Finalmente, se planteó que esta problemática del dengue debe seguirse investigando con rigor, a la luz de teorías epidemiológicas consolidadas, como las presentados en este artículo, parece necesario en un contexto en el cual no solo las epidemias son cada vez mayores y más graves, sino que algunos discursos biologicistas son preocupantes.

PALABRAS CLAVE

Epidemia, epidemiología, dengue, Aedes, virus del dengue.

ABSTRACT

Dengue is an infectious disease caused by the dengue virus. It is a complex problem both because of its magnitude and because of the elements that must be taken into account for its control. In the current situation of our Region, this reality constitutes a challenge for the control of the mosquito vector and, therefore, of the disease. A literature review study was carried out in order to provide an update on the disease and to show the need to carry out community actions for dengue control and prevention. Aspects such as etiology, phases of dengue alarm signs, risk factors, treatment and preventive measures were studied. Finally, it was suggested that this problem of dengue should continue to be rigorously investigated in the light of consolidated epidemiological theories, such as those presented in this article, it seems necessary in a context in which not only epidemics are becoming larger and more serious, but also some biological discourses are worrisome.

KEY WORDS

Epidemic, epidemiology, dengue, aedes, dengue virus.

INTRODUCCIÓN

En los últimos años la epidemia del dengue ha afectado a diferentes regiones del mundo, causado por los cuatro serotipos del flavivirus dengue (DENV-1 a DENV-4), su propagación obedece a dos mosquitos vectores: Aedes aegypti y Aedes albopictus. Se plantea que la incidencia de esta enfermedad es alta en el mundo, principalmente en el Pacífico occidental, el sudeste asiático y Sudamérica, donde constituye una enfermedad endémica en estas regiones. Se estima que la incidencia del dengue es de 100 a 400 millones de casos al año y que se ha incrementado drásticamente y afecta a todas las regiones del mundo. En 2019, la región de las Américas reportó 3.1 millones de casos, lo cual representó un aumento significativo en la incidencia en comparación con 2.38 millones de casos en 2016. (Sánchez-de la Cruz et al., 2020)18.

Con referencia a lo anterior la Organización Mundial de la Salud conceptualiza al dengue como una enfermedad vírica transmitida por los mosquitos del género Aedes sp. La reconoce como una de las arbovirosis con más incidencia a escala global. El de mayor número de casos en todo el mundo fue en el año 2019. En América del Sur se ha presentado un aumento histórico de la enfermedad. (Ocampo Mallou & Folguera, 2022)11.

En ese mismo sentido el dengue es una enfermedad infecciosa sistémica dinámica producida por virus, considerada la enfermedad metaxénica con mayor velocidad de propagación del mundo, hoy se considera un problema creciente de salud pública (Dávila-González et al., 2021)10.

Angulo Gaspar & Peña Rosas, (2022)3 hacen referencia en su investigación lo planteado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 201912, que la única manera para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue es luchar contra los mosquitos

Según. Ávila-Agüero et al., (2019)4 la importancia que tiene una conveniente información epidemiológica es fundamental para evaluar las estrategias de intervención en el control del dengue, incluyendo la fase de preparación ante la eventual introducción de una vacuna.

De los anteriores planteamientos se deduce que para la salud pública el dengue constituye un reto en el mundo. Más de dos quintas partes de la población mundial viven en zonas en riesgo de dengue y más de 100 países han informado de la presencia de esta enfermedad en su territorio. La región de las Américas ha sido una de las más afectadas por el dengue y su forma más grave es el dengue hemorrágico. (Consuelo Driggs et al., 2021)9.

Parks & Lloyd, (2004)14 da a conocer que en los sistemas de salud pública existe un desmejoramiento a causa de la privatización desmedida y la falta de programas sostenibles para el control del vector, esto ha traído como consecuencia que el dengue se haya convertido a en una enfermedad endémica al sur del Río Bravo. Dávila-González et al., (2021)10 y colaborador en su estudio arrojan que en los países endémicos el nivel de conocimientos en pobladores sobre el dengue es bajo o muy bajo. Actualmente Chile, Cuba y Uruguay son los únicos países latinoamericanos donde el dengue no es endémico.

Se ha establecido por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) cuatro compendios básicos o principios que son necesarios para controlar el dengue:

  • Voluntad política de los gobiernos.
  • Coordinación intersectorial.
  • Participación activa de la comunidad.
  • Fortalecimiento de las leyes sanitarias nacionales(Álvarez D´Armas, 2017)1.

 

Desde el punto de vista de Bombino Companioni, (2006)7, tanto por la magnitud como por los elementos que hay que tener presentes para su control, con condicionantes establecidos a través de los siglos por políticas excluyentes, cambios sociales, económicos y culturales el dengue es un problema complejo .

El autor hace referencia como la epidemia causa un impacto devastador en la economía de los países en primer lugar por el costo en la atención médica, medidas para el control vectorial, horas de trabajo perdidas y en algunos países disminución del turismo.

La situación epidemiológica actual exige un análisis profundo ya que la región no se encuentra preparada aún para evitar nuevas epidemias de dengue. Aunque todavía no existen condiciones para erradicar el vector, es posible aplicar medidas de control intensivas que eviten las epidemias. (Bombino Companioni, 2006)7.

OBJETIVO

En base a todo lo anterior, en la actualidad la arbovirosis es lo más importante que afecta al hombre por lo que es esencial el conocimiento y la prevención del dengue, se decidió realizar esta investigación con el objetivo de caracterizar esta enfermedad y demostrar la necesidad de realizar acciones comunitarias para control del dengue y su prevención.

MATERIAL Y MÉTODO

Se realizó un estudio de tipo revisión bibliográficas con el fin de mostrar una actualización de la enfermedad y manifestar la necesidad de realizar acciones comunitarias para control del dengue y su prevención Se llevó a cabo una revisión consecuente de documentos de sociedades científicas dedicadas a la Epidemiología, así como de revisiones sistemáticas. Además, se estudiaron las referencias bibliográficas de los artículos seleccionados con el fin de rescatar otros estudios potencialmente incluibles para la revisión.

Dichos artículos fueron localizados a través de Pubmed, Medcarib, doctorados nacionales, revistas cubanas e internacionales, libros de autores cubanos e internacionales y colecciones de SciELO. Se estudiaron aspectos como: etiología, fases de signos de alarma del dengue, factores de riesgo, tratamiento y medidas preventivas.

RESULTADOS

El dengue es una enfermedad infecciosa que afecta a personas de todas las edades causando una sintomatología tales como: malestar general, vómitos entre otros.

Etiología:

El complejo dengue lo constituyen cuatro serotipos virales serológicamente-te diferenciables (Dengue 1, 2, 3 y 4) que comparten analogías estructurales y patogénicas, por lo que cualquiera puede producir las formas graves de la enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 han estado asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos. Son virus constituidos por partículas esféricas de 40 a 50 nm de diámetro que constan de las proteínas estructurales de la envoltura (E), membrana (M) y cápside (C), así como un genoma de ácido ribonucleico (ARN), También tienen otras proteínas no estructurales (NS): NS1, NS2A, NS2B, NS3, NS4A, NS4B y NS5-3. Los virus del dengue pertenecen al género Flavivirus de la familia Flaviviridae (Organización Mundial de la Salud OMS, 2019)12.

Formas clínicas de dengue según recomendaciones de OMS/OPS.

Un caso clínico de dengue se define como una persona con enfermedad febril aguda que dura de 2 a 7 días, con dos o más de los siguientes signos y síntomas:

  • Cefalea y/o dolor retro orbitario.
  • Mialgia y/o artralgia.
  • Erupción cutánea.
  • Manifestaciones hemorrágicas.
  • Leucopenia.
  • Dolor retro ocular.
  • Anorexias.
  • Vómitos.
  • Náuseas.
  • Diarreas.
  • Lipotimia.
  • Escalofríos.
  • Malestar general.
  • Prurito.
  • Sabor metálico.
  • Hipotensión arterial.

 

Frecuencia de las manifestaciones hemorrágicas.

  • Sangrado vaginal.
  • Petequias.
  • Epistaxis prueba del lazo positiva.
  • Equimosis.
  • Hematemesis.
  • Hematuria macroscópica.
  • Melena.
  • Hemoptisis(Tamayo Escobar et al., 2020)19.

 

La enfermedad puede presentarse bajo tres formas clínicas:

  1. Fiebre del dengue. Es la forma más frecuente y menos grave. Comienza de modo repentino, con fiebre alta (40-41º C) que dura generalmente entre 3 y 5 días, acompañada de fuerte cefalea, mialgias muy intensas, artralgias, dolor retrorbitario, linfadenopatía y erupción maculopapular cuando comienza la defervescencia. Puede asociar fenómenos hemorrágicos de poca intensidad (petequias, epistaxis, gingivorragia). La recuperación puede asociar fatiga y síntomas depresivos que se prolonguen durante meses.
  2. Fiebre hemorrágica del dengue. Aparece fiebre y malestar intenso, seguida de trombocitopenia y aumento de la permeabilidad vascular, con las consecuentes manifestaciones hemorrágicas a diversos niveles.
  3. Síndrome del choque o shock del dengue: Realmente es una complicación de las formas anteriores, constituyendo la forma más grave de dengue hemorrágico. Asocia las manifestaciones de los cuadros anteriores con un cuadro de shock con hipotensión grave. Sin un tratamiento de soporte adecuado presenta una letalidad superior al 20%, pero con él baja al 1% o menos. Se da en una pequeña proporción de todos los casos de dengue. (AMSE. Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, 2022)2.

 

Factores de riesgos del dengue en Latinoamérica.

  • Aumento de la población urbana.
  • Deficiencias de recogida de basura (probabilidad de criaderos de mosquito).
  • Desplazamiento de personas infectadas.
  • Deficiencia de educación sanitaria.
  • Manejo inadecuado de los programas de control del dengue.
  • Factores ambientales de temperatura y humedad (Ayón Lucio et al., 2023)5.

 

Período de transmisibilidad:

El tiempo intrínseco de transmisibilidad corresponde al de la viremia de la persona infectada. Comienza un día antes del inicio de la fiebre y se extiende hasta el 6to. u 8vo. día de la enfermedad.

El virus se multiplica en el epitelio intestinal del mosquito hembra infectado, ganglios nerviosos, cuerpo graso y glándulas salivales. El mosquito permanece infectado y asintomático toda su vida, que puede ser de semanas o meses en condiciones de hibernación. Luego de 7 a 14 días «tiempo de incubación extrínseco» puede infectar al hombre por nueva picadura(Baldi Mata et al., 2019)6.

Métodos de diagnóstico:

El diagnóstico presuntivo puede hacerse por la clínica y la situación epidemiológica, y se confirma por técnicas de laboratorio, como el aislamiento del virus en suero y tejidos, la demostración del incremento en anticuerpos específicos o la detección del antígeno vírico por inmunofluorescencia o técnicas de PCR.

Métodos de aislamiento del virus:

El virus puede aislarse en la sangre durante los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP RT). No obstante, la realización de estas pruebas precisa equipo especializado y formación del personal.

El virus también puede detectarse mediante pruebas dirigidas a constatar la presencia de una proteína producida por el virus, denominada NS1. Hay pruebas de diagnóstico rápido disponibles comercialmente que pueden utilizarse a tal fin y que dan el resultado en tan solo unos 20 minutos; además, dichas pruebas no requieren técnicas ni equipo de laboratorio especializados.

Métodos serológicos:

Los métodos serológicos, como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de una infección reciente o antigua mediante la detección de anticuerpos contra el virus del dengue. Los anticuerpos IgM pueden detectarse aproximadamente una semana después de la infección y se pueden seguir detectando durante unos 3 meses. La presencia de anticuerpos IgM indica una infección reciente por DENV. Los niveles de anticuerpos IgG tardan más en aparecer y permanecen en el organismo durante años. La presencia de anticuerpos IgG indica una infección antigua. (Organización Mundial de la Salud OMS, 2023)13.

Clasificación operacional de enfermos durante un brote de dengue:

Actualmente se deben manejar de forma más operacional lo que divide a los pacientes en tres grupos:

  • Dengue sin signos de alarma: Se corresponde con los grupos 0 y I de la anterior clasificación
  • Dengue con signos de alarma: Se corresponde con los grupos II y III de la anterior clasificación.
  • Dengue grave: Se corresponde con el grupo IV. Incluye, además, las lesiones de órgano específico tales como encefalitis, hepatopatía, miocarditis, entre otras. (Pérez et al., 2017)15.

 

Grupo 0. Fiebre indeterminada:

Paciente que no reúne los requisitos para considerarlo como fiebre debida al dengue, ni signos de localización del cuadro febril. Puede ser un caso de dengue y debe mantenerse vigilancia clínico-epidemiológica con aislamiento domiciliario. La localización del brote estará definida según la ocurrencia de casos y su procedencia, teniendo en cuenta el nexo epidemiológico.

Nexo epidemiológico: relación con áreas con evidencias de transmisión, provincias con evidencia de transmisión y arribo de viajeros y colaboradores procedentes de áreas endémicas de dengue.

Grupo 1. Caso sospechoso de dengue:

Fiebre que se asocia a dos de los siguientes síntomas:

  1. Cefalea o dolor a los movimientos oculares.
  2. Dolores osteomioarticulares.
  3. Exantema.
  4. Manifestaciones digestivas (dolor abdominal ligero, vómitos aislados y/o diarreas).
  5. Leucopenia.

 

Grupo 2. Caso sospechoso de dengue con sangrado de piel:

Si el paciente tiene petequias o tiene positiva la prueba del lazo, pasa a integrar el este grupo. Debe indicarse recuento de plaquetas y hematocrito seriados para su seguimiento. Debe vigilarse la aparición de signos de alarma.

La disminución de las plaquetas no significa necesariamente que el enfermo va a tener sangramientos mayores ni es criterio para la transfusión de plaquetas. La elevación progresiva del hematocrito expresa extravasación de plasma y significa que el paciente necesita aporte de líquidos (soluciones cristaloides) por vía intravenosa.

Grupo 3. Caso sospechoso de dengue con signos de alarma:

  1. Dolor abdominal (intenso y/o mantenido).
  2. Vómitos frecuentes o diarreas abundantes.
  3. Descenso brusco de la temperatura hasta hipotermia, a veces con lipotimia asociada.
  4. Inquietud o somnolencia.
  5. Postración excesiva.
  6. Derrames serosos.
  7. Sangrados de mucosas.
  8. Elevación brusca del hematocrito.
  9. Hepatomegalia.

 

Los signos de alarma se presentan a la caída de la fiebre (defervescencia) e indican que el paciente puede evolucionar al choque y sus complicaciones.

Grupo 4. Paciente sospechoso de dengue con choque:

  1. Tensión arterial sistólica menor de 90 mm de mercurio (enfoque práctico) o hipotensión arterial según criterios para la edad en niños.
  2. Tensión arterial diferencial igual o menor a 20 mm de mercurio sin pulso ni tensión arterial.
  3. Signos de hipoperfusión manifiesta (choque clínico).
  4. Llene capilar lento.
  5. Paciente frío y sudoroso.
  6. Pulso filiforme.
  7. Puede estar ansioso y tener confusión mental (hipoxia cerebral por hipoperfusión).
  8. Signos de hipoperfusión subclínica y tensión arterial normal baja (choque compensado/bioquímicamente en choque).
  9. Frialdad en guantes y botas (solo periférica y se extiende según hipoperfusión).
  10. Pulso que cae con la inspiración profunda.
  11. Hipoxemia (usar gasometría si está disponible).

 

Medidas preventivas y profilaxis:

Específicas:

Por el momento no se dispone de una vacuna certificada contra el dengue. Una vacuna efectiva debe ser tetravalente y ofrecer protección contra los cuatro serotipos porque un anticuerpo del dengue heterotípico preexistente es un factor de riesgo para el dengue grave.

Inespecíficas:

  • Utilizar repelentes adecuados, los recomendados son aquellos que contengan DEET (dietiltoluamida) en concentraciones del 30 al 35 % y deben aplicarse durante el día en las zonas de la piel no cubiertas por la ropa.
  • Evitar el uso de perfumes, evitar el uso de ropas de colores oscuros.
  • La ropa debe ser impregnada con un repelente que contenga permetrina (antipolillas para ropa y telas) la cual mantiene el efecto por 2 a 3 meses a pesar de 3 a 4 lavados.
  • Evitar que los mosquitos piquen al enfermo y queden infectados, colocando un mosquitero en su habitación (preferiblemente impregnado con insecticida) hasta que ya no tenga fiebre.
  • Buscar en el domicilio posibles criaderos de mosquitos y destruirlos. En los recipientes capaces de contener agua quieta, generalmente de lluvia, es donde comúnmente se cría el mosquito: recipientes abiertos, llantas, coladeras.
    • Estos criaderos se deben eliminar: colocando tapaderas bien ajustadas en los depósitos de agua para evitar que los mosquitos pongan allí sus huevos. Si las tapaderas no se ajustan bien, el mosquito podrá entrar y salir.
    • Se deben tapar fosas sépticas y pozos negros, obturando bien la junta a fin de que los mosquitos del dengue no puedan establecer criaderos.
  • En las basuras y los desechos abandonados en torno a las viviendas se puede acumular el agua de lluvia. Conviene pues desechar ese material o triturarlo para enterrarlo luego o quemarlo, siempre que esté permitido.
  • Limpiar periódicamente los canales de desagüe.

 

Se ha planteado en párrafos anteriores que el dengue es una de las enfermedades más relacionadas con las comunidades porque depende del desarrollo social y educativo además de patrones socioculturales y ambientales. Para su control se destacan cuatro aspectos básicos: la voluntad política, la coordinación intersectorial, la participación activa de la comunidad y el fortalecimiento de las leyes sanitarias.

Es saludable acotar que la participación comunitaria es un proceso complejo y necesario que puede ser influenciado por las diferencias ecológicas, culturales, y sociales de las localidades. Esta diversidad se ha utilizado como excusa para que las estrategias participativas en la prevención del dengue no pasen de ser experiencias piloto. A esto también ha contribuido que el proceso de contextualización de estas estrategias no haya sido suficientemente documentado.

El autor reafirma que las intervenciones comunitarias son el método más efectivo de control de la enfermedad, no es totalmente suficiente, aunque sí efectiva.

Según Castro et al., (2008)8 proponen una descripción de la estrategia comunitaria para la prevención del dengue. Los componentes de esta estrategia se definen de manera independiente, pero en la práctica se desarrollan de manera cíclica e interactiva y pueden ocurrir simultáneamente, ellos son:

  • Organización: se definen los niveles de acción y la formación de grupos de trabajo, se identifican instituciones, estructuras y organizaciones del territorio y se definen roles, responsabilidades e interacciones entre los actores que participan.
  • Capacitación: se identifican necesidades de aprendizaje de los actores claves en la implementación de la estrategia; se fortalecen las capacidades de gestión, integración y análisis de información para la toma de decisiones y para la conducción de procesos participativos a nivel local. Se realizan talleres temáticos para el perfeccionamiento del trabajo comunitario en la prevención del dengue, y se ofrece asesoría y adiestramiento durante la introducción en la práctica de los aprendizajes.
  • Vigilancia integrada: se realiza la identificación y el mapeo de los macro determinantes del dengue, sitios de cría del vector, síndromes febriles inespecíficos y viajeros procedentes de áreas endémicas de dengue. Se determinan los sitios de mayor vulnerabilidad a la transmisión de la enfermedad y se fortalece la capacidad de detección de situaciones de alerta ambiental, entomológica y epidemiológica.
  • Trabajo comunitario: se realizan diagnósticos participativos, se elaboran y ejecutan planes de acción, se diseñan e implementan estrategias locales de comunicación y movilización social, se establece la vigilancia comunitaria del dengue y la evaluación participativa de las acciones efectuadas.
  • Evaluación: se evalúa el proceso de implementación, los cambios de comportamiento, la evolución de la infestación por Aedes aegypti y el impacto en la transmisión del dengue.

 

Para la disminución de la morbilidad de esta enfermedad hay que modificar los métodos de trabajo y enseñanzas, particularizándose a cada población específica, según sus patrones culturales, hábitos y costumbres. Se está frente a una enfermedad que le presenta un reto al personal de salud ya que tras la infección por virus del dengue hay un fenómeno inmunopatogénico complejo. Es necesario fortalecer la vigilancia y los controles del riesgo medioambiental, que favorecen la cría de los vectores, para el logro de esto hay que trabajar en la promoción y prevención para evitar la propagación de la enfermedad.

Para la detección temprana de los brotes y la capacitación del personal médico para lograr un diagnóstico oportuno y certero que evite muertes el sector de la salud debe desempeñar un papel protagónico en la dirección de las campañas de lucha antivectorial, la vigilancia epidemiológica.

Listamos algunos resultados de investigaciones relacionadas con la temática.

Ocampo Mallou & Folguera, (2022)11 en su investigación se trazaron como objetivo aportar elementos que contribuyan a comprender las fallas en el control de la enfermedad en Argentina. Concluyendo que la determinación social de los procesos de salud-enfermedad es ignorada en la construcción conceptual de los estudios epidemiológicos de dengue, y que esto es particularmente notorio en la operacionalización.

En una línea similar Dávila-González et al., (2021)10 realizaron un estudio con el fin de valorar el nivel de conocimientos sobre el dengue, signos de alarma y prevención en pobladores. Resultados: el nivel de conocimientos sobre el dengue fue bajo en 76,2 % de pobladores. El nivel de conocimientos generales resultó nivel intermedio en 57,4 %; 45 % desconoce la transmisión de la enfermedad, y 34 % no reconoce al agente etiológico; de las manifestaciones clínicas, la más relacionada con el dengue fue la fiebre, seguido de cefalea y dolor osteomuscular. El 74,9 % presentó un nivel bajo conocimientos sobre signos de alarma. El nivel de conocimientos de prevención fue intermedio y bajo en 93 %. Concluyendo que el nivel de conocimientos de dengue en pobladores de un distrito de reciente brote es bajo.

El dengue (DEN), es uno de los principales problemas de salud pública en Paraguay. Identificar los factores de riesgo asociados a la evolución a dengue grave es clave principalmente para evitar un desenlace fatal y también lograr de alguna manera reducir la utilización de recursos al disminuir el número de hospitalizaciones. Rojas M17, Rios González CM realizaron un estudio con el objetivo de analizar los factores asociados a la evolución a dengue grave en un hospital de tercer nivel de atención de Paraguay durante los años 2019 a 2020 Demostraron que los pacientes de sexo femenino, con leucopenia y la condición de embarazo resultaron factores protectores para la evolución a dengue grave. Se asociaron con mayor probabilidad de desarrollar dengue grave, padecer diabetes mellitus, presentar dolor abdominal intermitente, tos, letargia o inquietud y leucocitos normales. (Rojas Mosqueira & Ríos, 2021)17.

Se realizó un estudio descriptivo y transversal en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de La Habana- Cuba por los investigadores Tamayo Escobar et al., (2020)19 En la casuística predominaron el dengue con signos de alarma, el grupo etario de 40-59 años, el sexo femenino y el síndrome de choque por dengue como principal forma clínica de gravedad. La fiebre estuvo presente en todos los afectados; también sobresalieron la cefalea, la astenia, las artromialgias, el exantema y el dolor retroocular. La leucopenia y la trombocitopenia constituyeron hallazgos muy frecuentes, al igual que la citólisis hepática; en tanto, las manifestaciones digestivas y hemorrágicas, entre otras, se asociaron significativamente con el desarrollo de dengue grave. Se evidenció que utilizando la clasificación tradicional se hubiesen dejado de identificar y tratar adecuadamente a pacientes con dengue grave y dengue con signos de alarma, al catalogarse la mayoría de estos como fiebre del dengue, subestimando así la gravedad clínica de dichos casos (Tamayo Escobar et al., 2020)19.

En ecuador el investigador Real-Cotto et al., (2017)16, y colaboradores se trazaron como objetivo determinar la evolución del virus dengue circulante en el Ecuador durante el periodo 2000 a 2015. Concluyeron que la presencia de varios serotipos de virus dengue circulando a la vez y su permanencia se debería a otros factores que están influenciando en el comportamiento del virus, con una variabilidad de los cuatro serotipos. Se debe fortalecer la vigilancia molecular de la circulación de serotipos, genotipos y linajes del virus dengue. (Real-Cotto et al., 2017)16.

CONCLUSIONES

Esta problemática del dengue debe seguirse investigando con rigor, a la luz de teorías epidemiológicas consolidadas, como las presentadas en este artículo, parece necesario en un contexto en el cual no solo las epidemias son cada vez mayores y más graves, sino que algunos discursos biologicistas son preocupantes. Ahí la importancia de trabajar en su prevención para evitar la propagación de la enfermedad

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