Diabetes infantil

14 junio 2023

AUTORES

  1. Cristina Márquez Ocaña. TCAE C.R.P. Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza.
  2. Diego Alcázar Martínez. TSID Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  3. Alba Ortega Altamirano. TCAE C.R.P. Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza.
  4. Andrea Domingo Remón. TSID Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Eva García Asensio. TCAE C.R.P. Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza.
  6. Rosalía Mercedes Ibáñez Tejedor. TCAE C.R.P. Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza.

 

RESUMEN

La diabetes mellitus está provocada por la falta de insulina o porque ésta no realiza correctamente su función.

La diabetes tipo 1, es la habitual de los niños y los jóvenes, y necesita tratamiento con insulina.

Es importante conocer los síntomas que un niño con diabetes puede tener y cómo actuar ante una hipoglucemia. Así mismo, es necesario establecer un vínculo entre la diabetes y la alimentación.

PALABRAS CLAVE

Diabetes, glucosa, insulina, hipoglucemia, hiperglucemia.

ABSTRACT

Diabetes mellitus is caused by a lack of insulin or because insulin does not work properly.

Type 1 diabetes, which is common in children and young people, needs to be treated with insulin.

It is important to know the symptoms that a child with diabetes may have and how to act in the event of hypoglycaemia. It is also necessary to establish a link between diabetes and nutrition.

KEY WORDS

Diabetes, glucose, insulin, hypoglycaemia, hyperglycaemia, hyperglycaemia.

INTRODUCCIÓN

El término diabetes mellitus proviene del latín y su significado es “dulzura o miel” (mellitus) y “que pasa a través o que se elimina abundantemente” (diabetes).

Los niños diabéticos orinan mucho y eliminan azúcar por la orina. La diabetes mellitus está provocada por la falta de insulina o porque la insulina no hace bien su función.

Es una patología conocida en la población infantil. Los centros escolares, la comunidad educativa y los propios niños, son cada vez más conocedores de ésta patología; incluso, se dan charlas en los centros para que se conozca lo que les ocurre a los niños diabéticos, el porqué y cómo actuar en caso de una hipoglucemia.

Existen unos síntomas o manifestaciones en los niños diabéticos muy típicos que también se dan en los adultos diabéticos de los que detallaremos más adelante.

OBJETIVO

Conocer que existen dos formas principales de diabetes, por qué se produce la diabetes, qué es una hipoglucemia y cómo se produce. Tomar conciencia de la alimentación adecuada en la patología diabética infantil.

METODOLOGÍA

Las fuentes seleccionadas para la elaboración de este trabajo monográfico han sido la Asociación Española de Pediatría AEP, y la Fundación Diabetes.

DESARROLLO

La diabetes mellitus tipo1, hace unos años conocida como diabetes juvenil, es la habitual forma de diabetes en los niños y jóvenes, y necesita de tratamiento con insulina.

La diabetes mellitus es una enfermedad que se caracteriza por provocar que la glucosa o el azúcar estén a niveles altos en la sangre (hiperglucemia).

La glucosa es un hidrato de carbono que el organismo utiliza para obtener energía. Si se eleva mucho, es perjudicial. La hiperglucemia es la responsable de los síntomas típicos que se dan en la diabetes y también, a la larga, de las complicaciones que pueden surgir derivadas de la enfermedad.

Los niños con diabetes orinan mucho y eliminan azúcar por la orina.

La diabetes mellitus está provocada por la falta de insulina o porque la insulina no realiza correctamente su función. La insulina es una sustancia producida por el órgano pancreático y que provoca sus efectos a distancia (la insulina es una hormona). El páncreas es una glándula que se encuentra situada en el centro del cuerpo, detrás del estómago, y que, además de ayudar a la digestión, produce la insulina y la envía a la sangre, según la cantidad de glucosa que haya en ella. Después de las ingestas, la glucosa sanguínea aumenta y el páncreas responde liberando insulina para así introducir la glucosa dentro de las células del organismo. Esta glucosa proporciona el combustible que sea necesario para crear la energía que los órganos necesitan. Si no se produce suficiente insulina o las células del organismo no son capaces de “reconocerla”, se produce un aumento de glucosa en sangre (también en la orina), y al no penetrar en las células, se altera el funcionamiento de éstas por la falta de energía.

Existen dos formas principales de diabetes: tipo1 y tipo 2.

La diabetes tipo 1 está producida por un daño irreversible de unas células pancreáticas encargadas de la producción de la hormona insulina (células beta). La diabetes tipo 1, anteriormente conocida como diabetes juvenil, es la más habitual en los niños y jóvenes, y necesita tratamiento con insulina. Es una enfermedad autoinmune; esto quiere decir que el sistema de defensa de una persona ataca a sus propias células pancreáticas, y por ello dejan de producir insulina. La causa de este fenómeno es de procedencia desconocida.

La diabetes tipo 2 es la clásica en los adultos obesos, y normalmente no precisa insulina como tratamiento.

Un niño con diabetes suele presentar los siguientes síntomas además de otros:

-Necesidad de orinar muchas veces y en grandes cantidades (poliuria).

-Tener hambre y comer más (polifagia).

-Tener mucha sed y beber muchos líquidos (polidipsia).

-Pérdida de peso de forma no intencionada.

-Cansancio/fatiga.

-Irritabilidad.

-Visión borrosa.

Cuando la glucemia (azúcar en sangre) está aumentada, parte de este azúcar excesivo se elimina por el riñón. La presencia de glucosa en la orina se denomina glucosuria. Para que la glucosa se pueda eliminar por la orina, se tiene que disolver en grandes cantidades de agua, de ésta forma se elimina mucha agua por la orina. Esto hace que aparezcan síntomas típicos de la diabetes:

-El niño diabético orina muchas veces y en abundantes cantidades, incluso por la noche. Ocurre que empiezan a mojar la cama por las noches cuando ya controlaban los esfínteres desde tiempo atrás.

-Para compensar esta pérdida hídrica por la orina, el niño tiene sed y bebe abundantes líquidos.

-Además, al no haber insulina, las células no pueden utilizar la glucosa como fuente energética y reclaman más energía para poder vivir, y el niño diabético trata de compensarlo comiendo mucho.

-A pesar de que el niño come más, las células en el organismo siguen sin obtener energía procedente de la glucosa. A causa de ello, extraen la energía de las grasas y el desecho de esta energía es la acetona (cuerpos cetónicos) que también es eliminada por la orina.

-Aunque el niño siga comiendo más, sus células no encuentran la energía necesaria suficiente y tiene que utilizar la que tenía almacenada de reserva en la grasa; por esto adelgaza y se cansa.

Ante todos estos síntomas, sobre todo cuando el niño ingiere mucha agua y también orina mucho, o bien el niño vuelve a orinarse en la cama de noche cuando es algo que ya tenía controlado de tiempo atrás; es importante descartar una diabetes.

Todos estos síntomas y otros, hacen sospechar la existencia de diabetes en el niño. Para confirmar el diagnóstico, es necesario hacer un análisis de la glucosa en sangre. La sospecha de diabetes se confirma y diagnostica cuando la glucemia capilar aparece por encima de 200mg/dl1.

Hipoglucemia y nutrición:

La hipoglucemia la definimos cuando los niveles de glucosa son inferiores a 60 mg/dl en sangre, y se acompaña de síntomas que en una primera fase suelen ser síntomas adrenérgicos (por la liberación de catecolaminas), tales como: nerviosismo, inquietud, temblores, hambre y palpitaciones. Posteriormente con síntomas neuroglucopénicos (por la falta de glucosa en el SNC) como pueden ser: visión doble o borrosa, alteración de los colores y de la audición, mareo, debilidad, somnolencia, dolor de cabeza, alteraciones de la memoria y/o de la conducta, confusión, convulsiones, y en estados muy extremos se puede llegar al estado de coma (coma diabético).

La hipoglucemia puede ser leve, moderada, inadvertida y severa.

La hipoglucemia leve es posible tratarla uno mismo tomando un zumo, refresco, terrón de azúcar…, y los niveles glucémicos en sangre se restablecen con facilidad.

En la hipoglucemia moderada, aparecen síntomas que nos advierten de una hipoglucemia (síntomas adrenérgicos), y nos permiten tomar decisiones para resolverla de forma correcta. Se puede tratar por uno mismo.

Cuando se produce una hipoglucemia inadvertida, aparecen síntomas neuroglucopénicos sin síntomas adrenérgicos previos. La suelen apreciar las personas que están alrededor del niño diabético.

Ante una hipoglucemia severa, el niño con diabetes no es capaz de resolverla por sí mismo y necesita la ayuda de otra persona.

Para resolver una hipoglucemia es necesario tomar carbohidratos para elevar el nivel de glucosa en sangre.

Una vez confirmada la hipoglucemia, es importante ingerir alimentos que contengan carbohidratos o azúcares que eleven de forma rápida la glucosa en sangre. Lo recomendable es ingerir:

  • Bebidas azucaradas como refrescos o zumos (150 ml es suficiente).
  • Azúcar (unos 15 gramos, dos sobrecitos).
  • Miel (una cucharada).

 

En unos minutos los síntomas habrán cedido, pero es muy importante ingerir alimentos a base de carbohidratos de absorción lenta y así evitar una nueva hipoglucemia; unas cuatro o seis galletas es suficiente.

Nunca se debe comenzar a dar de comer si el niño tiene hipoglucemia antes de la comida; es mejor comenzar por la fruta y se le proporcionará primero alimentos con azúcares de absorción rápida.

Se debe instruir a los niños a que lleven sobres de azúcar o terrones para corregir las hipoglucemias.

En los casos severos, cuando el niño no puede resolver la hipoglucemia por sí mismo, necesitará la ayuda de alguien del entorno. Para resolver la hipoglucemia será necesario administrar una dosis de glucagón intramuscular o que sea atendido urgentemente por personal sanitario2.

Alimentación del niño diabético entre 1 y 3 años.

Es importante distribuir las comidas en cuatro o cinco tomas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena).

Desayuno: debe contener productos lácteos y cereales de todo tipo como pan, galletas, cereales típicos de desayuno, etc. Se añadirá una pieza de fruta o zumo natural siempre que sea posible (evitar los zumos comerciales).

Almuerzo/merienda: no deben ser abundantes, un tentempié. Fruta, yogur o bocadillos caseros. Evitar los embutidos grasos, refrescos, golosinas, etc.

Comida/cena: es importante hacer una ingesta de primer plato con pasta, arroz o verduras con patata o leguminosas (hidratos de carbono complejos). El segundo plato deben ser alimentos ricos en proteínas como carne, huevos o pescados. Al menos, pescado (blanco o azul) y huevos se recomienda tomar tres veces semanales. El postre puede ser perfectamente una pieza de fruta o un lácteo.

La comida y la cena deben ser tomas complementarias, siendo mejor que la cena sea más ligera que la comida al ser la última comida del día.

Alimentación del niño diabético del niño entre 3 y 12 años.

El crecimiento del niño durante estos años y la actividad física e intelectual de esta etapa, hacen que el niño diabético tenga unas necesidades energéticas altas. Hay que controlar periódicamente el peso y el ritmo de crecimiento del niño para que su desarrollo sea óptimo.

La alimentación debe ser variada y saludable, al igual que cualquier niño de su edad, sin olvidar que es diabético y requiere de una atención y control específico en su diabetes.

Hay que cuidar el aporte de proteínas y que éstas sean de muy buena calidad, ya que son necesarias para un crecimiento óptimo.

Realizar de cuatro a cinco ingestas diarias, en las que el almuerzo y la merienda no serán abundantes. Hay que educar al niño diabético para que adquiera el hábito de realizar un desayuno completo y así evitar las temidas hipoglucemias. Evitar el abuso de bollería industrial, dulces, gominolas, refrescos azucarados…

Debe tomar a diario frutas, lácteos, verduras y pan. Tomar a días alternos carnes, pescados y huevos. No olvidar el consumo combinado de arroz, legumbres y pasta2.

CONCLUSIÓN

La patología diabética infantil es una enfermedad común en este grupo de población. Un correcto manejo de los cuidados al niño diabético nos ayudará a poder actuar de forma adecuada con él y transmitirle seguridad y confianza.

BIBLIOGRAFÍA

  1. En Familia AEP. Asociación Española de Pediatría. Isabel González Casado. Madrid: AEPED [acceso 24 de abril de 2023] Disponible en: https://enfamilia.aeped.es
  2. Fundación diabetes. Raquel Barrio, Pedro Méndez Castedo, Judit Rodergas y Esmeralda Colina. Madrid. AEPED [acceso 28 de abril de 2023] Disponible en: https://fundaciondiabetes.org

 

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