Disglosia. Artículo monográfico

23 mayo 2023

AUTORES

  1. Elena Calvo Santacruz. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  2. Leticia Izquierdo Valiente. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  3. Mar Sanz Martínez. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  4. Ángela Andrés Lorente. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de salud.
  5. Victor Aparicio Ubeda. Graduado en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  6. María Magdalena Gaudioso Anguas. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La disglosia es un trastorno del habla producido por alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de algunas estructuras y dificulta la pronunciación y articulación de fonemas, es decir, disminuye la capacidad de comunicación. Su causa principal es la malformación en los órganos encargados de ello, bien por existir defectos en los mismos o por su desarrollo tardío. Existen numerosas variaciones de esta patología, en función del órgano u órganos afectados (labios, mandíbula, paladar, nariz, lengua) y las razones por las que se ven alterados. La intervención en este tipo de trastornos es amplia y multidisciplinar puesto que son numerosas áreas del individuo las que se ven implicadas.

PALABRAS CLAVE

Disglosia, trastornos del lenguaje, tratamiento, logopedia, fisioterapia.

ABSTRACT

Dysglossia is a speech disorder caused by anatomical and/or physiological alterations of some structures and hinders the pronunciation and articulation of phonemes, i.e., it reduces the ability to communicate. Its main cause is the malformation in the organs responsible for it, either by defects in them or by their late development. There are numerous variations of this pathology, depending on the organ or organs affected (lips, jaw, palate, nose, tongue) and the reasons why they are altered. The intervention in this type of disorders is broad and multidisciplinary since many areas of the individual are involved.

KEY WORDS

Dysglossia, language disorders, treatment, speech therapy, physiotherapy.

DESARROLLO DEL TEMA

La palabra disglosia proviene del prefijo griego δυσ- («dys-«, con dificultad) y la raíz de la palabra griega γλῶσσα («glossa», lengua; por extensión, lengua hablada, habla), completada con el sufijo de cualidad -ia. Por tanto, se define la disglosia como una alteración del lenguaje oral debida a malformaciones o anomalías de algunos órganos fonatorios faringo-oro-bucales encargados de la articulación de los fonemas1.

Se trata de alteraciones anatómicas de los diferentes órganos periféricos del habla, aunque su origen no es neurológico central y por ello algunos autores la denominan también como dislalia orgánica2,3. Normalmente tienen lugar en el primer trimestre del embarazo.

ETIOPATOGENIA:

El origen de las disglosias es diverso y puede deberse a una causa única o a varias, de origen orgánico o adquirido, y pueden interferir en el normal funcionamiento de uno o más órganos del habla:

  • Congénito: por malformaciones craneofaciales normalmente.
  • Adquirido: debido a intervenciones quirúrgicas, extirpaciones o lesiones orofaciales por traumatismos, trastornos de crecimiento o parálisis periféricas en algunos de los órganos responsables del habla1,3.

 

También existen algunos aspectos a tener en cuenta (aunque no como causa directa de las disglosias), que empeoran el cuadro o dificultan la puesta en marcha de los mecanismos compensatorios que pueden mejorar el habla espontánea. Estos son:

  • Deficiencia intelectual (grado variable): se encuentra muy relacionado con síndromes que afectan a la estructura craneofacial.
  • Deprivación psicosocial: derivada del aspecto físico y las dificultades fisiológicas que conllevan las alteraciones anatómicas.
  • Hipoacusia: posible consecuencia de una estructura inadecuada o por alteraciones de los órganos de la audición propias de un determinado síndrome4,5.

 

Para verificar el grado de afectación de la disfunción articulatoria, hay que observar el órgano responsable de la misma; este es el criterio comúnmente aceptado para clasificar las disglosias. Pueden resultar afectados los labios, las mandíbulas, los dientes, la lengua y el paladar, dando lugar a diferentes tipos de disglosias1.

CLASIFICACIÓN:

Atendiendo al órgano afectado las disglosias se clasifican en:

  • Labiales. Los problemas articulatorios se producen a consecuencia de una alteración en la forma, movilidad, fuerza o consistencia de los labios. Existen factores directos como el labio leporino, el frenillo labial superior hipertrófico (que causa dificultad en la articulación de los fonemas /p/, /b/, /m/, /u/), una fisura del labio inferior, la parálisis facial de uno o ambos lados (puede suceder con el uso de fórceps o en afecciones del oído medio), el alargamiento de la hendidura bucal, las neuralgias del trigémino y algunas heridas labiales. También existen factores indirectos como la deficiencia intelectual. La incidencia es de 1/1000 niños sufren de disglosia labial.
  • Mandibulares. Se produce un trastorno en la articulación de algunos fonemas como consecuencia de alteraciones en la forma de uno o varios maxilares. El origen puede ser congénito, del desarrollo, quirúrgico o traumático. Por ejemplo, puede ser debido a la resección de maxilares (accidentes, tumores), a una atresia mandibular (“cara de pájaro” por trastornos endocrinos, sobreuso de chupete, etc.), una disóstosis maxilofacial, o la progenie.
  • Dentales. Se dan como consecuencia de una alteración en la posición o forma de las piezas dentarias debido a causas tales como la alimentación, hereditarias, desequilibrios hormonales, prótesis y ortodoncias. Como factor indirecto se encontraría la deprivación sociocultural.
  • Linguales. Están ocasionadas por problemas morfológicos en la lengua, que afecta a la rapidez, exactitud y sincronismo de los movimientos. Ejemplos de esto sería la macroglosia (lengua muy grande), extirpaciones quirúrgicas totales o parciales denominadas glosectomías, parálisis unilateral o bilateral de este órgano (por lesión del nervio hipogloso), frenillo corto (rotacismo) o malformaciones congénitas.
  • Palatales. Tienen lugar por una malformación orgánica del paladar óseo y/o del velo del paladar, como consecuencia de fisuras palatinas (malf. congénita), paladar ojival o corto, fisura submucosa (malformación congénita), úvula bífida, velo largo, ronquido faríngeo (hacen reemplazar las consonantes /s/, /q/, /c/, /x/, /f/, /r/), soplo nasal, rinofonía, perforaciones,… Y como factor indirecto se encontraría la hipoacusia1-6.

 

SÍNTOMAS:

Hasta los 10 años suelen registrarse este tipo de trastornos7.

Sintomatología principal

Se caracteriza por la alteración de la articulación de distintos fonemas, por malformaciones anatómicas de los órganos periféricos del habla y de origen no neurológico central.

Sintomatología asociada

  • Presencia de rinofonías: alteraciones de la voz derivadas de lesiones en las cavidades de resonancia.
  • Trastornos psicológicos: debidos a la problemática del habla, como por ejemplo, que la persona con este trastorno presente rechazo a hablar.
  • Retraso escolar.
  • Dificultades en la lectoescritura.
  • Dificultades en la fluidez normal del habla.
  • Hipoacusias (especialmente en fisura palatina).
  • Otras dificultades relacionadas con largas estancias hospitalarias.
  • Falta de estimulación adecuada a su nivel de desarrollo2,4,5.

 

EVALUACIÓN:

Consiste en realizar una exploración anatómica y fisiológica exhaustiva de los órganos bucofonatorios, que permitirá llevar a cabo la intervención o tratamiento adecuado a las características que presente el sujeto1,4. Algunos artículos científicos indican la realización de una prueba fonológica, un examen fonoarticulatorio7,8.

Hay varios motivos que llevan a realizar la evaluación:

  • Antecedentes familiares.
  • Tipo de embarazo y el parto.
  • El desarrollo psicomotor del niño, del habla y de la dentición.
  • La alimentación.
  • La respiración, tanto diurna como nocturna, con presencia o no de ronquidos.
  • Los problemas adenoides (en amígdalas, rinitis y otitis).
  • Uso de chupete, babeo, succión labial, digital, de carrillos, lingual, de objetos, mordida de objetos, etc.
  • Hospitalizaciones, medicación, intervenciones quirúrgicas y enfermedades relevantes5.

 

La evaluación se hace a través de un exhaustivo examen de los órganos bucofonatorios:

  • Labios:
    • En reposo, observar si están cerrados, entreabiertos o muy abiertos; también su forma para determinar si son simétricos o asimétricos.
    • Longitud del labio superior e inferior: corto, normal o largo, y la presencia de cicatrices (con su localización y características).
    • Movilidad labial: se le pide al niño que mueva los labios hacia los lados, los estire, los haga vibrar y los arrugue. Revisaremos si lo hace con normalidad, dificultad o no hay movimiento.
    • Tonicidad: ejercicio del beso. Se le toca con el dedo el labio superior e inferior, notando su resistencia, describiéndolos como normotonía, hipertonía o hipotonía.
    • Frenillo labial: se evalúa si el inferior o superior es corto y si el superior es hipertrófico.
  • Lengua:
    • Se observa en reposo para ver si está apoyada en el paladar duro, interpuesta, o presionando lateralmente las arcadas dentales o proyectada sobre estas.
    • Forma: se le pide al niño que saque la lengua para observar si es normal o presenta microglosia/macroglosia, es ancha/estrecha y/o voluminosa. Ver si hay marcas laterales de los dientes.
    • Movilidad: se le dice que la mueva hacia los lados, la eleve, la proyecte, la haga vibrar, etc. Ver si el movimiento es normal, dificultoso o no hay movimiento.
    • Tonicidad: con el uso de un depresor lingual, se empuja la punta de la lengua mientras el niño se resiste. Así se detectará una lengua normotónica, hipertónica o hipotónica.
    • Frenillo lingual: pedir al niño que eleve la lengua contra el paladar y la mantenga para comprobar si el frenillo es normal, corto o tiene poca elasticidad.
  • Paladar duro:
    • Forma: hay que fijarse en la forma que presenta y puede ser normal, alto, ojival, ancho o estrecho, plano, corto, con cicatrices.
    • Pliegues palatinos: observar si son normales o hipertróficos.
    • Paladar blando.
  • Úvula:
    • Indicar si presenta estructura bífida o si es larga, corta o inexistente.
    • Presencia de cicatrices o fístulas.
    • Dimensión: indicar si es convencional, o es más corto de lo debido.
    • Movilidad: habrá que pedir al individuo la emisión del fonema /a/ durante la exploración. Se verá si la movilidad es buena o bien está disminuida o ausente.
  • Arcadas dentarias/maxilares:
    • Si la dentición es temporaria, mixta o permanente, o si lleva prótesis dental (fija o removible).
    • Posible ausencia de piezas dentales, malformación o separación de las mismas y de qué manera puede influir en el lenguaje.
    • Estado de las encías: normales, inflamadas o sangrantes.
    • Mordida de la persona.
    • Apertura bucal: dificultosa, no abre, desencaja la mandíbula, etc.
  • Perfil facial:
    • Normal, retrusión o proyección hacia delante de la mandíbula.
    • Simetría frontal entre los lados derecho e izquierdo de la cara.

 

Y también la evaluación de las funciones orofaciales:

  • Respiración:
    • Si es una respiración nasal, bucal o mixta, y si existe coordinación respiratoria.
    • Control del soplo.
    • Medir la capacidad pulmonar.
  • Deglución:
    • Se le ofrece agua o yogur y se observa la colocación de los labios, la lengua y la presión que se ejerce para poder tragar el alimento.
  • Masticación:
    • Se le ofrece un alimento como galletas y se evalúan los movimientos que se realizan con la boca y la lengua.
  • Fonación:
    • Tono de voz, existencia o no de hipernasalidad y de dificultades articulatorias.
  • Presencia de problemas auditivos, y capacidad de discriminación auditiva.
    • Discriminación auditiva de sonidos: se presentan sonidos de objetos cotidianos y se le pide que los identifique. Ej.: monedas o un papel arrugándose.
    • Discriminación auditiva de palabras: se presentan palabras con fonemas similares y la persona tiene que identificar la diferencia.

 

Si se evidencia una alteración de origen anatómico es imprescindible hacer referencia al médico especialista, porque en muchos casos es necesaria la intervención quirúrgica3-5,8.

TRATAMIENTO:

Dependerá del tipo de alteraciones que presente el sujeto. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de entrenar las funciones motoras y neurovegetativas, los órganos fonoarticulatorios y la articulación del habla, así como la fonación, resonancia, prosodia, y en especial la respiración.

La intervención se debe abordar con un enfoque multidisciplinar, donde se trate además de los problemas de lenguaje, aquellas deficiencias asociadas al mismo (quirúrgicas, psicológicas, estéticas…). Por tanto hay que coordinar las diferentes fases de desarrollo del tratamiento entre todos los profesionales que intervienen en el proceso, presentar los objetivos de forma clara y precisa y priorizarlos para ser trabajados de forma común para evitar distorsiones e interferencias.

El objetivo primordial a conseguir será mejorar la calidad de vida y la integración social del individuo que padece este tipo de trastorno.

Una de las técnicas más empleadas es la Terapia Miofuncional, que se define como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizadas en la corrección del desequilibrio muscular orofacial, creación de un nuevo comportamiento muscular normal, reducción de hábitos nocivos y mejoramiento de la estética del paciente” (Gómez, 1983). Consiste en la reeducación de los hábitos de deglución, succión, respiraciones atípicas, y el tratamiento de los problemas del lenguaje o articulación que de éstos se derivan, pues influyen directa y negativamente sobre dentadura, estructura ósea y musculatura de la boca, por medio de la ejercitación específica, mediante praxias, masajes, estimulación mecánica, etc.

Su principal objetivo, la creación de una función muscular orofacial normal, para ayudar al crecimiento y desarrollo de la oclusión normal1,9.

  • Gimnasia labial pasiva:
    • Masajes en toda la superficie del labio y en la zona de la cicatriz (si existe), para desarrollar y mejorar la sensibilidad, darle elasticidad y reducir la rigidez.
    • Tracciones, pellizcos o taping (golpes rápidos) en labios y mejillas.
    • Estimulación con un vibrador.
  • Gimnasia labial activa (praxias labiales):
    • Avanzar-retroceder, proyectar, besar, silbar, vibrar, succionar.
    • Coger objetos con los labios o encima del labio superior.
    • Hacer pedorretas y resistir tracciones.
  • Reeducación muscular lingual (praxias linguales):
    • Movimientos dentro/fuera de la boca, arriba/abajo, circulares, doblar/estirar, afinar/ensanchar, lamer, presionar.
  • Reeducación de los músculos buccinadores:
    • Abrir y cerrar la boca, enseñar los incisivos, hinchar los carrillos.
  • Reeducación mandibular:
    • Realizar movimiento de masticación exagerado, mover la mandíbula derecha/izquierda, delante/detrás.
  • Reeducación velo-palatina:
    • Masajes velopalatinos y estimulaciones longitudinales y transversales; también en los pilares.
    • Estimulación de la úvula, pared faríngea (reflejo de nausea) y parte posterior de la lengua.
    • Ejercitación activa de la musculatura velar con ejercicios de soplo, de succión, bostezos, silbidos, gárgaras, ronquidos y ejercicios fonéticos (emisión exagerada de vocales; emisión de consonantes posteriores exageradas: /k/, /j/).
  • Reeducación facial:
    • Guiños alternativos, fruncir el ceño o arrugar la frente.
  • Reeducación del habla:
    • Articulación adecuada de las vocales por separado, paso de una a otra con rapidez.
    • Vocalización de fonemas labiales, bilabiales, oclusivos…
    • Ejercicios de soplo, acumulación de aire en la boca, de labios, de movilidad del velo.
    • Adecuada posición y producción de todos los fonemas; posteriormente en sílabas, palabras, frases, lenguaje conversacional…
    • Diferenciación entre nasal/oral, sonidos, palabras que sólo se distingan en un fonema.
    • Localizar y corregir errores fonéticos dentro de una frase. Reconocer palabras, rimas.
  • Reeducación de otras funciones orofaciales:
    • Ejercicios de succión y ejercicios de líquidos y sólidos de distintas consistencias.
  • Eliminación de parafunciones:
    • Ejercicios para el control de la movilidad y tono muscular lingual; de permanencia de labios juntos, o de toma de consciencia de la presencia de saliva.

 

Existen numerosos ejercicios práxicos para enseñar a la persona afectada y que serán efectivos en su tratamiento, como los descritos anteriormente5,10,11. Estos podrán practicarse también desde el ámbito de la Fisioterapia, aunque ésta principalmente irá encaminada a conseguir alcanzar un patrón diafragmático adecuado por medio de:

  • Reeducación respiratoria: para conseguir aumentar el volumen de aire y con esto, mejorar la voz, el ritmo del habla y disminuir la fatiga.
    • Ejercicios respiratorios básicos, respiraciones abdominodiafragmáticas en los que el paciente deberá inspirar por la nariz de forma lenta y profunda, llevando el aire hasta el abdomen y espirar por la boca/nariz, alternando ritmos y tiempos.
    • Ejercicios de soplo y ejercitación con el espirómetro y retención de aire.
    • Coordinar inspiración nasal y espiración nasal-bucal con movimientos de cabeza, brazos, piernas, tronco.
    • Hacer burbujas, pompas de jabón, y desplazar objetos (pelotas, plumas)
    • Hinchar globos, apagar llamas, soplar matasuegras, tocar instrumentos de viento, etc.
  • Ejercicios de control postural: la respiración se ve influenciada por la postura, y por tanto, su volumen se verá limitado en cuanto a capacidad si el abdomen se encuentra contraído, por lo que se deberá evitar siempre una posición “encorvada”.
  • Ejercicios de relajación: necesarios para tratar de disminuir el tono muscular de hombros, cuello y cara. Al relajarse física e interiormente, mejorará el tono postural y con ello, la respiración12.

 

También resulta esencial la colaboración de la familia, puesto que permite generalizar aprendizajes, potenciar habilidades y corregir errores que se puedan ir presentando durante el proceso. Además, la información que proporcionan es fundamental para tener un conocimiento más amplio del desarrollo del tratamiento1,3,5,10,11.

CONCLUSIÓN

La disglosia es una patología que se engloba dentro de los trastornos de la comunicación pero que, como se ha descrito anteriormente, debido a su naturaleza y carácter, pues afecta a numerosas áreas de un individuo, debe ser abordada de forma multidisciplinar, por medio de los profesionales de logopedia, cirugía, otorrinolaringología, fisioterapia, etc.

Serían necesarias nuevas investigaciones en el campo de la Fisioterapia que pudieran trasladarse a la práctica y así, ampliar y actualizar la bibliografía existente, pues actualmente es muy escasa, y se desarrolla más en el ámbito de la logopedia o la psicología.

BIBLIOGRAFÍA

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  2. Disglosias. [Internet]. APEPALEN. [Citado el 11/11/2022]. Disponible en: http://www.apepalen.cyl.com/diversidad/diver/logope/habla/disglosias.htm
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  4. Iglesias AC. Disglosias [Internet]. Acción Diversidad, 2013. [Citado el 11/11/2022]. Disponible en: http://logopedianeurodesarrollo.blogspot.com.es/2013/08/disglosias-que-es-la-disglosia.html
  5. Bellver R. Disglosia: síntomas, causas y tratamientos [Internet]. Neuropsicología. [Citado el 11/11/2022]. Disponible en: http://www.lifeder.com/disglosia/
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  7. García M, Mayor MA, De Santiago J, Zubiauz B. Prevalencia de las patologías del habla, del lenguaje y de la comunicación. Un estudio a lo largo del ciclo vital. Rev Logop Fon Audiol. 2014; 34(4): 163-70.
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  9. Castells M. Terapia Miofuncional y Logopedia. Rev. Logop. Fon. Audiol. 1992; 12(2): 85-92.
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  11. Programación de disglosias [Internet]. LEA; 2015 [Citado el 13/11/2022]. Disponible en: https://alojaweb.educastur.es/web/lea/disglosias
  12. Fisioterapia en alteraciones del habla [Internet]. [Citado el 13/11/2022] Disponible en: https://clinicaslobo.es/fisioterapia-en-alteraciones-habla/

 

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