El método kassing como elección para la suplementación oral mediante biberón en el recién nacido.

17 octubre 2021

AUTORES

  1. Gwendolyne Valdovín Guerrero. Enfermera especialista en Pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
  2. Rebeca Navarro Calvo. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  3. Sonia Rivera de la Torre. Enfermera especialista en Pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Patricia Álvarez Pérez. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  5. Jessica Gajón Flores. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  6. Carla Mª Morte Cabistany. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La lactancia materna es recomendada por la OMS como la mejor alimentación del recién nacido. No obstante, existen diferentes causas que producen la necesidad de suplementación oral. La enfermera tiene un papel importante en la educación a las familias sobre métodos de suplementación. Dado que la suplementación oral mediante biberones es la más utilizada, el método Kassing es considerado la forma de dar biberones más fisiológica, segura y de elección para el mantenimiento de la lactancia materna en la población infantil.

 

PALABRAS CLAVE

Alimentación con biberón, suplementación, lactancia materna, recién nacido.

 

ABSTRACT

Breastfeeding is recommended by the WHO as the best feeding for the newborn. However, there are different causes that produce the need for oral supplementation. Nurses have an important role in the education of families on supplementation methods. Because bottle-feeding is the most used alternative of oral supplementation, the Kassing method is considered the most physiological, safe and choice method of bottle-feeding for the maintenance of breastfeeding in the pediatric population.

 

KEY WORDS

Bottle-feeding, supplementation, breastfeeding, newborn.

 

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna (LM) exclusiva hasta los 6 meses de edad y junto con la alimentación complementaria hasta los 2 años de edad o más, asegurando que existen numerosos beneficios para la salud del neonato y su madre1. A pesar de esa recomendación que realiza la OMS, algunos recién nacidos son alimentados con lactancia artificial (LA) (aporte de leche de fórmula artificial) o lactancia mixta (aporte de leche materna y fórmula)1,2.

La hospitalización del recién nacido se considera una causa de utilización de suplementos en el recién nacido. Los suplementos pueden ser de leche materna (extraída de la madre o de banco de leche) o de fórmulas artificiales, y existen diferentes alternativas de administrar el suplemento1-4.

La suplementación puede dificultar el mantenimiento de la lactancia materna, por lo que ésta debe estar justificada1. Entre los motivos que posibilitan la necesidad de suplementación se diferencian los derivados del recién nacido y de la madre. Entre los relacionados con el recién nacido se describen: hipoglucemia asintomática, signos de baja ingesta de leche materna al pecho (dificultad para el agarre al pecho), patologías que dificulten la toma al pecho (distrés respiratorio, alteraciones orofaciales, enfermedad neurológica…), inmadurez en la coordinación succión-deglución por prematuridad menor de 34 semanas de edad gestacional, hiperbilirrubinemia, necesidad de fórmula especial por intolerancias digestivas o errores del metabolismo, etc. Y ente los maternos se encuentran: deseo materno de no dar el pecho, patología materna que no permita el amamantamiento, retraso en la lactogénesis II, consumo de medicación no compatible con LM, separación de la diada madre-hijo, incorporación de la madre al trabajo, etc1-8.

Las formas de administrar el suplemento son: los biberones, la cucharita, el vasito, el dedo jeringa o dedo sonda, los sistemas de nutrición enteral y el relactador1-4,8-11. La alternativa de suplementación más común es el uso del biberón1-4,6,10,12.

En la promoción de la instauración y mantenimiento de la lactancia materna en el recién nacido, la OMS recomienda evitar el uso del chupete y tetinas artificiales en el recién nacido que es amamantado1,2,4,8,10. No obstante, dada la alta prevalencia de uso del biberónen la población de lactantes, la evidencia sugiere el método Kassing como la forma de elección para dar biberones1,2,10-14. Este método está considerado el más fisiológico y seguro, así como el que menos interfiere en el establecimiento y mantenimiento de la lactancia materna1,2,10,11,13,14.

La evidencia revela la importancia del profesional de Enfermería en la educación, apoyo y supervisión ante la alimentación del recién nacido2,5,7,12. El papel de la enfermera durante la hospitalización del recién nacido es clave para poder establecer el método Kassing como la mejor alternativa en la suplementación con biberón5,7,10,11,13,14.

 

OBJETIVO

Describir la importancia de fomentar el método Kassing para la suplementación con biberones del recién nacido.

 

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de la evidencia existente sobre el método Kassing en la suplementación oral del recién nacido.

Las bases de datos utilizadas han sido PubMed, Cochrane Library y Dialnet, y se revisaron los documentos disponibles en entidades como el Sistema Nacional de Salud (SNS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Las palabras clave han sido: “alimentación con biberón”, “suplementación”, “método Kassing”, “enfermería” y “recién nacido”, tanto en inglés como en español, con el uso de operadores booleanos.

Se ha acotado la búsqueda a artículos de los últimos 10 años.

 

RESULTADOS

La lactancia materna es considerada la mejor alimentación del recién nacido por la OMS1,2, pero dado que existen causas de diferente índole que dificultan el establecimiento y mantenimiento de la lactancia materna exclusiva, los profesionales sanitarios deben estar preparados para informar a la familia de cuáles son las alternativas de suplementación oral del recién nacido3,5,7,10.

La alimentación oral es una tarea complicada que requiere la adecuada función sensorio-motora de cara, boca y laringe, y la coordinación de succión-deglución-respiración6,7. Los pediatras y enfermeros de unidades neonatales valoran la habilidad de alimentación oral del neonato especialmente en función de la edad gestacional y los antecedentes médicos del neonato1,5-7. El retraso y las dificultades en la alimentación oral completa del recién nacido está asociado con: mayor duración de ingreso hospitalario (lo cual conlleva un retraso en el alta hospitalaria al domicilio)5-7, reingresos de recién nacidos (especialmente prematuros tardíos)5 y retrasos en habilidades cognitivas y motoras durante el primer año de vida 7.

El artículo de Pados y otros autores destaca la importante labor que tienen los enfermeros en los cuidados del neurodesarrollo y la estimulación de la capacidad de alimentación oral en el recién nacido ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) 7. Entre las estrategias descritas por los autores se encuentran: el contacto piel con piel (también llamado método canguro), las caricias, las voces paternas, la protección frente al dolor y el estrés con métodos no farmacológicos, la higiene del sueño, el sabor y el olor de la leche materna, la succión no nutritiva, cuidados de las estructuras anatómicas que intervienen en la alimentación (cambios periódicos de sondas enterales, integridad de la mucosa oral, cuidados de dispositivos de respiración mecánica no invasiva, etc) y la adopción de una postura correcta durante la alimentación7.

A la hora de instaurarse la alimentación oral del recién nacido nos encontramos con diferentes posibilidades: recién nacidos con madres que quieren alimentar a su hijo con lactancia materna exclusiva; recién nacidos con madres que no tienen deseo de amamantar a sus hijos y que por lo tanto recurrirán a la lactancia artificial; y recién nacidos que por diferentes causas necesitan una suplementación a la lactancia materna2,5. Ante las diferentes elecciones de alimentación por parte de las familias, los profesionales deben apoyar la decisión y asegurar la adecuada alimentación y crecimiento del bebé 2,5,7,10.

El profesional de enfermería debe conocer las alternativas de administrar suplementos que existen para poder educar a los padres en aquella más apropiada para su bebé y supervisar que se realiza correctamente la suplementación2,5,7,10.

La evidencia científica revisada afirma que con los estudios disponibles no se puede determinar cuál es el mejor método de suplementación1-3,10. Algunos de los factores que influyen en la elección de alimentar con suplemento son1,2:

  • La edad gestacional del recién nacido y su capacidad de succión.
  • Facilidad de uso y limpieza.
  • Fatiga y estrés que puede producir en el recién nacido.
  • Si el volumen de leche a ingerir se puede administrar en 20-30 minutos.
  • Si el uso va a ser a corto o largo plazo.
  • Las preferencias de la familia.
  • Si el método mejora o empeora las habilidades para amamantar
  • Costes y disponibilidad
  • La experiencia del profesional sanitario.

 

A continuación, se van a describir las formas de suplementación disponibles y sus características principales1,10. La Guía de Lactancia Materna del Hospital Universitario de Granada clasifica los métodos en dos grupos: los que controla el bebé, que son la cucharita, el relactador y el vasito; y los que están bajo el control del cuidador, que son el dedo-jeringa o dedo sonda, la sonda de nutrición enteral (oro o nasogástrica), la jeringa y los biberones10.

  1. Alimentación con cuchara: ofrecer la leche colocando una cucharada sobre el labio inferior del neonato para que éste pueda lamerla. Es útil los primeros días de vida para administrar el calostro materno y/o pequeños volúmenes de leche1,10,11. Existe un dispositivo novedoso llamado recipiente-cuchara que es similar a un biberón pero en lugar de tetina presenta una cuchara anatómica en la punta. Este dispositivo permite administrar volúmenes mayores de leche1,11. Este método evita el síndrome de confusión del pezón y es útil en recién nacidos prematuros con succión ineficaz que todavía rechazan el pecho materno1,10.
  2. Relactador o suplementador: es un dispositivo que permite la administración de suplemento mientras el bebé succiona al pecho. Se compone de un recipiente donde se almacena la leche y una sonda enteral que queda a la altura del pezón a través de la cual se suministra la leche1,10,11. Este método está indicado ante baja producción de leche (favorece el estímulo de la lactogénesis), procesos de relactación (cuando ha existido un destete temprano), cirugía mamaria y madres de adopción que quieren hacer LM 1,10.
  3. Alimentación con vasito o taza: se usa un vasito normal o especial que se ofrece sobre el labio inferior evertido para que sea el bebé el que introduzca la lengua para tomar la leche o vaya succionando poco a poco el contenido del vaso1,10,11. Requiere adecuada movilidad de lengua y labios, y colocar al recién nacido en posición vertical1,10. Las indicaciones de uso son prematuros, neonatos con labio leporino o hendidura palatina, succión ineficaz y agarre inadecuado1,10.
  4. Dedo-jeringa o dedo-sonda: se utiliza una sonda enteral o un cono de silicona acoplado a una jeringa, e introduciendo el dedo con la yema dirigida hacia el paladar se deja el final de la sonda o el cono a nivel de la punta del dedo.Con el dedo se va realizando masaje sobre la lengua posterior y el paladar para estimular los movimientos rítmicos de succión1,10,11. El labio inferior debe quedar evertido. Se va administrando leche en función de la velocidad en la coordinación succión-deglución. Indicado ante problemas de agarre o succión ineficaz y para reeducar bebés con “síndrome de confusión del pezón” por el uso de tetinas 1,10. Es útil para valorar los movimientos peristálticos y fuerza de la succión1,6. Si la técnica la realiza una sola persona requiere gran habilidad porque es imprescindible tener colocado al neonato lo más vertical posible, bien con el uso de almohada o sobre las piernas del cuidador, colocándolas elevadas con una banqueta1. Si la técnica la realizan dos personas una de ellas se encarga de la alimentación mientras la otra sujeta al bebé apropiadamente.
  5. Sonda de nutrición enteral: colocada a través de nariz o boca para llegar al estómago. Utilizar la sonda más fina posible y con preferencia insertarla por nariz. Es el método de elección cuando no existe coordinación succión-deglución-respiración10. Favorecer durante la toma enteral que el bebé saboree leche materna en la boca o que haga succión no nutritiva con pecho vacío, chupete o dedo10.
  6. Alimentación con jeringa: se introduce la punta de la jeringa por encima del labio inferior para ir vertiendo leche. No resulta útil el uso de la jeringa sin estimular con el dedo porque se posibilita el desarrollo de una succión defectuosa1.
  7. Biberones: se utiliza un recipiente que tiene en la punta una tetina para la succión del bebé. Existen diferentes tipos, materiales, formas anatómicas y tamaños de tetinas. Importante cómo es el flujo de leche por la tetina y el comportamiento del recién nacido durante la coordinación succión-deglución-respiración con esa tetina11. El inconveniente del uso del biberón es que produce el “síndrome de confusión de pezón” y se asocia con lactancias maternas más breves si se introduce en etapas muy tempranas1,10.

 

De las anteriores alternativas de alimentación oral, la más utilizada es el biberón. Se utiliza tanto en niños que son alimentados con lactancia artificial desde el nacimiento como en niños alimentados con LM que presentan problemas para realizar tomas completas al pecho o cuyas madres se ven obligadas a incorporarse al mundo laboral fuera de casa. Ante el estrés que tienen las madres de que sus bebés con LM establecida adquieran el “síndrome de confusión del pezón” y no puedan mantener la LM el tiempo deseado, la experta en lactancia materna Dee Kassing desarrolló el método Kassing12,13.

El método Kassing es considerado el más fisiológico y seguro, y el que menos interfiere en la LM porque requiere el uso de la anatomía oral del recién nacido de una forma muy similar a cuando hace LM al pecho materno10,12,13.

 

Para realizar este método es importante elegir un biberón con las siguientes características10,11,13,14:

  • Bote del biberón con forma recta 13,14
  • Tetina específica:
  • Base ancha: para favorecer la eversión del labio inferior y el mantenimiento de las mandíbulas abiertas.
  • Redonda o clásica: más similar a la forma del pezón materno. Evitar las tetinas anatómicas.
  • Blanda: preferiblemente de látex.
  • De flujo lento y controlado: para fomentar el esfuerzo del bebé para la obtención de leche en cada succión. La toma tendría que tener una duración de 20 minutos. En recién nacidos con poca fuerza de succión, se podría emplear una tetina de flujo medio11.

Una vez preparado el material adecuado, los pasos y modo de administrar un biberón con el método Kassing son13,14:

  • Colocar al bebé en posición adecuada: sentado recto se sujetan con una mano el cuello y cabeza, favoreciendo la alineación de cabeza-cuello-tronco, y con la otra mano se coge el biberón. Evitar cogerlo acurrucado porque el cuello se flexiona y se dificulta la deglución.
  • Ofrecer el biberón al bebé en horizontal (respecto a la posición sentado) favoreciendo que la tetina esté rellena de leche. Al poner el biberón en horizontal se evita que actúe la fuerza de gravedad y se obliga al niño a esforzarse para la salida de leche de la tetina, haciéndolo consciente del proceso y del control de su saciedad.
  • Estimular con la tetina el labio inferior del bebé para estimular el reflejo de búsqueda y que abra la boca grande como si bostezara.
  • Introducir toda la tetina intentando llevar la punta hasta el punto imaginario existente entre paladar duro y blando. Al tocar esa localización se estimula la succión. En caso de que la introducción de la tetina tan adentro provoque reflejo nauseoso al bebé, se irá introduciendo la tetina poco a poco según tolerancia hasta que disminuya la sensibilidad.
  • Conforme se avanza la toma se verticaliza el biberón, para evitar que la tetina se llene de aire, y se inclina el cuerpo del bebé hacia atrás manteniendo la alineación cabeza-cuello-cuerpo7. Evitar la hiperextensión del cuello hacia atrás porque se puede dificultar el cierre de la glotis y producir una aspiración.

 

CONCLUSIONES

Los profesionales de salud que prestan su atención en unidades con recién nacidos deben estar capacitados para: educar a las familias las alternativas existentes de alimentación oral, supervisar que lo hacen correctamente y apoyarles en su decisión. Resulta primordial que los enfermeros estén formados en formas de suplementación así como en estrategias para estimular una adecuada coordinación succión-deglución-respiración, ya que el retraso en el inicio de la alimentación y sus dificultades son motivo de mayor duración del ingreso del recién nacido y reingreso de prematuros.

El método Kassing es considerado el método más fisiológico de alimentación con biberón en el recién nacido. Además, es el método que menos interfiere en el niño que es alimentado con LM, por lo que sería el método de elección para aquellas familias que muestran disposición para mantener la LM pero presentan dificultades en el amamantamiento o se ven obligadas a una separación de la diada madre-hijo por la incorporación temprana de la madre al mundo laboral.

 

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