Epidemia secreta del mal estar. Autolesiones en población infanto-juvenil

3 mayo 2023

AUTORES

  1. Raquel Lacambra Morella. Enfermera Especialista en Salud Mental. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  2. María Cristina López Vidal. Enfermera Especialista en Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Manuel Rosado Grande. Enfermero y Fisioterapeuta. Centro de Salud Casablanca.
  4. Alejandro Carbon Sandoval. Enfermero Especialista en Salud Mental. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  5. Laura Clemente Martínez. Enfermera Especialista en Salud Mental. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  6. Cristina Genzor Ríos. Enfermera Especialista en Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.

 

RESUMEN

Las autolesiones son todas aquellas lesiones provocadas deliberadamente sin finalidad suicida, una forma no verbal de comunicación donde los sentimientos se transmiten visualmente a través del cuerpo. Este dolor físico les permite en algunos casos aliviar u “olvidar “dolores emocionales fuertes, “cambiar un dolor por otro”, siendo la regulación emocional el principal motor de motivación. Se debe tener en cuenta que las autolesiones son una conducta parasuicida. En cuanto a su etiopatogenia, se plantea un modelo de diátesis-estrés en el que interactúan factores de riesgo sociodemográficos, psicopatológicos, caracteriales y psicosociales. Entre adolescentes, los cortes funcionan como marcas simbólicas del sufrimiento; generando fuertes lazos de identificación, pertenencia y empatía.

Adicionalmente, existen notables dificultades para que la mayoría de estos sujetos se incorporen y adhieran a los dispositivos de salud mental.

PALABRAS CLAVE

Conducta autodestructiva, adolescente, intento de suicidio, pubertad.

ABSTRACT

Self-harm is all those deliberately caused injuries without suicidal intent, a non-verbal form of communication where feelings are transmitted visually through the body. This physical pain allows them in some cases to alleviate or «forget » strong emotional pain, «exchange one pain for another», emotional regulation being the main motivation engine. It should be taken into account that self-harm is a parasuicidal behavior. Regarding its etiopathogenesis, a diathesis-stress model is proposed in which sociodemographic, psychopathological, character and psychosocial risk factors interact. Among adolescents, the cuts function as symbolic marks of suffering; generating strong bonds of identification, belonging and empathy.

Additionally, there are notable difficulties for the majority of these subjects to incorporate and adhere to mental health devices.

KEY WORDS

Self-injurious behavior, adolescent, attempted, puberty.

INTRODUCCIÓN

Las autolesiones son todas aquellas lesiones provocadas deliberadamente sin finalidad suicida, una forma no verbal de comunicación donde los sentimientos se transmiten visualmente a través del cuerpo, especialmente siendo heridas cortantes en la piel (85%), además de quemaduras (30%), golpes (35%), arrancarse el pelo (7%), punciones, arañazos, pellizcos y envenenarse, entre otros comportamientos anómalos1.

Este dolor físico les permite en algunos casos aliviar u “olvidar “dolores emocionales fuertes, “cambiar un dolor por otro”, siendo la regulación emocional el principal motor de motivación. Entre adolescentes, los cortes funcionan como marcas simbólicas del sufrimiento; generando fuertes lazos de identificación, pertenencia y empatía1,3.

Se debe tener en cuenta que si bien las autolesiones son una conducta parasuicida; buscan provocar dolor o una distracción; por lo que, no son una conducta suicida en sí, ya que estos intentan acabar con la vida con métodos indoloros o no violentos1.

Podemos describir una serie de motivos por los que los adolescentes realizan este comportamiento1,3,4.

  • Para llamar la atención o como identificación grupal: buscan atención, afecto, que se les escuche y que se haga lo que ellos quieren.
  • Autocastigo.
  • Para evadir un malestar emocional, método de regulación emocional: cuando sienten dolor no piensan en nada más, y esto es lo que buscan.
  • Como conducta parasuicida.
  • Para asumir un control sobre situaciones que sobrepasan a la persona: controlar su propio cuerpo.
  • Por sentimientos de vacío crónico: la autolesión causa dolor y sentimientos para hacerles sentir «vivos».

 

Las autolesiones coexisten, frecuentemente, con problemas emocionales, también las redes sociales son importantes en este proceso. Esta problemática se popularizó en nuestro país a partir del año 2017 con el llamado “reto” o “juego” de la ballena azul. Este reto consiste en una serie de pasos que los participantes deben seguir durante un período de 50 días. Estos pasos son inocuos al comienzo (p.ej., ver una película de terror) y, sucesivamente, van progresando hacia autolesiones cada vez más graves (p.ej., cortes en los brazos). El paso final del reto consiste en cometer el suicidio. Cada uno de los pasos son compartidos en Internet con otros usuarios. Este reto ha provocado varios intentos de suicidio y suicidios consumados en diferentes países. Estudios indican que el refuerzo social parece jugar un importante papel en su desarrollo3,4.

Se dan en un 4% de la población general española, especialmente en la época de la adolescencia, llegando al 14-15%, sin diferencias significativas entre muestras comunitarias de países norteamericanos, británicos, asiáticos, oceánicos, escandinavos y mediterráneos1,2.

En cuanto a su etiopatogenia, se plantea un modelo de diátesis-estrés en el que interactúan factores de riesgo sociodemográficos (por ejemplo: sexo femenino, edad entre 15-25 años, vivir en una institución o centro, etc.), psicopatológicos ( por ejemplo: ánimo deprimido, trastornos alimentarios, tóxicos, etc.), caracteriales (por ejemplo: baja autoestima y habilidades sociales, impulsividad, estilo cognitivo negativo, disregulación emocional, etc.) y psicosociales (por ejemplo: modelado, bullying, familiares con “mayor emoción expresada”, etc.)1,2.

Cuando evaluamos la gravedad de una conducta autolesiva debemos tener en cuenta la letalidad, los antecedentes y la motivación1.

A continuación, se exponen algunas estrategias que pueden servir en el momento de necesidad para evitar autolesionarse: hacer ejercicio físico, pintar con un bolígrafo rojo la piel en lugar de cortarla, cubrir con vendajes el lugar donde le gustaría cortarse, romper algo que no sea valioso, gritar o hacer mucho ruido, crear una herida con maquillaje, golpear una almohada o saco de boxeo, hablar con un amigo, coger cubitos de hielo con la mano1.

OBJETIVOS

  • Fomentar los conocimientos sobre este tipo de comportamiento en la población general mediante una revisión bibliográfica.
  • Sensibilizar a adolescentes, padres y a la población general sobre las consecuencias negativas en las que puede derivar el uso indiscriminado de redes sociales que pueden influir para desarrollar estos comportamientos.
  • Describir los posibles motivos más comunes en los adolescentes para llevar a cabo dichas conductas.
  • Concienciar a los adolescentes de la adquisición de otras estrategias para mejorar su regulación emocional.

 

METODOLOGÍA

Se basa en una revisión bibliográfica recabando información sobre las autolesiones en adolescentes y otros aspectos relacionados.

La búsqueda se ha realizado principalmente en artículos web, libros y revistas para sustentar la investigación.

También se ha buscado información en diferentes bases de datos como ScienceDirect, Scielo, Cuiden, Dialnet, utilizando en todas ellas filtros con límite temporal de 11 años atrás, a texto completo, lingüísticamente en español. Tras esta búsqueda se identificaron 17 artículos, de los que 4 fueron seleccionados para la presente revisión.

RESULTADOS

En Europa, Estados Unidos y Australia, se observó un incremento en estas conductas en la década de los 60. La incidencia pareció estabilizarse en los años 80, aunque desde los 90 se ha observado un nuevo aumento. En algunos casos, durante el padecimiento de cuadros psiquiátricos bien definidos, como por ejemplo en síndromes depresivos, adicciones, trastornos de la conducta alimentaria o trastorno de ansiedad, siendo más frecuente en mujeres que en hombres. Su prevalencia internacional se estima en 16-18 %1,3.

Muchos de los datos sobre la incidencia se han obtenido en los servicios de urgencias de diversos hospitales, pero se cree que estos no son buenos estimadores, ya que muchos de ellos no acuden a urgencias. La presencia de autolesiones en adolescentes atendidos en dispositivos de salud mental ambulatoria es todavía mayor, observándose en un rango comprendido entre el 22-45%1,2.

Adicionalmente, existen notables dificultades para que la mayoría de estos sujetos se incorpore y adhiera a los dispositivos de salud mental; siendo necesario, más intervenciones psicoeducativas en el ámbito de la prevención primaria2.

En cuanto a su tratamiento se enfoca a diversas psicoterapias grupales manualizadas con 8-10 sesiones. También se han incorporado técnicas de resolución de problemas y de mindfulness, que tienden a reducir la recurrencia del comportamiento autolesivo a medio plazo (6-12 meses). Respecto a las intervenciones con padres, una terapia familiar de base dialéctico-conductual puede optimizar el clima de alta emoción expresada. Por último, nombrar el uso de psicofármacos, principalmente en el ánimo depresivo2.

DISCUSIÓN-CONCLUSIONES

Las autolesiones son un problema importante que requiere ayuda profesional. Es probable que la persona no lo haya contado por vergüenza, culpa o miedo a lo que pensarán los demás. Debemos mostrarnos comprensivos y dejar que la persona nos pueda hablar de lo que le sucede y saber que el hablar de ello no va a empeorar el caso, es más, puede ser una vía de expresión o liberación diferente a la habitual. También estas personas deben percibir la gravedad de la situación, pero desde el apoyo1.

Las iniciativas para la prevención de conductas autolesivas y suicidio en los colegios, centradas en la identificación de poblaciones en riesgo, sería la mejor en términos de coste-beneficio.
Otro aspecto a destacar, serían que los programas de prevención promovieron unas actitudes adecuadas sobre el uso adecuado de las TICs y trabajar aspectos como la huella digital y la reputación online1,4.

En conjunto, todos estos hallazgos plantean que la conducta autolesiva es algo más que una estrategia “emocional” o “evitativa” de afrontamiento, siendo un mecanismo adicional de comunicación y control interpersonal2.

A continuación, se mencionan diferentes asociaciones de ayuda: International Society for the Study of Self injury (Sociedad Internacional para el Estudio de la Autolesión), ASeFo: Autolesión Selfinjury Foro. Red social. Un punto de unión de pacientes, familiares y profesionales, ifeSign. Asociación dirigida por sus usuarios acerca de la comprensión de la autolesión1.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fleta Zaragozano J. Autolesiones en la adolescencia: una conducta emergente. Bol Pediatr Arag Rioj Sor. 2017; 47: 37-45.
  2. Frías Ibáñez A, Vázquez Costa M, Del Real Peña A, Sánchez del Castillo C, Giné Servén E. Conducta autolesiva en adolescentes: prevalencia, factores de riesgo y tratamiento. C. Med. Psicosom. 2012: Nº 103.
  3. Agüeroa G, Medina V, Obradovichb G, Bernera E. Comportamientos autolesivos en adolescentes. Estudio cualitativo sobre características, significados y contextos. Arch Argent Pediatr 2018;116(6):394-401.
  4. Gámez-Guadix M, Almendros C, Rodríguez-Mondragón L, Mateos-Pérez E. Autolesiones online entre adolescentes españoles: análisis de la prevalencia y de las motivaciones. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes. 2020; 7(1):9-15.

 

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