Los riesgos de la hipertensión arterial en los jóvenes adultos.

1 marzo 2023

AUTORES

  1. Laura Gonzalo Ciria. Doctora en Terapia ocupacional. Universidad de Zaragoza.
  2. Diana Faisuly González Vélez. Diplomada en Enfermería. Centro asistencial de Calatayud.
  3. Miriam Gracia Andrés. Diploma en Enfermería. Hospital Ernest Lluch. 
  4. Laura García Olivar. TCAE. Hospital Ernest Lluch.
  5. Patricia Martínez Esteve. Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
  6. Almudena Benito Romeral. Diplomada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

 

RESUMEN

La hipertensión arterial es una enfermedad frecuente, especialmente en los hombres, que causa complicaciones principalmente cardíacas: hipertrofia ventricular izquierda, insuficiencia cardíaca, isquemia miocárdica y arritmias. Afecta a más de la mitad de la población mayores de 65 años y más de un cuarto de los varones entre 30-40 años. La importancia radica en la asociación con la obesidad en la población joven de España, la cual está adquiriendo unas dimensiones considerables. Se hacen necesarios programas de prevención y promoción de la salud dirigidos a jóvenes adultos para disminuir la incidencia de la HTA y garantizar en un futuro un óptimo nivel de salud.

 

PALABRAS CLAVE

Hipertensión arterial, adulto joven, obesidad.

 

ABSTRACT

Arterial hypertension is a common disease, especially in men, that causes mainly cardiac complications: left ventricular hypertrophy, heart failure, myocardial ischemia, and arrhythmias. It affects more than half of the population over 65 years of age and more than a quarter of men between 30-40 years of age. The importance lies in the association with obesity in the young population of Spain, which is acquiring considerable dimensions. Prevention and health promotion programs aimed at young adults are necessary to reduce the incidence of hypertension and guarantee an optimal level of health in the future.

 

KEY WORDS

Arterial Hypertension, jeune adulte, obesity.

 

INTRODUCCIÓN

La presión arterial es la tensión que ejerce la sangre en las paredes arteriales y que está determinada por el producto del débito cardíaco y la resistencia periférica total. Estos a su vez, dependen de algunos factores como puede ser la contractilidad o la constricción arteriolar1.

Según la OMS, la tensión arterial normal en adultos se encuentra alrededor de 120 mmHg (tensión sistólica) y 80 mmHg (tensión diastólica). Sin embargo, existe un trastorno en la presión arterial donde los vasos sanguíneos presentarán una tensión alta de forma persistente, causada por una ruptura del equilibrio entre los factores relajantes del vaso (óxido nítrico y factor hiperpolarizante del endotelio) y los vasoconstrictores (principalmente endotelinas), la denominada Hipertensión o Tensión Arterial Alta (HTA). Consideraremos que la tensión arterial está elevada cuando ésta se encuentre en valores iguales o superiores a 140 mmHg (tensión sistólica) y 90 mmHg (tensión diastólica)2,3.

Existen distintas clasificaciones que establecen los límites para determinar la existencia de HTA y clasifican esta patología en varios grupos 4 (anexo I).

La prevalencia específica por grupos de edad es mayor en hombres que en mujeres hasta los 70-74 años cuando empieza a haber una mayor incidencia en mujeres. La HTA aumenta con la edad, alcanzando valores del 58% en hombres y 61% en mujeres mayores de 65 años. También debemos destacar la alta prevalencia en los varones jóvenes siendo un 15% en los menores de 30 años y un 27% de la población masculina entre 30-40 años. En estos rangos de edad, es más común que la HTA no haya sido diagnosticada todavía. La importancia del tema radica en que se trata de una enfermedad que puede ser prevenida en gran medida especialmente en la población más joven5.

 

OBJETIVO

Analizar las consecuencias derivadas de padecer HTA para poder plantear prontas estrategias de prevención.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Para la realización de este artículo se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en diferentes bases de datos como Science Direct, Cochrane, Pubmed, Medline, Cuiden y Scielo en los últimos 10 años. Además, se han incluido otros artículos que, a pesar de no cumplir este criterio, son relevantes para esta investigación.

 

RESULTADOS

El riesgo de daño a órganos como el corazón y vasos sanguíneos importantes como los cerebrales o renales aumenta proporcionalmente cuanto más alta sea la tensión arterial. La mayoría de personas hipertensas no muestran ningún síntoma. En ocasiones, puede aparecer dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón, zumbidos y hemorragias nasales. El control de la hipertensión es esencial para evitar el desarrollo de modificaciones en los vasos sanguíneos (protuberancias y zonas débiles) y otros problemas como pueden ser accidentes cerebrovasculares, deficiencia renal, ceguera, deterioro cognitivo o insuficiencia cardiaca2.

Hay determinados factores como los estilos de vida que favorecen la aparición de la hipertensión arterial. Entre los principales factores de riesgo podemos encontrar la edad avanzada (mayores de 65 años), genética, género, etnia, obesidad, factores socioeconómicos y hábitos cotidianos (tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo, hábitos dietéticos…) entre otros. En relación a los hábitos alimentarios podemos encontrar el consumo excesivo de sal, dietas pobres en frutas, verduras y hortalizas, abundantes grasas, etc.5.

Estos factores desencadenantes, junto al diagnóstico tardío, facilitan la aparición de complicaciones tales como angina de pecho, aterosclerosis, cardiopatía hipertensiva, enfermedad renal y accidente vascular cerebral6.

Al ser una patología cardiovascular, las complicaciones suelen manifestarse como afecciones cardiacas. La afectación cardíaca de la HTA se observa en cuatro niveles: hipertrofia ventricular izquierda (HVI), insuficiencia cardíaca (IC), isquemia miocárdica y arritmias. Estas tres últimas, son consecuencia directa de la primera (HVI). La hipertrofia ventricular izquierda es un factor de riesgo independiente y de primer grado para que se produzca la aparición de complicaciones cardiovasculares en la hipertensión y su existencia puede equipararse en riesgo al padecimiento previo de un infarto de miocardio (IAM). El grado de HVI condiciona la presencia de disfunción ventricular y disminuye la reserva coronaria. La disfunción ventricular a su vez supone la incapacidad del corazón para adaptarse a las insuficiencias metabólicas del organismo según el aporte de sangre recibido. Por otra parte, las arritmias son componentes representativos de la cardiopatía hipertensiva y su origen está más ligado a la presencia de hipertrofia y disfunción ventricular que a la propia sobrecarga hemodinámica7.

Además de las complicaciones cardiovasculares, la HTA es tanto una causa como una consecuencia de la enfermedad crónica renal (ERC). Los elementos que relacionan a la HTA con la ERC se centran en: la retención hidrosalina, la estimulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona y la hiperactividad del sistema nervioso simpático. Para evitar dicha complicación una buena medida no farmacológica puede ser una dieta baja en sodio8.

Por último, cabe destacar que la HTA es considerada como el principal factor de riesgo para la aparición de accidentes cerebrovasculares por lo que, si está controlada de forma adecuada, reduce hasta siete veces el riesgo de ictus9.

Para evitar la aparición de complicaciones, es necesario seguir un buen plan terapéutico. El tratamiento puede ser tanto farmacológico como conservador. La mayoría de pacientes con la presión arterial comprendida entre 130-139 / 80-89 mmHg (hipertensión en etapa 1) no califican para el tratamiento farmacológico inmediato excepto si tienen un alto riesgo cardiovascular. Las personas sin riesgo alto iniciarán la terapia con medicamentos cuando la PA sea ≥140 / 90 mm Hg. El tratamiento debe iniciarse con dos fármacos con mecanismos de acción complementarios cuando la presión arterial sea 20/10 mmHg mayor que la objetivo10.

Los fármacos más recomendados son los inhibidores del sistema renina-angiotensina siendo la piedra angular del tratamiento combinado tanto en el inicio como a mitad del tratamiento. La tasa de eventos adversos se ve reducida por la compensación entre cada uno de los agentes de la terapia combinada. En la actualidad, se cuestiona si el tratamiento combinado debe usarse como alternativa a la monoterapia en pacientes recién diagnosticados sin elevación marcada de la PA o con bajo riesgo cardiovascular11.

En cuanto al tratamiento no farmacológico o conservador, se centra en unos buenos hábitos de vida y el uso de hierbas y plantas. Las hierbas contienen fitoquímicos eficaces para tratar la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. Su uso está aumentando al asociarse a una medicina holística y al considerar las hierbas como naturales, seguras y eficaces. Sin embargo, no están reguladas o supervisadas cuidadosamente y su uso puede derivar en complicaciones o alterar el tratamiento inicial si se combinan. Por último, adoptar estilos de vida saludables, como realizar actividades físicas a diario, perder peso en casos de obesidad, consumir una dieta rica en frutas y verduras y baja en sodio, evitar el consumo de alcohol y de tabaco son medidas efectivas para prevenir o controlar la hipertensión12,13.

Con respecto a la influencia de otros factores, la HTA es más frecuente en los pacientes con mayor índice de masa corporal, con menor nivel de educación, con intolerancia a la glucosa o glucemia basal alteradas y en diabéticos. Destaca, por ejemplo, que, en las personas con prediabetes, la prevalencia es el doble que en personas con tolerancia normal a la glucosa. Muchas de las personas que padecen esta patología no son conscientes de ella y de los riesgos que puede tener. En el caso de las personas de edad avanzada, obesas, diagnosticadas de diabetes o enfermedades cardiovasculares son más conscientes de su HTA.

En varios estudios se explica que la obesidad en la población joven de España, está adquiriendo unas dimensiones considerables, que se deben vigilar. Sobre todo, los factores que desencadenan y favorecen esta situación.

En un estudio realizado en 2005, se determinó que la obesidad en los varones es de un 15,6%, viéndose más elevadas en el intervalo de 6 y 13 años, y en cuanto a las mujeres supone el 26,3%, aumentada entre los 6 y 9 años. También se valoraron factores que desencadenan la obesidad juvenil y entre ellos se encontró, el nivel académico de los padres que predomina en especial la formación académica baja, destacando a las madres, con bajo nivel cultural14. Estos datos coinciden con otro estudio de jóvenes españoles donde la prevalencia de sobrepeso entre jóvenes es del 26%, y de obesidad en el mismo grupo del 12,6%, donde 4 de cada 10 jóvenes presentan exceso de peso. Por rangos de edad, los jóvenes con edades comprendidas entre 8 y 13 años, el exceso de peso superó el 45%, mientras que, entre los de 14-17 años, los valores fueron del 25,5%. Estos resultados mostraron una relación significativa con bajos niveles académicos y culturales de los progenitores15.

 

CONCLUSIONES

En los últimos años, la hipertensión arterial ha adquirido un gran protagonismo como patología crónica por su incidencia tanto a nivel mundial como nacional y en todos los grupos de población. Este hecho, se debe a factores como el sedentarismo, la alimentación poco saludable y el aumento de la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 entre otras patologías.

Se hace necesarios programas de prevención y promoción de la salud a jóvenes adultos para disminuir la incidencia de la HTA y para garantizar en un futuro un óptimo nivel de salud.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Tagle R. Diágnostico de hipertensión arterial. Rev.med.clin.condes. 2018; 29(1): 12-20.
  2. World Health Organization[sede web]. OMS [acceso 31 de enero de 2023]. La hipertensión.Disponible en: https://www.who.int/health-topics/hypertension#tab=tab_1.
  3. Wagner-Grau P. Fisiopatología de la hipertensión arterial. An. Fac. med. 2010; 71(4): 225-229.
  4. Williams B et al. Comentarios a la guía ESC/ESH 2018 sobre el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial. Rev. esp. cardiol. (Ed. impr.). 2019; 72(2):104.
  5. Weschenfelder Magrini D, Gue Martini J. Hipertensión arterial: principales factores de riesgo modificables en la estrategia salud de la familia. Enferm. glob. 2012;11(26):344-353.
  6. Berenguer Guarnaluses LJ. Algunas consideraciones sobre la hipertensión arterial. MEDISAN 2016;20(11):2434-2438.
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  8. Arroyo D, Quiroga B, de la Fuente, G. de Arriba. Hipertensión arterial en la enfermedad renal crónica. Medicine. 2019;12(81):4772-4778. DOI: 10.1016/j.med.2019.06.003
  9. Bento de Araújo Mendonça L, Teixeira Lima FE, Sherida Karanini PO. Acidente vascular encefálico como complicação da hipertensão arterial: quais são os fatores intervenientes? [Stroke as complication of arterial hypertension: which are the intervenient factors]. Esc. Anna. Nery. 2012; 16(2): 340.
  10. Flack JM, Adekola B. Blood pressure and the new ACC/AHA hypertension guidelines. Trends. Cardiovasc. Med. 2020; 30(3):160-164.
  11. Tsioufis C, Thomopoulos C. Combination drug treatment in hypertension. Pharmacol. Res. 2017; 125: 266-271.
  12. Chrysant SG, Chrysant GS. Herbs Used for the Treatment of Hypertension and their Mechanism of Action. Curr. Hypertens. Rep. 2017; 19(9):77-5.
  13. Ozemek C, Tiwari S, Sabbahi A, Carbone S, Lavie CJ. Impact of therapeutic lifestyle changes in resistant hypertension. Prog. Cardiovasc. Dis. 2020; 63(1):4-9.
  14. Aranceta Bartrinaa J, C. Pérez Rodrigoa C, Ribas Barbab L, Serra Majem L. Epidemiología y factores determinantes de la obesidad infantil y juvenil en España. Rev.Pediatr. Aten. Primaria. 2005;7(1):13-20.
  15. Sánchez-Cruz J, Jiménez-Moleón JJ, Fernández-Quesada F, Sánchez MJ. Prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España en 2012. Rev. esp. cardiol. (Ed. impr.). 2013; 66(5):371.
  16. Williams B et al. Comentarios a la guía ESC/ESH 2018 sobre el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial. Rev. esp. cardiol. (Ed. impr.). 2019; 72(2):104.

 

ANEXOS

 

ANEXO I:

Tabla 1: Clasificación de la presión arterial medida en consultaa y definición de los grados de hipertensión arterial (HTAb)16.

 

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