AUTORES
- Natalia Gimeno Sanjuán. Celadora HNSG, Zaragoza.
- Andrea Forcé Revuelto. TCAE HRV, Zaragoza.
- Teresa Lostao Lucas. TCAE HRV, Zaragoza.
- María Elena García López. TCAE HNSG, Zaragoza.
- Maria Teresa Yanguas Romero. Celadora HNSG, Zaragoza.
- Noelia Pelegrin Fajardo. TCAE HRV, Zaragoza.
RESUMEN
Por siglos las personas con artrosis y otras condiciones incapacitantes de la cadera estuvieron condenadas a vivir años con dolor y a una muy mala calidad de vida. La progresión de la artrosis de cadera producía una limitación funcional severa y finalmente condenaba a la inmovilidad a la mayoría de los pacientes aquejados con Coxartrosis. Con el advenimiento de la prótesis total de cadera en la década del 60, esta situación cambió dramáticamente. Muchos procesos degenerativos que en el pasado requerían marcha con bastones o el uso de silla de ruedas, llegaron a ser tratables. Este procedimiento ha permitido a miles de pacientes afectados con problemas de cadera volver a una vida independiente y dejar de ser una carga para sus familias y para la sociedad en general.
PALABRAS CLAVE
Fractura de cadera, prótesis de cadera, movilización.
ABSTRACT
For centuries, people with osteoarthritis and other disabling hip conditions were condemned to live years in pain and a very poor quality of life. The progression of hip osteoarthritis produced a severe functional limitation and finally condemned the majority of patients with coxarthrosis to immobility. With the advent of total hip replacement in the 1960s, this situation changed dramatically. Many degenerative processes that in the past required walking with canes or the use of a wheelchair have become treatable. This procedure has allowed thousands of patients affected with hip problems to return to an independent life and to stop being a burden to their families and to society in general.
KEY WORDS
Hip fracture, hip prosthesis, mobilization.
DESARROLLO DEL TEMA
Por siglos las personas con artrosis y otras condiciones incapacitantes de la cadera estuvieron condenadas a vivir años con dolor y a una muy mala calidad de vida. La progresión de la artrosis de cadera producía una limitación funcional severa y finalmente condenaba a la inmovilidad a la mayoría de los pacientes aquejados con Coxartrosis. Con el advenimiento de la prótesis total de cadera en la década del 60, esta situación cambió dramáticamente. Muchos procesos degenerativos que en el pasado requerían marcha con bastones o el uso de silla de ruedas, llegaron a ser tratables. Este procedimiento ha permitido a miles de pacientes afectados con problemas de cadera volver a una vida independiente y dejar de ser una carga para sus familias y para la sociedad en general1.
La cadera es entendida como una articulación congruente en la cual el acetábulo y la cabeza femoral poseen una simetría que permite la rotación alrededor de un eje simplificando la acción de los músculos. Cuando este sistema natural es reemplazado por una prótesis, el éxito de la cirugía depende de factores relacionados con el paciente como edad, sexo, altura/peso, historia médica, condición de la cadera subyacente y la existencia de cirugías previas. También influyen en este caso los factores quirúrgicos como la experiencia del cirujano ortopédico, el enfoque quirúrgico, el diseño de la prótesis, orientación de los componentes, desigualdad en la longitud de los miembros, y la existencia de no-unión trocantérea2. La artroplastia total de cadera (ATC) es un procedimiento común en el campo de la traumatología. Esta consiste en la sustitución o el reemplazo de la cadera por un sistema predominantemente metálico en los casos en que los principales componentes de la articulación han sido afectados de manera irreversible.
Las prótesis tienen los siguientes componentes:
- cabeza: parte esférica que sustituye a la cabeza femoral, y que permite la movilidad. Puede ser de metal (aleaciones de cromo-cobalto) o de cerámica.
- cótilo: parte que se implanta en el hueso pélvico. Puede ser metálico o polietileno (un tipo de plástico), y contribuye a la congruencia articular.
- vástago: parte que se introduce dentro del hueso femoral y será solidario con la cabeza de la prótesis. Siempre es metálico (cromo-cobalto, titanio).
Entre la cabeza protésica y el cótilo debe existir una superficie, que puede ser de polietileno, cerámica o metal, donde se establece el contacto y la fricción de la nueva articulación2,3.
La oportunidad de la cirugía es la parte más difícil y crítica dentro de la toma de decisiones en el reemplazo total de cadera. Es más bien una decisión del paciente el considerar la severidad de los síntomas y si su incapacidad justifica el efectuar el procedimiento. La labor del médico tratante es educar al paciente respecto a su enfermedad y las diferentes opciones de tratamiento y no decidir él, si vale la pena o no el tratamiento quirúrgico. La decisión de si procede la cirugía debe ser tomada por el mismo paciente posterior a recibir la información dada por su médico. Pueden ser dos tipos de IQ los que se realicen dependiendo si la prótesis es Total o parcial:
- Prótesis total de cadera: Compuesta por un vástago que une la prótesis al fémur; un cotilo que la fija a la pelvis y dos componentes que articulan entre sí: la cabeza femoral y el inserto acetabular. Las prótesis totales de cadera suelen usarse en los casos de artrosis o desgaste articular.
- Prótesis parcial de cadera: Al igual que la prótesis total, se fija al fémur por medio de un vástago, pero la cabeza femoral (de mayor tamaño que en el caso de las prótesis totales) articula directamente contra la pelvis. Esto se debe a que se emplea en el tratamiento de fracturas del fémur y se supone que el acetábulo puede no estar desgastado. Además, las fracturas suelen darse en pacientes que caminan poco y el no utilizar cotilo hace que la cirugía sea algo menos agresiva4.
Para “anclar” la prótesis y que no se mueva existen dos tipos de técnicas:
- Fijación cementada: Se utiliza cemento óseo alrededor de la prótesis que, al fraguar, sujeta el implante al hueso. Tiene la ventaja de proporcionar una sujeción inmediata que permite movilizar al paciente tan pronto como éste lo tolere, independientemente de su calidad ósea. A cambio, el cemento puede ir degenerando con el paso del tiempo. Suele utilizarse en pacientes con osteoporosis severa y es habitual su uso en el tratamiento de fracturas.
- Fijación no cementada: Las superficies de la prótesis se recubren de materiales porosos que imitan la textura del hueso y permiten que éste se vaya entremezclando con el recubrimiento, fijando así el implante. Tiene la ventaja de ser una fijación más natural que la proporcionada por el cemento, pero su éxito depende de las condiciones previas del paciente. Suele emplearse en pacientes con relativa buena calidad ósea4,5.
El celador es el encargado entre otras funciones de transportar al paciente, para lo cual debe de conocer el tipo de lesión que sufre, como moverlo y que movimientos están prohibidos por el bien de la salud del paciente. Para realizar una correcta movilización de los pacientes con este tipo de patologías, lo primero que se debe hacer es conseguir todo el personal necesario para una correcta movilización, depende del peso del paciente, el estado de la herida, el grado de cooperación del paciente e incluso la confianza y experiencia de la enfermera. Para realizar una correcta movilización de este tipo de pacientes se deberán de seguir las siguientes indicaciones:
- El paciente se encontrará en la cama en decúbito supino con las piernas separadas con una almohada en el medio para evitar rotaciones. Verificaremos que no existe ningún tipo de contraindicación para el movimiento y adecuamos el sitio para lograr la máxima comodidad posible.
- Le explicaremos al paciente (si es capaz de comprender) cómo lo vamos a realizar y por qué se realizará de esa manera, si usa algún tipo de audífono, gafas o demás utensilios se lo proporcionaremos para darle seguridad.
- Se colocará la silla/cama en la que se movilizará a el paciente en paralelo por el lado de la cadera operada (para evitar la rotación interna), además de esto, colocaremos la almohada entre las piernas como medida extra para evitar la rotación. Se ajustará la altura a la de la cama y se bloqueará la rueda para asegurar que se mantenga en su sitio.
- Se procederá a rotar al paciente al borde de la cama, para más tarde levantarlo por las axilas para sentarlo en el sillón.
CONCLUSIONES
Es de vital importancia realizar una correcta movilización del paciente con estas patologías, ya que un mal movimiento puede empeorar su situación actual e incluso puede llevar al fracaso la intervención quirúrgica que se le ha realizado al paciente.
BIBLIOGRAFÍA
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