Papel de la enfermería en el cuidado del paciente con anorexia nerviosa

8 mayo 2023

AUTORES

  1. Marta Castillo Quilez. Enfermera en Residencia de Mayores Romareda, Zaragoza.
  2. Encarnación Sancho Alcañiz. Enfermera en Residencia de Mayores Romareda, Zaragoza.
  3. Victoria Subías Urbano. Enfermera Especialista familiar y comunitaria. Enfermera en CS Garrapinillos, Zaragoza.
  4. Iria Belmonte Azábal. Enfermera en Residencia de Mayores Romareda, Zaragoza.
  5. Clara Lombera Álvarez. Enfermera en Residencia de Mayores Romareda, Zaragoza.
  6. Pilar Artiaga Irache. Enfermera en Atención Primaria Sector III: CS Garrapinillos, Zaragoza.

 

RESUMEN

Introducción: la anorexia nerviosa es un tipo de trastorno de la conducta alimentaria junto con la bulimia nerviosa y el trastorno de conducta no especificado. La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción de los alimentos y una alteración en la percepción de la imagen corporal. Principalmente la sufre el sexo femenino.

Objetivo: conocer y sintetizar la información actual de la anorexia nerviosa, las afecciones que tiene en la vida diaria del paciente y el papel de la enfermería en el cuidado del paciente.

Metodología: se realiza una búsqueda bibliográfica a través de buscadores y las siguientes bases de datos: Scielo, Scopus, Teseo, Dialnet; complementando la información con el aporte de monografías y guías de práctica clínica.

Desarrollo: la anorexia nerviosa es un tipo de trastorno manifestado por un estado de malnutrición, una distorsión de la imagen corporal, y una pérdida de peso producida por una disminución de la ingesta. Este trastorno cursa con ciertas características personales como pensamientos autodestructivos y un perfeccionismo acompañado de baja autoestima. Se diferencian dos tipos de anorexia nerviosa, la purgativa y la restrictiva. El tratamiento de esta enfermedad se abarca de manera multidisciplinar centrándose como objetivo principal en la normalización del peso del paciente.

Conclusiones: la anorexia nerviosa es una enfermedad que cada día sufre un mayor porcentaje de población. La enfermería ejerce un importante papel abarcando el tratamiento desde el área ambulatoria hasta la hospitalaria, participando en la prevención de la enfermedad, así como en el seguimiento y tratamiento psicofísico del paciente.

PALABRAS CLAVE

Trastornos alimenticios, anorexia nerviosa, paciente, enfermería.

ABSTRACT

Introduction: Anorexia nervosa is a type of food behavior disorder along with the bulimia nervosa and the non-specific conduct disorder. Anorexia nervosa is characterized by a food restriction and an alteration in the perception of the body image. It is mainly suffered by the female sex.

Objective: Knowing about and synthesizing the current information about anorexia nervosa, the affections that it has in the patient’s daily life and the role of the nursery in the patient’s care.

Methodology: A bibliographic search is done through different browsers and the following databases Scielo, Scopus, Teseo, Dialnet; complementing the information with the contribution of monographs and guides of clinical practice.

Development: Anorexia nervosa is a type of disorder which appears with a malnutrition condition, a distortion in the body image and a weight loss produced by a decrease in the food intake. This disorder goes with some personal characteristics such as self-defeating thinking, constant improvement and low self-esteem. There are different types of Anorexia: nervosa, purgative and the restrictive one. The treatment for this illness is covered in a multidisciplinary way, focusing on the standardization of the patient’s weight.

Conclusions: Anorexia nervosa is an illness which, every day is more and more suffered by a greater percentage of the population. Nursing exercises an important role coveting the treatment from the outpatient area until the hospitable one, participating in the prevention of the illness, in the tracking and in the patient’s psycho-physical treatment.

KEY WORDS

Eating disorders, anorexia nervosa, patient, nursing.

INTRODUCCIÓN

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un grupo de enfermedades mentales determinados por un comportamiento alterado sobre la ingesta alimentaria, una insatisfacción corporal y/o la aparición de conductas para el control del peso y la forma del cuerpo1,2. Están clasificados entre los más serios trastornos mentales con una morbimortalidad elevada. Se encuentran en relación directa con la desnutrición o la obesidad, la baja calidad de vida, el riesgo de mortalidad prematura, riesgo de depresión, ansiedad y abuso de sustancias1,3.

En cuanto a las prevalencias de esta enfermedad, predomina la femenina, con unos valores entre el 3,63% y el 5,17%; mientras que la prevalencia masculina es de aproximadamente un 0,77%.4 La edad de presentación de la anorexia está disminuyendo en los últimos años, así como la diferencia entre ambos sexos1,5.

Los trastornos alimenticios según el DSM-5 (“Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”, cuarta edición) los clasificamos en anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y trastorno de conducta alimentaria no especificado (TCANE)3,6,7.

La AN es definido como “rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla”. Está basado en diferentes conductas como restricción de calorías, ejercicio excesivo, utilización de diuréticos y/o laxantes, además de un temor extremo por el aumento de peso debido a la distorsión de imagen corporal que el paciente sufre1,6.

La BN es un trastorno que se basa en episodios de atracones continuos, que el individuo realiza con la sensación de pérdida de control. El individuo realiza además actitudes compensatorias como vómitos, ayuno, uso de laxantes y/o ejercicio físico excesivo. Los episodios se repiten una vez a la semana, manteniendo un periodo de al menos 3 meses6,8,9.

Los TCANE se definen como un conjunto de trastornos que no responder a los criterios clínicos de anorexia nerviosa o bulimia nerviosa. Por ejemplo, son los trastornos por atracón1,3,6.

Richard Morton en el S.XVII describió la AN como un problema de salud, donde presentó casos de mujeres que padecían una gran pérdida de peso que no estaba justificada por causas físicas10.

Esta patología presenta una sintomatología basada en restricción alimentaria, profundo miedo a ganar peso y alteración de la percepción de la imagen corporal1.

La prevalencia de la AN en mujeres que habitan en países occidentales es del 1%. Los últimos estudios indican que la proporción de curación en los pacientes aumenta del 68% al 84%11.

El 90-95% de los casos de anorexia se da en mujeres, la edad varía entre los 12 y los 25 años, siendo más frecuente entre los 12 y los 17. La edad media de aparición de la anorexia es de 17 años3,11.

En más de un tercio de los casos de AN que ocurren en la adolescencia existen antecedentes de sobrepeso y obesidad. Estos términos se definen como acumulaciones anormales o excesivas de grasa que son perjudiciales para la salud. La obesidad ha aumentado radicalmente afectando a diferentes edades, desde la infancia, pasando por la adolescencia hasta la ancianidad7.

Las acciones preventivas de la AN, además del resto de TCA, están enfocadas hacia los factores de riesgo de éstos, teniendo en cuenta la edad de la población, siendo necesarias intervenciones en edades tempranas. Hay que destacar la necesidad de educación en promoción de la salud y prevención a niños y jóvenes en escuelas e institutos por parte de los profesionales de atención primaria7.

OBJETIVOS

Objetivo general: recoger la información actual sobre la AN y cómo afecta a las actividades de la vida diaria del paciente.

Objetivos específicos:

  • Estudiar los factores, características, criterios diagnósticos y tipos de AN.
  • Examinar las afecciones de la AN en la vida diaria del paciente.
  • Analizar las actuaciones de enfermería en el abordaje psicofísico, tratamiento y rehabilitación de pacientes con anorexia nerviosa.

 

METODOLOGÍA

La recogida de información surge desde principios de enero de 2023 hasta la primera semana de marzo de 2023.

Los descriptores en ciencias de la salud (DeCS) utilizados en la búsqueda de información han sido los siguientes:

  • Trastornos alimenticios.
  • Anorexia Nerviosa.
  • Enfermería.
  • Paciente.

 

Una vez determinados los Decs, se definió el operados booleano utilizado siendo este ‘AND’.

Las bases de datos bibliográficas consultadas son:

  • Scielo.
  • Dialnet.
  • Scopus.
  • Teseo.

 

Los términos de búsqueda utilizados en cada base de datos son mencionados en la tabla 1, véase en anexos.

Los limitadores de búsqueda son:

  • La disposición de los textos completos de cada artículo.
  • El idioma: siendo la elección el castellano.
  • El año de publicación y/o revisión escogidos todos los artículos publicados desde 2010.

 

La selección de los artículos se eligieron los siguientes criterios de inclusión:

  • Contrastabilidad de información de un artículo con otro.
  • Artículos que presenten información general sobre la enfermedad, no referidos a casos particulares de pacientes con AN con otras patologías de base.

 

La búsqueda se complementa en las bibliotecas de Zaragoza de la Facultad de Medicina y Enfermería, con la utilización de las siguientes monografías: “Intervención en los Trastornos de la Alimentación”, “Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad”, “Psicología de los trastornos de alimentación” y “Guía de práctica clínica sobre trastornos de la conducta alimentaria”.

RESULTADOS

Factores, características, criterios diagnósticos y tipos de AN:

La OMS clasifica la anorexia como un trastorno mental y de comportamiento.11 Existen una gran variedad de factores que interfieren y se desarrollan en la anorexia nerviosa:

  • Factores culturales: la AN tiene una mayor prevalencia en las sociedades industriales donde el estereotipo de la delgadez destaca. Los medios de comunicación, especialmente la televisión, establecen la idea de que estar delgado está asociado a una vida feliz, con éxito laboral, éxito en las redes sociales y calidad de vida superior a la de los demás. En la actualidad, las redes sociales son otro medio con gran influencia en las personas para establecer estos estereotipos.
  • Edad y sexo: la AN en pocas ocasiones se inicia antes de la pubertad. En estos casos la gravedad de los trastornos mentales es mayor. Más del 90% de los casos de AN se observa en mujeres. La anorexia en los varones presenta unas características similares a las observadas en las mujeres. La mayoría de los varones anoréxicos cuentan con antecedentes individuales de obesidad, son deportistas practicantes y tienen un rendimiento académico inferior al promedio.
  • Factores Familiares: existe mayor riesgo de padecer AN entre los parientes de primer grado. Además, los parientes de primer grado tienen mayor riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo. Determinadas características familiares sumadas a los factores individuales de la persona y factores sociales pueden predisponer a sufrir este tipo de trastorno. Algunos factores familiares que pueden interceder en la enfermedad:
  • Modelo de dinámica familiar: clima tenso, agresivo, sobreprotector y con poca comunicación.
  • Altas expectativas familiares.
  • Madres sobreprotectoras.
  • Cambios de rol familiares.
  • Preocupación excesiva por el peso y las dietas del padre o la madre.
  • Obesidad de algún miembro de la familia. 26
  • Factores individuales: rasgos característicos de las personas que padecen anorexia nerviosa:
  • Problemas para la autonomía personal: Dependencia de la familia o de alguna persona que les sirva como modelo. Ciertas situaciones como cambios de colegio, cambios de trabajo o de pareja, puede llevar a esta pérdida de autonomía que se compensa con un control restrictivo de la dieta.
  • Miedo a madurar: un alto porcentaje de la población que sufre anorexia nerviosa desarrolla estos trastornos durante la adolescencia, época donde se sufren cambios físicos, emocionales, sexuales y madurativos.
  • Déficit de autoestima: las mujeres presentan con más frecuencia niveles bajos de autoestima asociados a la aprobación de otros y a la apariencia externa.
  • Perfeccionismo y autocontrol: los individuos que presentan TCA piensan que quien no sea perfecto no llegará nunca a ser alguien1,2,6,11.

 

La anorexia nerviosa es un trastorno que es iniciado en la adolescencia en la mayor parte de los casos, manifestada por un estado de malnutrición debido a la gran pérdida de peso, temor a ganar peso, y la distorsión de la imagen corporal o una exagerada implicación en ésta, pareciéndose estar obesos a pesar de su claro estado de delgadez1,2,6,11.

Se evidencia que la anorexia presenta antecedentes familiares, aunque haya individuos que no los padezcan. Algunos individuos sufren un único episodio mientras que otros presentan episodios fluctuantes con ganancias de peso seguido de recaídas. También puede presentarse la necesidad de establecer programas terapéuticos para evitar la continuación de la desnutrición y evitar así la muerte del paciente2,3,6.

En ocasiones el inicio de la enfermedad se asocia a acontecimientos estresantes como el inicio de los estudios lejos del hogar. Cuando la anorexia nerviosa comienza en la infancia, a menudo se nota en la falta de aumento de peso a pesar del niño sigue creciendo en altura2,6.

Las características asociadas al paciente con anorexia son la preocupación por comer en público, sentimientos de incompetencia, necesidad de controlar el entorno, pensamientos inflexibles y autodestructivos, limitación de la expresividad emocional y de la espontaneidad social. Se caracterizan también por un perfeccionismo acompañado de una baja autoestima (muy dependiente de la imagen corporal) y excesivas críticas consigo mismo, pero no hacia los demás. En la mayor parte de los casos, estos trastornos van acompañados de otros problemas psiquiátricos como ansiedad, pánico, trastorno obsesivo compulsivo y consumo de alcohol y drogas. Los pacientes que sufren anorexia nerviosa se caracterizan también por una nula conciencia de la enfermedad.2,6,11,12.

Los criterios diagnósticos de la anorexia nerviosa los podemos clasificar según el DSM-5 (Ver anexo 3) y la CIE-10 (Ver anexo 4).3

Existen dos subtipos de anorexia nerviosa: el restrictivo y el compulsivo/purgativo:

  • El tipo restrictivo consiste en la realización de dieta, acompañada de la realización de ejercicio intenso (no recurren a atracones ni purgas). Los pacientes jóvenes con anorexia restrictiva tienen reacciones de ansiedad y depresión con mayor frecuencia que las anoréxicas purgativas.
  • El tipo compulsivo/purgativo se utiliza cuando el individuo recurre a atracones y/o purgas. La mayoría de individuos que tienen episodios de atracones recurren a purgas, provocándose el vómito o utilizando diuréticos, laxantes o enemas de manera excesiva. También existen los individuos que se purgan sin realizar el atracón. Los individuos que sufren la anorexia purgativa, presentan con frecuencia erosión dental2,4.

 

Afecciones y consecuencias en la vida del paciente:

A causa de la anorexia nerviosa el paciente sufre numerosos síntomas físicos que quedan indicados en la tabla número 2 alteraciones de la AN2,6,13, véase en anexos.

El síntoma principal es la pérdida de peso. Se logra a través de una disminución de la ingesta total. Los pacientes que padecen AN excluyen los alimentos con alto contenido calórico, limitándose a una dieta muy restringida de pocos alimentos. Además de la restricción, algunos individuos realizan purgas como vómitos provocados, laxantes o diuréticos o un abuso de ejercicio. No reconocen el cansancio. El ejercicio es parte de la autodisciplina para no convertirse en obeso. La anulación de algunas comidas del día también forma parte de la vida del paciente con AN. Una vez que el individuo consigue perder peso, siguen reduciendo la cantidad de calorías, aumentando cada vez más la preocupación sobre la comida. Algunas acciones repetidas que vemos entre estos pacientes son pesarse y medir las partes de su cuerpo2,3,4,7,11.

En las niñas prepuberales puede retrasar la aparición de la menarquia. Además, se producen irregularidades en la secreción de hormonas de crecimiento y hormonas intestinales. En la adolescencia, un indicador en las niñas que ya han padecido la primera regla, es la aparición de amenorrea producida por los niveles extremadamente bajos de estrógenos, que también se pueden producir por estrés emocional, la malnutrición y la pérdida de peso2,6.

Muchos adolescentes pertenecientes a este grupo, a través de las dietas restrictivas, interrumpen el desarrollo sexual (inclusive el interés por el sexo), tratando de evitar la pubertad, quedándose con una imagen de adolescente de adolescente que los defiende de asumir la madurez y sus responsabilidades6,11.

En las mujeres, se puede encontrar infertilidad o dificultad para el embarazo, debido a que el miedo del incremento del hambre durante éste, sea un desencadenante para perder el autocontrol sobre la comida. Los varones con anorexia nerviosa pierden la líbido y son infértiles6,11.

Cuando la anorexia se cronifica durante más de 5 años, aumenta considerablemente el riesgo de mortalidad, 12 años de enfermedad generan una recuperación complicada. La larga duración de la enfermedad, el ínfimo peso, las dificultades sociales, los problemas en la personalidad, y las relaciones conflictivas con la familia son factores de pronóstico negativos. La mortalidad entre los individuos que sufren anorexia es entre 0 y 0,5%. Además de la muerte sufrida a causa de la enfermedad, otros fallecen debido a la inanición, suicidio o desequilibrio electrolítico2,6.

Actuaciones de enfermería en el abordaje psicofísico, tratamiento y rehabilitación de pacientes con anorexia nerviosa.

La AN debe tener un abordaje integral en el que participan psiquiatras, psicólogos, médicos de familia, endocrinos, dietistas, enfermeros y terapeutas ocupacionales9,13,14.

Los objetivos del tratamiento en los pacientes con TCA son los siguientes9,13,14.

  • Mejorar el estado nutricional y normalizar el peso.
  • Eliminar los atracones y los comportamientos purgativos, así como reducir la restricción alimentaria.
  • Educación para el paciente sobre patrones alimentarios saludables.
  • Promoción sobre la realización de ejercicio físico saludables.
  • Prevención de las complicaciones médicas secundarias a la desnutrición.
  • Tratamiento de las complicaciones médicas.
  • Mejorar la confianza personal del paciente en sí mismo.
  • Tratamiento de las alteraciones conductuales y comorbilidades psiquiátricas.
  • Contención del riesgo suicida si existe.
  • Prevención de recaídas.

 

Sin administrar el tratamiento necesario los pacientes que sufren AN obtienen un curso crónico e incapacitante. El tratamiento debe ofrecer distintos niveles de cuidado, ya sea a nivel ambulatorio, hospitalización parcial y hospitalización completa9,13,

La colaboración de la familia es muy necesaria, así como del propio paciente en el tratamiento y rehabilitación de este tipo de trastorno. El primer paso que deberá realizar el paciente es la aceptación de su enfermedad15,17.

El tratamiento inicial de los pacientes con AN se realiza de manera ambulatoria; el riesgo biológico y psiquiátrico es mínimo. Se plantean unos objetivos de aumento de peso, en el caso de no conseguirlos, se opta por la hospitalización parcial y hospitalización aguda, permitiendo la intervención enfermera en la supervisión de las comidas y en el establecimiento de pautas psicoeducativas sobre la enfermedad. Los equipos sanitarios pueden enfrentarse a las dificultades de manejo de las complicaciones de la desnutrición, así como a los frecuentes sabotajes de los mismos en pacientes en su alimentación3,10,18.

Se propone una ganancia de peso de aproximadamente unos 700-800 gr/semana, aunque en pacientes que tienen un IMC mayor de 18,500 gr. es suficiente. Si el paciente sufre episodios de vómitos o episodios bulímicos se debe controlar esta situación antes de la ganancia de peso.13

En cuanto a las formas de alimentación deberán comenzar de la manera más natural posible. En caso de que no funcione esta opción, se estudiará la nutrición artificial por sonda de alimentación. En determinadas ocasiones, como el fracaso de las demás vías o riesgo vital, se utilizará la nutrición parenteral. La secuencia establecida es la siguiente13,14:

  • Tratamiento con dieta natural: En situaciones con bajo riesgo desde el punto de vista nutricional, se debe potenciar una alimentación con dieta normal estándar sin concesiones extraordinarias en cuanto a alimentos, tiempo o actitudes. Cuando esta opción fracasa se prepara una dieta individualizada y educación nutricional, teniendo en cuenta los gustos de la paciente y en la historia dietética previa, descartándose alimentos de densidad calórica baja y que produzcan gran saciedad. En ocasiones, el paciente no mantiene la ingesta calórica necesaria para ganar peso, y es necesario incorporar suplementos a media mañana, en la merienda o antes de dormir, con un aporte inferior a 1000 kcal/día.
  • Nutrición artificial completa por vía oral: Se establece una dieta polimérica estándar, en tomas muy fraccionadas durante el día, con la finalidad de disminuir la plenitud postprandial y evitar vómitos. Se comienza con 10 tomas; una vez que se haya producido una ganancia de peso, las ingestas pasan a 8/6. Puede ser de manera ambulatoria, llevándose a cabo en casa; como efecto adverso destacable el aumento de la dependencia psicológica en caso de ser esta nutrición muy prolongada. Cuando fracasa esta modalidad es debido a los síntomas psicológicos ya que el individuo intenta perpetuar el peso que ha ganado. Se dan plazos de 7-15 días para evaluar al paciente y valorar otros métodos.
  • Nutrición enteral por sonda: En pacientes con AN y bajo peso que se encuentran en situación de hospitalización, el sondaje nasogástrico permite una ganancia de peso rápida y en un corto periodo de tiempo, disminuyendo así el tiempo de estancia hospitalaria. También se pueden utilizar en pacientes ambulatorios cuando no haya riesgo vital, aunque se utiliza de manera casi exclusiva en pacientes hospitalizados donde la gravedad y falta de colaboración es de alto riesgo. La nutrición enteral siempre se administrará por sonda nasogástrica salvo en casos de vómitos donde se utilizará una sonda nasoduodenal o una sonda nasoyeyunal. Se utilizan dietas poliméricas de baja osmolaridad, en infusión continua a velocidad inicial baja. Inicialmente son 500-1000 Kcal/día, completando el volumen necesario total de agua y electrolitos por vía parenteral. Se va incrementando paulatinamente. Se comenzarán con controles analíticos diarios hasta la estabilización. Tras ir progresando y ganando peso, la infusión comienza a ser intermitente, disminuyendo el tiempo y aumentando la velocidad de infusión. Cuando se plantea esta opción, se comienza con 6 tomas diarias de 3 horas cada una, con un volumen no superior a 400 ml en cada toma13. Tras experimentar la mejoría, la siguiente alternativa será una nutrición completa oral durante 7-10 días. A veces es posible pasar directamente a la dieta natural estándar del hospital.
  • Nutrición parental: Opción planteada en situaciones de riesgo vital o deterioro psíquico que imposibilitan otros tratamientos. Los volúmenes deben ser menores de 2000 ml y con un 25-50% de calorías necesarias, vigilando potasio, fósforo y magnesio con suplementos de micronutrientes y vitaminas y con aumentos progresivos de calorías. Control estricto de balance hídrico y aparición de hiperhidratación, edemas o fallo cardiorrespiratorio13,14.

 

Existen también los tratamientos farmacológicos para facilitar la evolución de esta enfermedad; junto con la importante intervención psicológica y psiquiátrica tienen la función de evitar la cronificación de la enfermedad y conseguir la pronta recuperación del paciente. Se pueden aplicar de manera ambulatoria en aquellos pacientes colaboradores. Este tipo de tratamiento permite comprobar las repercusiones en las relaciones familiares, laborales y personales18.

La función de los padres es muy importante, ya que actúan como coterapeutas, controlando y supervisando la dieta, las purgas y ayudando al paciente. En caso de no poder llevar el tratamiento de manera ambulatoria debido a la inestabilidad psicológica o al ambiente familiar poco cooperador, se propone el ingreso hospitalario para poder llevar a cabo el tratamiento18.

  • Entre los fármacos utilizados para el tratamiento de la anorexia se conocen los siguientes:
  • Ciprohepatadina: Fármaco antihistamínico con propiedades antiserotonérgicas que se encarga de estimular el apetito. La utilización de este fármaco se indica en pacientes anoréxicas con hiperactividad.
  • Fluoxetina: Antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina. Su utilización se recomienda en pacientes anoréxicas que ya han recuperado peso, pero tienen conductas depresivas grandes y o conductas obsesivo-compulsivas importantes.
  • Clomipramina: Fármaco antidepresivo de tipo tricíclico. Se administra en pacientes con AN que han recuperado peso y tienen conductas obsesivo-compulsivas graves.
  • Clorpromazina: Fármaco antipsicótico indicado en pacientes con trastornos obsesivo-compulsivo grave18.

 

Desde hace unos años y hasta el día de hoy se estudian opciones quirúrgicas para pacientes con AN resistentes a los distintos tratamientos conservadores20.

En cuanto al abordaje enfermero, una de las primeras herramientas utilizadas para el tratamiento de la AN es la entrevista motivacional. Utiliza algunas estrategias como preguntas abiertas, fomento de autoeficacia, o refuerzo positivo al paciente. Se trata de un modelo de entrevista con la finalidad de aumentar la motivación del paciente, el reconocimiento del enfermo de su problema, así como las consecuencias que el trastorno genera. 10

Otra de las funciones principales de enfermería (especialmente atención primaria) es la prevención de este tipo de enfermedad en la escuela, promoviendo estilos de vida sanos y saludables, a través de charlas y otras actividades de educación para la salud inculcando autoestima e imagen personal.4

En todas las situaciones en las que la enfermera trabaja con pacientes con AN, ésta vela por un cuidado holístico que permite a los pacientes tomar conciencia de la enfermedad, ganar autoestima y potenciar la aceptación de sí mismo. Para ello la enfermera debe conocer los cuidados fundamentales para paliar la sintomatología generada por la AN. Así pues, colabora en la rehabilitación del paciente, realizando actividades psicoeducativas sobre su enfermedad, incluyendo a su familia y colaborando con el resto de profesionales en los programas y ejercicios de psicoterapia. Los tratamientos de la AN frecuentemente son largos, recomendándose 4 años de control tras el alta8,10,18.

Actualmente existen numerosas asociaciones y organizaciones de apoyo a todo aquel, así como a sus allegados como son ADANER (Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y bulimia de Granada), o Fundación APE (Prevención y Erradicación de los TCA, Zaragoza).

Los principales diagnósticos de enfermería que cursan con la AN quedan presentados en la tabla número 3 véase en anexos21.

CONCLUSIÓN

La AN es un trastorno mental que tiende a comenzar en la adolescencia, afectando en una mayoría al sexo femenino. En esta enfermedad influyen una gran cantidad de factores, siendo el más destacable el entorno familiar. La característica principal de la AN es el pensamiento inflexible y autodestructivo de las personas que sufren esta enfermedad. Normalmente suelen cursar con otros problemas psiquiátricos como ansiedad o depresión.

Existen dos subtipos de esta enfermedad, diferenciándose la AN restrictiva de la AN compulsiva en que los pacientes que sufren esta última, llevan a cabo la realización de purgas o atracones.

El síntoma principal de la AN es la pérdida de peso a través de la disminución de la ingesta de alimentos. Se acompaña de otra variada sintomatología característica, dependiente de la edad de aparición de la AN. En la infancia es destacable el retraso en el crecimiento, así como en la adolescencia el retraso en la aparición de la menarquia. La edad adulta cursa con una patología muy variada dependiente del estado del paciente.

El tratamiento de la AN comprende un abordaje multidisciplinar siendo esencial la labor enfermera en cuanto a la promoción de la salud, prevención de esta enfermedad y seguimiento psicofísicos del paciente tanto en asistencia ambulatoria como en asistencia hospitalaria. Existen distintos tratamientos nutricionales que dependen de la gravedad del paciente; se acompañan de tratamientos farmacológicos para paliar la sintomatología del paciente y asegurarle una pronta recuperación.

 

BIBLIOGRAFÍA

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ANEXOS

Tabla 1: Términos de búsqueda utilizados en cada base de datos.

Bases de datos Perfil de búsqueda
Scielo Trastornos alimenticios AND enfermería Anorexia nerviosa AND enfermería.
Teseo Trastornos alimentarios AND enfermería.
Scopus Paciente AND Trastornos alimenticios Paciente AND Anorexia Nerviosa.
Dialnet Anorexia Nerviosa AND enfermería.

Tabla 2. Alteraciones de la AN2,6,13.

Alteraciones dermatológicas Sequedad de piel, lanugo, edema dependiente de alteraciones iónicas e hidroeléctricas, úlceras y callos en el dorso de las manos, roturas vasculares en mejillas, uñas y dientes quebradizos, caída de pelo y vello axilar y pubiano.
Alteraciones renales Insuficiencia renal, alteración de la diuresis, aumento de productos nitrogenados en sangre por fallo de filtración.
Alteraciones circulatorias Hipotensión arterial, extremidades cianóticas, bradicardia, arritmias cardíacas.
Alteraciones esqueléticas Osteoporosis, escoliosis o cifosis.
Alteraciones metabólicas Elevación del nitrógeno ureico en sangre, hipopotasemia, hipomagnesemia, alteraciones de la amilasa, alcalosis hipoclorémica y deshidratación.
Complicaciones respiratorias Puede existir neumonía por broncoaspiración debido a la regurgitación o neumonía facilitada por la debilidad de los músculos respiratorios.
Alteraciones hematológicas Leucopenia, anemia ferropénica, disminución de linfocitos CD4 y CD8, disminución de los niveles séricos de las proteínas del complemento.
Alteraciones del tracto digestivo Problemas dentales como gingivitis, úlceras bucales y pérdida de piezas por el ácido gástrico. Faringitis, esofagitis por reflujo, esófago de Barrett. Retraso del vaciado gástrico. Dispepsia, sensación de plenitud gástrica y meteorismo. Estreñimiento. Halitosis. Dilatación gástrica. Hipertrofia parotídea.
Alteraciones endocrinológicas Disminución de T3, con T4 y TSH normales. Amenorrea y esterilidad. Detención del crecimiento. Retraso puberal. Disminución de estrógenos y gonadotrofinas. Inversión LH/FSH. Descenso de insulina y aumento de glucagón. Hipercarotinemia. Hiperaminoacidemia.
Alteraciones neurológicas Crisis epilépticas (por disminución de fósforo), alteración del gusto (déficit de Zinc), neuropatías por déficit de vitaminas, astenia generalizada, mareos inespecíficos, calambres musculares (déficit de calcio), cefaleas inespecíficas, síndrome vertiginoso, reducción del sueño a lo largo de la noche.

Tabla 3 Diagnósticos de enfermería asociados a la AN21.

[00002] Desequilibrio nutricional: inferior a las necesidades corporales. [00013] Diarrea.
[00028] Riesgo de déficit de volumen de líquidos. [00035] Riesgo de lesión.
[00060] Interrupción de los procesos familiares. [00093] Fatiga.
[00094] Riesgo de intolerancia a la actividad. [00099] Mantenimiento ineficaz de la salud.
[00102] Déficit de autocuidado en la alimentación. [00112] Riesgo de retraso en el desarrollo.
[00118] Trastorno de la imagen corporal. [00120] Baja autoestima situacional.
[00126] Conocimientos deficientes. [00146] Ansiedad.
[00148] Temor. [00150] Riesgo de suicidio
[00175] Sufrimiento moral. [00188] Tendencia a adoptar conductas de riesgo para la salud.
[00195] Riesgo de desequilibrio electrolítico. [00211] Riesgo de deterioro de la resiliencia.
[00225] Riesgo de trastorno de la identidad personal. [00244] Riesgo de deterioro de la toma de decisiones independiente.

 

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