Prevención de las úlceras por presión.

2 agosto 2021

AUTORES

  1. Silvia Lozano Alonso. Enfermera Especialista en Familia y Comunitaria, C.S. Calatayud, SALUD Aragón.
  2. Israel Sisamon Marco. Enfermero C.S. Calatayud, SALUD Aragón.
  3. Isabel García Andrés. Enfermera C.S. Calatayud, SALUD Aragón.
  4. María Josefa Ponce Lázaro. Enfermera C.S. Calatayud, SALUD Aragón.
  5. Beatriz Delgado Guerrero. Enfermera C.S. Calatayud, SALUD Aragón.
  6. Cristina Muñoz Solera. Enfermera C.S. Calatayud, SALUD Aragón.

 

RESUMEN

Introducción: La úlcera por presión es una lesión de origen isquémico de la piel causada como consecuencia de la compresión de la piel entre dos planos duros que reducirá el flujo de la sangre y linfa.

 

Los factores extrínsecos que contribuyen a la aparición de la lesión son la presión, la fricción y el cizallamiento, mientras que los factores de riesgo que propician su desarrollo son la humedad, el estado nutricional del paciente, deterioro cognitivo, alteraciones sensitivas, alteraciones inmunológicas, enfermedades que provocan trastornos de la oxigenación tisular, tratamientos con inmunosupresores, edad avanzada, raza y la inmovilidad, como principal factor de riesgo. La herramienta más utilizada para la valoración de las UPP es la escala de Norton.

 

Objetivo: El objetivo es conocer la última evidencia científica acerca de la prevención de las úlceras por presión.

 

Metodología: Se ha realizado una revisión narrativa de la última evidencia científica de revistas indexadas en las bases de datos Cochrane Library, Pubmed, Cuiden y Medline.

 

Resultados: Aproximadamente el 95% de las úlceras por presión son prevenibles. La valoración del riesgo es un aspecto clave en la prevención.

 

Los cuidados de la piel engloban la inspección diaria de la piel, extremar precauciones en las zonas expuestas a la humedad, no masajear las prominencias óseas ni las zonas enrojecidas, evitar cojines en forma de flotador y rodetes para aliviar la presión, mantener una buena higiene con jabón de PH neutro, secar cuidadosamente sin friccionar, utilizar aceite o ácidos grasos hiperoxigenados, siempre y cuando la piel esté intacta. Los productos con alcohol están contraindicados.

 

Para el manejo de la presión realizar cambios posturales y movilización cada 2-3 horas en pacientes encamados, mediante un esquema de rotación. Evitar el arrastre en las movilizaciones. Utilizar protección local en las zonas con riesgo especial para desarrollar UPP y/o superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP).

 

Se debe asegurar una adecuada ingesta dietética para prevenir la malnutrición. La pérdida de grasa y tejido muscular disminuye la protección sobre las superficies óseas.

 

Conclusión: El papel de la enfermería en la prevención de estas lesiones es esencial, realizando cuidados individualizados y valoraciones recurrentes. Los cuidados de la piel, el manejo de la presión y el estado nutricional son aspectos esenciales a tener en cuenta para disminuir el riesgo.

 

PALABRAS CLAVE

Úlceras por presión, prevención.

 

ABSTRACT

Introduction: The pressure ulcer is an ischemic lesion of the skin caused as a result of compression of the skin between two hard planes that will reduce the flow of blood and lymph.

 

The extrinsic factors that contribute to the appearance of the injury are pressure, friction and shear, while the risk factors that promote its development are humidity, the nutritional status of the patient, cognitive impairment, sensory alterations, immunological alterations, diseases that cause tissue oxygenation disorders, immunosuppressant treatments, advanced age, race and immobility, as the main risk factor. The most widely used tool for the assessment of PUs is the Norton scale.

 

Objective: The goal is to know the latest scientific evidence about pressure ulcer prevention.

 

Methodology: A narrative review of the latest scientific evidence from journals indexed in the Cochrane Library, Pubmed, Cuiden and Medline databases has been carried out.

 

Results: About 95% of pressure ulcers are preventable. Risk assessment is a key aspect in prevention. Skin care includes daily inspection of the skin, taking extreme precautions in areas exposed to moisture, not massaging bony prominences or reddened areas, avoiding float-shaped cushions and buns to relieve pressure, maintaining good hygiene with neutral PH soap, dry carefully without friction, use oil or hyperoxygenated fatty acids, as long as the skin is intact. Products with alcohol are contraindicated. For pressure management, make postural changes and mobilization every 2-3 hours in bedridden patients, using a rotation scheme. Avoid dragging in mobilizations. Use local protection in areas with special risk to develop UPP and / or special surfaces for pressure management (SEMP).

 

Adequate dietary intake must be ensured to prevent malnutrition. The loss of fat and muscle tissue decreases the protection on the bone surfaces.

 

Conclusion: The role of nursing in the prevention of these injuries is essential, carrying out individualized care and recurrent evaluations. Skin care, pressure management and nutritional status are essential aspects to take into account to reduce risk.

 

KEY WORDS

Pressure ulcers, prevention.

 

INTRODUCCIÓN

La úlcera por presión es una lesión de origen isquémico de la piel causada como consecuencia de la compresión de la piel entre dos planos duros que reducirá el flujo de la sangre y linfa. [1]

 

La presión capilar normal oscila entre 16-32 mmHg. Cuando una presión continuada sobre la piel supera estos valores se produce la oclusión del flujo sanguíneo capilar provocando una isquemia local. Si esta presión continúa, provocará la necrosis. Las lesiones provocadas dependen tanto de la intensidad como del tiempo de exposición.1,2

 

Los factores extrínsecos que contribuyen a la aparición de la lesión son la presión, la fricción y el cizallamiento, mientras que los factores de riesgo que propician su desarrollo son la humedad, el estado nutricional del paciente, deterioro cognitivo, alteraciones sensitivas, alteraciones inmunológicas, enfermedades que provocan trastornos de la oxigenación tisular, tratamientos con inmunosupresores, edad avanzada, raza y la inmovilidad, como principal factor de riesgo. La herramienta más utilizada para la valoración de las UPP es la escala de Norton.1

 

Las UPP se clasifican en cuatro estadíos, dependiendo de la afectación de la piel:1,2,3

 

Estadio I: se caracteriza por la aparición de un eritema que no cede en la piel intacta. En las personas de piel oscura puede manifestarse en forma de decoloración de la piel. Es importante tener en cuenta que no existe herida, es una situación reversible y los síntomas son molestia, escozor y sensaciones de dolor.

 

Estadío II: Existe una pérdida parcial del grosor de la piel, que afecta a la epidermis, a la dermis o a ambas. La úlcera es superficial y se presenta clínicamente como una flictena o una abrasión de escasa profundidad. Los síntomas son dolor, escozor, molestia e hipersensibilidad.

 

Estadío III: La úlcera es más profunda y afecta a todo el espesor de la piel (epidermis, dermis y tejido celular subcutáneo) pudiendo extenderse hasta la fascia muscular pero sin atravesar. Se presenta como una placa necrótica (escara) o blanquecina (esfacelos). A partir de este grado teóricamente no existe dolor, ya que están afectadas las terminaciones nerviosas.

 

Estadío IV: Afecta al músculo, hueso y elementos de sostén. Suele presentarse con un aspecto similar a la anterior. Es habitual que aparezcan además excavaciones y trayectos fistulosos.

 

OBJETIVO

El objetivo es conocer la última evidencia científica acerca de la prevención de las úlceras por presión.

 

METODOLOGÍA

Se ha realizado una revisión narrativa de la última evidencia científica de revistas indexadas en las bases de datos Cochrane Library, Pubmed, Cuiden y Medline. Las palabras clave para la búsqueda fueron “úlcera por presión” y «prevención», combinándolos con los operadores booleanos AND y OR. Se establecieron unos límites para la búsqueda de información: artículos publicados en los últimos 10 años, a texto completo, escritos en español o en inglés y que tratasen la prevención de las UPP. Una vez seleccionados los artículos se ha procedido a su lectura crítica para posteriormente sintetizar la información encontrada.

 

RESULTADOS

Aproximadamente el 95% de las úlceras por presión son prevenibles. La valoración del riesgo es un aspecto clave en la prevención. También serán necesarios los cuidados de la piel, el manejo de la presión y el estado nutricional del paciente.1,4

Por un lado, los cuidados de la piel engloban:4,5

  • La inspección diaria de la piel, con especial importancia en las zonas de riesgo.
  • Extremar precauciones en las zonas expuestas a la humedad, por secreciones o incontinencia. Para controlar la humedad, se podría utilizar pomadas de óxido de zinc si fuera necesario.
  • No masajear las prominencias óseas ni las zonas enrojecidas.
  • Evitar cojines en forma de flotador y rodetes para aliviar la presión, ya que producen edemas y congestión venosa, facilitando la aparición de UPP.
  • Prestar atención a las zonas corporales donde ya ha existido una UPP.
  • Mantener sábana inferior sin arrugas.
  • Mantener una buena higiene con jabón de PH neutro.
  • Lavar la piel con agua tibia, aclarar bien y secar cuidadosamente sin friccionar.
  • Aplicar cremas hidratantes de alto contenido graso, procurando que se absorban por completo.
  • En las zonas corporales de riesgo, utilizar aceite o ácidos grasos hiperoxigenados, siempre y cuando la piel esté intacta.
  • Los productos con alcohol están contraindicados.

 

Por otro lado, el manejo de la presión incluye:4,5,6

  • Cambios posturales y movilización: permiten evitar o aligerar la presión prolongada. Se han de realizar cada 2-3 horas en pacientes encamados, mediante un esquema de rotación. Se realizará cada 4 horas por la noche y siempre cada 2 horas en todos los pacientes sedados. Se debe evitar el arrastre en las movilizaciones, para reducir las fuerzas tangenciales y la fricción. Se debe evitar mantener el cabecero de la cama elevado por encima de 30º durante un tiempo prolongado para evitar el riesgo de aparición de UPP por cizallamiento. En decúbito lateral no se debe sobrepasar los 30º. Se desaconseja el vendaje preventivo en los talones, ya que dificulta la valoración de los mismos. En sedestación, si el paciente puede reposicionarse de forma autónoma, enseñarle a que lo haga cada 15 minutos. En el resto de pacientes, realizar movilizaciones cada hora. Si no se pueden realizar estas movilizaciones, es preferible que el paciente esté encamado. En función de la postura del paciente, se modifica la localización de las medidas para disminuir la presión sobre los puntos de apoyo.
  • Protección local: En las zonas con riesgo especial para desarrollar UPP se pueden utilizar sistemas de protección local. Estos dispositivos deben ser fáciles para la retirada con el fin de revisar la piel diariamente, no deben ser irritantes y su sistema de sujeción debe estar libre de presión.
  • Superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP): cualquier superficie que abarque todo el cuerpo o una parte del mismo, ya sea en decúbito supino, prono o sedestación, y cuya configuración física y/o estructural presente propiedades de reducción o alivio de la presión. La reducción de la presión se consigue incrementando la superficie de contacto de la superficie de apoyo con el paciente. La presión debe ser inferior a 32 mmHg. Pueden ser superficies de apoyo estáticas (no realizan movimientos por sí mismas) o superficies de apoyo dinámicas (mediante procesos de hinchado y deshinchado). Ningún colchón sustituye a los cambios posturales, a la hidratación de la piel ni a la movilización.

 

Por último, se debe asegurar una adecuada ingesta dietética para prevenir la malnutrición. La pérdida de grasa y tejido muscular disminuye la protección sobre las superficies óseas. La piel hidratada tiene mayor resistencia a la lesión, por lo que el aporte hídrico es importante. Se debe administrar suplementos proteicos, vitamínicos y minerales en aquellos pacientes con una dieta deficitaria que no cubren las necesidades mínimas. Si es preciso se puede administrar nutrición enteral o parenteral.4,5,6

 

CONCLUSIÓN

En conclusión, la mayoría de las UPP que aparecen en los pacientes son prevenibles. El papel de la enfermería en la prevención de estas lesiones es esencial, realizando cuidados individualizados y valoraciones recurrentes. Los cuidados de la piel, el manejo de la presión y el estado nutricional son aspectos esenciales a tener en cuenta para disminuir el riesgo.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Mervis JS, Phillips TJ. Pressure ulcers: Pathophysiology, epidemiology, risk factors, and presentation. J Am Acad Dermatol. 2019 Oct; 81(4):881-890. doi: 10.1016/j.jaad.2018.12.069. Epub 2019 Jan 18. PMID: 30664905.
  2. Gaspar S, Collier M, Marques A, Ferreira C, Gaspar de Matos M. Pressure ulcers: The challenge of monitoring in hospital context. Appl Nurs Res. 2020 Jun; 53:151266. doi: 10.1016/j.apnr.2020.151266. Epub 2020 Apr 11. PMID: 32451008.
  3. Al Mutair A, Ambani Z, Al Obaidan F, Al Salman K, Alhassan H, Al Mutairi A. The effectiveness of pressure ulcer prevention programme: A comparative study. Int Wound J. 2020 Feb; 17(1):214-219. doi: 10.1111/iwj.13259. Epub 2019 Nov 6. PMID: 316 96665.
  4. Alepuz Vidal L, Benítez Martínez JC, Casaña Granell J, Clement Imbernón J, Fornes Pujalte B, García Molina P. Guía de práctica clínica para el cuidado de personas con úlceras por presión o riesgo de padecerlas. Conselleria de Sanitat, Generalitat Valenciana, 2012.
  5. Álvarez Bolaños E. Plan de cuidados de enfermería para la prevención y tratamiento de las úlceras por presión 2014.
  6. Calero MAR, Xamena JM. Actualización de la guía de práctica clínica para la prevención y tratamiento de úlceras por presión del Servicio de Salud de las Islas Baleares. ENE Revista de Enfermería 2018(12):10.

 

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