AUTORES
- Belén González Abengochea. https://orcid.org/0000-0002-7083-7696. Enfermera Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
- Ana Cid Samper. https://orcid.org/000-0002-0499-540X. Enfermera Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
- Irama Iguaz Marco. https://orcid.org/0000-0003-2013-4180. Enfermera Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
- Belén Ansó-de Miguel. https://orcid.org/0000-0001-8316-4534. Enfermera Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
- Marina Georgieva Raycheva. https://orcid.org/0000-0002-4435-3698. Enfermera Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
- Sonia Gracia Orea. https://orcid.org/0009-0006-5055-4978. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
RESUMEN
La hipertermia o el aumento excesivo de la temperatura corporal puede llegar a ocasionar un golpe de calor. Adquieren importancia debido a la gravedad del mismo, ya que los mecanismos termorreguladores homeostáticos sufren un déficit en su funcionamiento, y por tanto, se mantiene elevada la temperatura corporal. Pueden verse comprometidos el sistema cardiovascular, neurológico y renal. Pudiendo llegar a ocasionar una lesión mortal, que requiere de atención urgente por parte del equipo sanitario1.
La prevalencia del golpe de calor no es muy elevada, pero presenta una elevada mortalidad mundial (10-50%). La incidencia de este aumenta progresivamente, y debido al cambio climático y las ya frecuentes olas de calor, se espera que continúe creciendo la incidencia1.
En cuanto a la población con mayor riesgo nos encontramos a las personas mayores ya que tienen disminuida su capacidad corporal de regular la temperatura corporal y además se ven influidos por otros factores sociales como la soledad o interacciones medicamentosas1. También se incluyen los niños pequeños, debido a su alta relación entre superficie y masa, (pudiendo absorber mayoritariamente el calor), debido a su infradesarrollado sistema termorregulador y a su bajo nivel de sudoración2.
En este trabajo monográfico se incluyen las principales recomendaciones para prevenir los golpes de calor. Ya que la prevención es uno de los pilares fundamentales del tratamiento.
PALABRAS CLAVE
Golpe de calor, ola de calor, hipertermia.
ABSTRACT
Hyperthermia or excessive increase in body temperature can cause heat stroke. They acquire importance due to the seriousness of it, since the homeostatic thermoregulatory mechanisms suffer a deficit in their functioning, and therefore, body temperature remains high. The cardiovascular, neurological and renal systems may be compromised. Being able to cause a fatal injury, which requires urgent attention by the health team1.
The prevalence of heat stroke is not very high, but it has a high worldwide mortality (10-50%). Its incidence is increasing progressively, and due to climate change and the already frequent heat waves, its incidence is expected to continue to grow1.
As for the population at greatest risk, we find the elderly since their bodily ability to regulate body temperature is reduced and they are also influenced by other social factors such as loneliness or drug interactions1. Young children are also included, due to their high ratio between surface area and mass, (being able to absorb heat mostly), due to their underdeveloped thermoregulatory system and their low level of sweating2.
This monographic work includes the main recommendations to prevent heat stroke. Since prevention is one of the fundamental pillars of treatment.
KEY WORDS
Heat stroke, heat wave, hyperthermia.
INTRODUCCIÓN
El aumento excesivo de la temperatura corporal puede llegar a ocasionar un golpe de calor. El golpe de calor tiene lugar cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 40ºC. Viene acompañado de una alteración en el sistema nervioso central pudiendo llegar a provocar delirio, convulsiones o coma.
En los humanos, se dan cambios en la temperatura corporal por determinadas razones como calambres musculares por el ejercicio, fiebre, etc. La diferencia entre estas situaciones y un golpe de calor, radica en que en este último los mecanismos termorreguladores homeostáticos sufren un déficit en su funcionamiento, y por tanto, aumenta la gravedad del mismo.
En este tipo de situación, se pueden ver comprometidos el sistema cardiovascular, neurológico y renal. Pudiendo llegar a ocasionar una lesión mortal, que requiere de atención urgente por parte del equipo sanitario1.
La prevalencia del golpe de calor no es muy elevada, pero presenta una elevada mortalidad a nivel mundial en torno al 10-50%. En adición, un 7-20% de los pacientes que sobreviven arrastrarán algún daño neurológico.
La incidencia del mismo aumenta progresivamente, y debido al cambio climático y las ya frecuentes olas de calor, se espera que continúe creciendo la incidencia1.
En cuanto a la población con mayor riesgo nos encontramos a las personas mayores ya que tienen disminuida su capacidad corporal de regular la temperatura corporal y además se ven influidos por otros factores sociales como la soledad o interacciones medicamentosas1.
METODOLOGÍA
Se realiza un trabajo monográfico que pretende recopilar la información científica publicada sobre golpe de calor y recomendaciones sanitarias para prevenirlo. Para ello, se realiza una búsqueda bibliográfica exhaustiva en varias fuentes de datos. En el metabuscador Tripdatabase y en las bases de datos Scielo y Google académico. En adición, por su relevancia con el tema se obtienen dos documentos en búsqueda libre de Google. Se logran obtener un total de 4 publicaciones.
Como criterios de inclusión se han tenido en cuenta trabajos publicados a partir del 2018 para reunir las últimas evidencias científicas actualizadas. Publicados en español o inglés y con acceso a texto completo.
DESARROLLO
Tipos de golpes de calor
Los golpes de calor se clasifican en dos grandes grupos. Por un lado, existe el golpe de calor clásico. Es aquel que se adquiere de manera pasiva y ocurre tras exponerse a temperaturas elevadas. Ocurre sobre todo en personas mayores. La mortalidad por golpe de calor en este grupo de la población es del 50%.
Sin embargo, no es el único grupo de edad con riesgo, los niños también son considerados como grupo de riesgo debido a su alta relación entre superficie y masa, (pudiendo absorber mayoritariamente el calor), debido a su infradesarrollado sistema termorregulador y a su bajo nivel de sudoración2. De hecho en los bebés, lo más habitual son golpes de calor tras haber estado encerrados en un automóvil.
Por otro lado, existe el golpe de calor por esfuerzo, el cual está relacionado con una actividad física intensa. Puede afectar tanto a deportistas como a trabajadores y puede darse sin necesidad de exponerse a altas temperaturas. Existen diferentes factores de riesgo que pueden predisponer a sufrir esta enfermedad como un sobrerendimiento por encima de la capacidad fisiológica, factores funcionales y congénitos o el abuso de alcohol y drogas. Su incidencia es más difícil de conocer debido a que es infradiagnosticado en varias ocasiones y confundido con otros diagnósticos como deshidratación. A diferencia del golpe de calor clásico, este afecta mayoritariamente a personas jóvenes sanas y tiene unas tasas de mortalidad inferiores (<5%)2.
Factores de riesgo:
Existen múltiples factores que pueden encontrarse relacionados con esta patología, siendo el principal de ellos el cambio climático y las olas de calor que generan temperaturas extremas1.
Yoram E. y Ran Y.2 elaboraron una tabla que resume los diferentes factores de riesgo según el tipo de golpe de calor (clásico o por esfuerzo). Dicha tabla puede visualizarse en el apartado de anexos (Tabla 1).
Tratamiento:
El tratamiento del golpe de calor consiste en el enfriamiento rápido y medidas de soporte vital multiorgánico1.
El enfriamiento rápido pretende descender la temperatura corporal hasta alcanzar temperaturas corporales que permitan mantener funcional el centro termorregulador (<38,9-39ºC). Se debe de realizar iniciando medidas sencillas como enfriamiento por evaporación. Para ello se debe trasladar al paciente lejos de la fuente de calor, retirar el exceso de ropa, humedecer con agua fresca y en un sitio ventilado. Se pueden aplicar compresas frías o hielo en cuello, axilas e ingles. La inmersión del paciente en agua helada es la opción más eficaz ya que reduce rápidamente la temperatura central.
En adición, existen otros métodos de enfriamiento invasivos como administración intravenosa de fluidos fríos entre otros. Sin embargo, no se han demostrado mayores beneficios a las técnicas mencionadas anteriormente, Por ello, se recomiendan sólo cuando no pueden realizarse las técnicas anteriores.
Por otro lado, el soporte vital multiorgánico consiste en los cuidados que recibirán dichos pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos. Con el objetivo principal de reponer líquidos y de monitorizar las constantes vitales1.
Prevención:
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, publicaron una serie de recomendaciones para la hipertermia. Entre ellos destacan la importancia de beber abundantes líquidos a pesar de no tener sensación de sed, evitando el alcohol. Se recomienda ingerir comidas ligeras, para evitar las digestiones pesadas.
Evitar la exposición solar, es lógicamente otra de las recomendaciones. Sobre todo en las horas de mayor intensidad que suele ser de 12 a 16 horas. No realizar ejercicio ni deporte que supongan un esfuerzo o aumenten la sudoración.
Evitar la ropa ajustada. Elegir preferiblemente tejidos transpirables y ligeros. Es recomendable proteger la cabeza del sol, utilizando gorras o sombreros.
Mantener la casa fresca y con ventilación. Evitar permanecer en automóviles cerrados3.
Finalmente, desde la Asociación Española de Pediatría, recuerdan también la importancia de la prevención como principal tratamiento al golpe de calor. Las recomendaciones resultan similares a las de la SEGG.
En su documento “Niños en los automóviles y el golpe de calor en la infancia” explican cómo pueden crecer exponencialmente las temperaturas en el interior de los vehículos. Es por ello que aconseja no abandonar nunca a un niño en el interior de un coche, a pesar de encontrarse a la sombra. Lamentablemente, es una causa de muerte frecuente entre niños. Es por eso que se creó este documento, en el cual se incluyen consejos para evitar olvidos de los niños en el interior del automóvil como ponerse recordatorio en dispositivos electrónicos para cerciorarse de que se ha dejado al niño en la guardería o colegio o recomendaciones a los centros educativos para que, si un niño llega tarde o no acude, llamen a sus familiares4.
BIBLIOGRAFÍA
- Lázaro YE, Restrepo LC, Vargas LJ. Manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento del golpe de calor. Rev Cubana Med Gen Integr [Internet]. 2022 Jun; 38(2). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252022000200020&lng=es. Epub 30-mayo-2022.
- Yoram E, Ran Y. Golpe de Calor. N Engl J Med 2019; 380:2449-2459 [Internet]. 2019 Jun. Disponible en: https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMra1810762
- Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Líquidos, comidas ligeras y protección del sol para un verano más cálido de lo habitual. 2020. Disponible en: https://www.segg.es/media/descargas/RECOMENDACIONES-VERANO.pdf
- Asociación Española de Pediatría y Fundación MAPFRE. Niños en los automóviles y el golpe de calor en la infancia. 2016. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/dossier_golpe_de_calor.pdf
Tabla 1. Factores de riesgo en los golpes de calor. Fuente: Yoram E, Ran Y2.
Tipo de golpe de calor | Factores de riesgo | Explicación |
Golpe de calor clásico | Clima | Olas de calor. |
Factores fisiológicos | Insuficiencia cardiovascular (impide los ajustes cardiovasculares normales al estrés por calor como: vasodilatación periférica inadecuada debido a cambios estructurales y mecanismo vasodilatador mediado por óxido nítrico comprometido). | |
Factores sociales | Aislamiento social, viviendas sin ventilación o aire acondicionado, incapacidad para cuidar de sí mismo, encamados. | |
Enfermedad subyacente | Exacerbación de enfermedades mentales, cardiovasculares, cerebrovasculares y pulmonares y esclerosis múltiple por exposición al estrés por calor. | |
Medicamentos | Betabloqueantes, diuréticos, bloqueadores de los canales de calcio, laxantes, fármacos anticolinérgicos, salicilatos, agonistas de la tiroides, benzotropina, trifluoperazina, butirofenonas, agonistas α, inhibidores de la monoaminooxidasa, medicamentos simpaticomiméticos, antidepresivos tricíclicos, ISRS. | |
Golpe de calor por esfuerzo | Factores sociales | Sobremotivación, presión de compañeros y entrenadores. |
Factores funcionales | Baja condición física, falta de habituación al calor, baja eficiencia en el trabajo, sobrepeso (relación reducida entre el área de la piel y la masa y mayor capacidad de almacenamiento de calor en las capas de grasa), ropa no transpirable. | |
Factores adquiridos | Infección viral o bacteriana (incluso si es subclínica), deshidratación, falta de sueño, disfunción de las glándulas sudoríparas (p. ej., quemaduras profundas, piel con cicatrices en >40% de la superficie corporal total). | |
Factores congénitos | Anhidrosis crónica idiopática o familiar, displasia ectodérmica. | |
Abuso de drogas | Anfetaminas y agentes similares a las anfetaminas (p. ej., efedra), MDMA, cocaína, PCP y LSD, estimulantes sintéticos de la clase de las catinonas (p. ej., α-PHP), alcohol. |