Quemaduras infantiles. Artículo monográfico.

29 septiembre 2022

AUTORES

  1. Pilar López Castillo. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  2. Ana Belén Castro Muñoz. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  3. Arturo Baquedano García. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  4. José Miguel Ferrer Gómez. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  5. Víctor Civera Hernández. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Barbastro Huesca.
  6. Guillermo Sierra Gros. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario San Jorge Huesca.

 

RESUMEN

Las quemaduras son unas de las lesiones que con mayor frecuencia ocurren a nuestros infantes. Una quemadura es una lesión cutánea producida por una fuente de calor que va a dar lugar a una serie de cambios fisiopatológicos a nivel renal, circulatorio etc.… Por ello, es muy importante que todos los padres o personas encargadas de cuidar a bebés o niños, conozcan medidas por uno lado, para prevenir que ocurran estos accidentes y, por otro lado, en el caso en el que ocurran, saber como actuar de forma correcta para evaluarlas, tratarlas y en última instancia curarlas.

 

PALABRAS CLAVE

Quemadura, lesión, niños.

 

ABSTRACT

Burns are some of the most common injuries that occur to our infants. A burn is a skin injury produced by a heat source that will lead to a series of pathophysiological changes at the renal, circulatory level etc… Therefore, it is very important that all parents or caregivers of babies or children know measures on the one hand, to prevent these accidents from occurring and, on the other hand, in the case in which they occur, know how to act correctly to evaluate them, treat them and ultimately cure them.

 

KEY WORDS

Burn, injury, children.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Las quemaduras son una de las lesiones más comunes en lactantes y niños.

Llamamos quemaduras a toda lesión local en la piel producida por una excesiva exposición a una fuente de calor. Da lugar a una lesión cutánea local que puede ser reversible o irreversible en función de si se ha quemado o no todo el espesor de la piel. Esta lesión da lugar también a cambios fisiopatológicos que repercute en órganos como el riñón, el sistema circulatorio, el sistema endocrino…, que depende de la extensión de la quemadura.

Son comunes los accidentes que producen quemaduras, habitualmente con cierto grado de negligencia por parte de padres y cuidadores (no poner crema solar protectora, no comprobar la temperatura del agua del baño, cables expuestos…), por lo que un gran número de casos de quemaduras serían prevenibles con los cuidados adecuados o con las respectivas campañas preventivas para concienciar sobre el problema.

Es muy importante la prevención de las lesiones en general (ya que aproximadamente el 80-85% son prevenibles y evitables), pero específicamente en las quemaduras muchísimo más por la gravedad de las lesiones y por poder quedar secuelas, tanto físicas como emocionales.

Las quemaduras pueden producirse por diferentes mecanismos, como por ejemplo la exposición prolongada al sol, llamas, explosiones, fricciones, la acción de agentes físicos, químicos o eléctricos y, por escaldadura. Las quemaduras por líquido caliente o escaldadura son las más comunes en los niños. Estás suelen estar producidas por aceite, agua, café1.

 

CAUSAS:

Principalmente, las quemaduras en niños suelen ocurrir en el entorno doméstico. La causa principal se debe a quemaduras que resultan de fluidos calientes, vapor o alimentos. Por ejemplo, los niños son susceptibles a las quemaduras provocadas por el agua del baño que esté demasiado caliente, derramado de tazas de café, té, sopa, etc., entrar en contacto con alimentos calientes y derrames accidentales de líquidos de cocción calientes como aceite o agua hirviendo.

Otra de las principales causas de estas quemaduras sería entrar en contacto con objetos calientes como la puerta del horno abierta, una estufa, el calor de la chimenea, un secador de pelo…, y una infinidad de objetos de uso habitual en el ambiente doméstico2,3.

Las quemaduras químicas pueden resultar de la exposición a productos tales como la lejía (u otros productos de limpieza) o la ingestión de pilas (ya que los niños tienden a llevarse cualquier objeto a la boca), y las quemaduras eléctricas pueden desarrollarse como resultado de que el niño meta los dedos en los enchufes o incluso mordiendo cables.

Por todo esto comentado, es muy importante que los padres y cuidadores sean conscientes de la gravedad de estas lesiones y que el ambiente principal donde ocurren es en el ambiente del hogar2.

 

EVALUACIÓN:

Para poder evaluar una quemadura es necesario saber cómo se ha producido, su extensión (superficie de piel que está afectada), su localización y la profundidad de la quemadura:

Extensión: en quemaduras extensas, la pérdida de líquidos puede ser muy importante e incluso crítica. Los lactantes, por su tipo de piel y el tipo de piel y por la dependencia, constituyen un grupo dentro de los niños en el que las quemaduras extensas pueden llegar a provocar el shock y, por ende, comprometer la vida de este.

Se puede determinar la extensión de la quemadura utilizando el tamaño de la palma de la mano de la víctima. La palma de la mano con los dedos corresponde a un 1% de la piel3.

Superficie corporal total de un niño:

  • Cabeza 18%.
  • Tronco anterior y posterior 18% + 18%.
  • Periné 1%.
  • Extremidades superiores 9% + 9%.
  • Extremidades inferiores 14% + 14%.

Localización: nos puede indicar la gravedad de la quemadura, ya que hay ciertas zonas corporales críticas que, por su importancia pueden comportar serios riesgos, ya sea por la dificultad del tratamiento o por las posibles secuelas. Las zonas de más grave afectación son:

  • La cara, por el riesgo de afectación respiratoria (nariz y boca), de lesiones oculares o el riesgo de las consecuentes secuelas estéticas.
  • Ojos y párpados: por lesiones corneales y retracciones cicatrizales.
  • Manos y dedos, por el riesgo de pérdida funcional de los movimientos digitales debido a las secuelas y por las secuelas estéticas.
  • Zona genital y perineo, por la posibilidad de infección, pérdida de la función de los esfínteres (incontinencia), y de la función sexual o reproductiva.
  • Los alrededores de los orificios naturales (boca, nariz, ojos, oído, ano) pueden alterar su forma y su función por las cicatrices.
  • Articulaciones y zonas de flexión, por el riesgo de compresión nerviosa o vascular, y por futuras retracciones y sinequias.
  • Quemaduras circulares en miembros, ya que si son quemaduras su dérmicas actúan como si fuesen un torniquete, por lo que impiden el riego a nivel distal y podrían ser amputadas dichas extremidades por necrosis. Comprometen todo el riego a nivel distal.

Profundidad: hace referencia a las capas de la piel que se ven afectadas por las quemaduras. Dependen del agente causal y del tiempo de exposición al foco de calor. Según el espesor de la zona afectada las quemaduras se clasifican en 3 grados de lesión:

Quemaduras superficiales/epidérmicas (Grado I) con afectación sólo de la capa superficial de la piel: se caracterizan por el enrojecimiento, inflamación y dolor al contacto; no hay formación de ampollas o flictenas y apenas exudado. Es común este tipo de quemaduras producidas por la exposición solar o las procedentes de pequeños accidentes domésticos. Al no estar afectada la capa basal se curan en unos días.

Quemaduras que afectan a la dermis (Grado II): se subdividen en dos grupos:

  • Espesor parcial superficial (dérmicas superficiales): existe pérdida de epidermis y de dermis superficial. La herida presenta un aspecto húmedo con exudado y de color rojizo, pudiendo aparecer una ampolla voluminosa o flictena con abundante contenido de líquido plasmático en su interior. Estas lesiones son muy dolorosas por una irritación extrema de las terminaciones nerviosas, duele incluso con el aire. Se curan en 10-15 días al no estar dañados los vasos sanguíneos.
  • Espesor parcial profundo (dérmicas profundas): la agresión ha dañado la epidermis y la dermis (dermis superficial y dermis profunda). No suele presentar flictenas, pero si las tuviera, a la retirada se presenta una herida poco exudativa, de aspecto blanco rosáceo y poco dolorosa (la zona presenta hipoestesia). Se desarrollan cicatrices hipertróficas, si están en zona de compromiso estético se pueden operar y se sustituyen por injertos4.

Quemaduras subdérmicas o de espesor total (Grado III): lesión muy profunda que afecta a todas las capas de la piel, (pérdida total del espesor de la piel, en ocasiones con exposición de hueso, tendón o músculos). Su aspecto va del blanco perlado o rosa pálido a la escara negra carbonizada con aspecto de cuero negro. Se pierde la sensación de dolor en la zona lesionada (por destrucción de las terminaciones nerviosas). A su vez los vasos también se ven afectados y/o hasta destruidos. No existe capacidad regenerativa espontánea ni su posibilidad, por lo que requieren atención sanitaria inmediata. Su recuperación es exclusivamente quirúrgica.

 

ACTUACIÓN:

¿Qué debemos hacer ante una quemadura en niños?

  1. Controlar el estado de la conciencia y actuar en consecuencia.
  2. Controlar la apariencia, el trabajo respiratorio y la coloración de la piel, y reevaluar periódicamente.
  3. En caso de paro cardiorrespiratorio, iniciar el protocolo de Soporte Vital Básico y alertar al 112.
  4. Utilizar guantes de protección siempre que se pueda.
  5. Enfriar la herida cuanto antes con agua fresca y corriente durante unos 15-20 minutos o hasta que el dolor remita. En cualquier caso, no menos de 10 minutos.
  6. A ser posible retirar las ropas afectadas del niño o lactante (si no están adheridos a la piel y no precisan de maniobras complicadas), así como todos los objetos que puedan comprimir y retener calor (anillos, piercing, brazaletes, pulseras, relojes…).
  7. Aplicar apósitos mojados (gasas o pañuelos limpios) después de haber enfriado la quemadura.
  8. Una vez hecho esto hay que aconsejar a la víctima que acuda a un médico. Él valorará e indicará el tratamiento y la necesidad de vacunación antitetánica5.

¿Qué no debemos hacer?

  1. No hay que romper las ampollas intactas de una quemadura. La cura adecuada se realizará en los centros de salud.
  2. Aplicar pomadas, ungüentos o antibióticos cuando se presta el primer auxilio.
  3. No hay que excederse en el enfriamiento. Se debe de tener cuidado cuando se enfríen quemaduras extensas térmicas o quemaduras en lactantes y niños pequeños, para no inducir una hipotermia.
  4. Toda quemadura que cumpla los siguientes criterios será considerada grave y precisará de valoración facultativa:
  5. Lactantes y niños menores de 5 años.
  6. Que afecte a cara, orejas, manos, pies, articulaciones, zona genital.
  7. Que comprometa la respiración o vía aérea (Por ejemplo: la inhalación de humo o de gases calientes).
  8. Que sean circunferenciales. Las lesiones que afectan a la totalidad o casi la totalidad del perímetro del cuello, torso o extremidades.
  9. Que afecten a las capas más profundas de la piel.
  10. Causadas por el efecto térmico de la electricidad, por productos químicos o por radiaciones ionizantes.
  11. Que afecten a más del 5% de la superficie corporal total en niños y adolescentes6.

 

CONSEJOS PARA EVITAR QUE LOS NIÑOS SUFRAN QUEMADURAS:

No siempre es posible proteger a los niños de las quemaduras, sin embargo, hay ciertas precauciones que se pueden llevar a cabo para disminuir el riesgo de sufrirlas. Podemos mencionar medidas como mantener los materiales inflamables fuera del alcance de los niños, la utilización de salidas cubiertas para todos los enchufes eléctricos, desechando los cables eléctricos viejos, dañados o deshilachados, y la instalación de un detector de humo7. También podemos:

  • Enseñar/advertir a los niños Es esencial advertir a los niños de los riesgos de quemaduras y enseñarles los procedimientos de seguridad a seguir. Se les debe mostrar a los adolescentes y niños mayores el uso adecuado de plancha, el secador de pelo, rizadores, etc. Lo mismo debe hacerse para tostadoras, vitrocerámicas y otros aparatos de cocina.
  • Precauciones en la cocina: Gran parte de las quemaduras se producen en la cocina, por lo tanto, al cocinar hay que recordar apagar la vitrocerámica y mantener la olla/sartén lejos del alcance de los niños, lo que evitará que puedan alcanzar y agarrar el mango caliente.
  • También hay que asegurarse de que todos los alimentos y bebidas calientes se mantienen fuera del alcance de los niños.
  • Precauciones para los padres: No se deben tomar bebidas calientes mientras se sostiene a un bebé o a un niño pequeño por el riesgo de derrame.
  • Si los niños están corriendo, evitar llevar un plato caliente de comida o bebida cerca de ellos. Por supuesto, no cocinar mientras se tiene un bebé o un niño en brazos.
  • Al calentar un biberón para un bebé, evite hacerlo en el microondas, ya que puede hacer que se caliente de manera desigual, por lo que ciertas partes pueden quemar la boca o labios del bebé.
  • Precauciones en el baño: El agua se tiene que poner a una temperatura óptima (temperatura corporal) para evitar quemaduras, para ello hay que usar un termómetro para vigilar que no esté excesivamente caliente o fría.
  • Antes de colocar al bebé/niño en la bañera hay que asegurarse de comprobar la temperatura del agua (usar el codo para hacerlo es más preciso que el uso de la mano)8.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Bocanegra Cedillo IE, Garza Alatorre AG, Barragán Lee JR. Quemaduras en niños: frecuencia y distribución de las lesiones. RevMex de Pediatría [Internet]. 2008 abril [Citado el 18 de mayo de 2022]. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/pediat/sp-2008/sp082c.pdf
  2. SaludConsultas. Seguridad para niños: quemaduras y escaldaduras. Consejos y cuidado [Internet]. 2010 enero [Citado el 18 de mayo de 2022]. Disponible en: https://www.saludconsultas.com/seguridad-para-ninos-quemaduras-y-escaldaduras-consejos-y-cuidado/7701
  3. Castillo DP. Quemaduras: Conceptos para el médico general [Internet]. Cuad. cir. (Valdivia). 2003 diciembre [Citado el 18 de Mayo de 2022]. Vol.17, no.1, p 58-63 ISSN 0718-2864. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/274773527_Quemaduras_Conceptos_para_el_medico_general
  4. M. Herranz, N. Clerigué. Intoxicación en niños. Metahemoglobinemia. Pamplona: scielo.isciii.es; 2003- [acceso 21 de mayo de 2022]. Disponible en:http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=s1137-66272003000200013
  5. Cruz roja. Es [internet]. Intoxicaciones. Prevención y primeros auxilios.[Consultado el 17 abril 2022]. Disponible en:https://www.cruzroja.es/prevencion/hogar_07.html.
  6. Benet G, Grande G. Intoxicaciones en pediatría. Acta pediátrica hondureña. 2011; Vol. 1(2) 75-78.
  7. Sociedad Española de Urgencias en Pediatría. Manual de intoxicaciones en pediatría. 3ª edición. Madrid: CEDRU.2012.
  8. Health encyclopedia. UniversityHealthSystem [Internet].Healthwise. [Consultado el 15 abril de 2022]. Disponible en: https://www.northshore.org/healthresources/encyclopedia/encyclopedia.aspx?DocumentHwid=ue5137spec&Lang=es-us

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