AUTORES
- María Fernández Pérez. Enfermera (Hospital Royo Villanova) Zaragoza.
- David Crespo Martín. Enfermero (Hospital Royo Villanova) Zaragoza.
- Clara García Vicente. Enfermera (Hospital Universitario Miguel Servet). Zaragoza.
- Beatriz Sanz Altarriba. Enfermera (Hospital Clínico Lozano Blesa). Zaragoza.
- María Palacios Sánchez. Enfermera (Hospital Royo Villanova) Zaragoza.
- Jorge Gimeno Grima. Enfermero (Hospital Royo Villanova) Zaragoza.
RESUMEN
Las quemaduras son traumatismos que destruyen la piel y los tejidos adyacentes llegando a producir hasta una pérdida extensa de la piel que altera las diferentes funciones del cuerpo humano.
Puede acarrear numerosas complicaciones, entre las que se encuentran una de las más comunes, la infección. Esto puede acabar en el fallecimiento del paciente quemado.
Antes de comenzar con el tratamiento, los profesionales deben realizar una valoración enfermera que facilite así la clasificación de las lesiones y, por tanto, elegir correctamente los pasos a seguir en el proceso de curación de las lesiones del gran quemado.
El papel de enfermería en el cuidado de estos pacientes es esencial para frenar el desarrollo de una infección y evitar así su muerte. Además, los profesionales de la enfermería deben estar preparados y concienciados del impacto que provoca psicológicamente en estos pacientes y sus familiares cercanos.
PALABRAS CLAVE
Quemaduras, tratamiento, terapias, prevención, impacto, prevalencia.
ABSTRACT
Burns are injuries that destroy the skin and adjacent tissue until reaching produce extensive loss of skin alters the different functions of the human body.
It can lead to numerous complications, among which are one of the most common infections. This can end in the death of the burned patient.
Before starting treatment, practitioners should perform a nursing assessment and to facilitate the classification of lesions and therefore correctly choosing the next steps in the healing process of injuries of the great burnt.
The nursing role in the care of these patients is essential to slow the development of an infection and this prevents their death. In addition, nursing professionals must be prepared and aware of the impact it causes psychologically in these patients and their close relatives.
KEY WORDS
Burns, treatment, therapies, prevention, impact, prevalence.
DESARROLLO DEL TEMA
La piel es un órgano que recubre el cuerpo humano. Está formada por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis. La función más importante de la piel es proteger el interior del organismo de las radiaciones ultravioletas, los agentes físicos y químicos, así como impedir la pérdida de agua y líquido extracelular mediante la formación de una barrera entre el medio externo y el interior del cuerpo1.
Las quemaduras son una de las principales causas accidentales de morbimortalidad. La mayoría de ellas ocurren en el hogar2 y suelen ser superficiales y de poca extensión3.
Se define quemadura a la lesión producida en la piel u otros tejidos por diversos agentes físicos, químicos o biológicos capaces de producir trastornos que van desde el simple eritema a la destrucción total o parcial de los tejidos involucrados2.
El conocer unas pautas generales de evaluación (ABCD) y manejo inicial de estos pacientes es de vital importancia dado que puede condicionar el pronóstico y su posterior evolución2.
Una vez realizada la atención inicial debemos intentar clasificar las quemaduras para poder estimar la gravedad, pronóstico, terapéutica a aplicar y la necesidad o no de derivar a un centro especializado de quemados. Para ello se deben tener en cuenta la profundidad, la extensión y la localización de las lesiones4.
Existen diferentes sistemas de clasificación de las quemaduras: Clasificación por grados (primer grado o superficiales, segundo grado o superficiales y profundas y tercer grado también llamadas hipodérmicas. También puede clasificarse según la superficie corporal afectada, leve <15%) y grave (>15%)1.
Los agentes causales son muy variados y se agrupan en 4 categorías: Quemaduras térmicas (las más frecuentes). La escaldadura es el mecanismo más habitual de quemadura térmica en niños (65%), Quemaduras eléctricas (aunque infrecuentes, presentan una alta morbimortalidad), Quemaduras químicas (en general son muy graves y con una alta morbilidad) y por último quemaduras por radiación (exposiciones solares o por radiaciones ionizantes)4.
Alrededor del 60% de las quemaduras se producen en el ámbito doméstico y entre el 10 y el 15% en ámbito laboral. Además, según la OMS, las tasas de muerte por quemaduras son ligeramente mayores en mujeres que en hombres y respecto a la edad, junto a las mujeres adultas, los niños son especialmente vulnerables (OMS, 2018)5.
Los profesionales de enfermería deben adquirir nuevos conocimientos y perfeccionar los ya adquiridos, con el fin de desarrollar acciones de calidad en la prevención y protección del paciente, puesto que serán ellos los que acompañaran al paciente durante todo el periodo de recuperación y los que tendrán que desarrollar unos cuidados individualizados en función de su demanda5.
Es fundamental el papel de enfermería para conseguir disminuir de esta manera la variabilidad en la práctica clínica enfermera y la aparición de complicaciones. Haciendo especial hincapié en la necesidad de que conozcan cómo realizar una correcta valoración inicial y cómo manejar el amplio mundo de material de curas y los distintos escenarios posibles3.
DEFINICIÓN Y TIPO DE QUEMADURAS:
Las quemaduras se definen como una lesión de tejidos acusados por calor, sustancias químicas, electricidad, luz del sol o radiación nuclear. Las quemaduras más frecuentes son aquellas causadas por líquido o vapor caliente, incendios de edificios, y líquidos y gases inflamables6.
Las quemaduras se clasifican según la profundidad y el tamaño de la zona que cubren. Las quemaduras profundas se sanan más despacio, son más difíciles de tratar y son más propensas a complicaciones, como infecciones y cicatrices. Las quemaduras muy profundas son las más potencialmente mortales y puede ser necesaria una amputación6.
- Tipos de quemaduras:
– Las quemaduras de primer grado dañan la capa exterior de la piel (epidermis). Suelen sanar por sí solas.
– Las quemaduras de segundo grado no solo dañan la capa exterior de la piel, sino también la capa por debajo de esta (dermis). Es posible que necesiten injertos de piel y puedan dejar cicatrices.
– Las quemaduras de tercer grado dañan o destruyen completamente ambas capas de la piel, incluso los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas, siempre necesitan injertos de piel.
– Las quemaduras de cuarto grado se extienden al tejido adiposo, las de quinto grado a los músculos y las de sexto grado, a los huesos6.
EPIDEMIOLOGÍA:
Las quemaduras son la cuarta causa más frecuente de traumatismos en todo el mundo, después de los accidentes de tráfico, las caídas, y la violencia. Las quemaduras no mortales son una de las principales causas de morbilidad, requiriendo una prolongada hospitalización, desfiguración e incapacidad.
Según datos publicados por la OMS en 2018, cada año en el mundo se producen 180.000 muertes debido a estas lesiones.
La prevalencia de las lesiones por quemaduras que requieren atención médica se sitúa en 300 de cada 100.000 habitantes.
Anualmente se producen más de 6.500 visitas a urgencias por dicha causa, es decir, más de 18 diario. 14 de cada 100000 habitantes precisan ingreso hospitalario tras sufrir una quemadura.
Del total de estos ingresos, entre 50 y 80 pacientes fallecen en el hospital: alrededor de un 4,4% en estos últimos siete años. Una de cada cinco personas (alrededor del 20%) que llegan a las urgencias hospitalarias tiene que ser ingresada. Incluyendo la perspectiva de género, dos de cada tres personas ingresadas resultan ser varones, excepto en los mayores de 65 años, donde las mujeres representan casi el 60% de todos los ingresos.
En todos los grupos de edad, las quemaduras por llama y las escaldaduras son las más habituales por excelencia7.
FISIOPATOLOGÍA
Cuando ocurre una quemadura, se producen dos fenómenos un aumento de la permeabilidad y de la vasodilatación, que traen como consecuencia todo el cuadro clínico de esta patología en las primeras horas de su evolución4.
A nivel local los diferentes fenómenos que se desarrollan son consecuencia inicial de una desnaturalización proteica por el calor. Esto conlleva una destrucción de la barrera cutánea, originándose grandes pérdidas de líquidos y electrolitos (deshidratación) y una mayor predisposición a las infecciones bacterianas. Así mismo, el aumento de la temperatura provocará un estado de hipercatabolismo local que finalmente tenderá a generalizarse. Desde un punto de vista vascular, la respuesta inicial es inespecífica originándose por el calor una vasodilatación (eritema) que junto con la liberación de histamina y kininas originará un aumento de la permeabilidad capilar motivando la aparición de edema y flictenas. Finalmente, a nivel nervioso se produce una estimulación de las terminaciones nerviosas por el calor, el edema y las sustancias vasoactivas originando intenso dolor. Cuando dichas terminaciones han sido destruidas por la quemadura es típica la ausencia de estos fenómenos (anestesia). A nivel sistémico el paciente quemado debe ser considerado en todo momento como un paciente que ha sufrido un gran traumatismo, en el que se suman fenómenos fisiopatológicos muy diversos. La respuesta vascular (aumento de la permeabilidad capilar, edema intersticial) llevará a una deshidratación y al establecimiento de un shock hipovolémico. Desde un punto de vista endocrino y metabólico se producirá una respuesta suprarrenal con un balance nitrogenado negativo que puede llevar a la desnutrición. Finalmente, como ya se ha
comentado, existe una predisposición al desarrollo de infecciones locales que junto al estado de inmunosupresión que se genera pueden llevar al desarrollo de una sepsis. Todos estos fenómenos generales pueden llevar al paciente a un fracaso renal primero y luego a un fracaso multiorgánico, lo que nos muestra la complejidad y gravedad del paciente quemado. A nivel local los diferentes fenómenos que se desarrollan son consecuencia inicial de una desnaturalización proteica por el calor. Esto conlleva una destrucción de la barrera cutánea, originándose grandes pérdidas de líquidos y electrolitos (deshidratación) y una mayor predisposición a las infecciones bacterianas. Así mismo, el aumento de la temperatura provocará un estado de hipercatabolismo local que finalmente tenderá a generalizarse. Desde un punto de vista vascular, la respuesta inicial es inespecífica originándose por el calor una vasodilatación (eritema) que junto con la liberación de histamina y kininas originará un aumento de la permeabilidad capilar motivando la aparición de edema y flictenas. Finalmente, a nivel nervioso se produce una estimulación de las terminaciones nerviosas por el calor, el edema y las sustancias vasoactivas originando intenso dolor. Cuando dichas terminaciones han sido destruidas por la quemadura es típica la ausencia de estos fenómenos (anestesia). A nivel sistémico el paciente quemado debe ser considerado en todo momento como un paciente que ha sufrido un gran traumatismo, en el que se suman fenómenos fisiopatológicos muy diversos.
La respuesta vascular (aumento de la permeabilidad capilar, edema intersticial) llevará a una des-
hidratación y al establecimiento de un shock hipovolémico. Desde un punto de vista endocrino y metabólico se producirá una respuesta suprarrenal con un balance nitrogenado negativo que puede
llevar a la desnutrición. Finalmente, como ya se ha comentado, existe una predisposición al desarrollo
de infecciones locales que junto al estado de inmunosupresión que se genera pueden llevar al desarrollo de una sepsis. Todos estos fenómenos generales pueden llevar al paciente a un fracaso renal primero y luego a un fracaso multiorgánico, lo que nos muestra la complejidad y gravedad del paciente quemado. Los diferentes fenómenos que se desarrollan son consecuencia inicial de una desnaturalización proteica por el calor. Esto conlleva una destrucción de la barrera cutánea, originándose grandes pérdidas de líquidos y electrolitos (des-hidratación) y una mayor predisposición a las infecciones bacterianas. Así mismo, el aumento de la temperatura provocará un estado de hipercatabolismo local que finalmente tenderá a generalizarse. Desde un punto de vista vascular, la respuesta inicial es inespecífica originándose por el calor una vasodilatación (eritema) que junto con la liberación de histamina y kininas originará un aumento de la permeabilidad capilar motivando la aparición de edema y flictenas. Finalmente, a nivel nervioso se produce una estimulación de las terminaciones nerviosas por el calor, el edema y las sustancias vasoactivas originando intenso dolor. Cuando dichas terminaciones han sido destruidas por la quemadura es típica la ausencia de estos fenómenos (anestesia). A nivel sistémico el paciente quemado debe ser considerado en todo momento como un paciente que ha sufrido un gran traumatismo, en el que se suman fenómenos fisiopatológicos muy diversos. La respuesta vascular (aumento de la permeabilidad capilar, edema intersticial) llevará a una deshidratación y al establecimiento de un shock hipovolémico.
A nivel local los diferentes fenómenos que ocurren son consecuencia de una desnaturalización proteica por calor, lo que destruye la barrera cutánea y da lugar a pérdidas de líquidos y electrolitos que producirá deshidratación. La vasodilatación junto con la liberación de histamina y kininas generara un aumento de la permeabilidad capilar que provoca edemas y flictenas.
A nivel sistémico se produce un aumento de la permeabilidad capilar y edema intersticial lo que llevará a una deshidratación y a un shock hipovolémico. Habrá una mayor predisposición a infecciones locales que junto al estado de inmunosupresión se podrá llegar a una sepsis. Todos estos factores llevarán al paciente a provocar una disfunción renal y luego un posible fracaso multiorgánico8.
Desde el punto de vista fisiopatológico, el gran quemado presenta un cuadro de hipovolemia secundaria a la extravasación de líquidos al espacio intersticial, lo que determina una disminución del gasto cardiaco y oliguria2.
CLASIFICACIÓN:
Según el agente causal que produce las quemaduras se clasifican: quemaduras térmicas, un organismo necesita cierta cantidad de calor para vivir, pero tanto el exceso como el defecto de temperatura puede generar lesiones en el cuerpo; por radiación solar su sobreexposición puede dar al eritema solar; también puede ser por sustancias químicas o descargas eléctricas.
Comúnmente clasificamos las quemaduras según su profundidad:
Quemaduras de primer grado: Las quemaduras de primer grado afectan únicamente la epidermis, o capa externa de la piel. El sitio de la quemadura es rojo, doloroso, seco y sin ampollas. Las quemaduras leves del sol son un ejemplo. Es raro el daño de largo plazo al tejido y generalmente consiste de un aumento o disminución del color de la piel9.
Las quemaduras de segundo grado se clasifican en dos divisiones: las de segundo grado superficial en las cuales la lesión afecta a todos los estratos epidérmicos, llegando hasta la dermis papilar. No afecta a la dermis reticular ni a la raíz de los folículos pilosebáceos.
Se caracterizan por ser exudativas, presentar flictenas, tener el lecho de la herida con coloración rojiza y provocar mucho dolor. Suelen curarse entre 7-14 días. Mientras que las quemaduras de carácter más grave también correspondientes a las de segundo grado, son las quemaduras dérmicas profundas, en ellas la lesión afecta a todos los estratos epidérmicos, llegando hasta la dermis reticular. No afecta al tejido subcutáneo.
Por último en cuanto a la profundidad las quemaduras pueden clasificarse también en quemaduras de tercer grado en las que hay una destrucción completa de todo el espesor de la piel y está afectado tejido subdérmico y otras estructuras (fascia, músculo, tendón, vasos, periostio). Las terminaciones nerviosas están destruidas y los anejos cutáneos (folículos, glándulas, etc.)10.
Y también las podemos clasificar según su extensión:
Para poder aplicar el tratamiento adecuado a las quemaduras es necesario conocer la gravedad de las mismas. La extensión de la lesión es uno de los factores que más se valoran junto con la profundidad. La extensión indica la gravedad de la lesión, o cuando la extensión es superior al 15 % en adultos, y al 10 % en niños o ancianos, es necesario el traslado a un centro especializado11.
VALORACIÓN DE LAS QUEMADURAS:
Para poder aplicar el tratamiento adecuado a las quemaduras es necesario conocer la gravedad de las mismas. La extensión de la lesión es uno de los factores que más se valoran junto con la profundidad. La extensión indica la gravedad de la lesión, cuando la extensión es superior al 15 % en adultos, y al 10 % en niños o ancianos, es necesario el traslado a un centro especializado11.
Para calcular la extensión de las quemaduras, los métodos más utilizados, según (Manrique & Angelats, 2019) son: Regla de la palma de la mano, Regla de los 9 de Wallace y tabla de Lund y Browder12.
La regla de los nueve, o método Wallace: divide la superficie corporal en áreas y cada una representa un 9 % del total del cuerpo, lo que nos permite hacer un cálculo aproximado (aunque muchas ocasiones no es valorable por la 13 localización de la lesión). Solo se debe considerar la zona desepitelizada, no el eritema. Para niños menores de quince años existe una regla de los nueve modificada más precisa y exacta11.
Regla de la palma de la mano: Se mide la palma de la mano, incluyendo los dedos y juntos, considerándola como un 1% de la superficie corporal. El método palmar, se usa en quemaduras poco extensas, o sobre todo cuando ésta es irregular, se puede calcular sabiendo que la palma del paciente (desde el borde de la muñeca a la punta de los dedos) equivale a un 1% de la superficie corporal total. Si solo se cuenta la palma sin los dedos, equivale al 0,5% de la SCT. Se puede utilizar a cualquier edad12.
Tabla de Lund y Browder: Según el servicio andaluz de salud, es el método más recomendado para calcular el área de superficie corporal quemada (SCQ) en los niños. Tiene como ventaja que es la más exacta y útil en quemaduras extensas y múltiples, pero como inconveniente resulta ser la más laboriosa12.
COMPLICACIONES:
Las quemaduras mayores, es decir, aquellas que superan el 20%-25% de la superficie
corporal total en adultos están asociadas con una serie de complicaciones. Un cambio en la permeabilidad capilar provoca una transferencia masiva de fluidos de la circulación al intersticio, que cuando no se trata, conduce rápidamente a un shock hipovolémico.
Una complicación típica es el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, que puede llevar a fracaso multiorgánico.
Una complicación grave específica que puede acompañar al efecto de la quemadura es la lesión por inhalación. Esencialmente por la inhalación de gases y humos tóxicos y/o calientes lo que daña la tráquea y sistema pulmonar, asociándose con un alto nivel de morbilidad y mortalidad y que a menudo requerirá de ventilación artificial13.
La sepsis constituye la complicación más seria y la primera causa de morbilidad y mortalidad en estos pacientes. Las lesiones por quemaduras alteran la barrera cutánea normal y debido a que son lesiones de superficie, resultan potencialmente susceptibles a la colonización e infección por una multitud de microorganismos ambientales, los cuales coexisten normalmente con el ser humano. La presencia local de microorganismos puede ser simplemente colonización superficial de los tejidos quemados, o verdadera sepsis de la herida o sepsis de la quemadura14.
Algunos artículos refieren que las complicaciones que se presentan con mayor frecuencia en el transcurso de una quemadura, son las respiratorias, como, por ejemplo, neumonía, síndrome del distrés respiratorio, edema pulmonar. Otros autores, añaden como principal complicación el síndrome compartimental abdominal, complicaciones hematológicas y las infecciones del tracto urinario15.
Según Moya- Rosa se pudo observar que la infección de la lesión por quemaduras, la hiperglucemia, la anemia y los estados de deshidratación fueron las complicaciones que mayormente se presentaron en los pacientes estudiados con un 75%, 65.63%, 62.50% y 50% respectivamente, predominando en aquellos pacientes con índice de gravedad de muy graves, críticos y críticos extremos. Por el contrario, el sangramiento digestivo alto y el tromboembolismo pulmonar fueron las complicaciones menos frecuentes encontradas en la serie estudiada con un 3,13%16.
TRATAMIENTO Y CUIDADO DE LAS QUEMADURAS:
El tratamiento de las quemaduras viene determinado según la clase de quemadura y la zona afectada, lo que hace que en el tratamiento de las quemaduras haya una gran variabilidad. Cuando se trata de una afectación por quemaduras térmicas, el tratamiento consiste en hacer un lavado de la herida con suero fisiológico o agua y jabón y proceder a una cura tópica oclusiva con sulfadiazina argéntica cuando hay erosiones y flictenas, después de un correcto desbridamiento de éstas, siendo este medicamento el agente antimicrobiano más comúnmente utilizado y con más frecuencia para el tratamiento con quemaduras. La nitrofurazona se reserva para aquellas quemaduras más sucias como podrían ser las producidas por abrasión o fricción.
Es habitual también el uso de apósitos de gasa, al que se le asocia una curación retardada y un aumento de las tasas de infección y de dolor en comparación con los apósitos biológicos y oclusivos13,17.
Las quemaduras más pequeñas y de espesor parcial se pueden tratar con los apósitos adecuados, teniendo que presentar unas propiedades que mantengan la cura en un ambiente húmedo, prevengan la infección y reducen el dolor; optando por un cambio limitado de los apósitos.
Las quemaduras de grosor completo prácticamente requieren siempre de escisión e injerto, se prefiere la escisión puesto que reduce las complicaciones asociadas con la necrosis. Se usan varias técnicas para cerrar la herida abierta resultante13.
Si una quemadura no se curara dentro de 10 a 14 días, el diagnóstico inicial de profundidad puede haber sido incorrecto o puede haber ocurrido una conversión.
En aquellas quemaduras en zonas especiales como pueden ser los ojos, se suelen necesitar pomadas antibióticas-epitelizantes, corticoides, colirios ciclopéjicos y lubricantes17.
La mortalidad en el cuidado de quemaduras ha disminuido significativamente durante las últimas décadas, ya que hay una mejor comprensión de la fisiología de la enfermedad por quemaduras y las respuestas sistémicas, una mejor prevención y manejo de las complicaciones y enfoques quirúrgicos más agresivos13.
TIPOS DE TERAPIAS EFICACES EN EL TRATAMIENTO DE LAS QUEMADURAS/ TRATAMIENTO CON MIEL:
La miel puede ser una alternativa de tratamiento eficaz con mejores resultados y más costo- efectivo que otros tratamientos tópicos18,19. Debido a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, la miel reduce la infección y el edema de la zona quemada y la protege de las infecciones locales, además de acelerar el proceso de cicatrización19.
Miel vs tratamientos principales:
Varios estudios compararon el tratamiento en quemaduras de primer y segundo grado lavando con solución salina 0,9% y aplicando sulfadiazina de plata o miel pura. Los estudios coinciden en señalar que el aderezo de miel causaba una cicatrización de la herida más rápida.
En dos de los estudios las duraciones promedio de curación de los pacientes en el grupo de miel fue 18 días (en comparación al grupo de sulfadiazina que fueron 32 días), también se disminuía el dolor y las heridas se volvían estériles en menos tiempo.
No hubo reacciones alérgicas ni efectos secundarios en el grupo de miel, sin embargo, sí se observó una leve irritación en el grupo de sulfadiazina.
Las heridas tratadas con miel tienen un mejor resultado en términos de cicatrización hipertrófica y contracturas posteriores a la quemadura. Además de no haber efectos secundarios como alergia, irritación o toxicidad.
Respecto al costo del tratamiento, varios autores mostraron que el tratamiento con miel fue más bajo y como la duración de la curación de heridas con miel era menor, se requirió un menor número de apósitos, lo que redujo aún más el costo del tratamiento con miel.
La miel es potencialmente más efectiva necesitando menos tiempo para cicatrizar y lograr mayor esterilidad, además de producir menos dolor, reducir el edema y las secreciones malolientes, confiriendo mayor esterilidad a las lesiones en un menor tiempo (siendo efectiva incluso contra las cepas resistentes a los antibióticos), con menos efectos adversos y más costo-efectiva comparados con otros tratamientos1,18.
PAPEL DE ENFERMERÍA:
Los profesionales de enfermería tienen que estar en continua formación para ofrecer unos cuidados de calidad a este tipo de paciente en estado crítico, ya que dichos cuidados serán complejos5.
Es importante conocer que en una misma persona podemos encontrarnos quemaduras de distinto grado y cada una hay que tratarla de manera individual.
Las complicaciones inmediatas que pueden originar las quemaduras son muy graves, pudiendo llegar incluso a la muerte, el personal de Enfermería es el encargado de intentar prevenir o reducir estas complicaciones.
Los profesionales de enfermería están muy bien formados en la atención de las quemaduras.
Sus principales funciones son:
- Detectar las complicaciones y administrar el tratamiento adecuado.
- Mantener un cuidado local de las heridas evitando su infección, favoreciendo la cicatrización y atendiendo las necesidades tanto físicas como psicológicas del paciente y la familia.
- El personal de Enfermería debe estar preparado para atender al paciente tanto en su dolor físico como en el psicológico. El cuidado se extiende desde la atención inicial de las quemaduras hasta la rehabilitación. Pero la labor casi más importante, es acompañarle en los momentos que presente sufrimiento psicológico por la alteración de su imagen corporal o las secuelas resultantes.
Es una tarea muy complicada poder prevenir las quemaduras ya que suelen ser accidentales, pero parte de la tarea del personal de Enfermería es promover la salud y educar a la población acerca de la actuación más temprana ante este tipo de situaciones. Así, se conseguirá aumentar los conocimientos de las personas, disminuir las quemaduras y sus efectos secundarios11.
IMPACTO PSICOLÓGICO EN EL PACIENTE QUEMADO:
La mayoría de profesionales de la enfermería afirmaban que había sido el trabajo más difícil que habían experimentado hasta el momento, tanto a nivel del cuidado del paciente como de la familia, y que una de las causas podría ser el hecho de empatizar con ambos y sentir dolor, tristeza, frustración e incluso rabia5.
La preocupación de los familiares es otra de las causas que genera sentimientos negativos a los profesionales de la enfermería, por sus constantes preguntas sobre si el paciente sobrevivirá o no. Pero también se debe destacar que toda relación comporta un desgaste, especialmente la de enfermera-paciente, y los sentimientos positivos emergen cuando se ve la recuperación del paciente, y el profesional ve el significado de todos los cuidados que ha realizado5.
La unidad de quemados es una de las áreas de cualquier hospital que más demanda la atención psicológica para sus pacientes. Estos requieren intervenciones efectivas, tanto del orden médico como del psicológico, dado el efecto fisiológico y el altísimo impacto emocional que les causan el trauma térmico.
La afectación emocional se encuentra asociada a la alteración de la imagen corporal que puede producir el evento y el drama socioeconómico que puede propiciar en las personas quemadas.
Este conjunto de aspectos provoca estados de tristeza, ansiedad, depresión, aislamiento, hostilidad al medio, pérdida de autoestima y de apetito y alucinaciones entre otras20, 21.
Durante el periodo de hospitalización el paciente quemado presenta diversos síntomas emocionales, entre los más comunes se encuentran la ansiedad, el miedo y rechazo, la tendencia al llanto, la disminución del apetito y el insomnio, estos últimos propios de un cuadro de depresión.
El dolor causado por las curaciones, las cirugías y hasta los ejercicios que realizan con los fisiatras, fisioterapeutas y los terapistas ocupacionales son otros de los agravantes de la depresión de los pacientes.
El papel de enfermería en el apoyo psicológico al paciente quemado y su familia es fundamental, para favorecer la adaptación del paciente al medio hospitalario, para facilitar la adherencia de los pacientes a los tratamientos médicos, para ayudar al paciente a manejar física y emocionalmente el dolor y finalmente, para posibilitar la aceptación de las consecuencias físicas, psicológicas, sociales, familiares, laborales que pueden dejar el trauma térmico, una vez superada la hospitalización20.
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