Síndrome de burnout en el personal de enfermería. Artículo monográfico.

AUTORES

1. Mónica Bitria Archilla. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
2. María Pilar Amor Rosillo. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
3. Enma Erdociaín Herrero. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
4. Paula Gracia Ramiro. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
5. Rebeca Fau García. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
6. Sonia Gracia Lou. Graduada en enfermería. Servicio Aragonés de la Salud. Hospital Royo Villanova. Zaragoza.

RESUMEN

El síndrome de burnout es un síndrome tridimensional muy prevalente en la actualidad. Este síndrome afecta principalmente a personas que trabajan ofreciendo servicios a otras. Entre estas profesiones susceptibles de padecer este síndrome destaca la enfermería la cual está sometida a elevados niveles de estrés en su entorno laboral. Hay diversos factores que pueden desencadenar este síndrome en el personal enfermero. Por ello, es fundamental una correcta prevención mediante un ambiente laboral satisfactorio y una formación continua de estos profesionales para proporcionar una adecuada calidad asistencial.

PALABRAS CLAVE

Síndrome del quemado, enfermería, sobrecarga, profesional sanitario.

ABSTRACT

Burnout syndrome is a highly prevalent three-dimensional syndrome. This syndrome mainly affects people who work offering services to others. Among these professions susceptible to suffering from this syndrome nursing stands out, which is subjected to high levels of stress in their work environment. There are various factors that can trigger this syndrome in nursing staff. Therefore, a correct prevention is essential through a satisfactory work environment and a continuous training of these professionals to provide an appropriate quality of care.

KEY WORDS

burnout syndrome, nursing, burden, health professional.

DESARROLLO DEL TEMA

El síndrome de burnout o síndrome de estar quemado es muy prevalente en la actualidad. El término burnout fue empleado por primera vez en 1974 por el psiquiatra norteamericano Herbert Freudenberger al observar en la clínica de desintoxicación en la que trabajaba como algunos de sus compañeros sufrían a lo largo de los años agotamiento, estrés y desmotivación laboral. Posteriormente, en 1984, Maslach y Jackson lo definieron como un síndrome tridimensional que afecta principalmente a personas que trabajan ayudando o atendiendo a otras, siendo esta definición la más empleada a día de hoy. Este síndrome tridimensional se caracteriza por ^{1, 2,3}:

• Agotamiento emocional: pérdida y disminución de recursos emocionales provocando manifestaciones tanto físicas como psíquicas.
• Despersonalización: desarrollo de actitudes negativas hacia la persona que recibe el servicio.
• Baja realización personal: tendencia a evaluarse negativamente en el trabajo produciendo baja autoestima e insuficiencia personal.

El Síndrome de burnout es un proceso continuo que consta de cinco fases ^{4, 5}:

1. Fase de entusiasmo: la persona experimenta ante el nuevo puesto de trabajo alegría, expectativas positivas y energía.
2. Fase de estancamiento: no se consideran satisfechas las expectativas iniciales y se ve un desequilibrio entre el esfuerzo y recompensa.
3. Fase de frustración: es el núcleo del síndrome. Aparece la desmotivación, desmoralización y la persona piensa que su trabajo carece de sentido.
4. Fase de apatía: se comienza a tratar al receptor de los servicios de manera mecánica y distante evitando tareas estresantes.
5. Fase de quemado: colapso emocional y cognitivo. Deseos de abandono o cambio de trabajo.

Este síndrome no se encuentra en la nueva versión del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psicología (DSM-5), pero el 1 de enero de 2022 entró en vigor la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que incluye el síndrome de desgaste profesional (“burnout” en CIE-10) como un problema relacionado con el trabajo. Por tanto, los países deberán considerarlo como un padecimiento laboral ⁶.

La etiología de esta afección es multifactorial. En cuanto a factores personales, poseen más riesgo personas de edad joven por su inexperiencia, mujeres y con personalidades exigentes y perfeccionistas. En lo referente a los factores laborales, supone mayor predisposición a este síndrome personas con condiciones laborales pésimas como salarios bajos, sobrecarga de trabajo o falta de compañerismo u organización. Finalmente, en los factores sociales y ambientales se encuentran en peligro de desarrollarlo personas con entornos familiares disfuncionales o con bajo estatus social ¹.

Las repercusiones del síndrome de burnout son diversas y se pueden agrupar en varias categorías ^{2, 4}:

• Psicosomáticas: fatiga, cefalea, problemas gastrointestinales con pérdida de peso. Alteraciones del sueño e inmunológicas.
• Emocionales: tristeza, culpa, impotencia, pesimismo y baja tolerancia a la frustración provocando en ocasiones ansiedad y depresión.
• Conductuales: distanciamiento, aislamiento, hostilidad, agresividad, irritabilidad, absentismo laboral y abuso de sustancias.

Existen actualmente múltiples instrumentos para detectar el síndrome de burnout pero el más empleado en el llamado Maslach Burnout inventory (MBI) en nombre a su autora la psicóloga Cristina Maslach. El MBI es un cuestionario autoadministrado que consta de 22 ítems con respuesta tipo Likert (0=nunca, 6= diariamente) sobre sentimientos y actitudes hacia el trabajo evaluándose las tres dimensiones de este síndrome por separado en subscalas ^{1, 7}.

El tratamiento empleado en este síndrome se basa principalmente en una terapia psicológica utilizando técnicas psicoeducativas, técnicas de relajación para aliviar el estrés y la participación en grupos de apoyo. En los casos en que este derive en depresión o ansiedad será necesario complementar este tratamiento con un tratamiento farmacológico ^{1, 2}.

Una correcta prevención consiste en marcarse unas expectativas realistas, mantener un equilibrio entre las distintas áreas ocupacionales (actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, descanso y sueño, ocio y tiempo libre y trabajo), limitar la agenda laboral y realizar una formación continua a los trabajadores dentro de su jornada laboral ^{1, 2}.

SÍNDROME DE BURNOUT Y ENFERMERÍA:

Los profesionales que se dedican al servicio de otras personas como docentes, policías, bomberos o personal sanitario entre otros son los más afectados por el síndrome de burnout. Entre los profesionales sanitarios destaca el personal de enfermería que es uno de los líderes en ranking de los profesionales afectados por este síndrome y presentando un 47% de este colectivo síntomas de burnout. El ambiente laboral en el que trabaja el personal de enfermería genera un elevado nivel de estrés de manera recurrente o permanente siendo este colectivo propenso a desarrollar este síndrome.

Los principales factores que desencadenan este síndrome en el personal de enfermería son diversos. Se ha demostrado que las mujeres son más propensas a padecerlo así como el personal más joven con inexperiencia y el personal muy veterano que llevan muchos años en la profesión. También, el exceso de carga de trabajo, el ratio enfermera pacientes, la carencia de recursos, la monotonía, los turnos laborales y el afrontamiento de varios roles (trabajador, estudiante, padre de familia) reduciéndose el ocio y descanso son algunas de los desencadenantes de este síndrome. Además, se ha confirmado que el personal con contratos eventuales y personal localizado que cambian continuamente de servicio y profesionales de servicios con pacientes más críticos (urgencias, oncología y unidad de cuidados intensivos) que están más en contacto con el sufrimiento, dolor y muerte son más susceptibles.

Todo lo expuesto anteriormente y considerándose la enfermería una de las profesiones sometidas a mayores niveles de estrés, produce un importante impacto en la calidad de los servicios sanitarios. Por tanto, es necesario mantener un clima laboral adecuado y satisfactorio así como una formación continua dentro del horario laboral no solo para el correcto cuidado de los pacientes sino también para el personal enfermero que es el que promueve el cuidado ^{3, 8, 9}.

BIBLIOGRAFÍA

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