Terapia de presión negativa en heridas.

5 marzo 2023

AUTORES

      1. Rquel Moreno Fraile. Enfermera Especialista en EfyC. Centro de Salud Fuentes Norte Zaragoza.
      2. Ana Ruata Laclaustra. Enfermera Especialista en EfyC. Centro de Salud Seminario. Zaragoza.
      3. María Blanca Vera Sáez-Benito. Enfermera Especialista en EfyC. Centro de Salud San José Centro. Zaragoza.
      4. Mar Aquilué Berdún. Enfermera Especialista en EfyC. Centro de Salud Seminario. Zaragoza.
      5. Gloria Ariño Gadea. Enfermera Especialista en EfyC. Centro de Salud de María de Huerva. Zaragoza.
      6. Miriam Brocate San Juan. Enfermera Especialista en EfyC. Zaragoza Sector III.

 

RESUMEN

Habitualmente, el profesional de enfermería se enfrenta con frecuencia con problemas caracterizados por la presencia de heridas crónicas con difícil cicatrización, algunas de ellas con infección asociada, de variados tamaños y localizaciones. La presencia de estas heridas genera preocupación y angustia en el paciente y en los familiares debido a que el progreso hacia la restauración de la solución de continuidad es lento y de difícil percepción. La terapia de presión negativa (TPN) o Vacuum Assisted Closure (VAC) es un sistema de cicatrización de heridas no invasivo, que utiliza una presión negativa localizada y controlada por un sistema de retroalimentación en la zona de la herida con el fin de estimular la curación de heridas tanto agudas como crónicas. Se ha comprobado que su uso induce un ahorro económico derivado de una cicatrización precoz, un menor tiempo de cuidados por parte del profesional de enfermería, una menor estancia hospitalaria, mejor recuperación del paciente, menor riesgo de infección y de complicaciones posteriores y mejora de la calidad asistencial.

 

PALABRAS CLAVE

Terapia de presión negativa, regeneración tisular, heridas y lesiones.

 

ABSTRACT

Usually, the nursing professional frequently faces problems characterized by the presence of chronic wounds with difficult healing, some of them with associated infection, of various sizes and locations. The presence of these wounds generates concern and anguish in the patient and in the family because the progress towards the restoration of the solution of continuity is slow and difficult to perceive. Negative pressure therapy (TPN) or Vacuum Assisted Closure (VAC) is a non-invasive wound healing system that uses localized negative pressure controlled by a feedback system in the wound area in order to stimulate the healing of both acute and chronic wounds. It has been proven that its use induces economic savings derived from early healing, a shorter care time by the nursing professional, a shorter hospital stay, better patient recovery, lower risk of infection and subsequent complications, and improvement of Quality of care.

 

KEY WORDS

Negative pressure wound therapy, tissue regeneration, injuries and wounds.

 

INTRODUCCIÓN

Es frecuente que en el trabajo diario, el profesional de enfermería se enfrente con frecuencia a problemas caracterizados por la presencia de heridas crónicas con difícil cicatrización, algunas de ellas con infección asociada, de variados tamaños y localizaciones. La presencia de estas heridas genera preocupación y angustia en el paciente y en los familiares debido a que el progreso hacia la restauración de la solución de continuidad es lento y de difícil percepción. Más aún, las curaciones son laboriosas, dolorosas y costosas y muchas veces no se llega al objetivo del restablecimiento de la barrera epitelial. El profesional de la salud interviene en la curación a través de diferentes técnicas, con la finalidad de favorecer y hacer más rápido el proceso curativo. Estas técnicas han sufrido una evolución a lo largo de los años como consecuencia del conocimiento de la fisiología de la cicatrización y por el desarrollo tecnológico de dispositivos médicos propios1.

La terapia de presión negativa (TPN) o Vacuum Assisted Closure (VAC) es un sistema de cicatrización de heridas no invasivo, que utiliza una presión negativa localizada, (ya sea de forma continua o intermitente) y controlada por un sistema de retroalimentación en la zona de la herida con el fin de estimular la curación de heridas tanto agudas como crónicas2.

La TPN actúa acelerando la cicatrización de las heridas mediante los mecanismos siguientes: crea un medio húmedo, evacua el exudado, reduce el edema tisular, contrae los bordes de la herida, estimula mecánicamente el lecho de la herida, altera el flujo sanguíneo en los bordes de la herida y estimula la angiogénesis y la formación de tejido de granulación3.

USO DE LA TPN3:

La terapia con presión negativa (TPN) puede utilizarse para el manejo de heridas de diferente magnitud: agudas, subagudas y crónicas en las que se necesite estimular los procesos de reparación tisular, en especial granulación y epitelización. Hoy en día, la TPN se utiliza para el tratamiento clínico de muchos tipos de heridas, como traumatismos ortopédicos, traumatismos de partes blandas, injertos cutáneos, úlceras por presión, úlceras venosas de pierna, úlceras de pie diabético, quemaduras, infecciones quirúrgicas y tratamiento de otras heridas quirúrgicas importantes.

Se puede considerar la utilización de TPN cuando la herida:

  • No evoluciona hacia la cicatrización en el plazo previsto.
  • Está en un lugar incómodo o tiene un tamaño difícil, por lo que resulta problemático lograr un sellado eficaz con los apósitos tradicionales.
  • Requiere una reducción del tamaño para conseguir el cierre quirúrgico.

 

La TPN permite controlar el exudado, reduciendo significativamente el olor de la herida, reduce el número de cambios de apósitos necesarios (reduce el riesgo de infecciones) a la vez que se consigue una rápida granulación, epitelización y contracción de la herida. La TPN produce también bienestar, pues el paciente ve rápidamente resultados positivos y tiene menos dolor en los cambios de apósito. La TPN no evita/impide la fisioterapia o la movilización, de forma que los pacientes pueden hacer rehabilitación simultáneamente con el tratamiento. Por último, y no menos importante, la menor frecuencia de cambios de apósito y el cierre más rápido de la herida contribuyen a disminuir los costes globales del tratamiento.

CONTRAINDICACIONES DEL USO DE LA TPN4:

La terapia de presión negativa está contraindicada en los siguientes casos:

  • En presencia de osteomielitis no tratada.
  • No se recomienda la TPN en heridas neoplásicas malignas porque puede estimular la proliferación de células malignas.
  • Fístulas no entéricas y no exploradas: puede haber comunicación con órganos vulnerables subyacentes.
  • Vasos, nervios, lugares de anastomosis u órganos expuestos: si se aplica directamente a estructuras expuestas, la TPN puede causar lesiones o rotura de los vasos debido a la fuerza de la presión negativa.
  • Tejido necrótico con presencia de escaras o esfacelos gruesos en el lecho de la herida: antes de la administración de la TPN debe de realizarse un desbridamiento adecuado.

 

PRECAUCIONES A CONSIDERAR EN EL USO DE TPN:

  • Pacientes con vasos sanguíneos debilitados o infectados (la presión negativa directa puede causar traumatismos y hemorragia).
  • Estructuras sensibles expuestas como vasos sanguíneos, fascia sensible, tendones o ligamentos.
  • Heridas con hemorragia activa o si el paciente tiene alto riesgo de sangrado o hemorragia, o está recibiendo anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios.
  • Fístulas entéricas, requieren precauciones especiales para optimizar el tratamiento.
  • Se tendrá especial precaución cuando los pacientes necesiten estudios de resonancia magnética (RM), tratamiento con oxígeno hiperbárico, desfibrilación, etc.
  • Otras precauciones: pacientes con lesiones de la médula espinal, heridas infectadas, heridas de bordes agudos (ejemplo: fragmentos óseos) y anastomosis vasculares.
  • No dejar nunca el apósito en la herida más de dos horas si la terapia está apagada.

 

COMPLICACIONES3:

Las complicaciones con el uso de la TPN son escasas y de menor entidad, aunque pueden aparecer diversas complicaciones en función del tamaño y localización de la herida, las más frecuentes son: hemorragia al retirar la esponja, que por lo general cede con presión local y erosión del tejido sano adyacente por el apoyo del tubo de evacuación, que se puede prevenir colocando adecuadamente el dispositivo.

COMPONENTES DE UN SISTEMA DE TPN5:

El sistema de tratamiento VAC contiene los siguientes componentes:

  • Un apósito de espuma de poliuretano de color negro e hidrófobo con poros abiertos, que se introduce en la herida.
  • Una cubierta adhesiva transparente y semioclusiva, que se pega firmemente por encima del apósito de espuma a la piel sana de alrededor de los bordes de la herida. Esto impide que entre aire y hace que se forme un vacío parcial dentro de la espuma.
  • Una almohadilla está unida a un tubo de drenaje, que se coloca encima de un pequeño orificio horadado en la cubierta. El extremo del tubo de drenaje está conectado a un dispositivo de succión.
  • Un depósito de productos de desecho, al que llega el líquido de la herida debido a la presión negativa a través de la espuma por el tubo de drenaje.
  • Una unidad de tratamiento que funciona con electricidad que genera una presión negativa.
  • Un microprocesador, que procesa las señales procedentes de los componentes del sistema y hace sonar una alarma si el valor de la presión es incorrecto, si hay una fuga de aire, si hay una obstrucción del sistema o la batería está descargada etc.

 

APLICACIÓN DE LA TPN6:

Antes de aplicar la TPN en la herida, se debe de explicar el procedimiento al paciente y obtener el consentimiento informado. Después se limpiará la herida y si precisa realizar desbridamiento de está, se desbridará antes de aplicar la TPN. Posteriormente valoraremos los tejidos que se van a exponer a la terapia de TPN, en caso de presencia de tendón, huesos o vasos, los protegeremos con gasa vaselinizada. También valoraremos y protegeremos la piel perilesional para evitar complicaciones como las erosiones por apoyo del tubo.

La TPN emplea un sistema de sellado de drenaje para aplicar aspiración controlada (vacío) en el lecho de la herida. Los pasos son los siguientes:

  1. Limpiar la herida.
  2. Rellenar la herida con material de relleno (gasa o espuma) para que la presión se distribuya de manera uniforme por el lecho de la herida.
  3. Sellar la herida con una lámina adhesiva de plástico.
  4. Cortar un orificio en la lámina adhesiva.
  5. Conectar la almohadilla con el tubo de drenaje.
  6. Conectar el extremo del tubo de drenaje a una bomba de vacío. Se aspira el exudado de la herida a través del drenaje y se recoge en un recipiente.

 

FRECUENCIA DE CAMBIO DE APÓSITOS EN LA TPN7:

La frecuencia necesaria de cambió de apósito depende del tipo de apósito utilizado y también del tipo de herida. La recomendación habitual es cambiar los apósitos de espuma cada 48 horas. El motivo es que la espuma debe cambiarse antes de que el crecimiento celular en su interior se convierta en un problema.

Con la gasa o una capa de contacto no adherente, es improbable el crecimiento celular en su interior, por lo que es muy posible que haya que cambiar menos veces de apósito. En la actualidad se recomienda cambiar los apósitos de gasa dos o tres veces a la semana.

¿CUÁNDO DEBE SUSPENDERSE LA TPN?7:

La TPN debe suspenderse una vez conseguido el objetivo del tratamiento. Otros motivos para suspender la TPN son: en presencia de tejido de granulación uniforme y poca profundidad de la herida, si el paciente no tolera la TPN o retira su consentimiento para el tratamiento, si existe una hemorragia excesiva o signos de infección local o diseminada, o si es posible una opción terapéutica alternativa más adecuada.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Hernández V, Zevallos Bedregal O. Curación de heridas con presión negativa: fundamentos e indicaciones. Rev Per Obst Enf 6(1) 2010. Pp 46-56.
  2. Sarabia Cobo CM. Castanedo Pfeiffer C. ¿En qué consiste la presión tópica negativa? ¿Es eficaz/eficiente en el cierre de heridas complejas? Revisión del tema. Gerokomos vol.25 no.1 Barcelona mar. 2014.
  3. Kestens, G. et al. “Cicatrización avanzada asistida por terapia de presión negativa. Nuestra experiencia” Argentina: Anuario fundación Dr. J.R. Villavicencio, 2008.
  4. Gastelu-Iturri Bilbao J, Atienza Merino, G. Evaluación de la eficacia y seguridad de la presión negativa en el tratamiento de heridas crónicas. Santiago de Compostela: Consellería de Sanidade, Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia, avalia-t; 2005. Serie Avaliación de tecnoloxías. Consultas técnicas: CT2005/01.
  5. Moffatt, CJ. And Soldevilla, JJ. “European wound management association» (EWMA). Documento de posicionamiento: La presión tópica negativa en el tratamiento de heridas”. Londres: MEP Ltd, 2007.
  6. Ozcoidi Ballaz L, Mañeru Oria A. Terapia de presión negativa para el tratamiento de heridas. Rev elect de portales médicos. 21 junio 2017.
  7. Trujillo, M.M.; García, L.; Duque, B.; “Efectividad, seguridad y coste-efectividad de la Terapia por Presión Negativa Tópica para el tratamiento de úlceras cutáneas crónicas”. Servicio de Evaluación y Planificación de Canarias, 2009.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos