Uso y manejo de inhaladores.

26 julio 2023

AUTORES

  1. Miriam Navas Monzón. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Diplomada en Enfermería. Universidad de Zaragoza.
  2. Esther Anton Esteban. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Graduada. Universidad de Zaragoza.
  3. Ana Pascual Macaya. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Graduada en Enfermería. Universidad de Zaragoza.
  4. Israel Pedraza García. Enfermero Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Diplomado en Enfermería. Universidad CEU Cardenal Herrera.
  5. María Berta Royo Caballero. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Graduada en Enfermería. Universidad de Zaragoza.
  6. Laura Chinchilla Moliner. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Zaragoza. Graduada en Enfermería. Universidad de Zaragoza.

 

RESUMEN

Desde finales del siglo XX, la prevalencia de las enfermedades crónicas ha aumentado considerablemente, especialmente las enfermedades que afectan al aparato respiratorio. Los profesionales de enfermería juegan un papel fundamental en la educación para la salud, dotando a los pacientes de recursos y habilidades para enfrentarse a sus propios cuidados y a los de sus familiares. En el caso de las enfermedades respiratorias crónicas, la vía inhalatoria es de elección para la administración de la mayoría de los fármacos empleados habitualmente en su tratamiento. Ante la creciente aparición de nuevos dispositivos de aplicación y la importancia de una correcta técnica de administración, es fundamental la formación continua del profesional de enfermería con el fin de que pueda administrar unos cuidados adecuados a cada paciente y proporcionar educación para la salud de manera individualizada. A continuación, se exponen los principales dispositivos utilizados en la actualidad, así como su manejo y mantenimiento.

 

PALABRAS CLAVE

Atención de enfermería, educación en salud, inhaladores.

 

ABSTRACT

Since the end of the 20th century, the prevalence of chronic diseases has increased considerably, especially diseases that affect the respiratory system. Nursing professionals play a fundamental role in health education, providing patients with resources and skills to face their own care and that of their families. In the case of chronic respiratory diseases, the inhalation route is the principal choice for the administration of most of the drugs commonly used in their treatment. Due to the increasing appearance of new application devices and the importance of a correct administration technique, a continuous training of nursing professionals is essential so that they can administer adequate care to each patient and provide health education in an individual way. The main devices used today, as well as their management and maintenance, are presented below.

 

KEY WORDS

Nursing care, health education, inhalers.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Hasta finales del siglo XX la principal causa de morbimortalidad en España correspondía a las enfermedades infecciosas. Sin embargo, el patrón epidemiológico ha cambiado dando paso a un predominio de los procesos crónicos1. En concreto, la tasa de mortalidad atribuida a las enfermedades respiratorias crónicas a nivel nacional ascendió a 58’898 en el año 20212. Entre las enfermedades del aparato respiratorio más comunes se encuentran el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el enfisema pulmonar, el cáncer de pulmón, la neumonía y las alergias.

Los profesionales de enfermería juegan un papel fundamental en muchos ámbitos de la atención al paciente, enfrentándose especialmente al cuidado del paciente crónico que en muchos casos requiere de cuidados complejos que suponen una carga para el paciente y los familiares. En el caso de las enfermedades respiratorias crónicas, una gran parte de los tratamientos se administran a través de la vía inhalatoria. Ante la creciente aparición de nuevos dispositivos de aplicación y la importancia de una correcta técnica de administración, es fundamental la formación continua del profesional de enfermería con el fin de que pueda administrar unos cuidados adecuados a cada paciente y proporcionar educación para la salud de manera individualizada.

La vía inhalatoria constituye la vía de elección para la administración de la mayor parte del tratamiento del enfermo crónico respiratorio. El principal inconveniente de su aplicación reside en el uso correcto de los dispositivos que administran los fármacos por parte de los pacientes. Por ello, es primordial que los profesionales sanitarios, especialmente desde la consulta de enfermería, adiestren a los pacientes en el uso y manejo adecuado de dichos dispositivos. Para ello, el profesional de enfermería debe asumir su papel como educador comenzando por una completa formación continuada ya que existen estudios recientes que parecen haber demostrado que el nivel de conocimientos sobre el uso de estos dispositivos entre los profesionales enfermeros continúa siendo insuficiente3. A continuación, vamos a describir el manejo y uso de los dispositivos que actualmente disponemos para la dispensación de aerosoles así como explicar lo que sería una correcta técnica de inhalación.

En primer lugar, se entiende por aerosol la suspensión de partículas diminutas de sólidos o líquidos en el aire o en otro gas4. Se debe diferenciar del inhalador presurizado, ya que este último corresponde al dispensador propiamente dicho del aerosol. En la aerosolterapia, el fármaco es liberado mediante el gas que actúa como vehículo para llegar al continuo de las vías respiratorias, tanto superiores como inferiores. Su principal ventaja frente a la medicación sistémica reside en su rápido acceso al tracto respiratorio lo que conlleva una mayor rapidez de acción de la terapia. Igualmente, es necesaria una dosis menor que por vía sistémica, ya que el fármaco actúa directamente en el lugar de acción, lo que provoca una menor aparición de efectos secundarios.

Por otra parte, el efecto del fármaco depende de la dosis alcanzada en el tejido diana, que a su vez depende del nivel de corrección en la realización de la técnica de inhalación. En la actualidad existe una gran variedad de dispositivos inhaladores en la industria farmacológica, lo que facilita la adaptación personal del paciente al tratamiento ya que se puede elegir el sistema que más se ajuste a sus necesidades. Es tarea del personal de enfermería realizar una correcta elección del dispositivo inhalatoria de manera que se adecúe a las necesidades del paciente y a su nivel de destreza, ya que una incorrecta aplicación de la técnica supondría un fracaso a nivel terapéutico que provocaría un empeoramiento de los síntomas del paciente, no se obtendría el beneficio esperado del tratamiento y supondría un mayor gasto de recursos tanto humanos como materiales.

 

A nivel práctico, existen varios tipos de dispositivos para la administración de aerosoles:

  • Inhaladores presurizados (pMDI):

Los sistemas de inhalación que utilizan un cartucho presurizado dosificador o de dosis medida se denominan pMDI o MDI (pressured metered dose inhaler). Estos dispositivos producen aerosoles de partículas sólidas de distintos tamaños. El cartucho contiene el fármaco en suspensión en un gas propelente (actualmente se utiliza el hidrofluoralcano, HFA). Al contacto con la presión atmosférica, este gas propelente se transforma de líquido a gas produciendo el aerosol. Estos sistemas están compuestos por el cartucho propiamente dicho que contiene las partículas del fármaco en suspensión junto al propelente, la válvula dosificadora que libera la dosis correspondiente y la carcasa de plástico externa. Las principales ventajas de este tipo de inhaladores residen en su fácil transporte por su pequeño tamaño, su dosificación exacta y reproducible, la percepción inmediata del paciente de su correcta realización, la posibilidad de acoplarse a cámaras de inhalación y la necesidad de flujos inspiratorios mínimos efectivos bajos. Entre los principales inconvenientes encontramos de sincronización entre inspiración y activación del dispositivo, la necesidad de una adecuada formación del paciente en su correcto manejo, ser agitado antes de usarse, el posible efecto frío-freón (paro en la inspiración al impactar a baja temperatura con la faringe) y no presentar contador de dosis.

Actualmente existen dispositivos inhaladores presurizados de dosis de medida de partículas extrafinas (Modulite ®). Se trata de formulaciones en solución y no en suspensión, lo que proporciona ventajas frente a los pMDI ya que no es necesario agitarlos antes de su uso5. El orificio de salida de la válvula es menor que el de los pMDI convencionales, aunque aparentemente no se aprecien diferencias a nivel visual. Por otra parte, las partículas del aerosol son más finas lo que posibilita su depósito en vías respiratorias de menor tamaño y la velocidad de emisión es más lenta facilitando la coordinación disparo-inhalación, disminuyendo el impacto faríngeo, disminuyendo el efecto frío-freón y favoreciendo el depósito pulmonar del aerosol6.

Los cartuchos presurizados activados (Breath actuated inhalers, BAI) tienen un diseño similar a los pMDI, con la salvedad de que la válvula que permite la emisión del aerosol se activa automáticamente con la inspiración del paciente. Esto elimina la necesidad de sincronización y coordinación entre inspiración y pulsación del dispositivo7. Son multidosis, compactos, aunque de mayor tamaño que los pMDI, y proporcionan mayor depósito a nivel pulmonar.

Los MDI de última generación (Flutiform ®) se administran mediante un inhalador que contiene integrado un contador de pulsaciones, siendo posible saber el número de inhalaciones disponibles.

 

  • Cámaras de inhalación y espaciadores:

Las cámaras de inhalación facilitan el uso de la terapia inhalada ya que no precisan de coordinación ni pausa respiratoria. Por otra parte, evita los problemas derivados de la administración del fármaco ya que no son necesarios flujos inspiratorios altos, se reducen los efectos secundarios ya que se requieren dosis menores de fármaco, se consigue un menor depósito orofaríngeo ya que las partículas de mayor tamaño quedan adheridas a las paredes del espaciador, anulan el efecto frío-freón…

Están destinadas para aquellos casos en los que el paciente no tenga las habilidades necesarias para coordinar la inhalación con la pulsación del dispositivo (ancianos, niños).

Existen varios tipos en función de las necesidades del paciente: con válvula unidireccional, hinchables, colapsables, simples, adaptables según el uso.

Las limitaciones encontradas en el uso de las cámaras de inhalación son su tamaño menos manejable, cierta incompatibilidad entre determinados fabricantes de cámaras y cartuchos presurizados, así como la reducción de la percepción de la inhalación lo que puede suponer un menor cumplimiento terapéutico.

 

  • Inhaladores de polvo seco:

Los dispositivos de polvo seco también llamados DPI (dry powder inhaler) generan un aerosol de polvo. Se caracterizan por su pequeño tamaño, su portabilidad, no contienen gases propelentes y se activan con la inspiración lo que supone una gran ventaja en pacientes con escasas habilidades de administración. El fármaco por administrar se encuentra en cápsulas o en blísters que deben colocarse en el dispositivo antes de cada aplicación. Los DPI pueden ser de baja resistencia, resistencia media, media/alta resistencia y de alta resistencia en función del nivel de resistencia interna al flujo de aire inspiratorio que es necesario para la administración del fármaco.

Por su fácil coordinación entre pulsación e inhalación suelen ser los preferidos tanto por pacientes como por el personal sanitario8. Sin embargo, presentan limitaciones importantes como que precisan de una inspiración activa y voluntaria por parte del enfermo, pueden ocasionar mayor impacto orofaríngeo, son económicamente más caros y no pueden usarse en pacientes con ventilación mecánica.

 

  • Inhaladores de nube de vapor suave:

Los inhaladores de nube de vapor suave o SMI (soft mist inhaler) atomizan la solución del fármaco mediante la energía mecánica generada por un resorte que lo comprime y queda liberado tras el disparo. El aerosol sale atravesando un pequeño filtro con pequeños orificios dividiéndolo y provocando la nube de aerosol.

Como ventajas presentan que no necesitan gases propelentes, presentan menor velocidad en la salida del aerosol, hay un mayor depósito pulmonar, requieren flujos inspiratorios bajos y disponen de contador de dosis. Sin embargo, pueden ocasionar dificultades a determinados pacientes en el momento de la carga de la dosis.

La técnica de uso de estos inhaladores consta de distintos pasos a tener en cuenta:

  1. Quitar la tapa de la pieza bucal.
  2. Agitar el inhalador en caso de que sea necesario.
  3. Mantener el inhalador vertical (boquilla en la parte inferior).
  4. Realizar una espiración lenta y profunda.
  5. Colocar la boquilla entre labios y dientes, evitando que la lengua obstruya el orificio de salida de la boquilla.
  6. Pulsa el cartucho presurizado una vez y justo después iniciar una inspiración lenta.
  7. Continuar inspirando lentamente hasta llenar los pulmones.
  8. Aguantar la respiración 10 segundos o tanto como sea posible.
  9. Si no debe realizar nueva inhalación, tapar el dispositivo.
  10. Enjuagarse la boca con agua y tirarla (no se debe tragar).

En caso de usar una cámara de inhalación, se debe pulsar el pMDI y realizar 5 o 6 respiraciones profundas a través de la cámara. Si no es posible aguantar la respiración durante diez segundos tras la administración de la inhalación, se puede considerar la posibilidad de efectuar varias respiraciones seguidas a través de la cámara. Posteriormente, se debería enjuagar la boca.

En caso de utilizar un dispositivo de polvo seco, se debe colocar previamente la cápsula en el inhalador y posteriormente retirar la cápsula vacía. Existen sistemas multidosis que deben prepararse antes del disparo girando la carcasa externa del dispositivo.

Los inhaladores de nube de vapor suave deben cargarse previamente a la administración girando la carcasa externa (se deberá oír un “clic”) en posición vertical. Se debe inspirar lentamente hasta que los pulmones se encuentren llenos mientras que se presiona el botón del dispositivo para liberar la dosis correspondiente.

Para un mantenimiento y limpieza habitual, la boquilla debe limpiarse con un paño o papel limpio y seco. No se debe lavar o poner ninguna parte del cartucho en agua. La carcasa de plástico del cartucho puede lavarse con agua y jabón neutro una vez que ha sido retirado el cartucho. Se debe secar procurando que no quede humedad en la base donde se asienta la válvula. Finalmente, se acopla de nuevo el cartucho a la carcasa de plástico. En los sistemas de autodisparo, es mejor limpiar el envase exterior con un pañuelo limpio y seco.

Se recomienda no exponer el dispositivo a temperaturas superiores a 50ºC, conservar protegido de la luz solar directa, no congelar, no perforar el envase o arrojarlo al fuego (aunque esté vacío) y no poner aceites o lubricantes en la válvula de salida. Cuando se usa por primera vez, se deben realizar de dos a cuatro pulsaciones para confirmar su correcto funcionamiento. Igualmente, si el inhalador no ha sido usado durante varios días es aconsejable efectuar al aire dos pulsaciones antes de usarlo.

Las cámaras de inhalación son de uso personal y se debe realizar al menos una limpieza semanal. Para ello, se deben desmontar todas sus piezas y lavarlas con agua templada y detergente suave. Es conveniente dejar secar al aire para disminuir la carga electrostática que podría atraer las partículas del aerosol.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Mayoral Cortes José María, Aragonés Sanz Nuria, Godoy Pere, Sierra Moros María José, Cano Portero Rosa, González Moran Francisco et al. Las enfermedades crónicas como prioridad de la vigilancia de la salud pública en España. Gac Sanit [Internet]. 2016 Abr [citado 2023 Jun 15];30(2): 154-157. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112016000200014&lng=es. https://dx.doi.org/10.1016/j.gaceta.2015.12.008.
  2. Instituto Nacional de Estadística [Internet]. Madrid: INE; 2023 [citado 15 de junio de 2023]. Estadística de Tasa de Mortalidad. Año 2021. Disponible en: https://ine.es/jaxi/Datos.htm?tpx=46687
  3. Plaza V, Sanchis J, Roura P, Molina J, Calle M, Quirce S, et al. Physicians’ knowledge of inhaler devices and inhalation techniques remains poor in Spain. J Aerosol Med Pulm Drug Deliv. 2012;25:16-22.
  4. Real Academia Española [Internet]. Madrid: RAE; 2023 [citado 15 de junio de 2023]. Disponible en: https://dle.rae.es/aerosol
  5. Dolovich MB, Dhand R. Aerosol drug delivery: developments in device design and clinical use. Lancet. 2011;377:1032-45.
  6. Gabrio BJ, Stein SW, Velasquez DJ. A new method to evaluate plume characteristics of hydrofluoroalkane and chlorofluorocarbon metered dose inhalers. Int J Pharm. 1999;186:3-12.
  7. Newman SP, Weisz AW, Talaee N, Clarke SW. Improvement of drug delivery with a breath actuated pressurised aerosol for patients with poor inhaler technique. Thorax. 1991;46:712-6.
  8. Giner J, Torrejón M, Ramos A, Casan P, Granel C, Plaza V, et al. Preferencias de los pacientes en la elección de dispositivos de inhalación en polvo. Arch Bronconeumol. 2004;40:106-9.

 

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