Visibilidad de las enfermeras en la cooperación internacional.

16 marzo 2022

AUTORES

  1. Silvia Fernández Bañón. Enfermera Docente en CFP Valle de Tena. Zaragoza. España.
  2. Irene Juan Joven. Enfermera en UCI. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  3. Izarbe Martín Gálvez. Enfermera en UCI. Hospital Royo Villanova. Zaragoza. España.
  4. Naiara Gaudioso Vidal. Enfermera en Neumología. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  5. Susana Navarro Granados. Enfermera en Neumología Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España
  6. Sandra Sorrosal Arjona. Enfermera en Traumatología. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.

 

RESUMEN

Objetivo: Visibilizar el papel de las enfermeras en el ámbito de la Cooperación Internacional y fomentar la implicación de las Facultades de Enfermería.

Metodología: Investigación cualitativa; perspectiva. Se realizan entrevistas a 4 enfermeros que han intervenido en proyectos de cooperación internacional, previa su firma de consentimiento informado, a partir de las cuales se analizan sus funciones y competencias en este ámbito. Los datos son analizados y separados en partes discretas, se examinan y se comparan con la bibliografía consultada con el fin de encontrar similitudes y diferencias.

Resultados: se evidencia una escasa, insuficiente e inalcanzable formación respecto a la Cooperación Internacional. En el caso de los profesionales de la salud es necesario tener unos conocimientos de base y profundizar en aspectos más concretos como las enfermedades tropicales o exóticas, epidemiología y/o salud global. Por otro lado, las competencias de la enfermera cooperante no son visibles.

Conclusión: las enfermeras tenemos un amplio marco de actuación dentro de la Cooperación Internacional y es necesario incorporarlo a nuestra vida profesional y personal, siendo imprescindible el papel de las Facultades de Enfermería para visibilizar a las enfermas cooperantes. Este trabajo intenta transmitir la realidad de la enfermería cooperante tanto en España como en los países en vías de desarrollo.

 

PALABRAS CLAVE

Enfermería, cooperación internacional, facultades de enfermería, visibilidad enfermera.

 

ABSTRACT

Objective: Make visible the nurse role in the International Cooperation ambit and encourage its involvement in Nursing Schools.

Methodology: Qualitative research; perspective. Interviews were conducted with 4 nurses who have participated in International Cooperation projects, before signing their informed consent, from which their functions and competences in this area are analyzed. The data is analyzed and separated into discrete parts, examined and compared with the bibliography consulted in order to find similarities and differences.

Results: there is evidence of scarce, insufficient and unattainable training in International Cooperation. In the case of health professionals, it is necessary to have basic knowledge and be deep in tropical or exotic diseases, epidemiology or global health. On the other hand, the skills of the cooperating nurse are not visible.

Conclusion: nurses have a broad framework of action within the International Cooperation and it is necessary to incorporate it into our professional and personal life, being essential to the nursing school’s role. This work tries to transmit the reality of cooperating nursing in Spain and in developing countries.

 

KEY WORDS

Nursering, international cooperation, nursing schools, nurse visibility.

 

INTRODUCCIÓN

Según Gómez y Sanahuja, la cooperación al desarrollo se define como el “Conjunto de actuaciones, realizadas por actores públicos y privados, entre países de diferente nivel de renta con el propósito de promover el progreso económico y social de los países del Sur, de modo que sea más equilibrado en relación con el Norte y resulte sostenible” con el objetivo de fomentar los derechos humanos mediante cambios económicos, sociales y políticos en países pobres1.

Otros autores como Beni, Calabuig et al definen el concepto de cooperación internacional o cooperación al desarrollo como el “conjunto de actuaciones, realizadas por actores públicos y privados, entre países de diferente nivel de renta con el propósito de promover el progreso económico y social»2.

Tras la segunda guerra mundial, el comienzo de la guerra fría y sus consecuencias políticas, económicas y humanas, los países involucrados se concienciaron sobre la necesidad de buscar soluciones a los problemas más importantes de la humanidad y se plantearon objetivos comunes como la ayuda humanitaria a ciudadanos de países pobres o en conflicto, el mantenimiento y protección de la paz, la protección de los derechos humanos o la potenciación del desarrollo económico y social de los países menos desarrollados. Por ello, se creó la ONU2.

En septiembre del 2000 la ONU firma la Declaración del Milenio, en ella la Organización Mundial de la Salud, organismo internacional del sistema de las Naciones Unidas creado con el fin de cooperar entre los 191 Estados Miembros y otros para promover la salud en todas las personas, establece y describe los Objetivos Del Milenio. Se establecieron 8 objetivos a alcanzar en 2015 en cuanto a cooperación se refiere. Dichos objetivos fueron la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, combatir el VIH, paludismo y otras enfermedades, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años, mejorar la salud materna y fomentar una asociación mundial para el desarrollo1,3.

Desde un punto de vista más personal y humano, la Cooperación Internacional se puede asociar a ayuda altruista, a aventura, a idealismo o incluso a cierto morbo. 4

Sin embargo, la Cooperación Internacional va mucho más allá de los conceptos que podemos imaginar, ya que las intervenciones que se han realizado desde grandes proyectos anteriores son sólo un pequeño grano de arena de lo que realmente representa este concepto y su estrecha relación con la profesión enfermera2.

Ante los últimos datos que refleja la ONU, se estima que 4000 millones de personas se encuentran en estado de pobreza, 448 millones de niños sufren desnutrición y todos los días mueren alrededor de 30.000 niños por causas que se pueden evitar. Estos datos hacen evidentes la crisis humanitaria que estamos viviendo y la importancia de la cooperación5,6.

Dichas actividades no pueden llevarse a cabo con la ausencia de profesionales cualificados existentes ahora mismo en dichos países.

Hazel, Odhiambo et al afirman que existe una gran falta de profesionales de la salud en países como Kenya, destacando entre ellos la falta de enfermeros en especialidades como la cardiología, la odontología, la oncología o las emergencias, lo que nos reafirma en la necesidad de formar a profesionales cualificados7.

El papel de las enfermeras en proyectos de cooperación es muy amplio y abarca numerosas funciones y competencias. Algunas de ellas son la concienciación, formación e información a la sociedad sobre la realidad de estos países, la mejora de la situación de los sectores marginados, el aumento de la calidad de vida y posibilidad de desarrollo de éstos habitantes, la intervención en atención sanitaria básica, la nutrición, las vacunaciones, el control de enfermedades, la educación para la salud y la formación de personal sanitario, la intervención en salud reproductiva o la sensibilización de los profesionales y estudiantes enfermeros en la cooperación5,6.

Según un estudio realizado en España sobre la opinión y participación de las enfermeras en ONG, se obtuvo que una de cada cinco enfermeras españolas colabora económicamente y con trabajo sin remuneración con alguna ONG, el 97% cree que es necesaria la colaboración dirigida a países en vías de desarrollo y las enfermeras presentaron un gran desconocimiento sobre aspectos básicos de cooperación internacional española, como son la organización o las áreas de trabajo8.

Necesariamente dentro del currículum académico de las enfermeras debería existir una experiencia en países en vías de desarrollo para que estos futuros profesionales aumentaran las competencias en multiculturalidad que como se ha visto en otros países, es tan beneficioso. De este modo, se podrían alcanzar las competencias transversales en voluntariado y cooperación9,10,11.

 

JUSTIFICACIÓN

Actualmente la presencia de la enfermera en la cooperación internacional no es visible a diferencia de otras disciplinas como la médica, la cual, si tiene una presencia reconocida en la cooperación internacional con organizaciones como Médicos sin Fronteras, en los que también las enfermeras tienen un papel fundamental pero el reconocimiento es menor. Por ello entendemos que la figura de la enfermera ha de tener la relevancia y visibilidad que merece a nivel institucional y social mediante el reconocimiento de las actividades que día a día llevan a cabo en países en vías de desarrollo. La universidad podría jugar un papel esencial en esta labor y en la de aumentar el grueso de enfermeras cooperantes, transmitiendo competencias en cooperación para el desarrollo incluso planteando la posibilidad de rotaciones en programas de cooperación.

 

OBJETIVOS

  • General:
  • Visibilizar el papel de las enfermeras en el ámbito de la Cooperación Internacional y fomentar la implicación de las Facultades de Enfermería para ello.
  • Específicos:
  • Identificar el liderazgo de las enfermeras en proyectos de cooperación internacional.
  • Destacar la relevancia social de las enfermeras que realizan proyectos de cooperación internacional.
  • Comparar modelos educativos de otros países con el nuestro en los que se fomenta en la universidad la cooperación.

 

METODOLOGÍA

Abordaremos este trabajo a través de diversas entrevistas realizadas a enfermeras que han intervenido en diferentes proyectos de cooperación internacional, a través de intervenciones clínicas e intervenciones comunitarias, en Kenia, analizando sus funciones, actividades, competencias y responsabilidades dentro de este contexto.

Las entrevistas se realizaron durante el mes de diciembre de 2017 a cuatro enfermeros. Todos de ellos habían participado en programas de intervención comunitaria

Dos de las entrevistas se realizaron vía Skype y las otras dos en persona a través de preguntas abiertas y previo consentimiento informado. Las entrevistas fueron grabadas, transcritas y analizadas para el presente documento.

Todo esto con el fin de visibilizar las competencias de las enfermeras en el ámbito de la Cooperación Internacional a través de una recopilación de experiencias en las que la enfermera ha sido clave en el desarrollo de las intervenciones trabajando en equipos transdisciplinares liderados por ellas mismas3.

Para llevar a cabo este trabajo se realizará una revisión bibliográfica a través de diferentes fuentes como Pubmed, Scielo, Enfispo, CINAHL, LILAcs o Google ACADEMIC.

Como criterios de inclusión se consideraron los textos relacionados con la cooperación internacional en el ámbito de la enfermería y otros relacionados con algunos conceptos que se desarrollan durante el trabajo con el fin de justificar los datos expuestos, como son datos de la OMS o la ONU.

En cuanto a los criterios de exclusión, nos limitamos a documentos en español, portugués e inglés con los descriptores: cooperación y enfermería, cooperación internacional, enfermería y África, funciones y enfermería y cooperación. En inglés se introdujeron los descriptores: cooperation and nursing, international cooperation, nursing and Africa, functions and nursing and cooperation.

Se consideraron los documentos comprendidos entre el año 2004 y el presente año.

 

RESULTADOS

Los participantes fueron del sexo masculino y femenino con edades comprendidas entre los 25 y los 37 años. Se presentan los aspectos más relevantes de las entrevistas:

“Te das cuenta de que no tienes que pensar por ellos”.

Se define como una intervención enfermera a “todo tratamiento, basado en el conocimiento y juicio clínico, que realiza un profesional de la Enfermería para favorecer el resultado esperado del paciente de manera directa o indirecta”.

Una intervención de enfermería directa es un tratamiento realizado directamente con el paciente y/o la familia a través de acciones enfermera fisiológicas, psicosociales o de apoyo.

Una intervención de Enfermería indirecta es un tratamiento realizado sin el paciente, pero en beneficio de este o de un grupo de pacientes14.

Durante el primer contacto con el país donde se iba a realizar la intervención se analizó el contexto cultural y social del mismo, así como los líderes comunitarios y se valoraron las actitudes de las personas a las que se iban a atender.

Tras ese primer contacto, de vuelta en España, se analizó la situación y se planificaron unos objetivos y actividades para llevar a cabo a la incorporación en Kenia4:

“Yo llevaba una idea clara en la cabeza. Había que cambiar para muchas personas, no para una sola, atendiendo a gente con neumonías o diarreas sin más, no se soluciona nada”. El concepto era poder cambiar realmente su conocimiento sobre la enfermedad, la salud, conseguir que ellos tuvieran una autonomía sobre su salud para que realmente afectase a toda la población y no solamente a los que estaban enfermos”.

“Se trataba de hacer clínicas móviles en un pueblo más o menos de manera fija dos o tres días por semana y allí atendemos enfermedades puntuales de la gente, como un consultorio vaya”:

“Básicamente, lo que nosotros hacíamos era estudiar las necesidades de la población mediante observación, estuvimos un tiempo observando las necesidades que tenían y luego reuniéndonos con ellos y preguntándoles directamente lo que ellos sentían que necesitaban en temas de salud y vimos que de todo lo que nos decían lo más importante era la malaria, los niños y específicamente la salud en los niños, muchas madres se quejaban de que sus hijos tenían diarrea y luego las matronas, que ellas eran muy tradicionales a la hora del parto y la hora del cuidado del embarazo tenían técnicas sí, que hacían toda la vida, pero que se podrían mejorar. Entonces esas tres cosas fueron nuestro objetivo”.

Tras la reunión con los líderes políticos y las personas más representativas de la comunidad turkana salieron los objetivos a cumplir durante el proyecto. Las principales necesidades y preocupaciones que expresaron éstos fueron la malaria, la diarrea4.

“Yo con los niños, pues cada vez que me venía una madre con diarrea yo lo primero que me di cuenta es tratar la diarrea, con ab , lo típico que se hace y luego me di cuenta de que los niños que venían con diarrea , venían en súper malas condiciones, con la ropa hecha cartón, los ojos llenos de legañas, la piel súper sucia, un montón de polvo , claro, ellos de jugar, de moverse por ahí, ellos no son conscientes de la higiene, sobre todo los bebés se meten los dedos en la boca, juegan con tierra donde han meado animales, entonces cada vez que venían estas mujeres, les explicaba lo importante que era la higiene”.

“Lo que te das cuenta es que no tienes que pensar por ellos, decir ¡ay pobrecitos que tienen diarrea! y curarles y olvidar, lo importante era preguntarles por qué les preocupaba y qué querían saber”.

Dentro del programa de la malaria se contempló conseguir mosquiteras a bajo precio para venderlas a la población y disminuir el número de picaduras4:

“La intervención comunitaria realmente era fuera de la clínica. Creamos un grupo para prevenir la malaria, les enseñamos a manejar los kits para diagnosticar la malaria (…)”. “La gente que venía a la clínica con malaria, les preguntamos si sabían cómo prevenirla y evidentemente no sabían la mayoría de veces y planteamos la posibilidad de conseguir mosquiteras a un precio razonable para ellos, porque claro no queríamos regalar mosquiteras (…) porque de esta manera ellos no entienden el coste de lo que es el objeto. Entonces conseguimos mosquiteras y las vendíamos, aunque suene fatal, a un precio de 7 mosquiteras por una cabra pequeñita, porque allí como no tienen dinero, que lo que tienen son cabras, es ganado, las cambiaban. Y la verdad es (…), la gente venía a comprar mosquiteras. Así conseguimos que un household, qué es una familia, que podía tener mínimo de 2 a 3 mujeres, las que tenía en el pueblo y sus 8 hijos, todas esas personas se cubrían con las mosquiteras que compraban con la cabra y así prevenimos un poco la malaria”.

Durante el proyecto, se consideró trabajar con los maestros de la escuela primaria y de infantil. Se habló con ellos de higiene y de cómo incorporar en los juegos infantiles. Se planteó el objetivo de conseguir una ducha semanal con agua y jabón de cuerpo entero y un lavado de manos y cara diario antes de las comidas 4:

“Les enseñaba a lavarse y les decía que al menos lavarse con agua al menos una vez al día para evitar la diarrea. Para llevarlo más allá, decidimos ir a los colegios, que allí había una guardería y un colegio de primaria”.

“Lo intentamos hacer, claro allí, suena a chiste, no les gusta el agua, para hacerlo ameno, nos inventábamos canciones, hacíamos juegos, les repartimos antes de ducharse, pastillas de desparasitante, que tiene un sabor dulce. Entonces les decíamos, primero ducharos y luego os damos el caramelito y así los motivamos a lavarlos”.

Uno de los pasos que se llevaron a cabo durante la intervención fue el de reunir a las matronas tradicionales e informarlas de nuevas cosas que tenían que plantear 4.

“Quedaba con las matronas los martes, y les llevaba algo de merendar y nos poníamos a charlar. Me contaron cómo llevaban el embarazo, cómo atendían un parto”.

“Al niño cuando nacía, lo apartaban en el suelo y hasta que no le dieran un nombre no le daban de mamar. A veces podía pasar un día y otras veces cinco hasta que encontraban un nombre para ese niño. Mientras tanto, le daban leche de cabra o de camello o vaca. Esas dos cosas específicamente las quise abordar un poco”.

“Les expliqué que me gustaría que viniesen conmigo a las clínicas para ver que no es necesario realizar estos cortes para reducir el sangrado y que realizando unos cuidados durante el embarazo se podían prever problemas y una vez hubiese nacido el niño, quería explicarles lo que es el método canguro, que no es apartar al niño, sino ponerlo con piel y piel y darle de mamar en el primer momento porque así ellos empezarían a crecer más fuertes, cogerían las vitaminas de la madre. Tampoco te puedes meter mucho en el tema científico porque no lo van a entender.

Los avances se hicieron visibles en el grupo de matronas. Se estableció una buena base sobre higiene personal y se introdujo con éxito el método canguro dentro de las matronas tradicionales en relativamente poco tiempo4.

“Conseguí con ellas esas dos cosas, primero educarlas un poco a que vinieran a hacerse revisiones cada mes, pesarlas, vacunarlas y luego una vez nacido el año explicarles el método canguro y las vacunaciones de los niños nada más nacer”.

En los anexos 1 y 2 se muestran diferentes fotografías tomadas en Turkana.

 

“Atendíamos cosas que en España como enfermeros no atendemos”.

El sistema de salud de Turkana es muy precario. Las enfermedades más frecuentes son la malaria, las enfermedades respiratorias y las infecciones gastrointestinales, así como otras enfermedades endémicas como la tuberculosis o el VIH4:

“Al final elegíamos a los pacientes que ponían peor cara porque eso se nota. Si ponen mala cara es porque están mal. A los niños intentaba verlos a todos, porque con los niños nunca sabes. Pero si, en las

clínicas móviles, te venían un montón y acabábamos súper tarde y teníamos que poner orden. Hacíamos un cribado más que nada a ojo”.

“Atendíamos neumonías, heridas de machete, balas y peleas, episodios de epilepsia, realmente cosas que aquí en España como enfermeros no se atienden”.

“Como es una zona de conflicto, había muchas guerrillas tribales y allí mucha gente tenía metralletas y teníamos muchos heridos de bala, que se disparaban entre ellos o accidentalmente. Veíamos heridas, cortes, que a lo mejor venían a los 5 o 6 días después de habérsela hecha y la herida estaba súper infectada. Hacíamos un seguimiento de la herida, una cura a la semana. Cosas así de atención de enfermería en un centro de salud, úlceras y todo eso también”.

“Nosotros sabíamos mucho de emergencias. Montamos una sala que era como nuestra UCI, pequeñita, teníamos casos graves bajo vigilancia, con goteros, con el monitor, con oxigenoterapia. En casos que no podíamos hacer nada más, los llevábamos al hospital”.

En el anexo 3 se puede observar una imagen de un herido de bala.

 

“Lo que hace falta principalmente son ganas de aprender y de ayudar”.

La cooperación en España, desde los 80, ha vivido un proceso de profesionalización de los cooperantes que ha propiciado una mayor calidad en la gestión de proyectos e intervenciones. Actualmente, son personas que reúnen formación universitaria, máster, posgrado, el dominio de al menos dos idiomas y experiencia sobre el terreno13,14.

Los enfermeros entrevistados poseían el título de Diplomado y Graduado en Enfermería, mientras que uno de ellos además había hecho un Máster en Urgencias y Emergencias. Ninguno de ellos poseía formación sobre la Cooperación:

“Realmente no tenía ninguna formación sobre cooperación internacional, lo que hace falta principalmente son ganas de aprender y de ayudar”.

“Irte sólo, recién acabado, o tienes una experiencia previa de haber trabajado o de enfrentarte tú solo a ciertas experiencias o yo creo que es un poco arriesgado”

“Pocas cosas te preparan para lo que ves ahí. Allí, antes de irnos me interesé un poco por la medicina tropical, pero vamos que no hice nada específico. Luego allí cada día aprendes”.

“Sí que quizá el perfil que tendría que ir es alguien abierto, aventurero y dispuesto a asumir muchas cosas (…)”.

“En general, la mayoría de los másteres en España son un sacacuartos, un máster aquí en España no te sirve de nada, vas a seguir siendo el mismo enfermero. No te van a dar más competencias. Al revés, para una empresa eres un problema, porque vas a necesitar cambios de horarios, etc. En otros países estudiar un máster es un privilegio para la empresa, incluso te pagan una parte muchas veces. Acabas el máster y tienes más competencias y te pagan más por ello”:

“Hay un máster de cooperación, en la Universidad de Barcelona, que eso sí, te mete en el mundo de la cooperación, trabaja con muchas organizaciones como MSF. “

“En España como enfermero no puedes vivir como cooperante. O no puedes o es muy difícil. Tienes que ser el número 1. “

“Si buscas en Internet perfiles de Cooperación que busquen por ahí y ves director médico de Hospital, siempre quieren un médico. Hay 40 o 50 médicos que viven de la cooperación por cada 2 o 3 enfermeros”.

“Tuve una discusión con una ONG porque no entendía porque para dirigir un hospital necesitabas ser médico. Yo tengo un experto en Gestión, tengo experiencia 1 año y medio en Kenia, además era para trabajar allí, sé Suajili, sé inglés perfecto, sé de gestión, conozco las enfermedades y tratamientos de allí y tengo conocimiento en pacientes críticos y me estás diciendo que prefieres un médico que no sepa nada de allí pero que como es médico me vale. Me dijeron que si quería que me pagara el billete y fuese yo de gratis”.

“Un médico puede elegir en algunas ONGS los períodos en los que quiere ir, ir y volver y tienen sueldos superiores “.

“La cooperación mejoraría mucho si se pagase a los enfermeros y se ofrecieran buenas condiciones laborales”.

 

“No vivimos en un país que nos permita hacer estas cosas”.

Para poder acercarnos a la situación en la que se encuentran las enfermeras en el mundo debemos conocer el reconocimiento que tiene la Cooperación Internacional en España.

“No vivimos en un país que nos permita hacer estas cosas, porque yo con diferencia de mis compañeros de promoción, yo en la bolsa de trabajo estoy más bajo. Tenemos un sistema que no nos ayuda a decir “voy a cogerme un año sabático y a irme a hacer cooperación”.

“Si comparas con otros países…Los americanos lo hacen mucho, los canadienses. Por ejemplo, acaban la carrera y van a hacer cooperación un año. A los españoles nos cuesta más. Los pocos españoles que salen son a algo seguro, alguno se va a Inglaterra, pero sabiendo que van a trabajar allí, aunque sea un trabajo penoso.”

“Conozco a muy pocos que tengan esas ganas de aventura y que se quieran lanzar a hacer algo así”

“A ellos les cuenta la experiencia personal, pero tú eres enfermero americano y te vas un año fuera y luego vuelves a tu país y estás muy bien valorado porque has hecho un año de cooperación y como allí las contrataciones son privadas, tú has tenido una experiencia que tus compañeros no han tenido, eres una persona multicultural…”

“Aquí cuento que he trabajado un año y medio en África sin nada, yo sólo, y no sirve para nada. Yo no soy nadie aquí. Yo he estado curando heridas de bala, pacientes críticos con 4 cosas de la mochila y salvando gente, siendo dos enfermeros allí y no somos nada al venir aquí. Yo me fui un mes a Estados Unidos, yo contaba eso allí y me decían que allí tendría trabajo si o si y aquí mucha gente piensa que si se va fuera, pierde trabajo y puntos en la Bolsa aquí”.

“Se podría hacer muchas cosas desde el Gobierno como becar a estudiantes o ofrecer prácticas allí”.

“Escuché un día a Antonio Banderas en un programa de Televisión que decía que la diferencia entre los americanos y los españoles es que tú preguntas a un universitario español y te dice que quiere ser funcionario y preguntas a uno americano y quiere ser un emprendedor. El problema de nuestro país es que todo el mundo quiere ser funcionario. Entonces si tu sueño es ese, no te vas a África.”

 

“Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida sin duda y una de las mejores épocas de mi vida”.

Se define la experiencia como un acontecimiento que se vive y de lo que se aprende algo14.

Algunas de las experiencias y anécdotas recogidas fueron:

“La experiencia fue toda una pasada. Yo lo recomendaría a todos los enfermeros que tuviesen una experiencia de ese tipo”

“Te enriquece mucho humanamente y como profesional”.

“No sé a mí me da pena porque realmente con cosas súper sencillas como las que te he contado (…) allí sirve de mucho. Son pequeños pasitos que ayudan un montón”.

“Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida sin duda y una de las mejores épocas de mi vida”.

“Creo que estamos súper capacitadas, que tenemos un montón de aptitudes y que podemos aportar igual o más que cualquiera, si de verdad tenemos ganas”.

“Yo creo que la forma de animar a la gente puede ser con conferencias, en los congresos, artículos, haciendo presentaciones de trabajos como haces tú”.

“Me gustaría repetir algo así”.

“Yo recomendaría la experiencia claramente, pero tienes que tener claro que es muy duro, trabajando 24 horas al día, para ellos, 365 días al año”.

“La gente no quiere ir en parte por miedo, desconocimiento…”

“Los enfermeros se encuentran más cómodos aquí porque no saben lo que se van a encontrar allí”.

“Tengo muchos amigos que me han preguntado y todas se han echado para atrás”.

 

DISCUSIÓN

En el artículo de García Rúa, se establecen algunas de las competencias de las enfermeras en Cooperación Internacional, que se corresponden a su vez con las intervenciones mencionadas por los entrevistados y con el perfil de enfermera cooperante.

En los anexos 4 y 5 se recogen las competencias e intervenciones de la enfermera cooperante y el perfil de la enfermera cooperante respectivamente.

Las experiencias narradas por los entrevistados tienen repercusiones en la vida de los cooperantes enfermeros y en la manera de enfocar su vuelta a la rutina. La mayoría describen en su experiencia partes positivas cómo ayudar a los más necesitados, trabajar en otro país, conocer la cultura, las habilidades que adquieres allí, etc. Pero también hay una parte negativa como pueden ser las condiciones climáticas, la alimentación o las carencias y dificultades. En general, los enfermeros que van de voluntarios indican que van por curiosidad, para cambiar algo o para vivir la aventura, pero al finalizar el proyecto declaran que la gran mayoría volvería a ser voluntario destacando tres actitudes claras; la motivación, las expectativas y la esperanza de conseguir algo, tal como afirma Jerez Molina et al. 15,16.

Para poder acercarnos a la situación en la que se encuentra nuestra profesión en el mundo y la importancia de las escuelas en la formación de enfermeros multiculturales, podemos tener en cuenta los datos de los estudios realizados por la Organización Panamericana de la Salud16.

Mientras que en Estados Unidos hay 97 enfermeras por cada 1000 habitantes, en Haití sólo hay una, lo que pone de manifiesto la escasez y falta de enfermeras y la demanda de éstas para colaborar con ellos.

Es necesario que los planes de estudio de las Facultades de enfermería de países desarrollados incorporen y desarrollen competencias en cooperación y voluntariado.

En el estudio de Palacios García se concluyó que:

  • Uno de cada cinco enfermeros colabora económicamente y con trabajo sin remuneración con alguna ONG.
  • El 97% cree necesaria la colaboración dirigida a países en vías de desarrollo.
  • El 42,6 % pensaron que Centroamérica es el lugar donde se dirige la colaboración y 44.1% desearon que fuera África.
  • Auxiliares y enfermeras presentaron un mayor desconocimiento que los médicos frente a las actuales aportaciones del Ministerio a la cooperación (0,7%) y reflejan un gran desconocimiento sobre aspectos básicos de cooperación internacional española9.

Se hace evidente que las Facultades de enfermería deberían tener un papel activo en ello formando al profesional como un sujeto ético, autónomo, responsable y solidario. A su vez, las Universidades deben introducir asignaturas optativas relacionadas con la cooperación al desarrollo, ya que la formación en cooperación que se imparte es a través de estudios postgrado18.

Actualmente en España contamos con 35 másteres oficiales de Cooperación Internacional al Desarrollo, de los cuales 24 son presenciales, 10 son semipresenciales y 1 es online. Podemos encontrar una diferencia en cuanto a la oferta de másteres ofertados en las diferentes Comunidades Autónomas de nuestro país siendo la distribución: Madrid (7), Vizcaya (4), Valencia (3), Almería, A Coruña, Alicante, Barcelona, Cantabria, Castellón, Huelva, Granada, Murcia y Valladolid (1) en lo que se refiere a másteres presenciales. En cuanto a los semipresenciales la distribución es: Sevilla (5) y Valladolid, Valencia, Lleida, León y Málaga1.

Con dicha distribución podemos observar las diferencias de una Comunidad a otra destacando la comunidad de Madrid cuya oferta es mayor que en otras Comunidades. Asturias, las Islas Baleares, Canarias, Castilla la Mancha, Extremadura, La Rioja o Navarra carecen de oferta de másteres oficiales de Cooperación Internacional. El precio de dichos másteres oficiales oscila desde los 1152 euros a los 9450 euros22.

Si además hablamos de másteres relacionados con la salud, la oferta todavía es más reducida. Encontramos el Máster en Salud Internacional y Cooperación que oferta la Universidad Autónoma de Barcelona, semipresencial, máster propio, con una duración de dos años y con un precio de 4290 euros. Por otro lado, la Universidad Rey Juan Carlos I de Madrid oferta un máster oficial de Medicina Tropical y Cooperación al Desarrollo, presencial, con una duración de un año y un precio de 2878 euros 23,24.

Cabe resaltar la diferencia entre un máster propio y un máster oficial. Los másteres propios son programas de formación de posgrado orientados principalmente a la especialización profesional. Comprenden un número de créditos europeos igual o superior a 60 (ECTS) y poseen una duración de entre uno y dos años académicos. Dada su orientación profesional, no proporcionan acceso a programas de doctorado ni habilitan para el ejercicio de profesiones reguladas 25.

Sin embargo, los másteres oficiales son regulados por el Ministerio de Educación que establece y regula esta formación a través de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. La validez de estos másteres está reconocida en todo el entorno europeo y proporciona acceso a programas de doctorado 26.

 

Por otro lado, contamos con 44 postgrados de Cooperación Internacional en España, entre los cuales 22 son online, 16 presenciales y 4 semipresenciales. En este caso la distribución de postgrados presenciales se distribuye en: Madrid (7), Valencia, Vizcaya, Tarragona, Sevilla, Cádiz, Cantabria y Alicante (1). En cuanto a los presenciales encontramos 2en Madrid, 1 en Sevilla y 1 en Valencia, existiendo de nuevo diferencias geográficas en cuanto a la distribución de postgrados. En el caso de los posgrados el precio oscila entre los 400 euros a los 4000 euros22.

Por lo que respecta a expertos de Cooperación Internacional en España vinculados a la enfermería, sólo tenemos uno, un experto universitario en Cooperación Internacional en Enfermería, en la Universidad Católica de Ávila, semipresencial, con una duración de 9 meses y un precio de 600 euros27.

Tanto las organizaciones internacionales dedicadas a la salud como las naciones individualmente han asumido un compromiso con los países más desfavorecidos, de forma que la cooperación internacional es una actividad común en nuestra sociedad.

Por ello, todos los profesionales que realizan cooperación, y particularmente en el caso de los profesionales de la salud necesitan tener unos conocimientos de base y profundizar en aspectos más concretos como pueden ser las enfermedades tropicales o exóticas, epidemiología y salud global, clínica y cirugía o microbiología, disciplinas que no se abordan durante los estudios de pregrado.

Con esto, podemos afirmar que la oferta de formación en Cooperación Internacional es escasa, insuficiente y muchas veces inalcanzable, debido a sus desorbitados precios y a su poca disponibilidad geográfica. Bien es cierto, que como afirmaba uno de los enfermeros entrevistados, toda esta formación debe ir seguida de entusiasmo y solidaridad: “Realmente no tenía ninguna formación sobre cooperación internacional, lo que hace falta principalmente son ganas de aprender y de ayudar”.

Con el testimonio de uno de los enfermeros entrevistados: “En España como enfermero no puedes vivir como cooperante. O no puedes o es muy difícil. Tienes que ser el número 1. “Si buscas en Internet perfiles de Cooperación que busquen por ahí y ves director médico de Hospital, siempre quieren un médico. Hay 40 o 50 médicos que viven de la cooperación por cada 2 o 3 enfermeros”. “Tuve una discusión con una ONG porque no entendía porque para dirigir un hospital necesitabas ser médico. Yo tengo un experto en Gestión, tengo experiencia 1 año y medio en Kenia, además era para trabajar allí, sé Suajili, sé inglés perfecto, sé de gestión, conozco las enfermedades y tratamientos de allí y tengo conocimiento en pacientes críticos y me estás diciendo que prefieres un médico que no sepa nada de allí pero que como es médico me vale. Me dijeron que si quería que me pagara el billete y fuese yo de gratis”., se hace evidente la precariedad laboral o infravaloración a la que es sometida a veces nuestra profesión.

Recordemos la famosa carta de una española de 28 años publicada en el diario británico de The Independent bajo el título «No me hice enfermera para estar infravalorada y mal pagada”. En dicha publicación describe su vida como enfermera de cuidados pediátricos y con formación de postgrado en los que había gastado más de 7000 libras, con turnos de día y noche, inclusive festivos, en la cual estaba dentro de la banda salarial más baja, cobrando alrededor de 5703 euros menos que el especialista de su unidad trabajando menos horas. Con ambas experiencias, se pone de manifiesto la falsa idea de que las “enfermeras sólo limpian culos y hacen camas”, cuando nos corresponde entre otras tareas, la comprobación de las prescripciones de medicamentos, preparación y administración de éstos y cuidar a los pacientes y sus familias física y emocionalmente, para lo que se necesita un amplio conocimiento, formación y destreza28.

 

CONCLUSIÓN

La experiencia como cooperante repercute directamente sobre nuestras vidas y nos permite ser mejores personas y profesionales. Es necesario reforzar y potenciar nuestra profesión, desarrollando y perfeccionando nuestra formación y potenciando a su vez el desarrollo de la educación y la investigación en los países más desfavorecidos.

Es evidente el papel que deberán tener las Facultades de enfermería para que este cambio se produzca, acercando a los alumnos a la cooperación y al voluntariado y permitiendo la movilidad del alumnado. La mayoría de las escuelas universitarias carecen de asignaturas relacionadas con la Cooperación. A su vez, la formación que se proporciona al respecto, debe hacerse en estudios de postgrado, que a su vez son limitados y alcanzables para pocos debido a su precio.

Las enfermeras tenemos un amplio marco de actuación dentro de la Cooperación Internacional y es necesario incorporar el voluntariado y la cooperación en nuestra vida profesional y personal, siendo imprescindible el papel de las Facultades de Enfermería.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  26. 26.Resolución de 24 de enero de 2018, de la Secretaría General de Universidades, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de ministros de 19 de enero de 2018, por el que se establece el carácter oficial de determinados títulos de Máster y su inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos. BOE. 2018.
  27. Experto en Cooperación Internacional. Universidad Católica de Ávila. [Internet]2018.
  28. No me hice enfermera para ser infravalorada y estar mal pagada”. Redacción médica. 2017.
  29. Del Pino Casado Rafael, Martínez Riera JR. Manual para la elaboración y defensa del trabajo fin de grado en ciencias de la salud. 2015.

 

ANEXOS

Tabla 1. Competencias e intervenciones de la enfermera cooperante.

Competencias e intervenciones de la enfermera cooperante:
Mejorar la situación de los sectores marginados dónde se trabaja.
Concienciar, formar e informar a la sociedad, sobre la realidad de los países desfavorecidos.
Mejorar las condiciones de vida y las posibilidades de desarrollo de los habitantes de los países más desfavorecidos.
Intervención a través de programas de nutrición, vacunaciones, control de enfermedades, educación sanitaria básica y formación de personal sanitario.
Intervención en salud reproductiva.
Sensibilización de los profesionales y estudiantes de enfermería sobre la importancia de la colaboración de las escuelas de enfermería.
Fomento de la formación de profesionales y estudiantes de enfermería en el ámbito de la cooperación, realizada con cursos de voluntariado, programas de voluntariado internacional, etc.

Fuente: 6,7,8

 

Tabla 2. Perfil de la enfermera cooperante.

Perfil de la enfermera cooperante:
Habilidad para tratar con otras culturas.
Desarrollar el trabajo en contextos muy diferentes y adversos.
Gestión de proyectos humanitarios.
Enfrentarse a problemas sociales y de salud.
Adquirir una visión global de la profesión.
Trabajo en equipo.
Racionalización de los recursos.
Conocimiento de enfermedades tropicales.

Fuente: 6,7,8

 

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