AUTORES
- Mireia Buil Martinez. Diplomada en Enfermería. Enfermera en Oftalmología Consultas Externas del Hospital Universitario Miguel Servet.
- Adolfo Lanao Martin. Graduado de Enfermería. Residente de Enfermería Familiar Y Comunitaria (Efyc) en la Unidad Docente de Huesca en el Centro de Salud de Monzón.
- Mario Garcia Hermosin. Graduado de Medicina. Residente de Oftalmología en el Hospital Universitario Miguel Servet.
- Victor Mallen Gracia. Graduado en Medicina. Residente de Oftalmología en el Hospital Universitario Miguel Servet.
- Elena Marcen Solanas. Diplomada en Enfermería. Máster en Salud Gerontológica. Enfermera de Oftalmología de Consultas Externas del Hospital Universitario Miguel Servet.
- Ines Munuera Rufas. Graduada en Medicina. Residente de Oftalmología en el Hospital Universitario Miguel Servet.
RESUMEN
Es importante describir las principales causas y problemáticas de padecer síndrome premenstrual relacionadas con la subida de estrógenos en la mujer y mostrar la importancia de tener un enfoque abierto ya que, a pesar de tener una gran prevalencia generalizada, el síndrome premenstrual como entidad clínica, aún carece de un contenido concreto y validado, así como de métodos diagnósticos consensuados y comprobados, y sólo tímidamente, empieza a disponerse de recomendaciones de tratamiento.
La subida de estrógenos, durante el periodo premenstrual y menstrual puede producir en la mujer múltiples sintomatologías1, muy invalidantes durante este periodo. No es algo que se elija, ni se pueda controlar, es un problema hormonal.
A través de medicación, reposo y hábitos saludables de alimentación, puede mejorar esta situación.
Como sociedad, hemos de ser conscientes de esta problemática realidad e intentar, entre todos, no invisibilizarla, no verlo como un signo de debilidad y mucho menos infravalorar a las personas que lo padecen y si, va a suceder mensualmente porque así, cíclico y mensual es el ciclo hormonal y reproductivo de la mujer.
PALABRAS CLAVE
Síndrome premenstrual, migrañas, estrógenos, alimentación.
ABSTRACT
It is important to describe the main causes and problems of migraines related to the estrogen surge in women and to show the importance of an open approach, since despite its widespread prevalence, premenstrual syndrome as a clinical entity still lacks a concrete and validated content, as well as agreed and proven diagnostic methods, and treatment recommendations are only tentatively becoming available.
The rise in estrogen during the premenstrual and menstrual period can produce migraines in women during this period. It is not something that can be chosen or controlled, it is a hormonal problem.
Through healthy eating habits and exercise this situation can be improved.
As a society we have to be aware of this problematic reality
and try between all of us not to make it invisible, not to see it as a sign of weakness and much less inflate the value of the people who suffer from it and yes, it is going to happen monthly because that is how the hormonal and reproductive cycle of women is, cyclical and monthly.
KEY WORDS
Premenstrual síndrome, migraines, estrogens, diet.
DESARROLLO DEL TEMA
El síndrome premenstrual tiene una inmensa variedad de signos y síntomas, que varían de una mujer a otra, dentro de la misma mujer varían dependiendo de los diferentes periodos de su vida y de su ciclo menstrual. Entre estos síntomas se incluyen, dolor articular y abdominal, malestar, náuseas, mareos, fatiga, irritabilidad, falta de concentración, ansiedad, depresión y migraña. Se ha calculado, que 3 de cada 4 mujeres que menstrúan experimentan alguno o varios de estos síntomas del síndrome premenstrual2. El SPM es más frecuente en mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 45 años.
SIGNOS Y SÍNTOMAS.
Emocionales y conductuales:
Existen más de 100 posibles síntomas, asociados al síndrome premenstrual, y aunque alrededor del 80% las mujeres presentan algún síntoma, éstos pueden variar mucho en su intensidad, de una mujer a otra.
En un 30% de ellas, estos síntomas son moderados (han de tomar alguna medicación para aliviarlos) y sólo en un 5-10% de las mujeres, son lo suficientemente graves, como para impedirles realizar su actividad diaria normal, perjudicándoles en su trabajo, en su estilo de vida o en las relaciones interpersonales. Estas mujeres, presentan entonces, desorden disfórico premenstrual, qué es el grado grave del síndrome premenstrual. Algunos de estos síntomas son:
- Tensión o ansiedad.
- Estado de ánimo deprimido y baja autoestima.
- Episodios de llanto y tristeza.
- Cambios de humor e irritabilidad o enojo.
- Cambios en el apetito.
- Problemas para conciliar el sueño (insomnio).
- Aislamiento social.
- Problemas de concentración.
- Cambios en la libido.
Físicos:
- Dolor articular o muscular.
- Migraña de leve a invalidante.
- Fatiga y disnea.
- Aumento de peso por retención de líquidos.
- Hinchazón abdominal.
- Hipersensibilidad y molestia en los senos.
- Brotes de acné.
- Estreñimiento o diarrea.
- Intolerancia al alcohol.
Muchas veces, el dolor físico y el estrés emocional son lo suficientemente graves, como para afectar la vida cotidiana. Los signos y síntomas generalmente desaparecen, en el transcurso de algunos días posteriores al inicio del período menstrual, para la mayoría de las mujeres3.
Etiología del síndrome premenstrual.
Los esfuerzos por aislar, un único mecanismo fisiopatológico específico, no han podido demostrar muchas diferencias, en los valores hormonales a lo largo del ciclo entre mujeres con síntomas y sin ellos. No obstante, la noción errónea de que el síndrome premenstrual, se debe a un «lógico y frecuente» desarreglo hormonal, continúa presente entre muchos profesionales. Puede que no haya una causa única, dada la diversidad de síntomas, pero que su aparición está relacionada con:
- Los cambios en las concentraciones sanguíneas de las hormonas, que intervienen en el ciclo ovulatorio, en la fase final de éste, es decir, antes de la menstruación (déficit de progesterona y exceso de estrógenos). Los problemas con niveles altos de estrógenos terminan por desarrollar muchos de los problemas actuales, con los que solemos acudir a las consultas de ginecología o neurología y que, en muchas ocasiones, se diagnostican erróneamente y se intentan solucionar solo con medicaciones farmacológicas, en muchos casos, tratando únicamente para el dolor.
Las mujeres somos el 50% de la población, y la menstruación sucede regular y mensualmente durante toda nuestra vida fértil. Invisibilizar y normalizar esta dolencia, que sucede a un alto porcentaje de las mujeres, es un error. Según este nuevo tipo de entender la medicina y afrontar los problemas, el papel de las hormonas, tiene mucho que ver. Nuestros sistemas endocrinos están alterados debido a un aumento significativo del nivel de estrógenos, que muchas de nosotras no somos capaces de gestionar por nuestra disposición genética, y que, sin embargo, podemos intentar solucionar si somos conscientes del problema. Hay múltiples factores que alteran e introducen en nuestro organismo, diferentes hormonas y producen una alteración de nuestro sistema endocrino4. El exceso de estrógenos puede significar la aparición de dolencias y enfermedades, migrañas o dismenorrea que, de algún modo, se han asumido como de lo más normales, pero que no tienen por qué serlo en absoluto. La normalización e invisibilización de estas dolencias, reitero, que suceden mensualmente en toda la vida fértil de la mujer, y van a condicionar gravemente su desempeño laboral tiene que cambiar en nuestra sociedad.
Existen Cambios químicos, en el cerebro durante el síndrome premenstrual como por ejemplo las alteraciones en el nivel de serotonina, un neurotransmisor del cerebro juega un papel importante en los estados de ánimo.
- Las migrañas podrían tener su origen en un exceso e incremento de estrógenos y un aumento de la histamina, mientras que el dolor articular y muscular podría estar relacionado con el hipotiroidismo y el exceso de estrógenos. Bien conocido es, que muchas mujeres sufren dolencias menstruales muy agudas, síndromes menstruales y un flujo que se alarga mucho llegando a los 7-10 días.
- Los dolores abdominales, el colon irritable, y es estreñimiento crónico (excepto cuando se tiene la menstruación) también pueden deberse a este exceso hormonal.
- Otras dolencias, que pueden afectar a las mujeres, con un exceso de estrógenos son: el cansancio, astenia, insomnio, el sueño poco profundo y reparador, la presión arterial baja que desemboca en mareos5. Esta es la realidad de muchas mujeres, las cuales al exteriorizarla o exhibirla en el entorno laboral, se ven sometidas al juicio público, tachando esta situación como de debilidad o falta de fortaleza.
TRATAMIENTO:
A- Farmacológico:
El tratamiento de elección serán los AINES como pueden ser el paracetamol, naproxeno o nolotil.
B- Factores relacionados con la nutrición y hábitos alimentarios.
Los cambios en la dieta habitual han demostrado, una eficacia parcial, en ciertos síntomas. Esta eficacia tiene fundamentos biológicos ya que una posible deficiencia, en los valores de serotonina circulante, puede compensarse, aumentando la presencia de triptófano, mediante la toma de más carbohidratos u otros alimentos, altos en triptófano, con lo cual mejorarían los síntomas anímicos.
La reducción de ingesta de azúcares y sal reduce la retención de líquidos y por lo tanto la sensación de hinchazón. La reducción de ingesta de metilxantinas (café, té, chocolate) reduce las migrañas.
Podemos determinar que la importancia de mantener una correcta alimentación, es un factor clave, para intentar controlar este pico de estrógenos6. A través de una correcta educación para la salud podríamos conseguir regular y disminuir el nivel de estrógenos, en los días previos y los días de la menstruación, para disminuir el SPM.
La alimentación errónea y una dieta no equilibrada, es la puerta de entrada más común, para que nuestros niveles de estrógenos se vean claramente alterados. Por lo tanto, la educación sanitaria y la puesta en práctica de estos cambios en la alimentación, es esencial para disminuir los estrógenos y controlar SPM.
Hay alimentos que pueden estar provocando, en parte, estos desajustes (no son los únicos factores como hemos visto).
Muchos de los alimentos, los cuales consumimos habitualmente, podrían hacer subir nuestro nivel de estrógenos. Esto ocurre especialmente, en los alimentos, cuyo aporte de azúcar, hace incrementar los niveles de insulina, generando una descompensación de nuestro sistema endocrino.
AZÚCAR: hace subir los niveles de sangre, seguidos pues de un aumento de insulina que provoca a su vez un incremento de estrógenos. Esto ocurre también con los refrescos y zumos envasados, los edulcorantes como la sacarina.
LÁCTEOS Y SOJA: Los productos lácteos y la leche hacen aumentar la insulina y los estrógenos. La leche de soja, así como la propia soja y derivados contienen en sí mismos estrógenos (denominados fitoestrógenos) que hacen que aumenten los propios de nuestro organismo.
Otros productos, como por ejemplo el café, la cerveza o las bebidas alcohólicas, no aumentan el nivel de estrógenos en sí mismos, aunque aumentan el riesgo de migrañas, afectando al hígado y evitando que este desintoxique el organismo.
Alimentación que deberíamos llevar a cabo para mejorar nuestra salud hormonal:
Es algo complicado reducir el exceso de estrógenos, especialmente si tenemos en cuenta, la cantidad de alimentos que consumimos habitualmente en nuestra dieta, que alteran nuestras hormonas.
Algunos alimentos para ayudar a reducir el SPM son:
Fruta y frutos secos: Las manzanas, la uva, la granada y los frutos del bosque también detienen la aromatasa y la fabricación de exceso de estrógenos. otros frutos secos como nueces, avellanas, almendras o nueces de Brasil pueden disminuir la fabricación de estrógenos.
Stevia: La Stevia natural sería una excelente alternativa al azúcar y los edulcorantes artificiales como la sacarina.
Infusiones: Las infusiones de té verde, canela, pasiflora y regaliz pueden frenar la fabricación de exceso de estrógenos. El té Kombucha, que es una bebida fermentada, también ayuda al hígado (generación de bilis y eliminación de estrógenos).
Pan: El pan realizado a partir de trigo sarraceno o masa madre es mucho más saludable y detiene la fabricación de estrógenos y ayuda a la sulfatación.
Verduras: La familia de las coles (brócoli, col y coliflor) son muy útiles ya que ayudan al hígado a eliminar el exceso de estrógenos9. Existen en el mercado comprimidos de brócoli que tomados 5 días antes a la menstruación mejoran en gran medida los SPM, también son beneficiosos los champiñones y la remolacha. La alcachofa, es un aliado para la eliminación de estrógenos.
Legumbres: Las mejores son las judías, las lentejas, las habas y los guisantes.
Pulpo, calamares y sepia: Son una buena fuente de proteína y ayudan a la sulfatación y al hígado a eliminar tóxicos ambientales. El pescado azul es muy beneficioso por el aporte de omega 3.
Existen en el mercado multitud de cremas y maquillajes y jabones (que contienen parabenos, triclosán, y otros) que penetran en nuestra piel y son disruptores hormonales, los cuales, alteran el equilibrio de nuestro cuerpo, aumentando los niveles de estrógenos.
Los métodos anticonceptivos (a excepción de los de barrera) están diseñados “únicamente” para las mujeres: la píldora, el anillo, el DIU hormonal, alteran las hormonas y muchos aumentan los niveles de estrógenos, además de que hacen bajar la libido y aumentan el riesgo de infarto, entre otros riesgos.
CONCLUSIONES
La ciclicidad ovárica de la mujer, en edad reproductiva, afecta a diversos parámetros fisiológicos, hormonales y neurológicos, lo cual produce, una gran sintomatología premenstrual muy diversa7, que puede ser leve y poder compaginarse con sus actividades de la vida diaria o aguda e incapacitante, sin haber una única causa específica. Los problemas clínicos, que resultan de ella, pueden mermar notablemente la calidad de vida, o bien impedir la funcionalidad escolar, laboral y deportiva, de la mujer durante el periodo premenstrual y menstrual. Ahora, gracias a los avances en la medicina, se sabe que el aumento dolores articulares, abdominales, malestar, náuseas, mareos, fatiga, irritabilidad, falta de concentración, ansiedad, depresión y migraña durante estos periodos es consecuencia de una alteración hormonal, un incremento de estrógenos y alteración de la serotonina. Por lo tanto, es algo fisiológico unido al cuerpo de la mujer, no tiene que ver con los niveles de estrés, ni la histeria, ni a algún factor psicológico “inherente” al sexo femenino8.
A nivel sanitario y sobre todo como sociedad, hemos de aceptar, que tanto la menstruación como los síntomas y patologías asociadas a este periodo, es una realidad, hay que concienciarnos y dejar de
restarle validez e importancia a este problema, minimizando el impacto, que esto supone sobre la actividad en el trabajo, aumento del número de bajas o la disminución del rendimiento en este periodo, ya que solo afecta a las mujeres.
Entre todos debemos dar visibilidad a esta realidad.
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