AUTORES
- Ixea Abós Navarro. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza.
- Lucía Rosa Secorún Enjuanes. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Huesca.
- Rocío Buisán Espías. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Barbastro.
- Susana Monfort Ferris. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Barbastro.
- Silvia Morales Esquinas. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza.
RESUMEN
La luxación de rótula es un trastorno musculoesquelético que afecta, principalmente a la población joven, especialmente al sexo femenino. La forma más frecuente es la luxación externa de rótula, debido al valgo fisiológico de rodilla o por la hiperlaxitud ligamentaria. Puede llegar a convertirse en un problema importante, provocando secuelas incapacitantes.Entre las causas más importantes se encuentran las situaciones biomecánicas preexistentes anormales o los traumatismos directos. El tratamiento será básicamente conservador, fortaleciendo el vasto interno del cuádriceps durante aproximadamente seis meses1.
PALABRAS CLAVE
Fisioterapia, tratamiento, luxación de la rótula.
ABSTRACT
Patella luxation is a musculoskeletal disorder that mainly affects the young population, especially the female sex. External patella dislocation is the most common form, due to physiological knee valgus or ligament hypermobility. It can become a major problem, causing disabling sequelae. Its’ main causes include abnormal pre-existing biomechanical conditions or direct trauma. Treatment will be basically conservative, strengthening the vastus medialis of the quadriceps for approximately six months1.
KEY WORDS
Physical therapy specialty, treatment, patellar dislocation.
DESARROLLO DEL TEMA
La luxación de rótula es el tipo de luxación más frecuente de la rodilla y consiste en que la rótula se desplaza súbitamente hacia el lateral abandonando su posición normal en la zona anterior del fémur.
Comúnmente se llama inestabilidad rotuliana crónica, inestabilidad patelar o inestabilidad fémoro-rotuliana recidivante. Los pacientes que padecen una inestabilidad de rótula sufren episodios de luxación repetitivos, casi siempre estos episodios de luxación implican que la rótula abandona la tróclea femoral hacia el lado externo, siendo mucho más raras las luxaciones internas o mediales.
La primera vez que se sufre una luxación suele ser un episodio con gran dolor y sensación de gravedad al ver la deformidad que se crea en la rodilla. Es frecuente en cada luxación el desprendimiento de fragmentos del cartílago de la rótula.
Las posibles secuelas de este tipo de lesiones hacen de la fisioterapia un pilar fundamental para recuperar la calidad de vida de estos pacientes, por ello, se hace necesario, no sólo conocer el tratamiento adecuado ante dicha patología, sino también su eficacia.
Valorar la estabilidad articular es muy importante en este tipo de lesión.
Algunas pruebas específicas para valorar la articulación de la rodilla son:
–Prueba de Apley: para valorar los meniscos. Situamos al paciente en decúbito prono, con la rodilla flexionada a 90º realizaremos una presión y rotaciones en ambos sentidos.
–Prueba de cajón anterior: sirve para valorar el ligamento cruzado anterior. Se realiza en decúbito supino, con la planta de los pies apoyados en la camilla; fijamos el pie y traccionamos de la meseta tibial hacia anterior.
–Prueba de cajón posterior: sirve para valorar el ligamento cruzado posterior. Se realiza igual que la prueba de cajón anterior pero traccionando hacia posterior.
–Prueba de inestabilización en varo y valgo: con ella valoramos los ligamentos colaterales interno y externo. Se realiza en supino, con una flexión de rodilla de 30º y forzamos un valgo y un varo. La prueba de inestabilización en valgo presenta una afectación del ligamento lateral interno.
–Prueba de derrame: sirve para conocer si existe un derrame sinovial. Con la rodilla en extensión en decúbito supino se le realiza una presión caudal, lateral y medial; se presiona entonces la rótula en busca de un rebote de la misma.
–Signo de Clarke: es útil para conocer si existe una alteración de la biomecánica femoropatelar. Se desplaza la rótula hacia caudal y pedimos una contracción del cuádriceps, la rótula debería desplazarse hacia craneal sin desplazamientos laterales2,3.
DIAGNÓSTICO:
Para el diagnóstico en las luxaciones, la prueba más utilizada es la radiografía, en la que se debe tener en cuenta especialmente si existe una correcta alineación y comprobar si está asociada a alguna fractura, además, la resonancia magnética permite realizar cortes de la articulación en máxima extensión, lo que permite observar la subluxación externa de la rótula3.
SIGNOS Y SÍNTOMAS:
-Dolor, al principio muy intenso y fatigante, después, tiende a disminuir, pero se exacerba al intentar mover la articulación, por ello, se genera un espasmo muscular que dificulta la reducción de la luxación.
-Impotencia funcional, generalmente absoluta.
-Edema, deformidad por el aumento de volumen y pérdida de la alineación2.
TRATAMIENTO:
Inicialmente estaría indicado el tratamiento conservador, lo que implica un período de inmovilización mediante la colocación de una férula o de un yeso durante 3 o 4 semanas con el objetivo de prevenir la recurrencia. Durante este período deben iniciarse ejercicios con contracciones del cuádriceps y también con elevaciones de la pierna. Después de la inmovilización es importante fortalecer, principalmente el cuádriceps insistiendo en el vasto interno, para conseguir una mejor alineación del aparato extensor, además de los rotadores externos y los abductores de cadera, éstos ejercicios deberán realizarse durante un período aproximado de unos seis meses.
Sin embargo, estos programas parecen tener pésimos resultados, con un alto porcentaje de recurrencia. Y es que, los pacientes sin factores anatómicos predisponentes tienen un mejor resultado al tratamiento conservador después de la luxación inicial, frente a los que presentan factores anatómicos. En estos casos de fracaso al tratamiento conservador, hasta en el 27% de los casos, estaría indicada la cirugía4,5.
El primer objetivo que se debe plantear el fisioterapeuta en una fase inicial será reducir el dolor y la inflamación, para ello se puede recurrir a agentes físicos como son la crioterapia, el láser, la onda corta, las corrientes analgésicas, la microondas, técnicas de masoterapia, técnicas de drenaje linfático manual y cinesiterapia entre otras.
El siguiente paso será favorecer la regeneración tisular, así como ampliar el rango articular y evitar retracciones, se puede realizar sobre la cápsula y las partes blandas, movilizando el tejido con técnicas manuales, técnicas de cinesiterapia, etc.
Se pondrá en tensión de manera progresiva a las estructuras ligamentosas. Del mismo modo se puede recurrir otra vez a agentes físicos como son la magnetoterapia y las ondas de choque, con el objetivo de acelerar la regeneración de los tejidos lesionados.
Paralelamente debemos ir fomentando el fortalecimiento muscular y el trabajo de la estabilidad de la articulación, como por ejemplo, realizando ejercicios propioceptivos de cadena cinética cerrada y abierta con modificación de la carga de forma progresiva evitando, en periodos iniciales la reproducción del mecanismo luxante, biofeedback, electroestimulación, etc.
En definitiva se debe restablecer el rango de movimiento y movilidad de la cápsula, teniendo en consideración las lesiones de partes blandas y nerviosas asociadas y sus periodos de reparación propios, así como el fortalecimiento muscular, la mejora de la resistencia, la propiocepción, la estabilidad dinámica y el control neuromuscular, resultando esenciales además, reeducar los déficits motores y/o sensitivos que pudieran ocurrir, sin olvidarnos de la reeducación al gesto deportivo y de las actividades funcionales2.
BIBLIOGRAFÍA
- Álvarez López A, García Lorenzo Y, Puentes Álvarez A, García Lorenzo M. Inestabilidad patelofemoral: enfoque actual. 2011; 15(2): 376-387.
- Díaz Mohedo E. Manual de Fisioterapia en Traumatología. 2ª ed. Barcelona: Elsevier; 2015.
- K. Buckup, J. Buckup. Pruebas clínicas para patología ósea, articular y muscular. Exploraciones, signos y síntomas. 5ªed. Barcelona: Elsevier; 2014.
- Fitzgerald R, Kaufer H, Malkani AL. Ortopedia. 2ª ed. Buenos Aires: Panamericana; 2004.
- A. N. Firpo C. Manual de Ortopedia y Traumatología. 2ª ed. Buenos Aires; 2005.