Abordaje inadecuado de catéteres venosos periféricos en una planta de medicina interna. Plan de mejora

13 julio 2023

 

AUTORES

  1. Celia Soler Marcén. Graduada en enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  2. Juan Pastrana. Graduado en enfermería. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. España.
  3. Ana Lucía Pardos Pérez. Graduada en enfermería. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. España.
  4. Lydia Manero Hernando. Graduada en enfermería. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. España.
  5. María Ortín Novellón. Graduada en enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  6. Sara Moreno Yus. Graduada en enfermería. Hospital Quirón Salud. Zaragoza. España.

 

RESUMEN

Se detecta un problema en la planta de medicina interna de un hospital; el abordaje inadecuado de los catéteres venosos periféricos. Se realiza un estudio para detectar las causas principales de dicho problema, y a través de una búsqueda bibliográfica se desarrolla un plan de mejora a través de tres sesiones formativas dirigidas a los profesionales de enfermería para intentar solventarlo.

PALABRAS CLAVE

Infección, catéter venoso periférico, desinfectante, protocolos, inserción.

ABSTRACT

A problem is detected in the internal medicine plant of a hospital, inadequate approach of peripheral venous catheters. A study is carried out to detect the main causes of this problem, and through a bibliographical search an improvement plan is developed through three training sessions aimed at nursing professionals to try to solve it.

KEY WORDS

Infection, peripheral venous catheter, desinfectant, protocols, insertion.

INTRODUCCIÓN

Actualmente, el método más habitual para la administración de fluidos, fármacos, productos sanguíneos y soporte nutricional a los pacientes, sobre todo en el medio hospitalario, es la terapia intravenosa.

Existen múltiples complicaciones potenciales relacionadas con la inserción y mantenimiento de un catéter venoso periférico (CVP en adelante), siendo el principal riesgo de una terapia intravenosa con catéteres periféricos, la flebitis aguda postpunción1.

Definiremos flebitis como la inflamación de la pared de la vena debido a una alteración del endotelio y caracterizada por la presencia de los siguientes signos y síntomas: dolor, eritema, sensibilidad, calor, hinchazón, induración, purulencia o cordón venoso palpable2.

Según su etiología podemos distinguir tres tipos de flebitis: mecánica o traumática, infecciosa o bacteriana o química o por infusión.

La flebitis mecánica o traumática es producida generalmente, por la reacción provocada por el catéter venoso periférico (CVP) que actúa como cuerpo extraño. Aunque también, depende del lugar anatómico de inserción, la técnica empleada, longitud y calibre del catéter, tamaño de la vena, entre otros.

La flebitis infecciosa o bacteriana tiene lugar cuando se producen fallos en la asepsia de la técnica de inserción; en el lavado de manos, cateterización de urgencia, manipulación excesiva y/o no aséptica del catéter o equipo de infusión, acumulación de humedad bajo el apósito y tiempo de permanencia3.

Por último, la flebitis química o por infusión aparece como respuesta irritativa e inflamatoria de la capa íntima de la vena a la administración de ciertos compuestos químicos (soluciones o medicamentos). Las soluciones más ácidas y con mayor osmolaridad son las más lesivas. La velocidad de infusión, el material del catéter o el tiempo de cateterización son, también, factores contribuyentes del riesgo de flebitis química2.

Son muchos los factores que contribuyen a la aparición de la flebitis, por tanto, nos vamos a centrar en aquellos cuya competencia, control y prevención se encuentra en manos de la enfermería. Los aspectos a valorar son: los signos de flebitis, la elección del catéter, la elección del lugar de inserción y la vulnerabilidad del individuo a contraer flebitis infecciosa (edad, estado nutricional, estrés, tratamientos médicos, etc.)1.

Los estudios de incidencia de flebitis por CVP publicados contienen resultados con una gran amplitud de variación; de 61,2% a 1,3%. Sin embargo, la tasa aceptable en una determinada población de pacientes debe ser como máximo, 5%. Así, este proyecto de mejora se justifica por la necesidad de disminuir esta incidencia a través de la formación de los profesionales enfermeros4.

RESULTADOS QUE SE ESPERAN CONSEGUIR

Esperamos conseguir tanto una técnica de inserción del CVP buena y segura, como un adecuado mantenimiento del mismo.

Objetivo General:

  • Disminuir la variabilidad en la inserción y mantenimiento del catéter venoso periférico.

 

Objetivos específicos:

  • Formar al personal de enfermería para asegurar una atención sanitaria de calidad durante la inserción de catéteres venosos periféricos.
  • Establecer una guía estandarizada de estrategias y cuidados para el mantenimiento adecuado de la vía periférica.

 

Para poder llevar a cabo el plan de mejora, realizamos una búsqueda bibliográfica las bases de datos principales (Pubmed, Cuiden, Science Direct) y consultamos los protocolos de terapia intravenosa del hospital.

El plan de mejora consta de 3 sesiones con el personal de enfermería de las unidades de medicina Interna; con el objetivo de que se forme el mayor número de enfermeras/os, las sesiones se realizarán en horario de mañana y tarde.

Desarrollo de las sesiones:

Primera sesión: ¿Sabemos colocar un CVP de forma segura?

Se plantea el problema detectado en la unidad de Medicina Interna, la gran variabilidad a la hora de realizar la técnica de inserción de catéteres venosos periféricos. Además, planteamos los objetivos a conseguir durante todo el proyecto. Se expondrá a través de un power point la técnica adecuada de inserción de CVP y se expondrán conocimientos imprescindibles tales como:

  • Lavado de manos con agua y antiséptico, en su defecto con solución hidroalcohólica
  • Usar guantes siempre, no romper la punta del guante para palpar la vena
  • Desinfectar la zona de punción con clorhexidina 2%, alcohol 70%, povidona yodada
  • No palpar punto de inserción una vez desinfectado
  • Dejar que actúe el antiséptico
  • Colocar el apósito dejando visible el punto de punción

 

Se entregará una escala visual de valoración de la flebitis para que sea más sencillo para el profesional de enfermería reconocer los signos de flebitis y actuar lo antes posible5. Por otro lado, les proporcionaremos una hoja que utilizará como herramienta para valorar si el plan de mejora resulta efectivo, se adjuntará en los registros de enfermería (Anexo 1).

Segunda sesión: El CVP necesita cuidados diarios

Se impartirán conocimientos sobre el mantenimiento del CVP, tan importante es asegurar una buena técnica de inserción como el mantenimiento del mismo a lo largo de la estancia hospitalaria de los pacientes. Algunos criterios a seguir serían:

  • Revisar el punto de inserción cada 24 horas: palpar el punto de inserción del catéter a través del apósito para comprobar si existe hipersensibilidad o endurecimiento de la zona. Si la palpación del punto de inserción del catéter es dudosa, retirar el apósito e inspeccionar visualmente, de forma que se pueda proceder a desinfectar la zona con antiséptico y posteriormente cubrir con un nuevo apósito.
  • En cualquier caso, se debe cambiar el apósito cada 72 horas desinfectando el punto de inserción.
  • Lavar con suero fisiológico al 0.9% (10 ml aproximadamente) la luz del catéter cada vez que se administra una medicación o se suspenda. Si los catéteres se usan de forma intermitente o van a ser utilizados para obtener muestras de sangre, se debe mantener la vía periférica heparinizada con heparina de baja concentración.
  • Cambiar los sistemas de infusión, llaves de tres vías y dispositivos adicionales con una frecuencia no superior a 72 horas, o antes si fuese necesario.
  • Mantener los puntos de conexión de la llave de tres pasos o de la válvula siempre tapados. Desechar los tapones y cambiar por nuevos cada vez que se use el catéter venoso.
  • En caso de obstrucción, no empujar el coágulo al torrente sanguíneo. Aspirar suavemente con una jeringa de 2 cc con suero salino, y en caso de no resolverse, cambiar el catéter.
  • Advertir al paciente que debe comunicar cualquier molestia o cambio que perciba en la localización del catéter.
  • Administrar la medicación IV correctamente diluida para que se neutralice el pH (sobre todo en los fármacos irritantes).
  • Mantener las medidas de asepsia a lo largo de todo el procedimiento.

 

Tercera: ¿Hemos aplicado todo lo aprendido?

Transcurridos dos meses, los propios enfermeros/as expondrán las dudas surgidas, se revisarán las hojas proporcionadas durante la primera sesión con el fin de poder observar objetivamente si aplicando las técnicas de asepsia y mantenimiento adecuado, ha descendido la incidencia de flebitis.

DISCUSIÓN

Puesto que hay gran controversia entre el uso de suero fisiológico 0.9% o heparina sódica para la permeabilización de las vías periféricas hemos realizado una búsqueda bibliográfica. De los 4 artículos seleccionados, 3 de ellos afirman que el suero fisiológico 0.9% y la heparina sódica son igual de eficaces. Así lo expresan autores como Mendarte, L. Aguas6, Alarcón Quiroz, S.P7 y Alfaro Godoy, R.E8. Por otro lado, autores como Basante Rodríguez y Prieto Blanco9, recomiendan el uso de suero fisiológico puesto que supone un ahorro económico para el sector público sanitario.

Otro de los temas que genera controversia, es el uso del apósito transparente frente al uso del apósito de gasa. Stéphanie Bernatchez10, aconseja el uso del apósito transparente sobre el de gasa, ya que presenta menor irritabilidad a la piel por su menor frecuencia de cambio, disminuye los costes, tiene mayor visibilidad de la zona, ofrece una barrera externa contra los microorganismos y, aumenta el confort del paciente. Como novedad esta autora destaca un apósito transparente impregnado en clorhexidina gel mostrando una disminución del riesgo de infección de un 60%. En cambio, Naomi O’ Grady11, no recomienda la utilización de este tipo de apósitos con clorhexidina, ya que aumentan el riesgo de dermatitis de contacto. Ambas autoras coinciden en que, si el paciente está diaforético, presenta exudado o sangrado, se debe utilizar apósito de gasa hasta que se resuelva.

El último tema que abordaremos será el de la frecuencia con la que se deben cambiar los CVP. La opinión de autores como Álvarez y Ayora Torres , apoyan la idea de que la incidencia de flebitis puede minimizarse con la rotación del CVP pasadas las 72 horas12,13, se contrapone con la de otros autores como C. M Richard y Webster J, que consideran que los CVP deben ser reemplazados únicamente por causas clínicas; lo que evitaría el malestar del paciente asociado a las millones de inserciones que supondría el recambio cada 72 horas y los importantes costos, tanto en equipamiento, como en carga laboral del personal sanitario14.

Desde nuestro punto de vista creemos que tanto la heparina sódica como el suero fisiológico al 0.9% son igual de eficaces para mantener la permeabilidad de un CVP. En cuanto al tema de los apósitos, estamos de acuerdo en el uso del apósito transparente frente al de gasa ya que además de que disminuye la irritabilidad de la piel del paciente, proporciona a la enfermera la visibilidad del punto de punción para determinar si es necesaria o no la cura y desinfección de la vía. Así mismo, pensamos que se debe realizar el cambio del CVP sólo cuando las causas clínicas (dolor a la palpación, irritación, enrojecimiento…) nos obliguen a ello.

CONCLUSIONES

El catéter venoso periférico es el más utilizado en esta planta y a pesar de ello, todavía no se había instaurado ningún plan que propusiera una manera común entre los profesionales de realizar la inserción y el mantenimiento de estos.

Dado que la atención sanitaria se trata de un trabajo en equipo, es por ello, que el plan está enfocado a la formación de los enfermeros que trabajan en esta planta.

Una vez realizado el plan de mejora, se pretende que las estrategias proporcionadas en él sirvan para disminuir la variabilidad de técnicas de inserción de CVP. Para ello, hay que valorar diariamente la conveniencia o no del catéter, revisar el punto de inserción y actuar precozmente frente a cualquier sospecha de flebitis, infección o disfunción.

Se debe estandarizar los cuidados siempre que se pueda y registrar cada día cómo es la evolución del catéter. Por otra parte, es igual de importante, actuar a través de planes de mejora como éste que permitan detectar los errores y proponer soluciones para disminuir las complicaciones de los CVP y favorecer el bienestar del paciente ingresado.

Por último, como profesionales que somos debemos disponer de pensamiento crítico para valorar qué procedimientos deben mejorarse siempre basándonos en la evidencia científica.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Chumillas Fernández A, Sánchez González N, Sánchez Córcoles MD. Plan de cuidados para la prevención de flebitis por inserción de catéter periférico. Revista de Enfermería. Abril 2002; nº 15.
  2. Flebitis Zero. Buenas prácticas en seguridad de paciente [Internet] [consultado 16 diciembre 2018]. Disponible en: http://flebitiszero.com/site/wp-content/uploads/2014/09/1.Definici%C3%B3n-Flebitis.pdf
  3. Pérez Melgarejo E. Flebitis postinfusión en catéteres venosos periféricos una actualización del arte. Horiz Enferm. 2011; 22 (2): 37-48.
  4. de Souza Urbanetto J, Grassmann Peixoto C, Amanda May T. Incidencia de flebitis durante el uso y después de la retirada de catéter intravenoso periférico. Rev. Latino-Am. Enfermagem 2016; 24: 27-46.
  5. Martínez Ortega C., Suárez Mier B, Del Río Pisabarro C., Cantero M, Prevención de complicaciones relacionadas con accesos vasculares de inserción periférica. Programa Flebitis Zero. Disponible en: https://resistenciaantibioticos.es/es/system/files/content_images/programa_flebitis_zero.pdf
  6. Mendarte, L., Aguas, M., Pons, M., & Torres, M. D. (1997). Utilización de heparina sódica versus suero fisiológico en la permeabilización de las vías periféricas. Farm Hosp, 21(4), 222-226.
  7. Alarcón Quiroz, S. P., & Wong Zárate, S. C. (2017). Eficacia del uso del Cloruro de Sodio 0.9% vs Heparina Sódica en la Permeabilidad de los Catéteres Venosos.
  8. Alfaro Godoy, R. E. (2017). CUIDADOS EFICACES DE ENFERMERÍA PARA LA CONSERVACIÓN DEL CATÉTER VENOSO PERIFÉRICO EN PACIENTES HOSPITALIZADOS.
  9. Rodríguez, A. B., Blanco, A. M. P., Cea, A. G., & Sánchez, X. M. M. TÍTULO “Efectividad de las actividades incluidas en la intervención-Mantenimiento de dispositivos de acceso venoso (NIC 02440) en los planes de cuidados validados por el Sacyl. Investigación secundaria “.
  10. Bernatchez S. Care of Peripheral Venous Catheter Sites: Advantages of Transparent Film Dressings Over Tape and Gauze. Journal of the Association for Vascular Access. 2014; 19 (4): 256 – 261.
  11. O´Grady NP, Alexander M, Burns LA, Patchen E, Garland J, O. Heard S, et al. Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC). Guidelines for the prevention of intravascular catheter – related infections. Atlanta: CDC; 2011; 51 (32): 83.
  12. Ayora Torres P, Cuadrado Muñoz R, Flores Almonacid C. I, Galván Ledesma J, Jurado Ortega N, Martínez Cervello A (et al). Cuidado y mantenimiento de los catéteres periféricos. Manual de protocolos y procedimientos de enfermería [Internet]. [citado 11 Dic 2018]. Disponible en: https://www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/hrs3/fileadmin/user_upload/area_enfermeria/enfermeria/procedimientos/procedimientos_2012/h4_cuidadomto_cateter_periferico.pdf
  13. Álvarez C. A , Alberto Cortés J , Hernando Gómez C , Fernán dez J A , Sossa M. P, Beltrán F (et al). Guías de práctica clínica para la prevención de infecciones intrahospitalarias asociado asociadas al uso de dispositivos médicos. INFECTIO [Internet]. 2012 [citado 10 Dic 2018]. 14(4): 301-303. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/inf/v14n4/v14n4a08.pdf
  14. Rickard C.M , Webster J, Wallis M. C, Marsh N, Gowardman J. R, Zhang L. ¿Cuándo se debe cambiar un catéter intravenoso periférico?. IntraMed [Internet]. 2013 [citado 10 Dic 2018]. Disponible en: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=77659

 

ANEXOS

Anexo 1.

Ejemplo de registro de enfermería:

Retirada del catéter por:

  • Extravasación.
  • Edema/Inflamación.
  • Accidental.
  • Fin de tratamiento

Mantenimiento de catéter:

  • Vía heparinizada (VH).
  • Vía salinizada (VS).
  • Cambio apósito (CA).
  • Cambio equipos infusión (EI).

 

Anexo 2: Ciclo de Deming:

 

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