AUTORES
- Pilar López Castillo. Graduada en Enfermería. Servicio Andaluz de Salud. Hospital Universitario Reina Sofía Córdoba.
- Paula Val Lahiguera. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
- Sara Plaza de Pedro. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
- Eugenia Pamplona Curiel. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet.
- Marta López Rubio. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet.
- Cristina Álvarez Navarro. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
RESUMEN
El trastorno delirante es un tipo de trastorno caracterizado por la presencia de una o varias ideas delirantes durante al menos un mes. Además, es una enfermedad con baja prevalencia ya que sólo está presente en el 0.03% y el 0.2% de la población. Dicha población desarrollará un trastorno crónico de evolución insidiosa y progresiva. En función de las características predominantes delirantes podrá ser de tipo erotomaníaco, de grandeza o celotípico. Es muy importante, poder diagnosticar a tiempo para así poder ayudarlos con la administración tanto de antipsicóticos como de antidepresivos.
PALABRAS CLAVE
Trastorno, ideas delirantes.
ABSTRACT
Delusional disorder is a type of disorder characterized by the presence of one or more delusions for at least a month. In addition, it is a disease with low prevalence since it is only present in 0.03% and 0.2% of the population. This population will develop a chronic disorder of insidious and progressive evolution. Depending on the predominant characteristics may be erotomaniac, grandeur or coelotypical. It is very important to be able to diagnose it in time in order to help them with the administration of both antipsychotics and antidepressants.
KEY WORDS
Disorder, delusions.
DESARROLLO DEL TEMA
El trastorno delirante (TD) es un trastorno psicótico que se caracteriza por presentar una o varias ideas delirantes durante al menos un mes de duración, con la ausencia de otros síntomas psicóticos, sin alucinaciones prominentes y sin síntomas afectivos, y suele comentan en personas de mediana edad o de edad avanzada1.
El trastorno delirante es una enfermedad poco frecuente y con una investigación epidemiológica limitada, sin embargo, se estima que presenta una prevalencia de entre el 0.03%y el 0.2% de la población y que puede ascender hasta el 0.24%, si la analizamos en población penitenciaria. la incidencia del trastorno delirante es de 0.7-3 casos/100.000 habitantes, alcanzando cifras de incidencia anual de hasta 15.6/100.000 habitantes en la 3ª edad, en cualquiera de los casos, mucho más baja que la objetivadas en otros tipos de psicosis, como la esquizofrenia2.
CARACTERÍSTICAS:
Enumerando las características semiológicas del delirio en el trastorno delirante observamos:
En cuanto a su evolución, se trata de un delirio crónico, de comienzo insidioso y progresivo (generalmente en la edad media de la vida), con alternancia de periodos de mayor y menor actividad delirante, pero sin perder esa actividad en ningún momento.
Con relación a su origen, es primitivo o primario sin ninguna otra alteración física o mental que lo haya provocado. Surge a partir de interpretaciones del sujeto. Se basa en unos fundamentos erróneos y no se modifica con la argumentación lógica. Es incorregible, irrebatible e influenciable.
Desde el punto de vista de su estructura, está bien sistematizado, goza de coherencia interna, está organizado y es de apariencia lógica y verosímil.
En cuanto al contenido, se desarrolla en torno a un tema uniforme (generalmente una sola idea en número), con una tonalidad afectiva de la idea en función del contenido del delirio. Resulta en ocasiones contagioso por lo que puede extenderse o transmitirse a otra persona o incluso grupos de personas. Esta inducción a terceras personas suele deberse a la verosimilitud de las ideas delirantes y a los elaborados y convincentes razonamientos de los pacientes paranoicos.
Por otro lado, no hay deterioro de la personalidad del sujeto o éste es mínimo, con evolución a largo plazo con indemnidad en las capacidades ejecutivas y el afecto. La vida del paciente puede no obstante verse gravemente alterada en función del tipo de delirio que puede influir intensamente en su funcionamiento habitual.
Además, suele haber gran resonancia afectiva en concordancia en las características de la idea delirante. El humor es congruente con la idea delirante. El humor es congruente con el delirio (excitado, eufórico, receloso, depresivo, expectante) dependiendo de la naturaleza de este.
La presencia de alteraciones sensoperceptivas no es frecuente. Si aparecen pseudoalucinaciones o alucinaciones, estas suelen ser táctiles u olfatorias y consistentes con el delirio. Algunos pacientes delirantes pueden presentar otro tipo de alucinaciones, casi siempre auditivas, más que visuales2.
CLASIFICACIÓN:
La clasificación de los trastornos delirantes se realiza en función de las características más predominantes de la temática delirante, según estos existen distintos subtipos3:
1. Delirio erotomaníaco: El paciente tiene la convicción de ser amado por alguien que a menudo ocupa un rango social superior al suyo. La idea delirante suele referirse a un amor romántico, idealizado, más que a la atracción sexual. El paciente puede mantener su idea delirante en secreto, pero más corrientemente tratará de contactar con el objeto de su idea a través de llamadas, cartas, regalos, etc. A partir de entonces encuentra sentido y confirmaciones de su delirio en cualquier detalle o hallazgo.
2. Delirio de grandeza. El paciente cree que tiene un gran talento no reconocido o una visión interior especial, un poder profético o ha hecho un descubrimiento importante para conseguir que se le reconozca esto, contacta con oficinas del gobierno o de la policía. El paciente con idea delirante de grandeza religiosa puede convertirse en un líder de culto puede creer que él mismo es famoso y que su identidad está siendo usurpada por un impostor.
3. Delirio celotípico: Se concentra en ideas delirantes de infidelidad. El paciente cree que su amante o cónyuge le es infiel. Esta idea aparece sin ningún motivo y puede encontrar evidencias que justifique su idea falsa (ropa, cartas, etc.). Puede tratar de controlar a su pareja, espiar sus movimientos, etc. Suelen discutir con su pareja e intentan intervenir en la infidelidad imaginada.
4. Delirio de persecución: El tema más común es que el sujeto cree que es objeto de una conspiración, es engañado, espiado, seguido, envenenado o drogado, objeto de burla o privado deliberadamente de conseguir sus metas a largo plazo. Pequeñas trivialidades pueden ser exageradas y convertidas en el núcleo del sistema delirante. Frecuentemente el núcleo de la idea delirante es alguna injusticia que debe ser remediada mediante acción legal. Los sujetos con ideas delirantes de persecución son a menudo resentidos e irritables y pueden reaccionar de forma violenta contra los que cree que le están haciendo daño o le perjudican4.
5. Delirio somático: El tema central de la idea se refiere a funciones o sensaciones corporales puede presentarse de distintas formas. Las más frecuentes son la convicción de que el sujeto emite un olor corporal insoportable por la boca, recto, vagina, etc. Otras veces puede sentir insectos arrastrándose por su piel, que tiene un parásito interno o que algunas partes de su cuerpo tienen evidentes malformaciones o no funcionan.
6. Delirio mixto: Cuando no hay ningún tema delirante que predomine.
7. Delirio inespecífico: Cuando la creencia delirante no puede ser determinada con claridad o cuando no está descrita en los tipos específicos5.
TRATAMIENTO:
Antipsicóticos:
Existen reportes del uso de estas drogas desde 1970. El primer reporte acerca del uso los antipsicóticos típicos, fue de la pimozida, en el tratamiento de un cuadro de psicosis hipocondríaca monosintomática (actualmente clasificada dentro de los trastornos delirantes, tipo somático). La pimozida fue la droga utilizada por el 45% de los pacientes de la revisión realizada por Manschreck. Con el advenimiento de los antipsicóticos atípicos cambió apreciablemente el tratamiento del trastorno delirante. Dentro de los antipsicóticos atípicos, la risperidona y la olanzapina son las drogas más frecuentemente utilizadas para el tratamiento de este trastorno. La combinación de antipsicóticos es una estrategia farmacológica frecuente en casos de respuesta parcial o ausencia de respuesta a la monoterapia antipsicótica. No se han establecido aún algoritmos de tratamiento para estas situaciones clínicas. Se reserva el uso de la clozapina para aquellos casos de trastornos delirantes resistentes al tratamiento con antipsicóticos típicos o atípicos. Según lo referido por los reportes clínicos, parece que la clozapina genera una reducción de la sintomatología asociada al tema delirante central, si bien éste permanece intacto. Hasta el momento no existen guías que establezcan en qué punto específico del tratamiento debe ser incorporada esta droga. Tampoco existen datos en la literatura acerca de cuáles son las dosis específicas de los antipsicóticos para la obtención de la remisión clínica del paciente6.
Antidepresivos:
La depresión es una comorbilidad frecuente de esta patología. El 22,71% de los pacientes reportados en la revisión realizada por Manschreck, presentaban un episodio depresivo comórbido (no hay referencia del antidepresivo utilizado). Por ende, en algunos casos, la combinación de un antipsicótico más un antidepresivo es necesaria. Por otro lado, el uso de estas drogas ha sido exitoso en los trastornos delirantes de tipo somático. Existen reportes del uso de ISRS y de clorimipramina7.
BIBLIOGRAFÍA
- González-Rodríguez, Alexandre; Guardia, A; Álvarez, A; Fucho, GF; Farré, JM; Betriu, M; Acebillo, S; Monreal, JA; Palao, DJ; Labad, J. «Trastorno Delirante 2021». Psicosomàtica y Psiquiatría, 2021, n.º 16, https://doi.org/10.34810/PsicosomPsiquiatrnum1610
- Salavert, J., Berrospi, M., Miralles, M. L., Dueñas, R. M., Tiffon, M. L., & San Molina, L. (2003). El trastorno delirante. Revisando los aspectos de la paranoia. Revista de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Barcelona, 30(6), 304-313.
- Mármol Bernal Francisco, Luque Luque Rogelio, Allam Mohamed Farouk, Fernández-Crehuet Navajas Rafael. Subtipo Persecutorio Del Trastorno Delirante: Estudio De Series De 129 Casos. Rev. chil. neuro-psiquiatr. [Internet]. 2020 Jun [citado 2023 Ago 13] ; 58( 2 ): 116-126. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272020000200116&lng=es. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272020000200116
- Bevilacqua Patriccia Andressa. Trastorno delirante: un caso de celotipia. Gac Med Bol [Internet]. 2020 Dic [citado 2023 Ago 13] ; 43( 2 ): 207-214. Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-29662020000200014&lng=es.
- Santos Morocho JL. Evaluación, diagnóstico y tratamiento psicológico en un caso de trastorno dismórfico corporal. Psiquemag [Internet]. 30 de junio de 2019 [citado 13 de agosto de 2023];8(1):117-3. Disponible en: http://revistas.ucv.edu.pe/index.php/psiquemag/article/view/192
- Maina G, Albert U, Badà A, Bogetto F. Presencia y correlatos clínicos de la comorbilidad psiquiátrica en el trastorno delirante. European Psychiatry (Ed Española). Cambridge University Press; 2001;8(7):428–34.
- Mendoza Constanza. Trastorno delirante de tipo somático. rev.colomb.psiquiatr. [Internet]. 2007 Dec [cited 2023 Aug 13] ; 36( 4 ): 761-771. Available from: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-74502007000400013&lng=en.