Asociación del tiempo en comportamiento sedentario y los niveles de actividad física con los resultados de parto maternos y neonatales.

25 septiembre 2022

AUTORES

  1. Pablo Bellostas Muñoz. Ginecología, Centro de Especialidades Médicas Inocencio Jiménez.
  2. Raul Pablo Gormaz. Reanimación Anestesia, Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Daniel Marro Hernandez. Medicina Interna, Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. Antonio Garcia Ruiz. Quirófano, Hospital de Barbastro.
  5. Leyre Ezpeleta Esteban. Quirófano, Hospital Universitario Miguel Servet.
  6. Mariana Paz Coll Ercilla. Reanimación anestesia, Hospital Universitario Miguel Servet.

 

RESUMEN

Introducción: El embarazo supone para las mujeres un gran acontecimiento vital, produciéndose cambios tanto a nivel fisiológico como psicosocial. Esto, afecta a la cantidad de tiempo que destinan a las actividades de su vida y esta diferencia de actividad física puede influir posteriormente en variables como el tipo de parto etc. Una forma barata y sencilla para registrar dicha actividad son los cuestionarios. El objetivo de esta investigación fue medir la asociación entre la actividad física que realizan las mujeres durante su embarazo (medido con Pregnancy Physical Activity Questionnaire) y las variables de parto.

Material y métodos: Se realizó un análisis transversal de una muestra de 159 mujeres embarazadas (edad 32.9 ± 4.6 años, IMC 24.9 ± 4.1 kg/m2) a las que se les administró el cuestionario PPAQ en semana 16 y 34 de gestación. Para la obtención de los datos se consultó el registro médico y el “Documento de salud de la embarazada”. Se utilizó el coeficiente de Correlación parcial de Pearson para analizar la relación entre el tipo de actividad y las variables de parto. Además, se realizó una regresión logística en busca de variables predictoras de tener un parto vaginal o por cesárea.

Resultados: Tras ajustar covariables, un mayor tiempo en comportamientos sedentarios fue asociado con menor PpO2 venosa en el neonato (P<0.05). Se obtuvo que unos mayores niveles de AF de baja intensidad y de actividades del hogar en la semana 34 de gestación se asociaron con un menor riesgo de tener un parto por cesárea (P<0.05).

Discusión: Un mayor tiempo en comportamientos sedentarios de las mujeres embarazadas, se asocia con menor PpO2 venosa del recién nacido. Mayores niveles de AF de baja intensidad y de actividades del hogar medidos en la semana 34 de gestación se asocian con mayor probabilidad de tener un parto vaginal. Estos resultados abren futuras líneas de trabajo con el uso de este cuestionario puesto que se ha visto eficaz, siendo una herramientas mucho más barata y fácil de usar.

 

PALABRAS CLAVE

Pregnant women, gestation, surveys and questionnaires, umbilical cord blood gas, cesarean section.

 

ABSTRACT

Introduction: Pregnancy is a great vital event for woment produces changes both physiologically and psychosocially. This affects the amount of time spent on the activities of their lives and this difference in physical activity, can later influence the variables of childbirth. A cheap and simple way for registering this activity are questionnaires. The objective of this research was to measure the association between physical activity that women performed during their pregnancy (measured with PPAQ) and childbirth variables.

Material and methods: A triple cross-sectional analysis of a sample of 159 pregnant women was done. We administered the PPAQ questionnaire at week 16 and 34 of gestation to measure physical activity. Pearson’s partial Correlation coefficient was used to analyze the relationship between the type of activity and the birth variables. In addition, a logistic regression was performed to see the association between levels of physical activity and chances of having a vaginal or cesarean delivery.

Results: 159 Spanish women were evaluated (age 32.9 ± 4.6 years, BMI 24.9 ± 4.1 kg / m2). After adjusting covariates, a longer time in sedentary lifestyle was associated with less venous PpO2 in the newborn (P <0.05). It was obtained that higher levels of low intensity AF and household activities were associated with a lower risk of having a cesarean delivery (P <0.05).

Discussion: Pregnant women spending more time in sedentary behavior is associated with less venous PpO2 of the newborn. Higher levels of low-intensity PA and household or caregiving activities measured at 34th gestational week are associated with a greater probability of having a vaginal delivery. These results open future working lines with this questionnaire that have shown to be effective, even being cheaper and easier to use.

 

KEY WORDS

Pregnant women, gestation, surveys and questionnaires, umbilical cord blood gas, cesarean section.

 

INTRODUCCIÓN

El embarazo supone para las mujeres un gran acontecimiento vital, que provoca modificaciones importantes en la vida de las mujeres.

Se producen cambios en la mayoría de aparatos y sistemas de las mujeres, ya que el embarazo cursa con un aumento de las demandas metabólicas1. Algunos a nivel fisiológico son: descenso del peristaltismo, cambios en el hueso2. Las protagonistas de esto son las hormonas reproductivas que, con la variación en sus concentraciones plasmáticas, median la mayoría de dichos cambios2,3,4.

Todo esto va a producir también consecuencias a nivel psicosocial. El embarazo en sí, es un acontecimiento estresante que supondrá desarrollar por parte de las mujeres embarazadas y de su entorno unas adaptaciones al cambio de vida que supone.

Es una etapa caracterizada por cambios corporales, donde las hormonas del embarazo han demostrado intervenir reformando la arquitectura cerebral y las funciones neurales (plasticidad cerebral)2,5-7.

Parece que también afecta a la a la cantidad de tiempo que pasan realizando una actividad u otra, con diferencias marcadas entre los trimestres de gestación8. Y esto se ha visto que afecta a las variables de parto como pueden ser: duración de los periodos expulsivos, porcentaje de cesáreas y partos instrumentados, peso del recién nacido etc.9,10-12.

El ejercicio durante el embarazo ha sido un tema controvertido durante los últimos años. Hasta hace poco tiempo a las mujeres se les recomendaba especial cautela a la hora de desarrollar cualquier ejercicio, en especial si su intensidad era moderada y vigorosa13,15.

Las mujeres embarazadas con buenos cuidados prenatales tienen mayor conciencia de su salud y de sus cuidados16, por tanto tienden a realizar comportamientos más saludables. Pero encontramos datos como que menos de un 15 % de las mujeres cumplirán las recomendaciones de la Guía Canadiense para la Actividad Física en el embarazo11 (según el National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES))17.

Igualmente estudios17-19 que mostraron que las mujeres embarazadas pasaban de media más de la mitad del tiempo en comportamientos sedentarios manifiesta que existe un patrón de actividad diaria insuficiente y la consiguiente necesidad de ser registrado y medido para poder ser abordado profesionalmente.

De cara a la obtención de esos datos sobre AF, investigadores han utilizado herramientas de evaluación como los acelerómetros, tecnología que aporta datos objetivos acerca de la actividad física que se realiza18.

No obstante, existen otras interesantes herramientas para cuantificar la actividad física (AF) que se lleva a cabo como pueden ser los cuestionarios, instrumentos de evaluación muy útiles por su facilidad de administración y su bajo coste. El cuestionario más utilizado en mujeres embarazadas es el Pregnancy Physical Activity Questionnaire (PPAQ). Se trata de un cuestionario fiable y validado para diferentes idiomas, incluyendo el español13-14.

 

OBJETIVO

El objetivo de esta investigación fue medir la asociación entre la actividad física que realizan las mujeres durante su embarazo (medido con PPAQ) y las variables de parto: Semana de gestación al parto, duración de la fase activa del parto, duración del expulsivo, test de Apgar en el minuto 1 y 5, peso del recién nacido, pH y presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono, tanto venosas como arteriales. También si el tipo de actividad puede ser una variable predictora del tipo de parto.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Diseño del estudio y participantes:

Los criterios de inclusión del artículo pueden encontrarse en la tabla 1 (ANEXO 1).

Se realizaron varios análisis en una muestra de mujeres embarazadas del hospital San Cecilio, en la ciudad de Granada. De las iniciales 384 mujeres contactadas, fueron reclutadas 159, a las cuales se les administró un consentimiento informado después de recibir información detallada con los procedimientos del proyecto.

El comité ético de investigaciones clínicas de Granada aprobó este estudio (GESFIT-0448-N-15).

Procedimientos:

En torno a la semana 12 ± 2 de gestación, en el hospital, cuando acontece la primera visita ginecológica, se les ofreció a las mujeres la participación en dicha investigación.

En la semana 16 ± 2, fue realizada una anamnesis para recopilar datos sociodemográficos, junto a las primeras mediciones. A las participantes se les administró una versión traducida y validada al español14 del cuestionario PPAQ original en inglés15.

En la semana 34 se administró dicho cuestionario de nuevo repitiendo el mismo procedimiento.

Mediciones:

Datos sociodemográficos e historia obstétrica y ginecológica:

Los investigadores explicaron a la muestra de mujeres como rellenar correctamente un cuestionario autoadministrado para la obtención de los datos clínicos y sociodemográficos de interés. Además, se consultó el registro médico y el “Documento de salud de la embarazada”. Dicho documento es proporcionado por La Junta de Andalucía a las mujeres embarazadas y recoge todos los datos relativos a los chequeos de salud de las futuras madres.

Se obtuvieron así el conjunto de datos, de la historia ginecológica; partos anteriores y su evolución; consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.

Se usó la fecha de última regla para calcular la edad gestacional de las futuras madres, corregida por ciclos de 28 días y si fuera necesario, posteriormente corregida mediante ultrasonidos21.

Antropometría materna:

La altura de las mujeres se midió con un estadímetro mecánico telescópico de pared (Seca 222) al comienzo de la investigación. Y el peso fue medido con un analizador de composición corporal por bioimpedancia (InBody R20). Por último, el Índice de Masa Corporal (IMC) fue hallado dividiendo el peso en Kilogramos (Kg) por la altura (m) al cuadrado.

Nivel de intensidad de la actividad física realizada y tiempo invertido en cada una:

Las actividades que aparecen en el cuestionario se clasifican de la siguiente manera: Actividad sedentaria, AF intensidad baja, AF intensidad moderada, AF intensidad vigorosa, cuidado del hogar, actividad ocupacional y deportes/ejercicio físico.

Se utilizaron estas instrucciones (ANEXO 2) que encontramos en el compendio de actividades físicas20 para calcular el gasto en equivalentes metabólicos (MET’s) que desempeñaban las mujeres.

La duración del tiempo que pasaban en cada actividad se multiplicó por su intensidad para hallar la medida de gasto semanal atribuible a cada actividad (MET’s * h / semana).

Resultados del parto:

Una vez dieron a luz las mujeres del estudio, se recopilaron los siguientes datos del documento de salud de la embarazada: Tipo de parto: Eutócico, instrumental o cesárea. Desencadenante del mismo: Espontaneo, inducido por oxitocina o prostaglandinas, edad gestacional, utilización o no de anestesia y tipo, y duración de las fases de parto siguiendo el consenso establecido por Hanley GE y colaboradores22, acerca de cuándo da comienzo cada fase del parto.

Además, se extrajeron del registro médico más datos del neonato como el test de Apgar (Test de adaptación al medio extrauterino)23,24 y los resultados de los análisis de sangre arterial y venosa del cordón umbilical.

Las muestras de sangre umbilical fueron recogidas antes de la expulsión de la placenta para analizar al momento de la extracción sanguínea y a temperatura ambiente El doble pinzado del cordón fue realizado por el matrón o matrona entre el minuto 1 y 3 de vida del recién nacido, con un mínimo de distancia de 10 cm entre pinzas25.

Para la realización de las gasometrías se utilizaron jeringas pre-heparinizadas de 1 ml para la extracción y posteriormente el analizador de sangre GEM Premier 4000 (Instrumentation Laboratory, Bedford, MA, USA) para su análisis.

Se analizaron parámetros tanto arteriales como venosos umbilicales de: pH y Presiones parcial de dióxido de carbono (PpCO2) y de oxígeno (PpO2)

Análisis estadístico:

Se utilizó el coeficiente de Correlación parcial de Pearson para analizar la relación entre las variables de parto con el tipo de actividad (minutos * MET’s * semana). Las variables fueron ajustadas por las siguientes covariables: edad de la madre, composición corporal de la madre en semana 16, paridad (si había tenido hijos con anterioridad o no), si se administra epidural o no, si pertenece al grupo control o intervención.

Además, se realizó una regresión logística para ver la asociación entre los niveles de actividad física (variable predictora) y las posibilidades de tener un parto vaginal (eutócico e instrumental incluido) o cesárea (variable resultado).

 

RESULTADOS

De las 217 mujeres que inicialmente cumplían los criterios de inclusión y exclusión (ANEXO 1), 159 fueron evaluadas en la primera cita de la investigación (edad 32.9 ± 4.6 años, IMC 24.9 ± 4.1 kg/m2), eliminando finalmente a una mujer de la muestra por ausencia de datos. El 30% de las mujeres estaban desempleadas o se dedicaban a las labores domésticas, un 44% trabajaban a tiempo completo y el resto a tiempo parcial. En cuanto al nivel de estudios, más de la mitad de las mujeres habían finalizado estudios universitarios.

Algunas variables del estudio poseen un tamaño muestral más bajo debido a la perdida de datos por las fuentes de registro de las variables de parto (Figura 1). (ANEXO 4).

De los 143 partos; que tuvieron lugar en la semana 39.5 ± 1.3; el 58% fueron espontáneos, 17% instrumentados y un 25% fueron mediante cesárea; de las cuales, solamente una cuarta parte fueron planeadas (Por la presentación del feto).

En cuanto a la adaptación al medio extrauterino de los neonatos, obtuvieron una puntuación en el test de Apgar a los 5 minutos de 9.6 ± 0.7. (ANEXO 5).

AF y variables de parto a la semana 16:

La Correlación parcial de Pearson entre el tiempo en comportamientos sedentarios y los niveles de intensidad de la actividad física recogidos en el PPAQ en la semana 16 de gestación se muestran en la Tabla 2. (ANEXO 6).

AF y variables de parto a la semana 34:

Tras ajustar con covariables, un mayor tiempo en comportamientos sedentarios fue asociado con menor PpO2 venosa en el neonato (P<0.05).

El resto de resultados se muestran en la Tabla 3. (ANEXO 7).

AF y tipo de parto:

Se obtuvo que unos mayores niveles de AF de baja intensidad medidos en semana 34 se asociaron con un menor riesgo de tener un parto por cesárea (P<0.05).

Lo mismo ocurre con unos mayores niveles de actividades del hogar en la semana 34, que se asociaron con un menor riesgo de tener un parto por cesárea (P<0.05).

En este sentido, mayores niveles de AF en ambas categorías son predictoras de tener un parto vaginal. (ANEXO 8).

 

DISCUSIÓN

Un mayor tiempo en comportamientos sedentarios de las mujeres embarazadas, se asocia con menor PpO2 venosa del recién nacido. Igualmente, mayores niveles de AF de baja intensidad y de actividades del hogar medidos en la semana 34 de gestación se asocian con mayor probabilidad de tener un parto vaginal.

Aunque los hallazgos de los gases del cordón umbilical parecen no tener una implicación clara en la salud de la madre o del neonato, existen líneas de investigación que muestran una tendencia débil hacia la disminución de la presión parcial de O2 venosa, paralela al progreso del embarazo26. Por tanto, futuras investigaciones serán necesarias para esclarecer las implicaciones de este resultado.

En la línea de lo que la evidencia científica mostraba, la AF se asocia a diversas variables de parto27, incluyendo el tipo de parto (vaginal o cesárea). Baena García L. et al llevaron a cabo una investigación similar con acelerómetros, donde las mujeres con parto por cesárea mostraban una tendencia a tener mayores comportamientos sedentarios y niveles de AF más bajos que aquellas con partos vaginales, sin diferencias estadísticamente significativas, aunque sí con relevancia clínica12.

Estos hallazgos abren futuras líneas de trabajo con el uso de este cuestionario, pudiendo incluso implementar su uso en el sistema sanitario, ya que se ha visto eficaz, siendo una herramienta mucho más barata y fácil de usar.

Se deduce finalmente que la AF tiene su implicación en el parto y las variables maternas y fetales, por tanto, habrá que trabajar con las mujeres embarazadas en los cambios comportamentales necesarios para la adquisición de hábitos saludables como es realizar AF regularmente, pero serán necesarias futuras investigaciones que esclarezcan los límites de estas relaciones.

 

CONCLUSIONES

Mayor tiempo en comportamientos sedentarios se correlacionó con menor PpO2 en vena umbilical en el neonato.

Mayor tiempo desarrollando actividades de baja intensidad y de cuidados del hogar parecen ser predictores de tener un parto vaginal en mujeres españolas.

El cuestionario PPAQ se ha mostrado una herramienta eficaz, además de sencilla de administrar y barata, para medir la AF y el tiempo en comportamiento sedentario y realizar las posteriores asociaciones.

 

LIMITACIONES Y FORTALEZAS

Una de las limitaciones de este estudio viene marcada por el cuestionario utilizado, ya que registra una serie de conductas de manera subjetiva. Puede ocurrir que la muestra de mujeres sobreestime o subestime la cantidad y el tipo de actividad que realizan semanalmente.

Por el tipo de diseño es posible describir asociaciones entre variables que fueron observadas, pero sin poder establecer una vinculación de “causa-efecto” entre estas. En contraposición pueden evaluarse múltiples variables.

Se obtuvieron muestras representativas de una población, y los métodos son estandarizados y confiables, facilitando así su replicabilidad.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Yin S, Njai R, Barker L, Siegel PZ, Liao Y. Summarizing health-related quality of life (HRQOL): development and testing of a one-factor model. Popul Health Metr. 2016;14:22.
  2. Barakat R, Pelaez M, Montejo R, Luaces M, Zakynthinaki M. Exercise during pregnancy improves maternal health perception: a randomized controlled trial. Am J Obstet Gynecol. 2011 May;204(5):402.e1-7.
  3. Garshasbi A, Faghih Zadeh S. The effect of exercise on the intensity of low back pain in pregnant women. Int J Gynaecol Obstet. 2005 Mar;88(3):271–5.
  4. Cornelissen VA, Fagard RH, Coeckelberghs E, Vanhees L. Impact of resistance training on blood pressure and other cardiovascular risk factors: a meta-analysis of randomized controlled trials. Hypertens (Dallas, Tex 1979). 2011 Nov;58(5):950–8.
  5. Wolfe LA, Weissgerber TL. Clinical physiology of exercise in pregnancy: a literature review. J Obstet Gynaecol Can. 2003 Jun;25(6):473–83.
  6. Wolfe LA, Davies GAL. Canadian guidelines for exercise in pregnancy. Clin Obstet Gynecol. 2003 Jun;46(2):488–95.
  7. ACOG Committee opinion. Number 267, January 2002: exercise during pregnancy and the postpartum period. Obstet Gynecol. 2002 Jan;99(1):171–3.
  8. Bredin SSD, Foulds HJA, Burr JF, Charlesworth SA. Risk assessment for physical activity and exercise clearance: in pregnant women without contraindications. Can Fam Physician. 2013 May;59(5):515–7.
  9. Petrov Fieril K, Glantz A, Fagevik Olsen M. The efficacy of moderate-to-vigorous resistance exercise during pregnancy: a randomized controlled trial. Acta Obstet Gynecol Scand. 2015 Jan;94(1):35–42.
  10. Petrov Fieril K, Fagevik Olsen M, Glantz A, Larsson M. Experiences of exercise during pregnancy among women who perform regular resistance training: a qualitative study. Phys Ther. 2014 Aug;94(8):1135–43.
  11. Mottola MF, Davenport MH, Ruchat S-M, Davies GA, Poitras VJ, Gray CE, et al. 2019 Canadian guideline for physical activity throughout pregnancy. Br J Sports Med. 2018 Nov;52(21):1339–46.
  12. Baena-Garcia L, Ocon-Hernandez O, Acosta-Manzano P, Coll-Risco I, Borges-Cosic M, Romero-Gallardo L, et al. Association of sedentary time and physical activity during pregnancy with maternal and neonatal birth outcomes. The GESTAFIT Project. Scand J Med Sci Sports. 2019 Mar;29(3):407–14.
  13. Matsuzaki M, Haruna M, Nakayama K, Shiraishi M, Ota E, Murayama R, et al. Adapting the Pregnancy Physical Activity Questionnaire for Japanese pregnant women. J Obstet Gynecol neonatal Nurs JOGNN. 2014;43(1):107–16.
  14. Coll-Risco I, Camiletti-Moiron D, Acosta-Manzano P, Aparicio VA. Translation and cross-cultural adaptation of the Pregnancy Physical Activity Questionnaire (PPAQ) into Spanish. J Matern Fetal Neonatal Med. 2018 Jun;1–8.
  15. Chasan-Taber L, Schmidt MD, Roberts DE, Hosmer D, Markenson G, Freedson PS. Development and validation of a Pregnancy Physical Activity Questionnaire. Med Sci Sports Exerc. 2004 Oct;36(10):1750–60.
  16. Hodnett, E.D., 2002. Pain and women’s satisfaction with the experience of childbirth: a systematic review. Am J Obstet Gynecol. 186, S160-172.
  17. Evenson KR, Wen F. Prevalence and correlates of objectively measured physical activity and sedentary behavior among US pregnant women. Prev Med (Baltim). 2011;53(1–2):39–43.
  18. Oviedo-Caro MA, Bueno-Antequera J, Munguía-Izquierdo D. Measuring Sedentary Behavior During Pregnancy: Comparison Between Self-reported and Objective Measures. Matern Child Health J. 2018 Jul;22(7):968–77.
  19. Sattler MC, Jaunig J, Watson ED, van Poppel MNM, Mokkink LB, Terwee CB, et al. Physical Activity Questionnaires for Pregnancy: A Systematic Review of Measurement Properties. Sports Med. 2018 Oct;48(10):2317–46.
  20. Ainsworth BE, Haskell WL, Whitt MC, Irwin ML, Swartz AM, Strath SJ, et al. Compendium of physical activities: an update of activity codes and MET intensities. Med Sci Sports Exerc. 2000 Sep;32(9 Suppl):S498-504.
  21. AMERICAN ACADEMY OF PEDIATRICS COMMITTEE ON FETUS AND NEWBORN ACOOG COOP. Committee opinion no 611: method for estimating due date. Obstet Gynecol. 2014 Oct;124(4):863–6.
  22. Hanley GE, Munro S, Greyson D, Gross MM, Hundley V, Spiby H, et al. Diagnosing onset of labor: a systematic review of definitions in the research literature. BMC Pregnancy Childbirth. 2016 Apr;16:71.
  23. Jepson HA, Talashek ML, Tichy AM. The Apgar score: evolution, limitations, and scoring guidelines. Birth. 1991 Jun;18(2):83–92.
  24. The Apgar Score. Pediatrics. 2015 Oct;136(4):819–22.
  25. Butterwegge M, Kappen R, Rath W. [Changes in umbilical cord blood acid-base status after delivery in dependence on time intervall–a continuing forensic problem]. Z Geburtshilfe Neonatol. 2012 Dec;216(6):253–8.
  26. Link G, Clark KE, Lang U. Umbilical blood flow during pregnancy: evidence for decreasing placental perfusion. Am J Obstet Gynecol. 2007 May;196(5):489.e1-7.
  27. Ferraro ZM, Gaudet L, Adamo KB. The potential impact of physical activity during pregnancy on maternal and neonatal outcomes. Obstet Gynecol Surv. 2012 Feb;67(2):99–110.

 

ANEXOS EN PDF

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos