Cáncer de ovario: principales factores de riesgo.

4 mayo 2021

AUTORES

  1. Ignacio Bruna Barranco. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  2. Laura Martínez Giménez. Graduada Universitaria en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  3. Begoña López Zapater. Diplomada Universitaria en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  4. Rubén Maestre Aguilar. Diplomado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  5. Adrián Valdrés López. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

 

RESUMEN

El cáncer de ovario es una de las neoplasias más relevantes en la mujer ya no sólo por su prevalencia sino por su letalidad, causando sólo en España alrededor de 1.800 muertes anuales. Presenta una sintomatología inespecífica que provoca un diagnóstico tardío en gran número de los casos; es por ello que el conocimiento de los factores de riesgo juega un rol importante para su prevención y por ende la actuación de enfermería sobre ellos. Existen dos grandes tipos de factores vinculados al cáncer de ovario: modificables como la alimentación, la terapia de reemplazo hormonal o el uso de anticonceptivos orales (efecto protector) y no modificables como los antecedentes familiares y mutaciones genéticas.

 

PALABRAS CLAVE

Anticonceptivos hormonales orales, cáncer de ovario, enfermería, factores de riesgo, síndrome de cáncer de mama y ovario hereditario.

 

ABSTRACT

Ovarian cancer is one of the most relevant neoplasms in women, not only due to its prevalence but also due to its lethality, causing only in Spain around 1,800 annual deaths. It presents a nonspecific symptomatology that induces a late diagnosis in a large number of cases; that is why the knowledge of risk factors plays an important role for their prevention and therefore the nursing action on them. There are two main types of factors linked to ovarian cancer: modifiable such as diet, hormone replacement therapy, or the use of oral contraceptives (protective effect) and non-modifiable such as family history and genetic mutations.

 

KEY WORDS

Hereditary breast and ovarian cancer syndrome, hormonal oral contraceptives, nursing, ovarian cancer, risk factors.

 

INTRODUCCIÓN

El cáncer de ovario es una de las diez neoplasias que se presentan con mayor frecuencia en las mujeres contando además con una elevada mortalidad1-3, hasta el punto en que estudios recientes han determinado que la tasa de supervivencia a los 5 años del diagnóstico no llega al 50% de los casos4,5. Existen tres tipos de este cáncer: epitelial (el más común de todos ellos representando el 90% del global), de células germinales, y de células estromales1-4. La edad media de diagnóstico suele ser tardía, debido a que no hay síntomas que se puedan asignar de manera específica al cáncer de ovario actuando este de manera silente, ya que entre los más comunes se encuentran el dolor abdominal y su distensión, o la fatiga2,3; de hecho, casi tres cuartas partes de las mujeres que lo padecen son diagnosticadas en etapas avanzadas3-5.

Los nuevos casos presentados en Latinoamérica en el año 2012 rondaron los 18.0001, mientras que España diagnóstica algo más de 3000 nuevas afectadas anuales2. No obstante, y según datos del Instituto Nacional de Estadística, en los últimos 20 años (periodo 1999-2018) en España han fallecido alrededor de 1.800 personas cada año por esta causa, siendo 36.530 mujeres las que perdieron la vida en el lapso de tiempo indicado6; la evolución de la tasa de mortalidad por el tumor maligno de ovario en España durante estos 20 años se puede observar en el Anexo 16.

Dado que tampoco existen métodos efectivos y sencillos para efectuar un diagnóstico precoz2,3, incluso descartándose el uso del marcador CA125 como método de cribado para mujeres sin síntomas4,5, la investigación y conocimiento de los factores de riesgo que actúan de manera prioritaria sobre la aparición del cáncer de ovario puede ser un interesante punto de partida para su control, manejo y prevención, teniendo los profesionales de enfermería un carácter activo y necesario en todo ello.

 

OBJETIVO

Determinar los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de cáncer de ovario.

 

METODOLOGÍA

Mediante una búsqueda bibliográfica a través de diversas bases de datos, se obtuvo que los principales factores de riesgo envueltos en el cáncer de ovario.

 

RESULTADOS

  • Factores hereditarios y antecedentes familiares. Aquellas mujeres que tienen en su historia familiar, tal y como su madre o hermana, casos de cáncer de ovario tienen una mayor tendencia al desarrollo del mismo; además, esta probabilidad aumentará junto al número de familiares que hayan padecido la enfermedad4,7-9.

 

Las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que provocan el llamado síndrome de cáncer hereditario de mama y ovario, muestran una mayor predisposición a la aparición de cáncer de ovario pudiendo incluso elevar las probabilidades de desarrollarlo a un 70%4,7,8,10. Aunque es menos usual, el síndrome de Lynch también denominado cáncer de colon hereditario no asociado a poliposis afecta a determinados genes como el MLH1 y MSH2 alterándolos, e incrementando las posibilidades de padecer determinados tipos de cáncer entre los que se incluyen el de ovario, colorrectal y endometrial4,7. Por otro lado, la mutación del gen STK11 genera el extraño síndrome Peutz-Jeghers que además de hacer crecer las opciones de presentar diversos tumores de tipo digestivo lo hace también con el cáncer de ovario7.

 

Los síndromes de factor familiar, como los recién expuestos, aumentan el riesgo de sufrir algún tipo de cáncer por alteraciones genéticas, y pueden llegar a suponer una cuarta parte del global de todos los cánceres de ovario7.

 

  • Ovulación: cuantos más ciclos menstruales completos se produzcan, y por tanto más número de ovulaciones, mayor será el riesgo de padecer cáncer de ovario. Es por este motivo por el cual las diferentes situaciones o medios que bien impidan, limiten o reduzcan la ovulación disminuyen el riesgo de padecer cáncer de ovario, como puede ser el uso de anticonceptivos orales (en este caso el riesgo se reduce hasta un 50%, y mantiene una disminución aun habiendo dejado su consumo durante un gran periodo de tiempo, incluso varias décadas), el embarazo, la lactancia (reduciendo cerca de un 10% las probabilidades de su aparición por cada 5 meses) o una menopausia precoz4,7,8,10-13. Hay que destacar que tanto presentar la menarquia con una menor edad o temprana, y sufrir la menopausia de forma tardía son claros predisponentes a padecer este tipo de cáncer8,10. Profundizando en el aspecto del embarazo, las mujeres que tienen el primero a término antes de los 26 años en comparación con aquellas que lo tienen más tarde de los 35 años, o nunca llegan a tenerlo, presentan una probabilidad mucho menor de ser afectadas por cáncer de ovario; de hecho, las posibilidades disminuyen por cada embarazo completo que se tiene, teniendo las multíparas una reducción de hasta la mitad de riesgo de padecerlo7,8,14.
  • Las terapias basadas en reemplazos hormonales: las mujeres que tras la menopausia toman estos fármacos incrementan las opciones de sufrir cáncer de ovario en un 50% tras estar 5 años con dicho tratamiento; sin embargo, esta probabilidad comienza a disminuir en cuanto se deja la medicación, manteniendo aun así niveles moderados de riesgo7,8,15. Por otra parte, los estudios acerca de los tratamientos de fertilidad se muestran inconsistentes y no hallan una clara asociación con el cáncer de ovario7,8,16.
  • Alimentación: se ha encontrado que la baja ingesta de vitamina D favorece la aparición de cáncer de ovario, pudiendo revertir este efecto con la toma de suplementos de dicha vitamina e incluso prevenirlo4,17. Por otro lado, algunos estudios han encontrado una asociación entre el aumento del consumo habitual de fibra en la dieta y la disminución del riesgo de desarrollar cáncer de ovario4,8,18. En esta misma vertiente otras publicaciones han mostrado una relación entre la ingesta elevada de vegetales y frutas con una reducción en las posibilidades de llegar a padecer cáncer de ovario7,8,19,20, aunque diferentes estudios no las han hallado7; mientras que el consumo de carne y grasas parecen tener el efecto contrario incrementando el riesgo8,19. El consumo de aceite de oliva parece tener un efecto reductor del riesgo de cáncer de ovario, que puede justificar que los países con dietas mediterráneas tienen índices más bajos de esta enfermedad con respecto a otros países europeos8,21.

 

Dentro de este apartado es necesario nombrar al sobrepeso y la obesidad ya que parecen aumentar el riesgo de desarrollo del cáncer de ovario, aunque esta relación aún no es clara y es preciso realizar más investigaciones en esta dirección que reafirmen o desmientan dicha asociación7,8,22. Esto a su vez puede estar relacionado con una baja actividad física, la cual podría provocar un aumento del riesgo, pero como en el caso anterior, necesita más estudios8. El aumento de talla y peso en nuevas generaciones puede conllevar hasta un incremento del 3% de riesgo por década8,10,23.

 

  • Endometriosis: se ha hallado que las mujeres que presentan este proceso pueden tener un incremento de hasta casi el doble de riesgo de desarrollar tumores del ovario de tipo epitelial3,10,24, dándose por lo general en mujeres jóvenes y con mejores pronósticos4, frente a las que no sufren endometriosis. No obstante, no se ha conseguido determinar si, en el caso de eliminar el tejido afectado del endometrio se disminuiría la aparición de este cáncer4.
  • Etnia: se ha detectado que tener orígenes de determinadas localizaciones o etnias pueden estar vinculados con el incremento de riesgo de padecer cáncer de ovario. Estas zonas u orígenes son holandés, judío, francocanadiense e islandés4,12; mientras que otros estudios determinan como lugares de mayor riesgo a los noreuropeos y a los norteamericanos3.
  • Tabaco: el consumo de cigarrillos se ha identificado con el cáncer de ovario de tipo mucinoso, pero no para ninguno otro, teniendo por tanto poca relevancia en esta enfermedad7,8,23.

 

CONCLUSIONES

Los principales factores de riesgo que afectan al cáncer de ovario se pueden dividir en dos grandes grupos: modificables y no modificables (ver Anexo 2). Dentro de los primeros destacan el uso de anticonceptivos orales (uno de los medios más eficaces para la prevención de este cáncer), la alimentación y diversos aspectos reproductivos como la edad y el número de embarazos o la lactancia; hay que darse cuenta de la complejidad y dificultad que supone la modificación de algunos de estos factores sobre los que enfermería puede intervenir para tratar de disminuir el número de casos. No obstante, son los factores no modificables los que tienen una mayor repercusión en el desarrollo del cáncer de ovario, como son los antecedentes familiares, las mutaciones genéticas que provocan diversos síndromes como el de Lynch, la etnia o raza y la endometriosis; el hecho de que estos factores sean los que mayor interferencia realizan sobre este cáncer dificulta la prevención del mismo, unido a la sintomatología tan inespecífica que el cáncer de ovario procesa.

 

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