Complicaciones asociadas al uso del catéter venoso periférico y al catéter central de inserción periférica.

1 agosto 2023

AUTORES

  1. Raquel Valdovinos Escabosa. Graduada en enfermería. Centro de Salud de Jaca, Huesca.
  2. María José Jordan de Urríes Mur. Diplomada en Enfermería. Centro de salud de Aínsa, Huesca.
  3. Gloria Lera Abadía. Graduada en Enfermería. Centro de Salud de Sariñena, Huesca.
  4. Sandra Ezquerra Azor. Graduada en Enfermería. Centro de Salud de Sariñena, Huesca.
  5. Miriam Gutiérrez Pardo. Graduada en Enfermería. Servicio de Hemodiálisis Hospital Universitario San Jorge, Huesca.
  6. Carla Reblet Saba. Graduada en Enfermería. Centro de Salud Lafortunada, Huesca.

 

RESUMEN

Las complicaciones asociadas a los accesos vasculares son, actualmente, un tema de gran interés. Las complicaciones que pueden llegar a ocasionar los sistemas o dispositivos de acceso venoso, ya sea periférico o central, derivan, en general, en un empeoramiento y malestar del paciente que principalmente prolonga la estancia hospitalaria. En este artículo describiremos las complicaciones asociadas al uso del catéter venoso periférico (CVP) y catéter central de inserción periférica (PICC).

Palabras clave: Complicaciones, catéter venoso periférico (CVP), vía central de acceso periférico (PICC), acceso vascular.

 

ABSTRACT

The complications associated with vascular accesses are currently a topic of great interest. The complications that can be caused by venous access systems or devices, whether peripheral or central, result, in general, in a worsening and discomfort of the patient that mainly prolongs the hospital stay. In this article we will describe the complications associated with the use of the peripheral venous catheter (PVC) and peripherally inserted central catheter (PICC).

 

KEY WORDS

Complications, peripheral venous catheter (CVP), central venous peripheral access (PICC), vascular access.

 

INTRODUCCIÓN

En el siglo XVII se describió la inyección intravenosa como nuevo procedimiento para la administración de fármacos. Pero fue sólo en la última parte del siglo XIX y a lo largo del siglo XX cuando se desarrolló la terapia intravenosa basada en mejores condiciones de microbiología y asepsia. A lo largo de los años se han mejorado considerablemente las técnicas, no obstante, actualmente, siguen ocurriendo complicaciones en el acceso venoso periférico.

Actualmente, existen varios tipos de dispositivos de acceso vascular en el mercado actual. Son necesarios para aquellos pacientes que requieren un uso de terapia endovenosa. En este artículo, se describirán las complicaciones asociadas del catéter venoso periférico (CVP) y catéter central de inserción periférica (PICC) en adultos.

Estos catéteres son tan importantes para el paciente como para el equipo sanitario. El personal de enfermería es responsable del cuidado de los distintos dispositivos, la integridad de cada uno de los accesos vasculares puede ser más o menos garantizada, y las complicaciones pueden ser minimizadas, sí estas se conocen y el problema es detectado con anticipación.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Catéter venoso periférico (CVP):

El catéter venoso periférico (CVP) es una sonda o tubo de plástico corto y pequeño, que se coloca a través de la piel dentro de una vena periférica. La canalización de una vía mediante CVP, es una técnica enfermera a través la cual se aplican líquidos y fármacos mediante el acceso vascular. Cuanto más temporal vaya a ser la vía, más distal debe de ser la venopunción1. Es una técnica fácil y rápida. La colocación de los catéteres periféricos es sencilla, de la misma manera que su manejo por lo que puede ser realizado por el personal de enfermería en la misma habitación del paciente y no requiere comprobación radiológica2.

Los catéteres venosos periféricos son una de las formas terapéuticas más frecuentemente empleadas en la práctica clínica hospitalaria. Los catéteres periféricos resuelven la mayoría de las necesidades de administración endovenosas. Se deben de tener en cuenta consideraciones como la necesidad, en algunos casos, de repetidas venopunciones para mantener el acceso intravenoso. Las complicaciones como la extravasación, la flebitis o la coagulación del catéter pueden interrumpir el tratamiento. Además, la permanencia y los tipos de fármacos que se pueden administrar por esta vía son limitados. Para reducir las complicaciones relacionadas con este tipo de catéter hay que realizar una correcta planificación y una inserción aséptica, selección correcta del catéter, lugar de inserción, higiene de las manos, uso de guantes, antiséptico cutáneo, técnica correcta en la inserción del catéter y tipo de apósito adecuado.

Las complicaciones de los catéteres periféricos son sucesos que afectan de forma negativa al enfermo portador del catéter venoso periférico y que de manera general obligan a la retirada de éste. Los signos y los síntomas para tener en cuenta según las complicaciones más frecuentes que se dan en el uso del CVP son1:

  • Obstrucción del catéter. Puede presentarse de forma brusca o de manera paulatina. Imposibilita introducir soluciones a través del catéter cuando se hace de manera intermitente, o la velocidad de goteo se va reduciendo progresivamente o se aprecia un aumento de la resistencia a la hora de inyectar un fármaco. La mayoría de las obstrucciones están ocasionadas por la formación local de un trombo, consecuencia de la coagulación de la sangre.
  • Extravasación. Generalmente, se detecta una anomalía en la zona de infusión, y se valorará el dolor, eritema, edema o inflamación de la zona del catéter. La solución administrada se extienda en los tejidos perivasculares.
  • Flebitis. Podrá observarse si hay inflamación, tumefacción, eritema con o sin dolor, y edema en la vena que se ha canalizado. Sí la flebitis es de carácter mayor se detecta la formación de línea y cordón palpable de más de 5-6 cm por encima del punto de inserción.
  • Infección. Cursará con signos y síntomas como enrojecimiento, inflamación y/o calor en el lugar de inserción, dolor, malestar y fiebre. Una técnica no aséptica aumentará el riesgo de infección.

Catéter central de inserción periférica (PICC):

La inserción de una vía central de acceso periférico a través de las venas antecubitales es una opción viable para el acceso venoso en determinados pacientes y tiene como finalidad proporcionar un acceso a una vena de gran calibre desde un punto distal. Esta técnica es realizada por enfermería en diferentes servicios hospitalarios, como las unidades de cuidados intensivos, plantas de hospitalización y quirófanos.

Las complicaciones se reducen al mínimo, sí se cumple estrictamente el procedimiento de inserción y mantenimiento. Para ello será necesario lavado de manos, utilización de guantes, bata estéril, material en condiciones de estricta esterilidad, localización de la vena, desinfección de la zona, técnica de inserción y heparinización. Asimismo, será necesario posteriormente un mantenimiento adecuado y aséptico.

Es de relevancia señalar las posibles complicaciones potenciales que puedan producirse en la implantación del PICC: hemorragia, punción arterial y hematoma, con la ventaja de que es una zona fácil de comprimir. Otras complicaciones asociadas al uso de este dispositivo son localización inadecuada de la punta del catéter, obstrucción, flebitis e infección1,4.

El uso de catéteres centrales insertados periféricamente (PICC) fue utilizado en un principio para la administración de NPT y otros tratamientos endovenosos de larga duración6,8. Son catéteres de vida intermedia con un tiempo de duración de entre 28,1 y 72,7 días y una tasa de complicaciones de 4,6%9. Los PICC se insertan a través de una vena periférica del brazo, usualmente la vena basílica, la cual comparada con la cefálica exhibe un menor número de eventos trombóticos a largo plazo6,10. En la técnica de inserción del PICC, cuando se coloca el catéter con guía de imágenes, usualmente fluorscópica, se puede llegar a asegurar en un porcentaje cercano al 98% de la localización exacta de la punta del catéter8,11,12. Pero no siempre se cuenta con guía de imagen, lo que puede ocasionar complicación debida a la inadecuada localización de la punta del catéter. Las complicaciones habituales, no siempre son detectadas y sospechadas, pudiendo ocasionar complicaciones secundarias graves como la trombosis venosa profunda (TVP) que se presenta en el 2-42% de los catéteres venosos13 con una tasa de trombosis venosa profunda sintomática en los PICC entre 1 y 4% respecto al CVC 13. Esta situación es considerada un factor de riesgo para el embolismo pulmonar, el cual puede ocurrir hasta en un 35% de los pacientes con TVP.

 

Los signos y síntomas para tener en cuenta según las complicaciones más frecuentes que se dan en el uso del PICC son7:

  • Localización inadecuada de la punta del catéter. La migración puede producir perforaciones venosas y arritmias por irritación mecánica. La localización ideal de la punta del catéter es aproximadamente a unos 3-5 cm de la unión cava-aurícula.
  • Obstrucción. Se detecta sí hay cese del flujo a través del catéter o incluso el reflujo de sangre hacia el sistema de infusión, que en un corto espacio de tiempo generaría la formación de un coágulo que ocluye la luz del catéter. Generalmente es debida a una inadecuada heparinización. Si se sospecha de ella, debe valorarse el uso de fibrinolíticos.
  • Flebitis. Podrá observarse si hay inflamación, tumefacción, eritema con o sin dolor y edema en la vena canalizada. Sí la flebitis es de carácter mayor se detectará la formación de línea y cordón palpable de más de 5-6 cm por encima del punto de inserción. Sí el origen es mecánico, aparece de forma precoz a los 2-3 días de la inserción
  • Infección. Cursará con signos y síntomas como enrojecimiento, inflamación y/o calor en el lugar de inserción, dolor, malestar y fiebre. El uso de catéteres intravasculares es una de las principales causas de infección nosocomial, siendo uno de los factores que aumentan la morbimortalidad de los pacientes hospitalizados. Aumenta el riesgo de infección el uso de nutrición parenteral, los días de hospitalización, la inserción con técnica no aséptica y la inadecuada manipulación posterior.

El PICC es una alternativa menos invasiva respecto al catéter central, ya que proporciona acceso intravenoso prolongado y se asocian con menos complicaciones traumáticas1 como sería el neumotórax y hematomas, y además su utilización supone menos riesgo de infección5.

Este dispositivo es recomendable en pacientes neoplásicos, en aquellos que necesitan nutrición parenteral (NPT) y en pacientes que padecen infecciones de relevancia (SIDA). En todos ellos la interrupción del tratamiento como consecuencia de la pérdida de una vía periférica, tendrían resultados negativos para la evolución del paciente3.

A continuación, detallamos una breve serie de estudios que describen la incidencia de complicaciones del uso de estos catéteres:

El PICC ha demostrado en varias investigaciones, tener una tasa baja de complicaciones. El Hospital Universitario de Córdoba, realizó un estudio con 100 pacientes de oncología portadores de catéteres PICC. En dicho trabajo tan solo un 6% requirió la retirada del catéter3.

En cambio, en la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario de Albacete, se llevó a cabo un estudio donde se pudo contabilizar que en tan solo 102 pacientes se utilizaron 187 dispositivos de vía periférica y un 46% de los participantes sufrieron algún tipo de complicación, que aumentó la estancia hospitalaria.2 Otro estudio relevante, fue el llevado a cabo en el Hospital General de Launceston (Australia). Dicho estudio pretendía demostrar, por medio de un ensayo aleatorio, que el cambio de vía periférica cada tres días no reducía considerablemente las complicaciones de este dispositivo. Se estudiaron 361 pacientes, y la tasa de complicación resultó ser 41%14.

Otros estudios para tener en cuenta haya la incidencia y la tasa de complicaciones, así como destacan las complicaciones más habituales de las vías periféricas y el catéter central de inserción periférica. Por ejemplo, en un estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario de Sao Paulo (Brasil), se describe que la flebitis obtuvo un índice de complicación de entre 23-45% en la vía periférica, frente a un porcentaje más reducido de entre un 5-26% en el PICC. Se encontró como complicación relevante la extravasación en el CVP, mientras que en el PICC no se encontraron datos relevantes de esta complicación4.

Respecto a la complicación de la infección que pueden originar de esas técnicas, en la investigación llevada a cabo por el Hospital de Porto Alegre (Brasil), la vía periférica obtuvo un 15% de riesgo de posible infección frente a un 3% del catéter PICC. No obstante, dicho estudio aclara que las complicaciones de la infección en uno y otro caso son diferentes en gravedad, una vía periférica ocasiona generalmente una infección local, mientras que el PICC, puede llegar a ocasionar una infección a nivel sistémico15.

Los estudios o investigaciones revisadas apuntan sobre la necesidad de seguir investigando sobre dichas complicaciones y proponer protocolos de prevención para reducir al máximo dichos datos. De esta manera, por medio de la práctica basada en la evidencia y en un plazo razonable, se verá disminuida la estancia hospitalaria y el riesgo terapéutico para el paciente.

 

CONCLUSIONES

Los catéteres venosos son imprescindibles en la práctica médica actual. Sin embargo, su uso puede ser una potencial fuente de complicaciones locales o sistémicas. Todas las complicaciones alteran la evolución normal del tratamiento del paciente, añadiendo morbimortalidad, incremento de la estancia hospitalaria y del gasto sanitario.

Al seleccionar un catéter se debería tener en cuenta el tiempo requerido para el tratamiento, el tipo de medicamento, la frecuencia de administración, la anotomía venosa del paciente e historia de intervenciones quirúrgicas previas, principalmente en cuello o vaciamientos ganglionares axilares. Es importante una detallada historia clínica con énfasis en alteración de coagulación y reacciones alérgicas, la preferencia del paciente y del médico, y el costo calculado para un tipo de catéter determinado6.

Aunque el CVP y el PICC proporcionan acceso vascular, su uso en los pacientes suponen un riesgo de complicaciones, como pueden ser infecciones locales y sistémicas. Las infecciones relacionadas con el catéter en especial en el torrente sanguíneo provocan una morbilidad elevada, tasas de mortalidad que se atribuyen a la hospitalización prolongada (media de 7 días) y sobrecostos de la estancia7.

 

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