Conciliación de la medicación. Artículo monográfico.

30 septiembre 2021

AUTORES

  1. Esteban Manuel Lázaro Gallardo. Técnico Auxiliar de Farmacia. Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  2. María Pilar Monforte Gasque. Farmacéutica. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza.

 

RESUMEN

La conciliación de la medicación es el proceso formal y estandarizado de obtener la lista completa de la medicación previa de un paciente, compararla con la prescripción activa, y analizar y resolver las discrepancias encontradas.

Este proceso se ha diseñado para prevenir errores de medicación en los momentos en los que se produce la transición del paciente entre los distintos niveles asistenciales. Su objetivo es garantizar a lo largo de todo el proceso asistencial que los pacientes reciben los medicamentos necesarios que estaban tomando previamente, con la dosis, vía de administración y frecuencia correctas y adecuadas a la situación actual del paciente.

El proceso de conciliación de la medicación puede revelar no sólo errores de conciliación, sino otros problemas relacionados con los medicamentos, como interacciones, contraindicaciones o duplicidades entre la medicación domiciliaria y la que se prescribe de nuevo en el centro.

Este proceso es especialmente importante en el paciente crónico complejo, en el que sus características (pluripatología y polimedicación) lo hacen más vulnerable a la consecución de errores de conciliación.

 

PALABRAS CLAVE

Discrepancias, error de conciliación, comunicación.

 

ABSTRACT

Medication reconciliation is the formal and standardized process of obtaining the complete list of a patient’s previous medication in juxtaposition with the active prescription, and then analyze and resolve any discrepancies found.

This process has been designed to prevent medication errors when a patient traverses through different levels of care. The aim is to guarantee that throughout the entire care process a patient receives the necessary medication previously administered, in the correct dose, route of administration, and frequency, according to the current patient situation.

Medication reconciliation process can reveal not only harmony disputes, but other medication-related problems, such as interactions, contraindications, or duplications between home medication and medication that is re-prescribed at the medical center.

This process is especially important in complex chronic patients, in whom their characteristics (multiple pathologies and multi medication) make them more vulnerable to the appearance of conciliation errors.

 

KEY WORDS

Discrepancies, conciliation errors, communication.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La Seguridad del Paciente constituye un componente clave de la calidad asistencial que ha adquirido gran relevancia en los últimos años tanto para los pacientes y sus familias, que desean sentirse seguros y confiados en los cuidados sanitarios recibidos, como para las gestores y profesionales que desean ofrecer una asistencia sanitaria segura, efectiva y eficiente.1

La actividad sanitaria es compleja y lleva consigo riesgos inherentes y no intencionales derivados de la misma. Esto puede dar lugar a la aparición de eventos adversos (EA), los cuales representan una causa de elevada morbi-mortalidad en todos los sistemas sanitarios desarrollados.

El Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización (ENEAS) concluyó que la incidencia de eventos adversos en los hospitales españoles era del 9,3%, una cifra similar a la de los estudios realizados en países americanos, australianos y europeos con una metodología parecida. En el 37,4% de los casos el evento adverso presentado estuvo relacionado con la medicación (entre las tres primeras causas de aparición del EA).2

Los acontecimientos adversos relacionados con medicamentos (EM) constituyen un importante problema de salud pública, debido a su elevado impacto tanto clínico como económico. De hecho, la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations mostraba que los EM eran la cuarta causa de muerte o pérdida de funcionalidad en pacientes hospitalizados y que ocurrían principalmente en los momentos relacionados con cambios de responsable de pacientes y cambios entre los distintos niveles asistenciales (atención primaria y especializada).3

La conciliación de la medicación (CM) es el proceso formal y estandarizado de obtener la lista completa de la medicación previa de un paciente, compararla con la prescripción activa, y analizar y resolver las discrepancias encontradas. 3

Este proceso se ha diseñado para prevenir EM en los momentos en los que se produce la transición del paciente entre los distintos niveles asistenciales. Su objetivo es garantizar a lo largo de todo el proceso asistencial que los pacientes reciben los medicamentos necesarios que estaban tomando previamente, con la dosis, vía de administración y frecuencia correctas y adecuadas a la situación actual del paciente.4

Fue en el año 2003, la JCAHO quien por primera vez contempló la conciliación entre los objetivos para mejorar la seguridad de los pacientes. Le siguieron en 2005, la OMS y en 2007, The National Institute for Health and Clinical Excellence conjuntamente con la National Patient Safety Agency de Inglaterra.5,6

La SEFH, en su documento 2020, hacia el futuro con seguridad, incorporó entre sus objetivos estratégicos para el año 2020, la existencia en el 100% de hospitales de procedimientos normalizados de conciliación de la medicación habitual tanto al ingreso como al alta.7

El proceso de CM consta de las siguientes etapas:

  1. Elaboración de la lista de medicación previa del paciente.
  2. Revisión de la lista de medicación activa prescrita.
  3. Comparación y detección de discrepancias aparentemente no justificadas que requieren aclaración.
  4. Aclaración con el prescriptor.
  5. Documentación de los cambios realizados.
  6. Elaboración de una lista de «medicación conciliada».

Lo ideal es realizar la entrevista y elaborar la lista de medicación domiciliaria previa antes de cualquier prescripción; esto habitualmente no es posible, por lo que se recomienda realizar la CM en las primeras 24 horas desde el ingreso en el Servicio Clínico correspondiente.

La lista de medicación domiciliaria, además de incluir información básica para la conciliación de la medicación, debe contener información complementaria sobre: alergias/intolerancias, suspensión previa de medicamentos por efectos secundarios, así como medicamentos de venta libre, plantas medicinales o medicamentos que se tome el paciente de forma discontinua.

Se define discrepancia como cualquier diferencia encontrada entre la medicación domiciliaria crónica que el paciente tomaba previamente y la medicación prescrita en el hospital. La presencia de una discrepancia no constituye necesariamente un error de medicación. De hecho, la mayor parte de las discrepancias obedecen a la adaptación de la medicación crónica al nuevo estado clínico del paciente o a la realización de exploraciones y/o intervenciones con las que la medicación habitual pudiera interferir. En estos casos se trata de una discrepancia justificada (tabla 1).

También se pueden encontrar discrepancias que requieren aclaración (tabla 2), éstas deben ser comunicadas al médico responsable. Toda discrepancia no justificada se considera error de conciliación (EC).

El proceso de conciliación de la medicación puede revelar no sólo errores de conciliación, sino otros problemas relacionados con los medicamentos, como interacciones, contraindicaciones o duplicidades entre la medicación domiciliaria y la que se prescribe de nuevo en el centro.

En la evaluación de la gravedad de los errores de conciliación, se puede utilizar la clasificación del National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention (tabla 3).8

El proceso de CM es especialmente importante cuando se producen cambios en el nivel de asistencia sanitaria. Uno de los momentos clave para realizar la CM es el ingreso hospitalario.

Los Servicios de Urgencias (SU) se caracterizan por su elevado nivel de complejidad, intensidad de sus actividades, necesidad de toma de decisiones rápidas, atención a patologías muy diversas y un elevado flujo de pacientes. Por todo ello, el SU es especialmente sensible a la aparición de EM. Además, habitualmente es la puerta de entrada del paciente en el hospital, por lo que la detección de errores en este momento de ingreso supondría la resolución de los mismos desde el inicio, evitando que éstos se trasladen a las plantas de hospitalización.

El grupo de Atención Farmacéutica en Urgencias (REDFASTER) llevó a cabo un estudio multicéntrico en los SU de hospitales españoles y detectó la presencia de discrepancias entre la medicación habitual y la que fue registrada en la historia clínica en el 79% de los pacientes. 9 En 2010, se publicó el estudio EVADUR para estudiar los EA ligados a la asistencia sanitaria en los SU. Se observó que el 12% de los pacientes tuvo algún EA, el 70% fue evitable y el 37,5% estuvo relacionado con la medicación.10

Se considera que el paciente diana en urgencias, en el que se debe realizar la conciliación de la medicación, es todo aquel que permanece más de 24 horas en el Servicio de Urgencias y toma medicación. Y si permanece menos de 24 horas, se deben priorizar aquéllos que tomen fármacos cuyo tiempo de conciliación recomendado es menor de 4 h, generalmente medicamentos de alto riesgo o de corta semivida plasmática.

El paciente cuando abandona el hospital se hace el único responsable de seguir el tratamiento prescrito en su informe de alta. A veces, el plan farmacoterapéutico puede ser sencillo, lo que unido a una buena capacidad intelectual del paciente hará que él mismo probablemente no tenga problemas en su seguimiento. Pero en otras ocasiones nos podemos encontrar con pacientes polimedicados y/o con una baja capacidad de entendimiento. En este último caso el seguimiento del tratamiento será complicado, y a menudo no será correcto.

Está demostrado en múltiples estudios que una información adecuada incrementa de forma significativa la adherencia del paciente a su tratamiento. La tendencia actual de la Farmacia Hospitalaria hacia el paciente en forma de Atención Farmacéutica consiste precisamente en proporcionar de forma directa y responsable información relacionada con su tratamiento con el objetivo de conseguir unos resultados terapéuticos que mejoren su salud y su calidad de vida.

Para proporcionar esta información es precisa una comunicación adecuada con el enfermo en un lugar acondicionado para ello. Una parte de esta información tiene que ser oral y otra escrita que ha de complementar y reforzar a la primera mediante la realización de una entrevista. La información impresa se puede hacer con programas específicos (InfoWin®, FarmaFácil®, Polimedicados 2.0®, etc). Es evidente que no todos los pacientes que sean dados de alta del hospital podrán ser informados sobre la continuación de su tratamiento en el domicilio. Por ello, será necesario establecer una priorización de enfermos que tengan una mayor necesidad de este tipo de información. Deberemos decidir entre diversos tipos de pacientes según sus características y/o su patología específica.

Los grupos de pacientes que se han propuesto son: pacientes mayores de 80 años, pacientes que viven solos, pacientes con deficiencias cognitivas, pacientes en tratamiento con más de seis medicamentos.

Según su patología tenemos como ejemplos más seguidos: pacientes en tratamiento con aerosoles, en tratamiento con anticoagulantes y pacientes VIH + en tratamiento antirretroviral.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Evolución de la implantación de prácticas seguras de utilización de medicamentos en los hospitales españoles (2007-2011). Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; 2012.
  2. Aranaz-Andres JM, Aibar-Remon C, Vitaller-Murillo J, Ruiz-Lopez P, LimonRamirez R, Terol-Garcia E. Incidence of adverse events related to health care in Spain: results of the Spanish National Study of Adverse Events. J Epidemiol Community Health. 2008; 62:1022-9 14.
  3. Joint Commission on Health Care Organization. Sentinel Event Statistics. 2008. [Internet]. Disponible en: http://www.jointcommission.org/sentinel_event.aspx
  4. Roure Nuez C, Queralt Gorjas Torner M, Delgado Sánchez O. Guía para la implantación de programas de conciliación de la medicación en los centros sanitarios. Sociedad Catalana de Farmacia Clínica Barcelona, 2009.
  5. Word Health Organization. Action on Patient Safety-High 5s. Patient Safety. Disponible en www.who.int/patientsafety/solutions/patientsafety/ PSSolution6.pdf
  6. National Institute for Health and Clinical Excellence. Technical Patient Safety Solutions for Medicines Reconciliation on Admission of Adults to Hospital. National Patient Safety Agency, 2007
  7. Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. Iniciativa 2020. Hacia el futuro con Seguridad. Disponible en www.sefh.es/sefhpdfs/desarrollo_2020.pdf
  8. NCC MERP Index for Categorizing Medication Errors (28-10-2006). Disponible en: http://www.nccmerp.org/pdf/indexColor2001-06-12.pdf
  9. Iniesta Navalón C, Urbieta Sanz E, Gascón Cánovas JJ, Madrigal de Torres M, Piñera Salmerón P. Evaluación de la anamnesis farmacoterapéutica realizada en el servicio de urgencias al ingreso hospitalario. Emergencias. Emergencias. 2011; 23:365-71.
  10. Tomás S, Chánovas M, Roqueta F, Alcaráz J, Toranzo T. Grupo de trabajo EVADUR-SEMES. EVADUR: Eventos adversos ligados a la asistencia en los servicios de urgencias de hospitales españoles. Emergencias. 2010; 22:415-28.

 

ANEXOS

(Elaboración propia):

Tabla 1. Discrepancias Justificadas:
Decisión médica de no prescribir un medicamento o cambiar su dosis, frecuencia o vía en función de la nueva situación clínica.
Decisión médica de cambio posológico o de vía de administración de un medicamento en función de la nueva situación clínica.
Inicio de nueva medicación justificada por la situación clínica.
Sustitución terapéutica según la Guía Farmacoterapéutica del hospital y los Programas de Intercambio Terapéutico.

 

Tabla 2. Discrepancias que requieren aclaración:
Omisión de medicamento.

El paciente tomaba un medicamento necesario y no se ha prescrito sin que exista justificación clínica explícita o implícita para omitirlo.

Diferente dosis, vía o frecuencia de un medicamento.

Se modifica la dosis, la vía o la frecuencia con que el paciente lo tomaba sin que exista justificación clínica, explícita o implícita, para ello.

Prescripción incompleta.

La prescripción del tratamiento crónico se realiza de forma incompleta y requiere aclaración.

Medicamento equivocado.

Se prescribe un nuevo medicamento sin justificación clínica, confundiéndolo con otro que el paciente tomaba y que no ha sido prescrito.

Inicio de medicación.

Se inicia un tratamiento que el paciente no tomaba antes, y no hay justificación clínica, explícita o implícita, para el inicio.

 

Tabla 3. Gravedad de errores:
Categoría A

No error, pero posibilidad de que se produzca.

Categoría B

Error que no alcanza al paciente; no causa daño.

Categoría C

Error que alcanza al paciente, pero no es probable que cause daño.

Categoría D

Error que alcanza al paciente y hubiera necesitado monitorización y/o intervención para evitar el daño

Categoría E

Error que hubiera causado un daño temporal.

Categoría F

Error que hubiera causado un daño que requeriría hospitalización o prolongación de la estancia.

Categoría G

Error que hubiera causado un daño permanente.

Categoría H

Error que hubiera requerido soporte vital.

Categoría I

Error que hubiera resultado mortal.

 

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