Cuidados de enfermería al paciente con insuficiencia respiratoria aguda, artículo monográfico.

5 noviembre 2021

AUTORES

  1. Marta Villagrasa Alloza. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  2. Sara Torralba Sánchez. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Zaragoza.
  3. Jesica Sanz Rosa. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  4. Virginia Beatriz Heredia Diez. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  5. Lucía Torralba Elía. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Zaragoza.
  6. María Torralba Elía. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Zaragoza.

 

RESUMEN

La insuficiencia respiratoria aguda se relaciona con la incapacidad del sistema respiratorio para realizar un adecuado intercambio gaseoso que garantice las necesidades metabólicas del organismo. Es una de las enfermedades más frecuentes de nuestro sistema sanitario, y se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad. Entre las patologías que cursan más frecuentemente con insuficiencia respiratoria se encuentran la EPOC, el asma y la neumonía.

Son necesarios unos adecuados cuidados de enfermería que garanticen que el paciente reciba el tratamiento más adecuado, se encuentre en situación de confort, y se tenga en cuenta su esfera biopsicosocial.

 

PALABRAS CLAVE

Insuficiencia respiratoria, Atención de enfermería.

 

ABSTRACT

Acute respiratory failure is related to the inability of the respiratory system to carry out an adequate gas exchange that guarantees the metabolic needs of the organism. It is one of the most frequent diseases in our health system, and is associated with high morbidity and mortality. Among the pathologies that occur most frequently with respiratory failure are COPD, asthma and pneumonia.

Adequate nursing care is necessary to ensure that the patient receives the most appropriate treatment, is in a comfortable situation, and their biopsychosocial sphere is taken into account.

 

KEY WORDS

Respiratory Insufficiency, Nursing care.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La insuficiencia respiratoria aguda se define como el fallo del sistema respiratorio para realizar un intercambio gaseoso entre el oxígeno y el dióxido de carbono de forma eficaz, es decir, garantizando que las necesidades metabólicas del organismo estén cubiertas.

Para realizar el diagnóstico de insuficiencia respiratoria aguda, debe tenerse en cuenta el valor de la presión parcial de oxígeno (PaO2), que se encarga de medir la presión del oxígeno disuelto en sangre. Los valores normales de la PaO2 oscilan entre 75 y 100 mmHg, por lo que se considerará que el paciente presenta insuficiencia respiratoria aguda cuando este valor sea inferior a 60 mmHg. Este valor es medido correctamente cuando se toma en reposo, a nivel del mar y respirando aire ambiente.

Se trata de una de las patologías que aparece de forma más frecuente en nuestro sistema sanitario, su complejidad está relacionada con su origen multifactorial 1,2,3.

 

Patologías más frecuentes que producen insuficiencia respiratoria aguda:

  1. Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC):

La EPOC es una enfermedad pulmonar que se caracteriza por una obstrucción del flujo aéreo, sus formas de presentación más características son la bronquitis crónica, que cursa con un estrechamiento progresivo de las vías respiratorias, y el enfisema, que se relaciona con la perdida de elasticidad pulmonar y la posterior destrucción de las paredes alveolares.

Es una de las patologías que causa mayor morbilidad y mortalidad en España, lo que supone además un elevado coste sanitario, ya que se trata de una de las principales causas de ingreso hospitalario. Su prevalencia aumenta significativamente con la edad, sobre todo a partir de los 65 años.

La causa más frecuente de EPOC es el tabaco, aunque sólo un 15% de los fumadores la padece, también afecta de forma significativa a fumadores pasivos 1.4.

2. Asma:

El asma se define como una inflación crónica de la vía aérea, lo que produce hiperreactividad bronquial y una limitación del flujo aéreo. Representa un importante problema de salud a nivel mundial. Cursa con síntomas característicos como son la tos, la disnea y las sibilancias 1.5.

3. Neumonía:

La neumonía es otra de las enfermedades respiratorias más comunes, se define como una inflamación de los pulmones que se produce por la infección de estos, infección que puede ser producida por un virus o una bacteria.

A pesar de los esfuerzos de los profesionales de la salud, la neumonía nosocomial sigue siendo un problema grave en nuestro sistema de salud por su elevada prevalencia, gravedad y costes.

La probabilidad de padecer esta patología aumenta significativamente en el caso de pacientes intubados 1.6.

 

Cuidados de enfermería:

  • Monitorización de las constantes vitales, según el grado de gravedad del paciente esta monitorización se hará de forma invasiva o no invasiva. Registro de la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, tensión arterial, saturación de oxígeno, temperatura, glucemia capilar, presión venosa central…
  • Vigilancia del patrón respiratorio: la frecuencia, la profundidad, el ritmo y la calidad de las respiraciones. Valorar además los ruidos que aparecen con la respiración ya que pueden ayudar a diagnosticar diferentes problemas.
  • Valorar la utilización de la musculatura accesoria y la distensión yugular. Esta musculatura no interviene en un proceso respiratorio normal, entre los músculos que participan cuando se produce un aumento de trabajo respiratorio se encuentran: los escalenos, el esternocleidomastoideo, los músculos subclavios, los pectorales menor y mayor, el serrato anterior, el trapecio y el dorsal ancho.
  • Valoración del estado de la piel, o realización de un control adecuado de la cianosis periférica. Registrar cambios en cuanto a palidez, cambios de temperatura con tendencia en este caso a la frialdad, cambios en la humedad, cianosis en los lechos ungueales y en los labios.
  • Vigilancia y registro de la presencia de secreciones bronquiales, así como su aspecto. En caso de que fuese necesario se cultivaría una muestra de estas secreciones. Es importante además valorar si el paciente presenta reflejo tusígeno y/o si tiene fuerza para movilizar estas secreciones.
  • Valoración del nivel de conciencia del paciente. Puede ocurrir que presente episodios de agitación psicomotriz o, por el contrario, que se encuentre con tendencia a la somnolencia.
  • Debe favorecerse una adecuada expansión del tórax, a este efecto serán retirados objetos o ropa que dificulten este cometido.
  • Colocar al paciente en una postura adecuada a su patología, en este caso se buscará una posición que favorezca la expansión torácica máxima, es decir, semi-Fowler o Fowler alta. O, dicho de otra forma, cabecero elevado a unos 30-45 grados.
  • Evitar la sobrecarga de líquidos. Será necesario llevar a cabo un estricto balance hídrico. Se colocará una sonda vesical que permita llevar a cabo un control horario.
  • Canalización de catéter arterial. Nos permite llevar un control más exacto de la tensión arterial, además será necesario realizar gasometrías arteriales de forma seriada para analizar los valores del pH, lactato, pO2, pCO2, etc… Esta medida aumentará el confort del paciente, pues disminuirá el número de punciones.
  • Canalización de un acceso venoso periférico, o, según gravedad del paciente, un acceso central. Necesario para la administración intravenosa necesaria.
  • Administración de oxigenoterapia en caso de que fuese necesario, el aporte de oxígeno deberá ser el mínimo que asegure una saturación de oxígeno por encima del 90% o una pO2 por encima del 60%. Dependiendo de la situación clínica del paciente se utilizarán sistemas de oxigenoterapia de alto o bajo flujo, ventilación mecánica no invasiva o ventilación mecánica invasiva. En cualquiera de estos casos, deberá mantenerse una humidificación adecuada y deberá prevenirse la aparición de úlceras por presión iatrogénicas que pueden producir estos dispositivos.
  • Vigilancia del estado nutricional del paciente. Inicialmente el paciente debe mantenerse en dieta absoluta. Hasta el momento en el que la reintroducción de la dieta se consideré segura, debe mantenerse una adecuada hidratación y nutrición del paciente. Es importante tener en cuenta que en caso de que el paciente precise de algún preparado nutricional y su patología curse con hipercapnia, esta debe ser pobre en hidratos de carbono.
  • La valoración nutricional de los pacientes que presentan EPOC y SDRA es especialmente importante ya que son los que presentan un mayor riesgo de desnutrición.

En pacientes críticos, la desnutrición mantiene la insuficiencia respiratoria y aumenta el tiempo de uso de la ventilación mecánica.

  • Administración del tratamiento farmacológico prescrito. En este tipo de patología los fármacos de mayor uso son: fluidoterapia, broncodilatadores, agonistas B2-adrenérgicos, anticolinérgicos, corticoides, mucolíticos, antibióticos…
  • Realización de las pruebas complementarias solicitadas por el médico: gasometría arterial, radiografía de tórax, electrocardiograma, analítica de sangre completa, etc
  • Vigilancia de la permeabilidad de la vía aérea. Para ello se favorecerá el adecuado drenaje de las secreciones. Se valorará si el nivel de conciencia del paciente es el adecuado, en caso afirmativo se debe instruir al paciente en técnicas de respiración profunda, drenaje postural de secreciones, fisioterapia respiratoria, respiración diafragmática, etc.

En caso de que el paciente no presente un adecuado nivel de conciencia o no sea capaz de movilizar las secreciones por sí mismo puede ser necesario realizar una aspiración oro o nasotraqueal de las mismas. El sistema de aspiración debe estar montando en todo momento.

  • Valoración del estado psíquico del paciente. Debe favorecerse un ambiente tranquilo y relajado y evitar la sobreestimulación sensorial. Aliviar en la medida de lo posible la ansiedad del paciente y su acompañante, mostrarse abierto a la resolución de dudas o inquietudes que puedan presentar. Si es necesario puede instruir al paciente en técnicas de respiración.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ostábal Artigas MI. Insuficiencia respiratoria aguda o agudizada. Med Integral. 2001;37(7):291-296.
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  5. Torrego A, Picado C. Manejo terapéutico a largo plazo del asma. Med Integral. 2001;38(5):208-216.
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