AUTORES
- Ricardo Castellano Sánchez. Celador Hospital Militar de Zaragoza.
- Cristina Caballero García. Celadora Hospital y Auxiliar Administrativo Nuestra Señora de Gracia.
- Silvia Elena Arriaza Cruz. Auxiliar de Enfermería Hospital Nuestra Señora de Gracia.
RESUMEN
El celador en el desempeño de sus funciones y como representante del hospital ante los familiares, se enfrentará a una situación muy delicada, donde el dolor por la pérdida y las circunstancias emocionales que conlleva la muerte, han de ser tratadas con una doble pauta: La profesional y la humana.
La pérdida siempre es dolorosa. En ocasiones viene acompañada de la sorpresa del desenlace cuando ocurre de un modo repentino, como en los casos de accidente. Otras veces debido a un largo proceso de enfermedad, al familiar le da tiempo a encarar el desenlace con mayor serenidad aunque nunca exento de dolor. El celador debe estar a la altura de la circunstancia y acompañar con respeto a los familiares en este duro trance. Siempre actuará con profesionalidad, mostrándose serio a la vez que amable en su desempeño, tratando de mantener una cierta distancia emocional respecto a la situación, ofreciendo a los familiares una sensación de calma y control.
PALABRAS CLAVE
Deceso, exitus, amortajamiento, traslado.
ABSTRACT
The orderly in the performance of his duties and as a representative of the hospital before the relatives, will face a very delicate situation, where the pain of the loss and the emotional circumstances that death entails, must be treated with a double pattern: The professional and the human.
The orderly must rise to the occasion and accompany with respect the relatives in this hard trance. Participate in the cleaning, preparation and transfer of the corpse to the funeral home.
KEY WORDS
Death, exitus, shrouding, transfer.
DESARROLLO DEL TEMA
El celador y su actuación ante la muerte del paciente. El hospital es el lugar donde los familiares afrontan el duro trance de la despedida después de haber pasado generalmente por el proceso de deterioro de su ser querido y cualquier muestra de empatía por parte del personal del centro hospitalario hará más llevadero este desenlace.
Una vez ocurrido el deceso, el celador participará en el protocolo de preparación del cadáver junto al personal TCAE y enfermería, siguiendo siempre sus indicaciones1.
El Decreto 2263/1974 de 20 de Julio en el que se aprueba el reglamento de la Policía Sanitaria Mortuoria, es el reglamento al que se ciñe la metodología y protocolo a seguir2.
Se establecen varios conceptos que es preciso conocer: Todos ellos señal inequívoca de que el deceso se ha producido.
- Rigor mortis: o rigidez cadavérica. Es el endurecimiento del cuerpo que se va produciendo entre las 2 y 4 horas después del deceso.
- Livor mortis: También llamada lividez cadavérica. Es el color rojizo violáceo que se produce en las partes distales del cadáver debido a la acumulación de sangre en ellas producto de la falta de circulación sanguínea. Debido a esto el celador manipulará con sumo cuidado el cuerpo para evitar la aparición de hematomas en el cuerpo.
- Algor mortis: Referido a la disminución de la temperatura gradual del cuerpo tras la muerte. Ésta disminuye en torno a los 2 grados durante la primera hora para hacerlo 1 grado por hora en las siguientes.
- Amortajamiento: Referido a lo que se denominan cuidados postmorten. Realizar está operación con respeto y sin brusquedad.
Protocolo a seguir de inmediato una vez sucedido el deceso:
Invitar a los acompañantes del fallecido a abandonar la habitación. Separar con un biombo o cortina al paciente fallecido del paciente acompañante si lo hubiera en la habitación. Realizar este proceso con la mayor discreción.
Ayuda al aseo y preparación del cuerpo con el personal sanitario. Se prestará especial atención a la posición de las piernas y la aproximación del peso hacia nuestro cuerpo a la hora de hacer esfuerzos en la manipulación y cambios de posturas al cadáver. Debido al elevado peso del mismo, sería fácil producir una lesión lumbar o cervical si no se pone la debida atención a la hora de mover el cuerpo.
Introducción del cuerpo en bolsa con cremallera. Standard de 90 x 225 cm.
Colocación de etiquetas para la correcta identificación del cadáver.
Traslado del cadáver al tanatorio. Cubriendo con una sábana y trasladándose en camilla funeraria, por un recorrido poco concurrido en la medida de lo posible.
Poner en conocimiento del jefe del personal subalterno de la hora del fallecimiento, nombre del fallecido y número de cámara donde se ha depositado el cuerpo para su conveniente mantenimiento y refrigeración3.
CONCLUSIÓN
El celador participa, al mando del personal sanitario, en todas las tareas de amortajamiento del cadáver, identificación del mismo, traslado al tanatorio e introducción en las cámaras de refrigeración. Todo ello con el mayor respeto, profesionalidad y cuidado.
BIBLIOGRAFÍA
- Libro ADAMS Celador temario específico. ISBN 978-84-9147-724-2. T14-p 63,64.
- Internet. Disponible en https://www.cgtsanidadlpa.org/f/opes/celador/temas/tema_5.pdf. P1.
- Decreto 2263/1974 de 20 de Julio en el que se aprueba el reglamento de la Policía Sanitaria Mortuoria. Publicado en: «BOE» núm. 197, de 17 de agosto de 1974, páginas 17000 a 17006. Artículos 20 y 23.