El huevo ha hecho mucho daño, o no. Monográfico acerca del uso de huevo en la dieta.

27 octubre 2021

AUTORES

  1. Eduardo Herrero Ayuso, Graduado en Enfermería y Técnico Superior en Radioterapia, Enfermero en la Generalitat Valenciana.
  2. Esther Marín Jerez. Diplomada Universitaria de Enfermería. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  3. María Sainz de Medrano Moreno. Graduada en Enfermería. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Carmen Jimeno García. Grado medio de Técnicos de Cuidados Auxiliares de Enfermería. TCAE del Servicio Aragonés de Salud.
  5. Adrián Muñoz López. Graduado en Enfermería. Enfermero del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La sabiduría popular se transmite a través de las personas, de unos a otros, de forma general y contiene varios mantras que, por lo general, son falacias de repetición. Una de estas falacias enuncia que”comer huevo no es saludable”. Hoy en día, este concepto podría enmarcarse como uno de los famosos “mitos alimenticios”.

 

PALABRAS CLAVE

Dieta, clara de huevo, yema de huevo, dieta saludable.

 

ABSTRACT

Popular knowledge is generally passed from person to person and contains various mantras that are generally fallacies of repetition. One of these fallacies states that «eating eggs is not healthy.» Today, this concept could be framed as one of the famous «food myths.»

 

KEY WORDS

Diet, egg white, egg yolk, healthy lifestyle.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Nuestra dieta, la que se consume en nuestro día a día viene influenciada por nuestro entorno, es algo cultural. Es el conjunto de alimentos que conforman nuestros hábitos alimentarios, estos a su vez, son el resultado de un comportamiento consciente en la mayoría de los casos. Es un acto que pasa a ser inconsciente mediante la costumbre y nos conduce a seleccionar, preparar y consumir uno determinados alimentos o menú como una parte más de los hábitos sociales, culturales y religiosos además de múltiples factores como los económicos. Las costumbres alimentarias que definen nuestra dieta condicionan nuestro estado nutricional y, por lo tanto, nuestro estado de salud presente y futuro1.

El huevo aporta proteína con calidad de primer orden (ovoalbúmina) y así como muchos otros nutrientes con potenciales beneficios para la salud. No obstante, el gran aumento y la mejora de la capacidad de detección de las enfermedades cardiovasculares y su relación como importante causa de morbi-mortaldad en el mundo sumado a la identificación del aumento de los niveles de colesterol plasmático que supuso el establecimiento del factor de riesgo para esta patología, llevó, en la década de los 70, a profesionales e instituciones de salud a indicar la limitación del consumo de colesterol y, por tanto, de huevo en la población2.

De este modo, a nivel mundial se inició una búsqueda intensiva de las causas de la alarmante situación cardiovascular y surgió una lucha indiscriminada contra el colesterol y contra alimentos como el huevo en los países occidentales.

 

Milton Scott, demostró en esta década de modo inequívoco, que, un descenso del consumo de huevos no correspondía con una menor mortalidad por enfermedad coronaria. Es más, vio el efecto opuesto. Scott observó que cuando hacia 1950 el consumo de huevos en EE. UU era de 390 unidades por habitante/año, la mortalidad por infarto de miocardio se situaba en torno a las 200 muertes/100.000 habitantes, en contraposición, 15 años más tarde, en 1965, la mortalidad por infarto había subido a las 290 defunciones/100.000 habitantes siendo que el consumo de huevos había descendido a los 210. En otras palabras, el consumo de huevos disminuyó en más de un 40% mientras la mortalidad cardiovascular había aumentado más de un 30%3.

La Escuela de Salud Pública de Harvard realizó una investigación en la que se afirmó que una persona con una cifra de colesterol total en sangre de 240 mg/dl y un valor plasmático de HDL 45 mg/dl la cual introduce a su dieta el consumo de un huevo diario, incrementa el colesterol total una cantidad de 5 mg/ml y aumenta su HDL en 1 mg/dl. En resumidas cuentas, su ratio LDL/HDL permanece en 3,67 es decir, no varía con respecto al estado anterior y el riesgo de sufrir una enfermedad CV tampoco se altera 4-5.

 

Afirmativamente, se pueden encontrar estudios que relacionan el consumo de huevo con un mayor riesgo de alteraciones cardiovasculares 4. Analizando estos datos, se observa que en la mayoría de los estudios prospectivos de grandes cohortes y otros metaanálisis más recientes no se encuentran asociaciones entre el consumo de un huevo/día en aumento o detrimento de la incidencia de infarto cardiaco y cerebral en población sana 5-6. Tampoco se encuentra alteración alguna en adultos con enfermedad arterial coronaria conocida 7.

En base de este estudio y visión de la evidencia, algunos expertos de diferentes asociaciones, como la American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA), y las asociaciones responsables de la emisión de documentos como son las recomendaciones alimentarias del DGAC (Dietary Guidelines Advisory Committee) de Estados Unidos han decidido retirar la recomendación que limita el consumo de colesterol dietario derivado del consumo de huevo en una persona sana. Estos mismos paneles de expertos, enfatizan otras que promueven una dieta saludable alta en fibra y baja en grasas saturadas y ácidos grasos transesterificados. 8,9.

 

CONCLUSIONES

El desconocimiento y la falta de información nutricional llevaron hace años a limitar el consumo de huevo puesto que se relacionaba con la aparición de enfermedades cardiovasculares por su contenido de colesterol. Actualmente y tras años de estudio, importantes entidades han retirado la recomendación que limita el consumo de colesterol en la dieta regular de una persona sana.

Mantener una dieta variada y adaptada a la persona y sus necesidades es ideal, no obstante, no se debe demonizar ningún elemento sin haber estudiado previamente sus efectos, gracias a la ciencia, hoy en día se han podido descartar y se descartan pautas sin evidencia y se mantienen aquellas que aportan información veraz basada en la evidencia en pro del bienestar.

 

BIBLIOGRAFÍA

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