AUTORES
- Andrea Paúl Nadal. Enfermera de UCI Pediátrica en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Carlos Soria Lahuerta. Enfermero de Hospitalización en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Carolina Herrero Lobato. Enfermera de Hospitalización en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Macarena García Varona. Enfermera de Hospitalización en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Iris García Solanas. Enfermera de Hospitalización en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Nuttanich Chompoonuch Yodsawad. Enfermera de Hospitalización en el Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
RESUMEN
Introducción: La alimentación y la actividad física en la persona con Síndrome de Down tienen un papel fundamental en su estado de salud. Desde el nacimiento, las personas con Síndrome de Down presentan unas determinadas características y barreras que dificultan el camino en su correcto desarrollo nutricional.
El objetivo de este estudio fue evaluar y comparar los distintos hábitos alimentarios y la práctica de actividad física que realizan un grupo de personas diagnosticadas con síndrome de Down.
Metodología: Se realizó un estudio descriptivo mediante la utilización de una encuesta dietética de personas diagnosticadas con síndrome de Down y que realizaron actividades en la Fundación Down Zaragoza entre febrero y mayo del año 2021.
Los resultados demostraron que un 24,14% de los encuestados no consumía ciertos alimentos (en especial productos cárnicos) debido a que les costaba masticarlo. Además, el 58,62% de los participantes respondieron que casi siempre veían la televisión mientras realizaban las comidas principales. En relación a la práctica de ejercicio físico, se dividió a la muestra en dos grupos, realizándose ambos actividad física de manera frecuente, con una media de 2 veces por semana, indicando el avance en la autonomía y dinamismo de este colectivo.
Conclusiones: A pesar de que la población con síndrome de Down nace con predisposición a padecer sobrepeso, la correcta elección de los alimentos y la práctica diaria de ejercicio físico contribuye a disminuir su prevalencia.
PALABRAS CLAVE
Síndrome de Down, dieta, estilo de vida saludable, estado nutricional, obesidad.
ABSTRACT
Introduction: Diet and physical activity in the person with Down Syndrome play a fundamental role in their state of health. From birth, people with Down Syndrome have certain characteristics and barriers that hinder their correct nutritional development.
The objective of this study was to evaluate and compare the different eating habits and the practice of physical activity carried out by a group of people diagnosed with Down syndrome.
Methodology: A descriptive study was carried out using a dietary survey of people diagnosed with Down syndrome and who carried out activities at the Down Zaragoza Foundation between February and May of the year 2021.
The results showed that 24.14% of those surveyed did not eat certain foods (especially meat products) because they found it difficult to chew. In addition, 58.62% of the participants answered that they almost always watched television while they had their main meals. In relation to the practice of physical exercise, the sample was divided into two groups, both performing physical activity frequently, with an average of 2 times a week, indicating the progress in autonomy and dynamism of this group.
Conclusions: Despite the fact that the population with Down syndrome is born with a predisposition to be overweight, the correct choice of food and the daily practice of physical exercise contribute to reducing its prevalence.
KEY WORDS
Down syndrome, diet, healthy lifestyle, nutritional status, obesity.
INTRODUCCIÓN
El Síndrome de Down (SD) es una alteración genética en la que se produce un desequilibrio debido a una copia extra del cromosoma 21. Actualmente, las causas que explican la aparición de dicho síndrome se desconocen, sin embargo, sí que se ha identificado una mayor incidencia de casos de SD cuando la edad materna supera los 35 años de edad. Además de esto, situaciones como la diabetes materna, el aumento de la paridad o la hiperhomocisteinemia, se han postulado como posibles factores de riesgo para la aparición del síndrome. El SD es una de las principales causas de discapacidad. A pesar de que sus manifestaciones clínicas varían de un individuo a otro, se observa que los niños afectados con este síndrome presentan un fenotipo característico, como la microcefalia, puente nasal aplanado, pabellón auricular pequeño y de implantación baja, macroglosia, pliegue simiesco y retraso mental de grado variable junto con alteraciones en la conducta. En cuanto a su metabolismo, pueden presentar talla baja, la diabetes mellitus, enfermedad de Hirschsprung, divertículo de Meckel, celiaquía, hipotiroidismo y una marcada tendencia hacia la obesidad1-11.
Aproximadamente el 50% de las personas con SD sufren obesidad. Dicha condición va a repercutir de forma negativa en su calidad de vida, ya que además de ser un claro factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, endocrinas y reumatológicas, puede dar lugar a consecuencias negativas relacionadas con su integración social, autonomía y autoestima5,12-18.
El entorno de la persona con SD juega un papel crucial. Por ello es necesario un abordaje interdisciplinario de la situación ya desde la atención temprana, planteando junto con el paciente y su familia objetivos realistas que modifiquen sus estilos de vida perjudiciales e integren poco a poco pautas correctas de alimentación13,18-22.
La elección de la dieta a seguir puede estar marcada por la opinión de sus familias, su grado de dependencia, la hipotonía de sus extremidades superiores y problemas en la masticación y en la deglución18,22-26.
OBJETIVOS
- Evaluar los hábitos alimentarios de un grupo de niños, adolescentes y jóvenes con síndrome de Down.
- Identificar las barreras o agentes perturbadores que les imposibilitan realizar conductas saludables a la hora de alimentarse.
- Comparar los distintos hábitos alimentarios que tienen las personas con síndrome de Down.
METODOLOGÍA
En la realización del presente trabajo se siguió un diseño de carácter descriptivo transversal basado en una exhaustiva búsqueda bibliográfica.
El trabajo se desarrolló durante el período de tiempo comprendido entre los meses de febrero y mayo del año 2021.
La muestra del estudio estuvo compuesta por 29 personas diagnosticadas con síndrome de Down, que pertenecen a la Fundación Down Zaragoza, y con edades comprendidas entre los 4 y los 25 años.
Se recogieron datos identificativos, antropométricos, clínicos, hábitos alimenticios y práctica de actividad física a través de una encuesta proporcionada a los padres de los usuarios de la Fundación Down Zaragoza (anexo I).
El registro de las variables a estudio, así como el tratamiento estadístico de los datos, se llevaron a cabo mediante el paquete estadístico SPSS v.24. El análisis descriptivo de las variables consideradas se realizó mediante las medidas de tendencia central (media y mediana), las medidas de dispersión (desviación y varianza) y medidas de posición (mínimo y máximo).
Además, se compararon los porcentajes más significativos entre sexos y entre dos grupos de encuestados cuyo criterio de división fue la edad (de 0 a 14 años y de 15 a 25).
LIMITACIONES DEL ESTUDIO
Como limitación principal de este estudio, encontramos que el número de la muestra obtenida fue inferior a lo que esperábamos al principio del estudio. Esto se puede explicar en parte a que la Fundación Down Zaragoza acoge en la actualidad a un mayor porcentaje de usuarios con otro tipo de discapacidad intelectual no relacionadas con el síndrome de Down. Además, hay que tener en cuenta que algunas de las familias no nos hicieron llegar la correspondiente encuesta.
RESULTADOS
Relacionado con las dificultades que la población con síndrome de Down presenta a la hora de alimentarse, se preguntó a los encuestados acerca de qué tipos de alimentos no ingerían con mucha frecuencia o no les gustaban, y por qué. Poco más de la mayoría de ellos, el 55,17%, respondieron que se debía a que no les gustaba. Sin embargo, hay que destacar que un 24,14% de la muestra no consumía ciertos alimentos (en especial productos cárnicos) debido a que les costaba masticarlo. Respecto al resto de la muestra, las barreras a las que se debían de enfrentar se dividían de forma equitativa, con un 10,34%, en el hecho de sentarles mal o ser alérgico, o encontrar dificultades a la hora de cortar o pelar dicho alimento (anexo I).
En cuanto al sedentarismo, se consideró importante preguntar cuántos de los participantes del estudio veían la televisión mientras comían o cenaban, aunque lo hiciesen en familia y solamente la tuviesen de fondo.
A pesar de que no se evidenció una diferencia notable, en el siguiente gráfico sí que puede constatar que un 58,62% de los participantes respondieron que casi siempre veían la televisión mientras realizaban las comidas principales (anexo II).
En cuanto a las preguntas relacionadas con la práctica de ejercicio físico, se dividió a la muestra en dos grupos: uno representado por los participantes más jóvenes (con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años) y otro de los más adultos (15 a 25 años). En ambos grupos la actividad física se realiza de manera frecuente, con una media de 2 veces por semana (62,5% el primer grupo y 61,5% el segundo). Sin embargo, es destacable que en el grupo de participantes más jóvenes, hay un porcentaje más elevado (31,3%) de encuestados que realizan deporte los fines de semana en comparación con el grupo de los más mayores (anexos III y IV).
DISCUSIÓN
Debido a que la esperanza de vida en la población con SD se ha incrementado en los últimos años, gracias a los avances en el sector sanitario, resulta clave incidir sobre la prevención del sobrepeso y la obesidad en esta parte de la población, con el fin de reducir la morbimortalidad relacionada con las cifras elevadas de IMC.
Sin embargo, hoy en día todavía permanece la creencia de que la obesidad es una característica propia del SD. Es cierto que esta población presenta un riesgo más elevado de sufrirla, pero no por ello nos debemos de resignar y asumirla como condición inherente al SD. Debido a que es prácticamente imposible actuar sobre la genética, se considera imprescindible enseñarles, tanto a las personas con SD como a sus familias, unos hábitos de vida saludables que garanticen el correcto desarrollo de su salud1,17,18,21,25.
A la hora de alimentarse, se identificaron una serie de barreras que dificultaban su correcta alimentación. En el estudio realizado, el 55,17% de los participantes no consumían algún alimento en concreto debido a que no les gustaba su sabor. Sin embargo, el 24,14% de la muestra no consumían determinados alimentos (en especial productos cárnicos) debido a que les costaba masticarlo. Los artículos de Caton S, et al, De Freminville B, Areias C, et al, mencionan el retraso de la dentición (el cual se demora entre 6 y 18 meses) como barrera a la hora de alimentarse. Además, un 10,34% de la muestra refiere que no consume determinados alimentos porque les costaba cortarlos o pelarlos. En relación al artículo de De Freminville B, la hipotonía de los miembros superiores puede suponer un obstáculo a la hora de las comidas. Por ello, hacer que se responsabilice de su alimentación desde edades tempranas le facilitará la adquisición de los movimientos requeridos24,25,26.
Finalmente, se les preguntó acerca del deporte realizado, debido a que la realización de ejercicio físico se contempla como un pilar fundamental en la prevención del sobrepeso y la obesidad. En este apartado se decidió fragmentar a la muestra por grupos de edad. En ambos grupos se realizaba actividad física con una frecuencia de 2 veces por semana, siendo los porcentajes de 62,5% en el caso de los más pequeños, y 61,5% en el caso de los más mayores. Sin embargo, en este último grupo hubo un 15,4% de los encuestados que admitieron realizar deporte únicamente alguna vez al mes.
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta el abordaje interdisciplinar mediante el cual se debe tratar a la persona con SD, el papel de Enfermería resulta clave en la prevención del desarrollo de la obesidad. La enfermera puede inculcar, tanto en el propio paciente como en su familia, unas pautas correctas de alimentación, siempre adaptadas al grado de discapacidad del niño, haciendo que este se responsabilice de su salud y se logre así una mejor adhesión al plan terapéutico. La Enfermería debe de tener siempre presente que la prevención primaria desde edades tempranas es la medida más eficaz en la lucha para conseguir disminuir la incidencia de la obesidad en este colectivo.
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ANEXOS
ANEXO I. Encuesta de elaboración propia.
DATOS DEL ENCUESTADO:
- Sexo
- Hombre
- Mujer
- Edad:
- Peso (kg):
- Talla (m):
- Perímetro braquial:
- Medicación actual:
- Tienes diagnosticada alguna de las siguientes patologías?:
NO SI
En caso afirmativo, indica cuáles:
- Diabetes
- Celiaquía
- Hipotiroidismo
- Hipertensión
- Cardiopatías
- Otras:
ENTREVISTA:
Qué sabes de…
- ¿De dónde viene la leche?
- ¿De dónde viene el jamón?
- ¿De dónde viene el queso?
- ¿De dónde viene el pan?
¿Cuántas comidas haces al día?
- 3
- 4
- 5
- 6
¿Qué desayunas por la mañana? (Marca lo que desayunes cuando vas a ir al colegio, a la fundación o al trabajo)
- Café con leche
- Leche con chocolate
- Leche sola
- Cereales
- Tostadas con mermelada
- Bocadillo
- Galletas
- Yogur
- Fruta
¿Qué comes para almorzar? (Marque lo que desayune cuando vaya a ir al colegio, a la fundación o al trabajo)
- Nada
- Bocadillo o sándwich
- Yogurt
- Galletas
¿Qué come para merendar? (Marque lo que desayune cuando vas a ir al colegio, a la fundación o al trabajo)
- Nada
- Bocadillo o sándwich
- Yogurt
- Fruta
- Galletas
¿Te gustan las golosinas?
- Sí, como todos los días.
- Sí, pero sólo como a veces.
- No, no me gustan.
¿Cuál es tu plato preferido?
¿Hay algún plato que no te guste? ¿Cuál?
¿Por qué no te gusta?
- Me sienta mal o soy alérgico.
- Me cuesta cortarlo, pelarlo…
- Me cuesta masticarlo.
- No me gusta su sabor.
- No le gusta cómo huele
¿Qué plato de los que se comen de 1º te gusta más?
- Verdura
- Sopa
- Legumbre
- Arroz
- Pasta
¿Qué plato de los que se comen de 2º te gusta más?
- Carne
- Pescado
¿Te ayudan a comer?
0: No, no necesito ayuda.
1: Como solo, pero a veces necesito ayuda para algunas cosas.
2: Como solo sin ayuda.
¿Ves la televisión mientras comes o cenas?
- Casi siempre.
- Casi nunca.
¿Sabes por qué es importante beber agua?
¿Cuál es la bebida que más te gusta?
- Agua
- Zumos
- Refrescos
- Batido de chocolate
- Café
¿Cuántas veces te cepillas los dientes al día?
- Después de comer.
- Después de desayunar, después de comer y después de cenar.
- Cuando me voy a la cama.
¿Qué haces para divertirte?:
- Ver la televisión
- Ir al parque
- Hacer deporte (baloncesto, danza, natación, fútbol…)
- Jugar con dispositivos electrónicos (videoconsola, ordenador…)
- Jugar con juguetes “clásicos” (muñecas, coches, pintar…)
¿Cuántos días a la semana prácticas deporte?
- Sólo los fines de semana.
- 2 veces a la semana.
- Algún día al mes.
ANEXO II. Gráfico 1. Representación de las barreras con las que se encuentran a la hora de comer.
ANEXO III. Gráfico 2. Frecuencia con la que los encuestados ven la televisión a la hora de comer.
ANEXO IV. Tabla 1. Días a la semana que practican deporte los participantes con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años (ambos inclusive).
Tabla 1. Días a la semana que practican deporte los participantes con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años (ambos inclusive) (N = 16) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Frecuencia | Porcentaje | Porcentaje válido | Porcentaje acumulado | ||
Válido | Sólo los fines de semana | 5 | 31,3 | 31,3 | 31,3 |
2 veces por semana | 10 | 62,5 | 62,5 | 93,8 | |
Algún día al mes | 1 | 6,3 | 6,3 | 100,0 | |
Total | 16 | 100,0 | 100,0 |
ANEXO V. Tabla 2. Días a la semana que practican deporte los participantes > 14 años.
Tabla 2. Días a la semana que practican deporte los participantes > 14 años (N= 13) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Frecuencia | Porcentaje | Porcentaje válido | Porcentaje acumulado | ||
Válido | Sólo los fines de semana | 3 | 23,1 | 23,1 | 23,1 |
2 veces por semana | 8 | 61,5 | 61,5 | 84,6 | |
Algún día al mes | 2 | 15,4 | 15,4 | 100,0 | |
Total | 13 | 100,0 | 100,0 |