Estrés, cómo combatirlo

9 mayo 2023

AUTORES

  1. Cristian Hernández Pulido. TCAE, Zaragoza.
  2. Sandra Frej Navarro. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza.
  3. Ainhoa Cea Berne. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza.
  4. Beatriz Martínez Modrego. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza.
  5. Gema María Lopez Allue. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza.
  6. Amelia Pulido Cárdenas. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza.

 

RESUMEN

Hoy en día tenemos normalizados ritmos de vida acelerados, con grandes cantidades de información, imágenes, actividades, tareas, etc. Y vivimos en el momento de “inmediato” para “ya”. El estrés subraya el desequilibrio entre las demandas del sujeto y sus recursos. Es habitual en nuestras vidas, forma parte del proceso de adaptación al cambio en cualquier ser vivo.

¿Te suena? Seguro que sí, más común de lo que nos gustaría.

La palabra estrés viene del inglés stress y este del latín strictus. El verbo stringere se asocia con la raíz Streig (apretar) o lo que es lo mismo, provocar tensión.

Podemos hablar de dos tipos de estrés:

Eustrés: (estrés positivo) y surge como respuesta a una situación determinada. Tiene una función clave para la supervivencia, pues nos permite reaccionar ante problemas, peligros o adaptaciones a una situación.

Distrés: Se llama al estado de tensión, dificultad, fatiga o desgaste; un resultado exagerado y continuo del mecanismo natural de supervivencia, ante estímulos externos adversos y prolongados en el tiempo. Cuando aparece este estrés la persona tiene sensaciones de pérdida del control. Si esta situación dura en el tiempo puede aparecer enfermedades de adaptación o psicosomáticas. El grado de intensidad del estrés dependerá de factores individuales característicos de la persona y su entorno.

Podríamos decir, que el distrés es un toxico que consumimos de forma continua y que se va acumulando en nuestro cuerpo sin que seamos conscientes de la repercusión1-5.

PALABRAS CLAVE

Estrés, atención plena, plasticidad neuronal.

ABSTRACT

Today we have normalized fast paces of life, with large amounts of information, images, activities, tasks, etc. And we live in the moment of «immediate» for «now». Stress underlines the imbalance between the subject’s demands and his resources. It is common in our lives; it is part of the process of adaptation to change in any living being.

ring a bell? Sure it is, more common than we would like.

The word stress comes from the English stress and this from the Latin strictus. The verb stringere is associated with the root Streig (to squeeze) or what is the same, to cause tension.

We can talk about two types of stress:

Eustress: (positive stress) and arises in response to a particular situation. It has a key function for survival, as it allows us to react to problems, dangers or adaptations to a situation.

Distress: It is called the state of tension, difficulty, fatigue or wear; an exaggerated and continuous result of the natural survival mechanism, in the face of adverse external stimuli and prolonged in time. When this stress appears, the person has feelings of loss of control. If this situation lasts over time, adaptation or psychosomatic diseases may appear. The degree of intensity of stress will depend on individual factors characteristic of the person and their environment.

We could say that distress is a toxin that we consume continuously and that accumulates in our body without us being aware of the repercussions1-5.

KEY WORDS

Stress, mindfulness, neural plasticity


INTRODUCCIÓN

El estrés malo o distrés mantenido en el tiempo lo conocemos más comúnmente como ansiedad. Es una respuesta fisiológica ante una amenaza. Actualmente surge ante el miedo a algo no concreto que podemos fabricar en nuestra cabeza, con nuestros pensamientos y alejarnos de los hechos tangibles.

La diferencia entre la ansiedad y el estrés puede explicarse entre factores internos y externos. Es decir, el estrés se debe a una causa externa concreta, en cambio la ansiedad es una respuesta angustiosa ante pensamientos catastróficos. Por tanto, la ansiedad es más difusa debido a la influencia del miedo al futuro imaginado.

Las emociones resultantes también tienen diferencias, pues en el estrés predomina la preocupación ante la situación desencadenante, nerviosismo o frustración. El momento presente parece infinito. Finaliza cuando el momento estresor termina.

Mientras que en la ansiedad predomina el miedo, ataques de pánico o bloqueo. No sabemos de qué se trata exactamente y nos imaginamos todos los supuestos, ninguno bueno. Su duración puede permanecer, sin causa justificada.

Tanto el estrés como la ansiedad provocan síntomas parecidos: aumento cardíaco, aumento de la respiración, tensión muscular, aumento de adrenalina y otros neurotransmisores. Son respuestas adaptativas ante un peligro, pero hoy en día se prolongan en el tiempo y en el número de situaciones, siendo perjudicial para el organismo1-5.

Las causas más comunes de hoy en día que favorecen este estrés:

Exceso de actividad o falta de tiempo. Un volumen alto de tareas, mala distribución del tiempo. Resultado, sensación de agobio.

Problemas de cansancio o de sueño. ¿El estrés es causa de la falta de sueño o la falta de sueño causa del estrés? Es un círculo vicioso que provoca cansancio y tensión. La pérdida de sueño afecta a los sistemas reguladores homeostáticos y pueden desempeñar un papel central en el desarrollo de los trastornos relacionados con el estrés.

Estrés laboral. Sobrecarga de trabajo, tensión que supone la atención al público, turnos, estado de alerta ante cualquier imprevisto (como sanitarios, el abc). Las personas pasamos gran cantidad de nuestro tiempo en nuestro puesto de trabajo, como consecuencia, digerimos una gran cantidad de estrés.

Enfermedades propias o de un familiar. Esto produce un alto desgaste emocional y una fuente de estrés importante.

Problemas emocionales y malestar. Cada vez se tiene más conciencia de la importancia de la educación y la gestión emocional. Conocer nuestro funcionamiento y aprender una buena gestión emocional es directamente proporcional a tu bienestar psicológico.

¿Qué podemos hacer frente al estrés?

Debemos de poner en marcha estrategias para aprender a afrontar situaciones difíciles, en vez de evitarlas o postergarlas. Podemos aprender a organizar nuestro tiempo, descansar, técnicas de autocontrol, cuidar la dieta, hacer deporte de forma regular, tener un buen descanso, técnicas de meditación u otras opciones y recurrir a un profesional en caso necesario.

El estrés juega un papel muy importante en la obesidad5 y la calidad de vida. Ya que el consumo de alimentos hipercalóricos y el sedentarismo tiene una gran incidencia en trastornos psicológicos. Son un estado de felicidad inmediato, pasajero y engañoso. Pues sigues teniendo estrés pero con aumento de peso y todo lo que conlleva.

Según estudios realizados, ha quedado demostrado que la actividad física modifica la microbiota4 intestinal, aportando así beneficios para el huésped; sin embargo, no se conocen con exactitud las bacterias asociadas con el ejercicio. Se han realizado comparaciones para diferenciar la microbiota de estilos de vida activos y sedentarios, e identificar taxones bacterianos de relevancia. Se ha llegado a la conclusión que la red de microbiota en las personas activas tiene una eficiencia general significativamente mayor y una tasa de transmisibilidad más alta. También se identifican bacterias clave en redes activas y sedentarias que podrían estar involucradas en la conversión de una red microbiana activa en una red microbiana pasiva y viceversa.

Investigaciones realizadas en estas últimas dos décadas respaldan ampliamente la afirmación de que la meditación3 consciente, practicada ampliamente para reducir el estrés y promover la salud, ejerce efectos beneficiosos sobre la salud física y mental y el rendimiento cognitivo. Recientes estudios de neuroimagen han comenzado a descubrir áreas y redes del cerebro que median estos efectos positivos. Sin embargo, los mecanismos neuronales subyacentes siguen sin estar claros y es evidente que se requieren estudios metodológicamente más rigurosos si queremos obtener una comprensión completa de las bases neuronales1 y moleculares de los cambios en el cerebro que acompañan a la meditación consciente.

Tanto el poder cerebral alfa como el theta, han sido examinados en la literatura de meditación de atención plena y sugeridos como firmas biológicas clave que facilitan un estado meditativo exitoso. Sin embargo, el papel exacto de cómo las ondas alfa y theta contribuyen a la iniciación y el mantenimiento de un estado meditativo sigue siendo difícil de comprender. Sin suficiente preparación mental a menudo se lucha y se tiene dificultad para lograr un estado meditativo. La actividad theta de la línea media frontal en la plasticidad de la materia blanca del cerebro después de la meditación plena indexa el control necesario para mantener el estado de meditación, mientras que la actividad alfa está relacionada con la preparación necesaria para alcanzar el estado meditativo. La meditación consciente induce cambios en la materia blanca que mejoran la plasticidad cerebral1-5.

CONCLUSIONES

Si estás atravesando un momento de estrés y quieres salir de ese estado, amparándose en estos estudios, podrías empezar por decidir tener amor propio y autocuidado. No consumiendo comida rápida, sino alimentos adecuados a una alimentación saludable. Realizando ejercicio, como si fuese un regalo que uno se hace así mismo. Puedes apuntarte a clases de yoga, taichí, chi kung o actividades que te hagan sentir consciencia sobre tu cuerpo. Sin dejar de lado otros ejercicios que además de consciencia, activen tu corazón y tu musculatura, potenciando a su vez tu microbiota y tu sistema autoinmune.

La naturaleza es un lugar que aporta estados grandes de relajación. Según tu grado de actividad, puedes encontrar multitud de variedad. Y por último, prueba con la meditación, ayuda a ser consciente de ti mismo, a encontrar pequeños sorbos de tranquilidad y salir un poco de la vorágine del día a día. Tú contigo mismo.

En definitiva, hazte regalos que tengan a tu cuerpo en su mejor estado. Y no sucumbas a la pereza. Te lo mereces, ¿Te animas?

BIBLIOGRAFÍA

  1. Tang YY, Hölzel BK, Posner MI. The neuroscience of mindfulness meditation. Nat Rev Neurosci. 2015 Apr;16(4):213-25. doi: 10.1038/nrn3916. Epub 2015 Mar 18.
  2. Tang YY, Tang R, Rothbart MK, Posner MI. The neuroscience of mindfulness meditation. Curr Opin Psychol. 2019 Aug;28:294-297. doi: 10.1016/j.copsyc.2019.04.004. Epub 2019 Apr 18. PMID: 31082635.
  3. Tang YY, Tang R, Posner MI. Mindfulness meditation improves emotion regulation and reduces drug abuse. Drug Alcohol Depend. 2016 Jun 1;163 Suppl 1:S13-8. doi: 10.1016/j.drugalcdep.2015.11.041. PMID: 27306725.
  4. Castellanos N, Diez GG, Antúnez-Almagro C, Bressa C, Bailén M, González-Soltero R, Pérez M, Larrosa M. Key Bacteria in the Gut Microbiota Network for the Transition between Sedentary and Active Lifestyle. Microorganisms. 2020 May 24;8(5):785. doi: 10.3390/microorganisms8050785. PMID: 32456263
  5. Terrazas-Romero ME, Flores-Boyso GJ, Zenil-Magaña NT, Landa-Ramírez E, Reséndiz-Barragán AM. Estrategias de afrontamiento para el manejo del estrés y su relación con el nivel de obesidad y calidad de vida en pacientes candidatos a cirugía bariátrica Gac Med Mex. 2018;154(5):569-574. doi: 10.24875/GMM.18004175. PMID: 30407459 Spanish.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos