Nº de DOI: 10.34896/RSI.2022.19.53.001
AUTORES
- Martha Lilia Parra Domínguez. Doctorado en Ciencias de Enfermería. Facultad de Enfermería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
- Felipe de Jesús Padilla Vega. Licenciado en Enfermería. Área de Enfermería Laboral de la Distribuidora Liverpool S.A. de C.V.
- Eloísa Esquivel Rodríguez. Doctorado en Derecho. Facultad de Enfermería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
- Mónica Gallegos Alvarado. Doctorado en Ciencias de Enfermería. Facultad de Enfermería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
- Isaías Iván Briceño Rodríguez. Doctorado en Ciencias de Enfermería. Facultad de Enfermería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
- Ana Beatriz Antuna Canales. Maestría en Enfermería. Facultad de Enfermería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
RESUMEN
Generalmente, un estudiante cambia de estilo de vida al momento de ingresar a la Universidad, esto se debe a que pasan más tiempo en las aulas, la carga académica es mayor, por lo que estos cambios pueden conducir a hábitos diferentes que podrían convertirse en factores de riesgo de enfermedades no transmisibles.
Objetivo: identificar los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles en estudiantes de segundo, cuarto y octavo semestre de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Juárez del estado de Durango.
Metodología: El tipo de diseño de este estudio es descriptivo de enfoque cuantitativo transversal se estudiaron a 182 estudiantes de la Facultad de Enfermería y Obstetricia cursantes de segundo, cuarto y octavo semestre del ciclo B 2018 se estudiaron la Situación demográfica, datos antropométricos. Antecedentes familiares, datos sobre el comportamiento. Instrumento modificado: STEPS Panamericano, Método paso a paso de la OPS/OMS para la vigilancia de factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles.
Resultados: Se obtuvo que la obesidad fue mayor en mujeres con un 36%, en el caso de los hombres el sedentarismo y tabaquismo corresponden a un 87% y 69% respectivamente. El 46% de los participantes consumen alcohol con una frecuencia promedio de 1 – 3 días por semana.
Conclusiones: En esta población estudiantil existen factores de riesgo para enfermedades no transmisibles, por lo cual se tiene la necesidad de planes de educación y de prevención primaria a fin de disminuir los factores de riesgo en los estudiantes.
PALABRAS CLAVE
Factores de riesgo, estudiantes universitarios, enfermedades no transmisibles.
ABSTRACT
Generally, a student changes his lifestyle at the moment that he starts college, which happens because they spend more time in the classrooms, the academic load is bigger, consequently these changes make lead them to have different habits and make become a risk factor for non-communicable diseases.
Objective: Identifying the main risk factors for non-communicable diseases in students of second, fourth and eighth semester of The Nursing and Obstetrics Faculty in the U.J.E.D.
Methodology: The design type of this study has transversal quantitative and descriptive approach, a hundred and eighty two students studying the second, fourth and eighth semester in The Nursing and obstetrics Faculty taking the B cycle in 2018 studied the demographic situation, anthropometric data, family backgrounds, behavior data, modified instrument: Panamerican STEPS, OPS and OMS step by step method in order to check the risk factors in the non-communicable diseases.
Results: it turned out that obesity was higher in women with a 36%, and in the case of men sedentary lifestyle and smoking corresponded to an 87% and a 69% respectively. The 46% of the participants consume alcohol with a standard frequency of 1-3 days a week.
Conclusions: there are risk factors in this students’ community for non-communicable diseases, therefore we have the need to create educational and primary prevention plans so as to diminish the risk factors in students.
KEY WORDS
Risk factors, collage students, non-communicable diseases.
INTRODUCCIÓN
Según la Organización mundial de la salud para el año 2018 las enfermedades no transmisibles (ENT), también conocidas como enfermedades crónicas, tienden a ser de larga duración y resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales. Los principales tipos de ENT son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Las enfermedades no transmisibles (ENT) matan alrededor de 41 millones de personas lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo, cada año mueren 15 millones de personas entre los 30 y 69 años de edad por ENT más del 85% de estas muertes “prematuras” se dan en los países de ingresos medios y bajos1.
Las ENT son atribuidas frecuentemente a estilos de vida no saludables derivando un problema de salud pública común como es la obesidad entre otros. La obesidad es una enfermedad sistémica, crónica y multicausal, no exclusiva de países económicamente desarrollados, que involucra a todos los grupos de edad, de distintas etnias y de todas las clases sociales. Esta enfermedad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, razón por la que la OMS, denomina a la obesidad como la epidemia del siglo XXI. De hecho, el exceso de peso corporal constituye el sexto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen alrededor 3.4 millones de personas adultas a consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44 % de la carga de diabetes, el 23 % de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7 % y el 41 % de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad2.
También el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas aumentan el riesgo de morir a causa de una de las ENT; el tabaquismo cobra la vida de 7,2 millones al año, 4,1 millones de muertes se atribuyen a la ingesta elevada de sal/sodio, más de la mitad de los 3,3 millones de las muertes anuales atribuibles al consumo de alcohol, entre ellas el cáncer y finalmente 1,6 millones de muertes anualmente pueden atribuirse a una actividad física insuficiente, incluso se prevé que, en el año 2020, estas enfermedades causaron siete de cada diez muertes en países desarrollados, presentando impactos en los sistemas de salud y económicos1.
En México las enfermedades no transmisibles son uno de los mayores retos que enfrenta el sistema nacional de salud, lo son por varios factores como el gran número de casos afectados, ya que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que 105,572 personas murieron de diabetes3. El cáncer cobró la vida a 82, 201 personas en el 2015, y había 17 millones de hipertensos, sin dejar de mencionar que nuestro país tiene una crisis grave de obesidad ya que en el 2017 según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ESANUT MC 2016) el 72.5% de los adultos mexicanos padecía sobrepeso u obesidad4. Su emergencia como problema de salud pública resultó de cambios sociales y económicos que modificaron el estilo de vida de un gran porcentaje de la población5. Durango no se está exento de la problemática que causan las ENT ya que hasta septiembre del 2018 se registraron 5,806 casos de obesidad, enfermedad que puede ocasionar la aparición de diabetes, infartos y presión alta, entre otros males riesgosos6, alrededor de 70,000 personas estaban diagnosticadas con diabetes en el 20167,8. Y tan solo en el 2017 se registraron 900 nuevos casos de personas diagnosticadas con cáncer9, otra enfermedad que va en aumento en el estado es la hipertensión arterial ya que tan solo en el 2016 hubo un registro de 13,491 pacientes en tratamiento de dicha enfermedad10 y en lo que va del año 2018 se detectaron 7,069 nuevos casos11.
Sin embargo conocer cuáles son las condiciones sociales para que los individuos mantengan estilos de vida insanos en adultos jóvenes como etapa decisiva para un ser humano, puede ser de importancia para programas de acciones en salud, propósito de la presente investigación pretendiendo desentrañar los factores recidivantes, todas esas conductas y hábitos, que favorecen en algún momento la aparición de ENT consideradas el mayor reto que enfrenta el sistema de salud a nivel nacional; por varios factores: el número de casos afectados, su creciente contribución a la mortalidad general, la conformación en la causa más frecuente de incapacidad prematura, la complejidad y el costo elevado de su tratamiento. Generalmente, un estudiante cambia de estilo de vida cuando ingresa a la Universidad, esta modificación puede deberse a las diferentes actividades a las que se someten los estudiantes pudiendo desencadenar en cambios de hábitos alimenticios, consumo de tabaco, alcohol, actividad física que podrían convertirse en factores de riesgo de enfermedades no transmisibles; sumándole a esto antecedentes de presión alta o de diabetes. De igual manera es importante señalar el aspecto del autocuidado como elemento primordial, ya que de este depende el grado de conciencia que tiene el individuo para determinar tanto hábitos como conductas que le son perjudiciales o benéficas. Este concepto se abordará desde la perspectiva de Dorothea Orem cuya definición está totalmente relacionada a los aspectos a investigar también es importante subrayar cómo las relaciones interpersonales inciden en el desarrollo de ENT, para este concepto se trabajará con la perspectiva de Hildergard Peplau la cual hace hincapié en éstas como motivantes de la conducta. Ya que este tipo de enfermedades, además de generar muertes prematuras, conllevan a una serie de complicaciones y discapacidades, que provocan altos costos en el sistema de salud pública de los países12.
Por lo que se pretende identificar los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles en estudiantes de la Facultad de Enfermería y Obstetricia, para señalar el impacto que tienen sobre la salud de la población estudiantil, basándose en dos modelos teóricos de enfermería, el primero el modelo de autocuidado de Dorothea Orem, con dos de sus teorías que son: “Teoría de Autocuidado” para realizar la etapa de valoración y la “Teoría de Déficit de Autocuidado” para realizar la etapa de diagnóstico, el segundo es el de relaciones interpersonales de Hildergard Peplau, teoría cuya esencia es la relación humana entre un individuo enfermo o que requiere un servicio de salud y el personal de enfermería educado para reconocer y responder a las necesidades de ayuda. Aunado a eso se considera las definiciones de las variables como enfermedad no transmisible y sus factores de riesgo modificables y no modificables.
OBJETIVO
Identificar los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles en estudiantes de segundo, cuarto y octavo semestre de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Juárez del estado de Durango.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo de enfoque cuantitativo transversal, llevada a cabo en población estudiantes de segundo, cuarto y octavo semestre que se encuentran inscritos en el ciclo escolar B 2018 de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Juárez del Estado de Durango, con un muestreo no probabilístico y la muestra por conveniencia de 182 estudiantes, la recolección de la información se obtuvo durante los meses de octubre- diciembre 2018. Los criterios de inclusión además de estar inscritos en los semestres antes mencionados de ambos sexos y ambos turnos y que aceptaran participar en el estudio firmando el consentimiento informado. Se excluyeron aquellos alumnos que no estuvieron contestados de forma correcta, que decidieron no continuar con el estudio y que presentaran problemas de salud. Las variables de estudio fueron; Diagnóstico nutricional antropométrico: El estado nutricional se valoró con el índice de Quetelet o índice de masa corporal (IMC). El índice de masa corporal (IMC) es un número que se calcula con base en el peso y la estatura de la persona. Presión arterial: La presión sanguínea es la presión existente en los vasos sanguíneos y en el corazón necesaria para mantener la circulación de la sangre en el organismo y, por tanto, para suministrar oxígeno a todo el cuerpo. Los valores de presión arterial permiten evaluar si la presión en los vasos sanguíneos es elevada. Presión Normal Alta: Aquella situación con valores de presión sistólica entre 130 y 139 mmHg y valores de presión diastólica entre 85 y 89 mmHg. Presión Alta: Aquella situación con valores de presión sistólica mayores o iguales a 140 mmHg y valores de presión diastólica mayores o iguales a 90 mmHg12,13. Se ajustó a las normas éticas y legales al cumplir con lo establecido en la normativa ética de la Declaración de Helsinki, y de las consideraciones éticas legales; el estudiante fue informado sobre los objetivos, examen físico, beneficios previstos del estudio, obteniéndose así el consentimiento informado por parte del estudiante, el cual debió ser firmado por el estudiante y un testigo.
Se utilizó el método STEPS versión 3.0. Panamericano. Método paso a paso de la OPS/OMS para la vigilancia de factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles diseñado para proveer las directrices y material de apoyo a los países para recolectar, analizar y dimensionar información básica sobre los factores de riesgo entre adultos para las enfermedades crónicas14,15. Los resultados se capturaron y analizaron con el apoyo del paquete estadístico SPSS versión 20. Para describir las características sociodemográficas de la muestra como la edad, ocupación, escolaridad y estado civil; así como los datos antropométricos tales como presión arterial, estatura, peso, circunferencia abdominal y circunferencia de cadera.
RESULTADOS
En el presente estudio se entrevistaron a ciento ochenta y dos alumnos de segundo, cuarto y octavo semestre de ambos turnos de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Juárez del Estado de Durango, que cursan la carrera de Licenciatura en Enfermería y que están matriculados en el Ciclo B-2018, de los cuales el 80% son mujeres y el 20% son hombres, siendo la mayoría entre las edades de diecinueve y veinticinco años, y muy pocos de los veintiséis años en adelante.
En cuanto al rango de años de escuela cursados por los entrevistados se encuentra un total de entre los 12 y 16 años; del total de los alumnos entrevistados 15 estaban casados. En los últimos 12 meses las actividades de los estudiantes se han distribuido de la siguiente manera, el 68% de los alumnos refieren que su principal actividad ha sido como estudiante, el 28% estudia y trabaja y solo el 4% de los sujetos refieren que aparte de su actividad escolar realizan quehaceres domésticos. La mayoría de los estudiantes tienen ingresos mensuales por familia entre los $2,800 y $ 8,000 y solamente uno de ellos sus padres tienen un ingreso de $12,000.00 mensuales.
Se analizarán los comportamientos que resultan importantes en el estudio. Cabe resaltar que, aunque la presencia de participantes femeninas es mayor a la de los varones, el análisis de dicha muestra se enfatiza en un momento por género, es decir, evidenciando la prevalencia de los comportamientos por un lado los hombres y en el otro las mujeres; posteriormente se muestra un análisis global en el que se señalan las conductas y comportamientos en una forma total (hombres y mujeres). Dentro de los factores comportamentales a los que fueron sometidos los participantes en este estudio, cuando se les preguntó si ellos fumaban, se encontró que había mayor porcentaje de este comportamiento en las mujeres que en el caso de los varones, como se describe en la gráfica 1, el total de los alumnos que fuma, consumen cigarrillos. El 35% de los estudiantes que fuman, desde hace dos años han empezado a fumar diariamente cuando están en período de exámenes, ya que manifestaron que su nivel de estrés aumenta, al tener hasta tres exámenes en un mismo día. Según los criterios de riesgo, se consideran como fumadores aquellos estudiantes que en ese momento fumaban o hubiesen fumado en los últimos 2 años, donde el 7% fuman 20 cigarrillos a la semana.
Respecto a la ingesta de alcohol se encontró que el 73%, 133 alumnos, dicen que han consumido alguna bebida alcohólica en los últimos 12 meses, de los cuales el 25% han consumido alguna bebida embriagante en los últimos treinta días y lo han realizado consumiendo aproximadamente 6 o 12 bebidas durante los fines de semana o después de un día escolar y solamente el 20% lo ha hecho una o dos veces por mes. De acuerdo a los hallazgos encontrados en el instrumento STEPS en lo concerniente a la frecuencia de la ingesta de alcohol se observa que en un rango de 5 a 6 días sólo una mujer consumió bebidas embriagantes, en el rango de 3 a 4 días dos hombres presentaron dicho comportamiento, mientras que cinco mujeres y seis hombres refirieron haberlo hecho de uno a dos días por semana. El grueso de la población refirió, en el caso de las mujeres sesenta y dos, y en el caso de los hombres, veintiuno, haber consumido alcohol de uno a tres días por semana; mientras que solamente una vez al mes treinta y dos mujeres y cuatro hombres. Se considera un consumo positivo aquellos que referían ingerir alcohol con una frecuencia diaria o semanal en los últimos 3 años, por lo menos durante un año ininterrumpido. A pesar de que las mujeres consumen alcohol con mayor frecuencia lo hacen en menor cantidad, mientras que en el caso de los hombres la ingesta es con menor frecuencia, pero ingiriendo mayores cantidades. Régimen Alimentario; las mujeres contestaron que consumen más frutas y lo hacen con mayor frecuencia los fines de semana, en cambio los hombres consumen menos frutas, pero cuando lo hacen consumen más porciones a diferencia de las mujeres, con relación al consumo de verduras, las mujeres consumen más que los hombres, durante la semana, pero los hombres consumen más raciones y lo hacen en los primeros días de la semana a diferencia de las mujeres. El consumo de grasas y aceites, tanto las mujeres como los hombres señalan que, en su casa, la mayoría cocinan con aceite vegetal. El 95% de los alumnos entrevistados desayunan y comen fuera de sus casas, siendo la comida chatarra, rápida y las frituras lo que más consumen, ya que, por no contar con un espacio para poder desayunar algo nutritivo, optan por lo más rápido afectando así su dieta y su modo de alimentarse. Actividad Física; según lo que se encontró en los estudiantes entrevistados, el 28% estudian y trabajan. De estos el 26% respondieron que sus actividades son moderadas por lo cual no causan aumento de las frecuencias respiratoria y cardiaca. El promedio de su jornada laboral oscila entre las 4 y 6 horas diarias, siendo actividades como servicios de atención al cliente y ventas por teléfono las más comunes. El 2% señalan que en su trabajo realizan actividades que implican aumento de los signos vitales con intervalos de 30 minutos a una hora por jornada medio turno diario, por ejemplo, cuidadores de pacientes y en empresas de producción.
Respecto a su rutina diaria, se encontró que el 98% su forma de desplazarse es el transporte público (autobús). El 6% de los estudiantes practican algún deporte o ejercicio físico que impacta sobre su conducta al incrementar la frecuencia respiratoria y cardiaca, por ejemplo, correr o jugar futbol, dedicándole a estas actividades entre 45 min y 1 hora a la semana, el 29% realiza actividades recreativas que no demandan esfuerzo físico por ejemplo ver televisión o escuchar música. Según la información obtenida de las entrevistas, el número de horas que pasan los alumnos sentados en un día típico, en el caso de las mujeres el 71% pasan entre 3 y 6 horas diarias sentadas, mientras que el 29 % de las estudiantes están entre 2 y 4 horas sentadas; en comparación solo un 13 % de los hombres pasan entre 2 y 4 horas diarias sentados o reclinados y el 87% restante se encuentran sentados entre 3 y 6 horas diarias, en la gráfica 2 se señala el comportamiento sedentario de los participantes. El 40% de los entrevistados tienen antecedentes familiares de presión arterial elevada y el 30% de los mismos tiene antecedentes de familiares con diabetes.
Respecto a la estatura de los participantes en el caso de las mujeres el 60 % se encuentra en un rango de 150 a 159 cm, mientras que el 36% se localiza entre los 160 a 169 cm y solamente un 4 % de las participantes se sitúa entre 170 a 179 cm. En cuanto a la estatura de los hombres se presenta un 6 % que mide 150 a 159 cm, 8% entre 160 a 169 cm, mientras que la mayoría de los sujetos se encuentra en el 170 a 179 cm correspondiendo al 67 % y por último se tiene un porcentaje de 19% entre la escala de 180 a 189 cm. De acuerdo a los datos obtenidos respecto al peso de los participantes se encontró que en el caso de las mujeres se encuentran mayormente entre los 50 y 54 kg, y en lo correspondiente a los hombres están entre los 65 y 76 kg.
Continuando con las medidas antropométricas en relación a la circunferencia abdominal se encontró que las mujeres tienen una medida de 58 a 69 cm siendo un 60 % de las participantes, el 37% se localiza entre los 70 a 79 cm, y solo un 3% con medidas de 80 a 89 cm. Respecto a los hombres el 46 % presentan una circunferencia de 60 a 69 cm, le sigue un 28 % con medidas de 70 a 79, mientras que un 17 % se sitúa entre los 80 a 89 y finalmente entre los 90 a 99 cm se localiza un 13% de los estudiantes.
Tomando como referencia los datos antropométricos se establece el índice de masa corporal (IMC) que la media en el caso de las mujeres corresponde al rango de 21.0 a 21.90, a pesar de que en el caso de las mujeres el rango de IMC es normal se puede notar que hay una prevalencia significativa en el rango de sobrepeso, el cual corresponde de 25.0 a 25.90 con un 14% de las estudiantes, de igual manera se puede señalar en este rango de IMC el caso de los hombres con un 17% como se ilustra en la gráfica 3.
Se tomó la presión arterial registrándose en los hombres las cifras diastólicas oscila 120 mm/Hg con un 61%, un 2.8% 130 mm/Hg y sistólica oscila entre los 80 -70 mm/Hg con un 41% y un 50% respectivamente, tal como se aprecia en la tabla 1.
Al analizar los factores de riesgo por sexo se observó que la prevalencia del sobrepeso y obesidad es mayor en mujeres 36% que en hombres 30%, siendo esta diferencia estadísticamente significativa, la prevalencia de inactividad física fue mayor en hombres 87% pero significativa en las mujeres por el número de participantes con un 71%, siendo esta diferencia de carácter contundente. La prevalencia del tabaquismo fue mayor en hombres 69% que en mujeres 27%, siendo esta diferencia relevante para este estudio. La prevalencia de presión arterial alta fue mayor en mujeres 6% que en hombres 3%. En relación a la hipótesis de que los alumnos de segundo, cuarto y octavo semestre con baja actividad física y con mala alimentación presentan factores de riesgo en enfermedades no transmisibles es aceptada debido a que se encontraron porcentajes significativos de hábitos inadecuados, como tabaquismo y consumo de alcohol, así mismo poca conciencia del autocuidado, que aunándolos a la baja actividad física y la mala alimentación predisponen de manera general a los estudiantes a desarrollar una enfermedad no transmisible. Aunque existe esta susceptibilidad, la toma de conciencia y la modificación de hábitos pueden ser generadores de cambios positivos en los participantes. Retomando la hipótesis correspondiente a que las mujeres de segundo, cuarto y octavo semestre de la Facultad de Enfermería y Obstetricia presentan mayor riesgo de enfermedades no transmisibles en comparación a los hombres, es aceptada señalando que un aspecto importante, como la mala alimentación y la ingesta de alcohol durante más días que en comparación a los hombres, las coloca como un grupo altamente vulnerable; si a esta condición se le agrega el factor de poca actividad física se puede entonces constatar que las mujeres presentan mayor riesgo de desarrollar una enfermedad no transmisible.
DISCUSIÓN-CONCLUSIONES
Según los resultados obtenidos, los hombres presentan un mayor consumo de cigarrillos en comparación a las mujeres, siendo este un factor de riesgo importante para contraer enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), al mismo tiempo la presión social de grupo y las presiones académicas, facilitan el consumo de tabaco. Morales. G, y cols., en su estudio encuentran que los hombres, son la población más susceptible al tabaquismo al igual que la presente investigación y de la misma forma el autor señala esta conducta como favorecedora de las ENT. En cuanto a consumo de alcohol, en las mujeres fue más alto ya que de las 146 estudiantes 100 de ellas consumen bebidas alcohólicas, pero al analizar la información que los alumnos proporcionaron en la entrevista, se reporta que son los hombres los que se consideran como bebedores, ya que consumen entre 1 y 3 días por semana, esta problemática detectada según la clasificación de factores de riesgo éstos pueden ser modificados con programas de educación en salud e incidir en la disminución del aparecimiento temprano de las ENT16. Caballero. L, y cols., al indagar en población universitaria descubrió que un estilo de vida poco saludable favorece la presencia de hábitos y conductas nocivas como el alcoholismo. En cuanto a su régimen alimentario, el 34% del total de los estudiantes consume frutas tres veces a la semana, consumiendo una ración por día; siendo las mujeres las que consumen más en comparación a los hombres; en cuanto al consumo de verduras el 32% del total consumen tres veces por semana una ración diaria, ya que pasan más tiempo en la Universidad, por lo que la gran mayoría consume comida chatarra, de preparación rápida y de bajo costo. Ya que no cuentan con un horario establecido para el consumo de alimentos saludables, por lo que es importante que se implementen políticas universitarias encaminadas a que las ventas de alimentos, sean saludables y nutritivos para el beneficio de los estudiantes; los factores de riesgo están ligados directamente a hábitos poco saludables como la mala alimentación, sin embargo, estos hábitos son modificables como señala el autor, por lo cual es conveniente tomarlo como un factor importante para la prevención de ENT17.
La inactividad física es un factor que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, lo cual está estrechamente relacionado a las actividades académicas, ya que los alumnos pasan mucho tiempo sentados en las aulas de clases, esto se debe a que las clases son continuas y no tiene un tiempo de descanso, pasan demasiado tiempo frente a una computadora; a pesar de que las nuevas instalaciones de la Facultad de Enfermería y Obstetricia, cuentan con un espacio para actividades deportivas, estas no son utilizadas por los estudiantes de manera frecuente ni en forma sistematizada, según lo refieren los estudiantes. Esto es congruente con la literatura, que refiere que la actividad física está relacionada a la creciente urbanización, el aumento de transporte automotor, la falta de atención a los peatones, estableciendo espacios adecuados ni áreas exclusivas para peatones y ciclistas. Relacionando lo anterior con Chávez. M, y cols., encontraron que las mujeres presentan una predisposición mayor al sedentarismo y la poca actividad física, en su estudio ellos señalan esta conducta directamente con sujetos femeninos lo cual tiene similitud con los datos de esta investigación de igual manera los autores hacen hincapié en el sobrepeso y la obesidad como consecuencia de una vida pasiva18.
La obesidad es un problema que está en ascenso a nivel mundial en especial en la población joven, en el país y en el estado de Durango existen niveles altos de obesidad. Los resultados de este estudio evidencian que las mujeres tienen mayor porcentaje que los hombres, lo cual pudiera deberse a la distribución de la grasa corporal de las mujeres con respecto a los hombres ya que hombres y mujeres no tienen el mismo tipo de actividades físicas.
A partir de lo expuesto se puede citar el estudio de Ortega. J, y cols., en el cual ellos realizaron en estudiantes universitarios, encontrando valores aumentados de IMC, el índice de cintura cadera y la relación de cintura estatura como un dato generalizado en la población estudiantil, los autores concluyen que el exceso de peso es el principal factor de riesgo en dicha muestra19. Lo anterior está relacionado con lo que Dorotea O., propone respecto a los hábitos, el autocuidado es la práctica de actividades que los individuos inician y realizan en su beneficio para el mantenimiento de la vida, la salud y el bienestar. A partir de lo que se indago, y se describió en párrafos anteriores, los estudiantes no evidencian una toma de conciencia respecto a los hábitos que fomenten un cuidado de su salud. Esta condición como lo señala Orem afectará en su formación como profesionales, ya que el déficit del autocuidado impacta en esta última20. De igual manera Hildegart Peplau señala que, para poder brindar un cuidado de enfermería se debe antes estar bien uno mismo, por lo que se debe tener un equilibrio ya que ella basa este planteamiento en que las personas son seres humanos que viven una especie de equilibrio estable de manera que, cuando ese equilibrio se altera, aparece la enfermedad. Definiendo salud como palabra símbolo que implica el movimiento de avance de la personalidad y otros procesos humanos hacia una vida creativa, constructiva, personal y comunitaria21. En esta investigación, se encontró que los principales factores de riesgo para la aparición temprana de las ENT, son la inactividad física, el consumo de alcohol, el tabaquismo, obesidad y sobrepeso y los antecedentes de HTA y Diabetes en familiares directos. Los resultados descritos tienen semejanza con lo que obtuvieron Chávez, M. y cols., en estudiantes universitarios mexicanos de ambos sexos. Los autores encontraron que las mujeres tienen menos actividad física en comparación a los hombres; factores como el sedentarismo, obesidad y sobrepeso observados en el presente estudio, más la carga académica con horarios inflexibles y una alimentación baja en nutrientes reclaman solución inmediata a la problemática18.
Relacionando lo que señalan González, L. y cols., encontraron que la prevalencia del factor de riesgo más alta fue el consumo de alcohol en los últimos 12 meses con un 74.5%, seguido por la inactividad física con 58.7% y el 46,2% reportó pasar sentado la mayor parte de la jornada. Este argumento apoya lo encontrado en los estudiantes de la Facultad de Enfermería y Obstetricia donde dicha problemática es significativa22.
Según los datos obtenidos en la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Juárez del estado de Durango, cuando se analizan los factores de riesgo por sexo existe diferencia estadísticamente significativa, del factor de sobrepeso y obesidad siendo mayor en mujeres 36% que en hombres 30%. Al mismo tiempo, la prevalencia de inactividad física fue mayor en hombres 87% que en mujeres 71%, similar a los estudios de Caballero, L. y cols., en estudiantes universitarios latinoamericanos17.
La prevalencia del tabaquismo fue mayor en hombres 69% que en mujeres 27%, estadísticamente significativa, estos resultados son similares a los obtenidos por Morales, G. y cols., encontrados en estudiantes de la Universidad de La Frontera (UFRO), Temuco-Chile, ya que la prevalencia del tabaquismo con un 40%, con inicio desde los 10 años de edad. A los 16 ya habían consumido tabaco y alcohol por primera vez. Sólo 11% de los estudiantes no había probado ninguna droga, lícita o ilícita. En cuanto a la presión arterial alta fue mayor en mujeres (6%) que en hombres (3%)16.
Tomando como referencia tanto el estudio de campo, como el marco referencial, la población estudiantil de la Facultad de Enfermería y Obstetricia estadísticamente presenta alto riesgo de padecer una Enfermedad No transmisible de acuerdo a los resultados obtenidos. Los principales Factores de riesgo fueron:
- Inactividad física mayoritariamente en mujeres
- Sobrepeso y obesidad con mayor porcentaje en mujeres
- Tabaquismo mayoritariamente en hombres
- Consumo de alcohol mayoritariamente en mujeres, pero son los hombres quienes ingieren con más frecuencia.
Generalmente un estudiante al ingresar a la vida universitaria cambia su estilo de vida, esta modificación puede conducir a hábitos alimentarios diferentes, para convertirse en factores de riesgo de una enfermedad no transmisible. De acuerdo a los datos encontrados en el estudio, es de suma importancia la necesidad de instaurar planes de educación y tomar medidas de prevención primaria a fin de disminuir los factores de riesgo encontrados.
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