Factores relacionados con el síndrome de la muerte súbita del lactante y recomendaciones para prevenirlo.

13 octubre 2021

AUTORES

1. Sonia Rivera De La Torre. Enfermera Especialista en Pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
2. Patricia Alvarez Perez. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
3. Jessica Gajon Flores. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
4. Carla Ma Morte Cabistany. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
5. Gwendolyne Valdovin Guerrero. Enfermera Especialista en Pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
6. Rebeca Navarro Calvo. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) consiste en la muerte inesperada de un niño menor de un año, la cual no puede ser explicada posterior a las investigaciones del caso, tales como: la anamnesis, la escena de la muerte, y la autopsia. La relevancia de este padecimiento radica en que es un fenómeno presente a nivel mundial, y es la principal causa de muerte en lactantes de 1 a 12 meses de vida. También es conocido como la muerte en cuna, porque suele ocurrir mientras el lactante duerme. Un aspecto importante que debe ser tomado en consideración, es el hecho de que estos niños son aparentemente sanos al nacer.

Cabe destacar que el diagnóstico de esta muerte es de exclusión y requiere una investigación exhaustiva para poder dilucidar sus causas. Así mismo, el SMSL ha sido asociado a diferentes factores de riesgo que pueden desencadenar este evento en niños con susceptibilidad genética o adquirida, los cuales en la mayoría de los casos pueden modificarse y prevenirse educando a los padres, y a los profesionales de la salud. Debido a que el médico general, y el pediatra son los primeros profesionales en abordar al lactante y a sus familiares, es imperativo que ambos tengan conocimiento del tema en cuestión, no solo para la prevención de estos casos, sino para el abordaje correcto en el caso que se presente una muerte súbita infantil.

 

PALABRAS CLAVE

Muerte súbita del lactante, lactante, factores de riesgo.

 

ABSTRACT

Sudden infant death syndrome (SIDS) consists of the unexpected death of a child under one year of age, which cannot be explained after investigations into the case, such as: the anamnesis, the scene of death, and the autopsy. The relevance of this condition lies in the fact that it is a phenomenon present worldwide, and it is the main cause of death in infants between 1 and 12 months of age. It is also known as crib death, because it usually occurs while the infant is sleeping. An important aspect that must be taken into consideration is the fact that these children are apparently healthy at birth.

It should be noted that the diagnosis of this death is one of exclusion and requires an exhaustive investigation to be able to elucidate its causes. Likewise, SIDS has been associated with different risk factors that can trigger this event in children with genetic or acquired susceptibility, which in most cases can be modified and prevented by educating parents and health professionals. Because the general practitioner and the pediatrician are the first professionals to approach the infant and his relatives, it is imperative that both have knowledge of the subject in question, not only for the prevention of these cases, but for the correct approach in the case Sudden infant death.

 

KEY WORDS

Sudden infant death, infant, risk factors.

 

INTRODUCCIÓN

La muerte de un niño es siempre una situación desgarradora, aun después de una enfermedad conocida, y pocos padres están preparados para afrontar este hecho. Cuando esta situación es repentina e inexplicable, como es el caso del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL), el suceso se convierte en una situación aún más difícil. 1

Si bien en los países en vías de desarrollo puede considerarse un problema menor de mortalidad infantil frente al trágico aumento por otras causas, no deja de ser una legítima preocupación.

El SMSL es la principal causa de muerte en bebés de entre un mes y un año de edad en los países desarrollados. Este síndrome generalmente se considera una enfermedad multifactorial y su aparición probablemente dependerá de la coalescencia de factores de riesgo genéticos, del desarrollo y ambientales. Gracias a los avances y la investigación se ha demostrado que muchas muertes antes etiquetadas como SMSL son debidas a otras causas. Así pues, se ha producido un descenso de las muertes por SMSL a expensas de otras causas de muerte, como la asfixia accidental, la cual, sin ir más lejos, ha cuadruplicado su tasa en los últimos años.

 

Los conceptos teóricos sobre el síndrome de muerte súbita del lactante se han difundido no sólo a nivel profesional sino en gran parte de la comunidad. Sin embargo, muchas veces se observa que dichos conceptos no se traducen en actitudes concretas con respecto al cuidado de los niños, de parte de los profesionales de la salud y del grupo familiar.2

Desde 1991 el SMSL se define como la muerte inesperada de un lactante que permanece inexplicada después de una minuciosa investigación, que incluye la realización de una autopsia completa, el examen de la escena de la muerte y la revisión de la historia clínica.3

 

Prevalencia:

El SMSL es la tercera causa de mortalidad infantil postneonatal en los países industrializados, después de las malformaciones y las causas asociadas a prematuridad. Estas tres causas son responsables del 45,5% de las muertes infantiles. En los países en vías de desarrollo ocupa un lugar menos relevante como causa de mortalidad infantil.

Entre las naciones industrializadas, Japón tiene la tasa más baja de SIDS reportada (0.09 casos por cada 1000 bebés), Nueva Zelanda tiene la tasa más alta (0.80 por 1000) y Estados Unidos tiene una tasa intermedia (0.57 por 1000). Alrededor del 90% de los casos de SIDS ocurren en los primeros seis meses de vida, con un pico entre los dos y cuatro meses de edad y una disminución posterior. Los niños son más propensos a morir de SIDS que las niñas, con una proporción de 2:1.

Existe una notable discrepancia entre los grupos raciales y étnicos que se han estudiado, con tasas de SIDS que son de dos a siete veces mayores que los promedios nacionales entre los indígenas norteamericanos y los negros en los Estados Unidos. Estas diferencias también se aprecian en personas de ascendencia mixta en Cape Town, Sudáfrica; entre Maoríes en Nueva Zelanda; y entre los aborígenes australianos.

 

En los años ochenta y noventa; la campaña «Back to sleep» (De Espalda para Dormir) abogó por una posición de sueño supino para los bebés, después de descubrir que la posición de sueño prono triplicaba el riesgo de SIDS. Estas campañas de reducción de riesgos han disminuido la incidencia en un 50-90%. Estas disminuciones variaron del 40% en Argentina al 83% en Irlanda.

La verdadera incidencia de SIDS puede verse enmascarada por el uso de diagnósticos distintos en los certificados de defunción (por ejemplo, asfixia accidental, asfixia accidental posicional y causa indeterminada) 4

 

Fisiopatología:

El SMSL se considera de origen multifactorial. La teoría del “triple riesgo”, propuesta desde 1994, permite explicar cómo interactúan los múltiples factores en la patogénesis de este síndrome, y propone que el SMSL es el resultado de la coincidencia de tres condiciones:

1. Lactante vulnerable.

2. Período crítico del desarrollo.

3. Estresantes exógenos.

La convergencia de estos factores en última instancia, puede dar lugar a una combinación de asfixia progresiva, bradicardia, hipotensión, acidosis metabólica y jadeo ineficaz, que conduce a la muerte. De acuerdo con el modelo, los 3 factores deben estar presentes para que esta ocurra.

 

La vulnerabilidad está determinada por los factores intrínsecos de riesgo, como la prematuridad, el sexo

masculino, factores genéticos, y también son contemplados los antecedentes familiares de SMSL. Sin llegar

a existir un fenotipo específico para el SMSL, se ha demostrado un polimorfismo genético asociado a este síndrome en una variedad de genes involucrados en la función autonómica, en el metabolismo energético y en la respuesta a las infecciones, así como los genes de los canales de sodio y de potasio asociados al síndrome de QT prolongado, pues el defecto de los canales iónicos está asociado al 5-10 % de los casos de SMSL. Se ha observado también polimorfismo genético en los genes promotores de las proteínas transportadoras de la serotonina y en las terminaciones nerviosas en las regiones promotoras de citoquinas antiinflamatorias.

Estas condiciones genéticas pueden hacer a los lactantes más vulnerables al SMSL, lo cual se manifiesta al entrar en el período crítico de desarrollo e intervenir una serie de factores externos o del medio ambiente como es la posición prona al dormir y la exposición al humo del tabaco.

 

Se considera en la patogenia del SMSL la existencia de una inmadurez del control autonómico cardiorrespiratorio, junto a un fallo del despertar, pues en numerosos estudios prospectivos que se han realizado donde se incluyen casos y controles, se ha podido observar frecuencias cardíacas altas o bajas variablemente asociadas a un índice QT prolongado, en pacientes que posteriormente murieron en comparación con los que sobrevivieron. El despertar es un mecanismo de supervivencia esencial ante fenómenos amenazantes para la vida, donde el sistema autonómico juega un papel importante, pues todas estas respuestas son integradas en el hipotálamo y en el tallo cerebral. En las necropsias del SMSL se ha observado cierta inmadurez, disminución de los receptores de la serotonina; también se ha podido demostrar en estudios prospectivos patrones de sueño inmaduro y disminución del número de despertares espontáneos. Los lactantes que duermen en posición prona tienen disminuida la capacidad de despertar espontáneamente y esta posición para dormir también está asociada con un control autonómico deficiente, que se manifiesta por la frecuencia cardíaca disminuida variablemente e incremento del tono simpático. De forma similar, los lactantes expuestos al hábito de fumar de la madre en el período intraútero, han mostrado tener disminuido el número de despertares espontáneos y el inducido por estímulos.

Todos estos hallazgos sustentan la teoría de que el control autonómico y la respuesta de despertar están implicados en la causa del SMSL.

 

OBJETIVO

Conocer los factores de riesgo y factores protectores implicados en el SMSL, así como las recomendaciones basadas en evidencia científica para prevenirlo.

 

METODOLOGÍA

Se realiza una búsqueda bibliográfica sobre los factores de riesgos que pueden estar implicados en el SMSL y la forma de prevenirlo. Las bases de datos utilizadas han sido PubMed y Dialnet; usando como palabras clave “síndrome de muerte súbita del lactante” y “recién nacido” y sus múltiples asociaciones en inglés y español.

 

RESULTADOS

El SMSL se considera de origen multifactorial. No se ha encontrado relación del SMSL con el reflujo gastroesofágico, las alteraciones neurológicas, los tratamientos médicos ni la realización de analítica. No se han encontrado tampoco más episodios de apnea ni peor control de la temperatura corporal en los prematuros víctimas del SMSL, comparados con el resto de los prematuros. Tampoco se ha encontrado asociación con la hipoxia intrauterina, la alimentación materna ni los antecedentes obstétricos. No se ha encontrado asociación con infecciones respiratorias en las dos semanas previas, diarrea o vómitos. Los estudios que relacionan el crecimiento posnatal lento con el SMSL han sido criticados por deficiencias metodológicas.

 

A continuación, se exponen factores de riesgo descritos en la bibliografía consultada.

Prematuridad y bajo peso:

Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen 4 veces más probabilidades de morir de SMSL que los recién nacidos a término. Gran parte de este riesgo puede derivarse de un sistema autónomo inmaduro, que conduce a mecanismos de activación alterados y un mayor riesgo de hipercapnia. Aunque los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de apnea del prematuro, no hay evidencia de que estos episodios de apnea preceden a las muertes por SMSL y por lo tanto, los monitores de apnea no se recomiendan para la prevención del SMSL.

Exposición prenatal y postnatal a alcohol o drogas:

Existe un riesgo incrementado de SMSL. Hay estudios que relacionan el consumo, tanto durante el periodo periconcepcional como durante la gestación, con una mayor tasa de SMSL.

Hábito tabáquico:

El tabaquismo materno se asocia, como factor independiente, al SMSL siendo su papel confirmado en múltiples estudios.

Tabaquismo materno durante la gestación o después del nacimiento del neonato: varios metaanálisis refieren que el riesgo de muerte súbita asociado al hábito de fumar durante el embarazo es de 4,67. Un estudio neozelandés mostró un riesgo relativo de 5 en las madres fumadoras. En otro estudio realizado en EE. UU. se encontró que, de las múltiples variables estudiadas en el National Maternal and Infant Health Survey (estudio de cohortes en el que no se registró la postura durante la noche), solo el tabaquismo materno durante la gestación se asoció con el SMSL independientemente.

Tabaquismo pasivo (fumar en el ambiente cercano al neonato, sea el hogar, el automóvil u otros lugares donde los niños pasen tiempo): 13 estudios encontraron que el hábito de fumar del padre y la madre después del embarazo aumenta el riesgo 2,31 veces. Otros seis estudios encontraron riesgo cuando el padre fuma y la madre no lo hace con una OR de 1,4.

El riesgo de SMSL es particularmente alto cuando el niño comparte cama con un adulto fumador.7

 

Colecho (compartir la cama):

Varios estudios han mostrado una asociación entre el riesgo de SMSL y el compartir cama con los padres. Hay situaciones en las que el riesgo al compartir la cama aumenta, como en casos de compartir cama con personas que consuman habitualmente tabaco, alcohol, drogas o ciertos medicamentos (antidepresivos, ansiolíticos); compartir la cama con padres en situación de extremo cansancio, padres menores de 20 años o personas ajenas a los padres.

La Academia Americana de Pediatría no recomienda, como seguro, compartir la cama y aconseja que los bebés puedan ser llevados a la cama para alimentarlos o confortarlos, pero deben volver a su propia cuna cuando los padres se dispongan a dormir. Un comunicado de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) de España, emitido en 2013, manifiesta respecto al colecho que correspondería a los profesionales de la salud, basándose en la evidencia disponible, asesorar y compartir información para evitar situaciones de riesgo conocidas, y que corresponde a las madres y padres la decisión última sobre su práctica.6

A la vista de las pruebas actuales, el colecho favorece la práctica de la LM. Su relación con el SMSL parece poco clara, dada la variabilidad e inconsistencia de los trabajos. No existe certeza suficiente para determinar el balance entre los beneficios y los riesgos del colecho en bebés alimentados con LM.

Factores socioeconómicos y demográficos:

Se ha relacionado el SMSL con el bajo nivel socioeconómico y de educación, madres adolescentes o menores de 20 años y paridad superior a tres.

Antecedente de hermano fallecido por SMSL:

El riesgo de recurrencia en hijos posteriores se ha estimado que es cinco veces mayor (entre dos y diez veces) que la incidencia de la población general. En caso de abuso, abandono, deprivación afectiva o pobreza, el riesgo de recurrencia es mayor. En los gemelos existe un riesgo de hasta el 4% en las primeras 24 horas después del fallecimiento del hermano. Pasado ese tiempo, el riesgo es igual que el de los hermanos en general.

 

Postura del lactante en la cuna:

Es el principal factor de riesgo modificable. El decúbito prono durante el sueño se ha asociado fuertemente con el SMSL en múltiples estudios. Los hallazgos son muy consistentes y se repiten independientemente del tiempo y la situación geográfica. Refuerza esta hipótesis la disminución de la incidencia de SMSL en aquellos países que han seguido la recomendación de poner a los lactantes en decúbito supino.

El decúbito prono durante el sueño se ha asociado fuertemente con el SMSL en múltiples estudios de casos y controles, de análisis pre- y postintervención y prospectivos, tanto en Europa como en Australia, Nueva Zelanda y EE. UU. En estos estudios, la OR para el riesgo de SMSL de la postura en decúbito supino respecto al prono oscila entre 2,3 y 13,1. Las campañas para evitar el decúbito prono durante el sueño en los lactantes producen una disminución del 30 al 50% en la tasa de mortalidad por SMSL en todos los países donde se ha conseguido disminuir drásticamente la prevalencia de esta postura.8

El decúbito lateral también presenta mayor riesgo (6,57 veces) que el decúbito supino, por lo cual no se considera seguro y no se recomienda.

A pesar de que en decúbito supino los lactantes duermen algo menos y tienen más despertares y más prolongados durante la noche, es la postura que debe recomendarse. únicamente por una indicación médica específica (reflujo gastroesofágico grave, malformaciones craneofaciales de la vía aérea superior) puede recomendarse el decúbito prono.

El decúbito supino aumenta la frecuencia de plagiocefalia postural. Estudios de casos y controles han demostrado que muchos casos de plagiocefalia se asocian con la posición supina para dormir, por ello deben hacerse recomendaciones para prevenirla, como que cuando el lactante esté despierto puede permanecer boca abajo con supervisión (aunque no se sabe el tiempo exacto recomendable), lo cual es importante tanto para prevenir la plagiocefalia como para estimular el desarrollo de la musculatura escapulohumeral. Otra opción para prevenir la plagiocefalia es cambiar el apoyo de la cabeza sobre la cuna con frecuencia. Por otra parte, el decúbito supino no ha mostrado ningún otro peligro asociado (muertes por aspiración u otras causas).

 

Ambiente del dormitorio:

Determinadas variables del ambiente en el que duerme el lactante influyen en el riesgo de SMSL:

  • La superficie de descanso blanda constituye un factor de riesgo consistente para el SMSL. Hay estudios que muestran un aumento de cinco veces el riesgo de SMSL en superficies blandas, llegando hasta 21 veces si se combina con posición de decúbito prono.
  • Deben usarse siempre superficies firmes: los colchones deben ser firmes y mantener su forma incluso cuando sean colocadas las sábanas, de modo que no haya espacios entre el colchón y la barandilla de la cuna. Deben usarse sábanas ajustables y ropa de cama específica.
  • Accesorios sueltos: mantas, edredones y almohadas, cojines, objetos blandos y colgantes al cuello también aumentan hasta cinco veces el riesgo de SMSL, independientemente de la postura para dormir.
  • El uso de asientos de seguridad o dispositivos de otro tipo (cochecitos, columpios o portabebés) para el sueño se ha asociado en alguna ocasión con el SMSL. El uso de sillitas adaptadas para viajes en automóvil posee ventajas de seguridad que superan claramente el pequeño riesgo de SMSL existente. Por ello no se recomienda el uso rutinario de los asientos de coche para dormir fuera del coche, pero se sigue aconsejando encarecidamente su uso para viajes.
  • Arropamiento excesivo y sobrecalentamiento en la cuna: el sobrecalentamiento se ha asociado con mayor riesgo, especialmente si la cabeza queda cubierta (head covering). Aunque varios estudios muestran un aumento de riesgo de SMSL en situaciones de sobrecalentamiento (por la temperatura exterior o por la ropa del niño), la definición de esta en dichos estudios varía, por lo que resulta difícil aportar recomendaciones específicas. El uso de ventilador, como prevención de SMSL cuando la temperatura exterior es elevada, no está suficientemente demostrado.

Generalmente se aconseja una temperatura de 20 a 22 °C y evitar el arropamiento excesivo, sobre todo si el bebé tiene fiebre. La heterogeneidad en la definición de sobrecalentamiento hace que no haya una certeza alta en cuanto a recomendaciones precisas.

  • La «cabeza cubierta» es un factor de riesgo modificable importante asociado al SMSL. lo cual sugiere que evitando la cabeza cubierta se podría reducir una cuarta parte de SMSL. La recomendación para evitar el head covering es poner al lactante a los pies de la cama y la manta hasta el pecho, bien remetida.

Por su parte los factores protectores relacionados con el SMLS se describen a continuación.

Cuidados prenatales y control de la gestación:

Hay estudios que demuestran una disminución del riesgo de SMSL en aquellos lactantes cuyas madres han seguido un adecuado control del embarazo.

 

Lactancia materna:

Se ha demostrado en numerosos estudios de casos y controles y metaanálisis la asociación de la lactancia materna (LM) como factor protector de SMSL. La LM debe prolongarse al menos hasta los seis meses de edad, ya que la gran mayoría de muertes súbitas ocurren en este periodo. En casi todos los trabajos se ha probado la asociación de LM como factor protector de SMSL. Además, dicha protección continúa mientras el niño sea amamantado.

En cuanto al mecanismo de producción de dicha protección, los autores explican que pueden ser plausibles mecanismos biológicos como la inducción de la LM a un sueño con fácil despertar que se asociaría a menor riesgo de SMSL y mecanismos inmunológicos, ya que la LM protege de infecciones (fundamentalmente infecciones respiratorias agudas del tracto superior) y estas están presentes en muchos casos de muerte súbita, además, el pico de edad del SMSL es entre el segundo y el cuarto mes (59% de los casos), que es cuando la Ig G materna es baja.

Debería haber programas que incluyeran la promoción de la LM como medida preventiva de muerte súbita y que dichos programas estuvieran enfocados sobre todo a las clases socioeconómicas bajas, donde la prevalencia de LM es menor.

 

Cohabitación:

Se ha demostrado que compartir la habitación sin compartir la cama disminuye hasta un 50% el riesgo de SMSL (parece está relacionado con el hecho de que, de este modo, se previenen más fácilmente eventos como sofocación, estrangulamiento o atrapamiento, que pueden ocurrir cuando el niño duerme en una cama de adulto). De este modo, la cuna del bebé debe colocarse en la habitación de los padres, cerca de la cama de estos.5

Uso del chupete al dormir:

Usar el chupete durante el sueño tiene un efecto protector del SMSL. Se calcula que se evitaría una muerte por cada 2733 niños. El mecanismo no está claro.

Se recomienda ofrecer al niño el chupete para dormir en todos los episodios de sueño durante el primer año:

  • Ofrecérselo al ponerlo a dormir en decúbito supino y no reintroducirlo en la boca una vez que el niño se haya dormido. Si el niño no quiere el chupete, no forzarlo.
  • No mojar el chupete en ninguna sustancia dulce.
  • Limpiar el chupete y sustituirlo por otro nuevo con frecuencia.
  • En el caso de lactantes alimentados al pecho, se debe retrasar la introducción del chupete al mes de vida, cuando la LM ya está establecida. La creencia de que el chupete interfiere con la LM y produce problemas de maloclusión dental no está suficientemente confirmada.9

 

Inmunización y calendario vacunal:

No se ha apreciado relación entre las vacunaciones y el SMSL. De hecho, la evidencia sugiere que la inmunización puede tener un efecto protector contra el SMSL.

A continuación, se detallan las recomendaciones para prevenir el SMSL según el nivel de evidencia de las recomendaciones:

Recomendaciones de nivel A

  • Posición en decúbito supino para dormir.
  • Uso de superficie firme para dormir.
  • Compartir habitación (room-sharing) sin compartir cama (bed-sharing).
  • Mantener objetos blandos y ropa de la cama suelta fuera de la cuna.
  • Atención y cuidados prenatales regulares a mujeres embarazadas.
  • Evitar exposición al tabaco durante el embarazo y después del nacimiento.
  • Evitar consumo de alcohol y drogas durante el embarazo y después del nacimiento.
  • Recomendar lactancia materna.
  • Considerar ofrecer un chupete a la hora de la siesta y a la hora de acostarse.
  • No usar monitores cardiorrespiratorios a nivel domiciliario como estrategia para reducir el riesgo de SMSL.
  • Evitar exceso de calor.
  • Expandir a nivel nacional campañas para reducir los riesgos de SMSL, incluyendo una mayor atención a un ambiente seguro para dormir y las maneras de reducir los riesgos de todas las muertes infantiles relacionadas con el sueño, entre el SMSL, la asfixia, y otras muertes accidentales. Pediatras, médicos de familia, y todo personal sanitario deben participar activamente en esta campaña.

 

Recomendaciones de nivel B:

  • Vacunación de los niños de acuerdo a las recomendaciones de los calendarios vacunales vigentes, recomendaciones de las asociaciones de pediatría y de los centros de control y prevención de enfermedades.
  • Evitar los dispositivos comerciales comercializados para reducir el riesgo de SMSL
  • La postura despierto boca abajo, supervisada, se recomienda para facilitar el desarrollo y reducir al mínimo el desarrollo de la plagiocefalia posicional.

Recomendaciones de nivel C:

  • Los profesionales de la salud, personal de salas de recién nacidos y UCIN, y proveedores de cuidado infantil deben hacer suyas las recomendaciones para la disminución del SMSL desde el nacimiento.
  • Los medios de comunicación y los fabricantes deben seguir las directrices del sueño seguro en sus mensajes y la publicidad.
  • Continuar con la investigación y la vigilancia de los factores de riesgo, causas y mecanismos fisiopatológicos del SMSL y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño, con el objetivo final de eliminar por completo estas muertes.

Respecto a la monitorización en domicilio no hay pruebas concluyentes de su utilidad incluso con una utilización óptima de la técnica. La monitorización podría ser evaluada para determinados lactantes, en situaciones especiales, pero no debe usarse de rutina como medida preventiva del SMSL. No existe evidencia de alto nivel (estudios de casos controles y prospectivos) de que el uso generalizado de monitores cardiorrespiratorios para detectar episodios de apnea, bradicardia o hipoxia, disminuyen la incidencia de SMSL, tanto en hermanos como en lactantes con episodios aparentemente letales (EAL). 10

Tampoco se dispone de ningún método suficientemente discriminativo para identificar a los lactantes que realmente son de alto riesgo.

 

CONCLUSIONES

Las recomendaciones actuales para la prevención del SMSL se basan en actuar frente a los factores de riesgo modificables asociados con el SMSL.

Para prevenirlo es importante evitar la posición de prono durante el sueño. El decúbito supino para dormir es la postura más segura y claramente preferible al decúbito lateral. La cuna en la habitación de los padres constituye el lugar más seguro para el bebé. Conviene evitar los colchones blandos, las sábanas sueltas, los almohadones, los colgantes al cuello y cualquier otro objeto que pueda provocar asfixia durante el sueño. Se recomienda evitar también el arropamiento excesivo del lactante, cuidando de no cubrirse la cabeza. No es recomendable que los padres fumadores compartan la cama con el bebé. Hay que aconsejar a los padres que no permitan que nadie fume delante del bebé.

La lactancia materna, el uso del chupete, una inmunización y calendario vacunal adecuado así como los cuidados prenatales y el control de la gestación se ha visto que son factores protectores del SMSL.

Las investigaciones actuales sobre el SMSL, permiten esclarecer su diagnóstico, conocer qué niño está en riesgo de morir por esta razón y realizar acciones para disminuir su incidencia.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Quirós G, Bolívar M, Solano N. Síndrome de muerte súbita en el lactante. Med. leg. 2016;33(1).
  2. Courts C, Grabmüller M, Madea B. Monoamine oxidase A gene polymorphism and the pathogenesis of sudden infant death syndrome. J Pediatr. 2013;163(1):89-93.
  3. García GFE, Martínez SM, Moreno MMI. Síndrome de la muerte súbita del lactante. CorSalud. 2014;6(Suppl: 1):90-95.
  4. García E, Martinez M, Moreno MI. Síndrome de la muerte súbita del lactante. CorSalud 2014; 6 (S1).
  5. Horsley T, Clifford T, Barrowman N. Benefits and harms associated with the practice of bed sharing: a systematic review. Arch Pediatr Adolesc Med. 2007;161:237-45.
  6. Landa L, Paricio JM, Lasarte JJ, Hernández MT. Comunicado de IHAN-España sobre la práctica del colecho y el amamantamiento (en línea) (consultado el 03/11/2013). Disponible en https://www.ihan.es/docs/Ihan_colecho_completo.pdf
  7. Scragg R, Mitchell EA, Taylor BJ. Bed sharing, smoking, and alcohol in the sudden infant death syndrome. New Zealand Cot Death Study Group. BMJ. 1993;307(6915):1312-8.
  8. Taylor JA, Krieger JW, Reay DT. Prone sleep position and the sudden infant death syndrome in King County, Washington: a case-control study. J Pediatr. 1996;128:626-30.
  9. Hauck FR, Omojokun OO, Siadaty MS. Do pacifiers reduce the risk of sudden infant death syndrome? A meta-analysis. Pediatrics. 2005;116(5):e716-23.
  10. Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría. Libro Blanco de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). 2.a ed. Madrid: Editorial Ergon; 2003. Disponible en: http://www.aeped.es/documentos/libro-blanco-muerte-subita-lactante-smsl.

 

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