Ixodes en conducto auditivo externo en un paciente atendido por sensación de mareo.

12 septiembre 2023

AUTORES

  1. Paula Castillo Aguirre. Médico Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. C.S. Cervera.
  2. Pilar Petra Notivol Rubio. Médico Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. C.S. Alhama de Aragón.
  3. Teresa Bernués Bergua. Médico Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  4. Sara de Gracia Nájera. Médico Interno Residente Radiología. Hospital Arnau de Vilanova.
  5. Elena Vicente Amatriain. Médico Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. C.S. Tauste.
  6. Sara Suñer García. Médico Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. C.S. Berdún.

 

RESUMEN

Las garrapatas son artrópodos parásitos que se alimentan de la sangre de sus huéspedes entre los que se encuentra el ser humano y pueden transmitir enfermedades, como la enfermedad de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y otras infecciones bacterianas. Previamente, estos parásitos eran específicos de determinadas regiones, predominando en los medios rurales en los que se encuentran animales de ganado y otros mamíferos. Sin embargo, dados los cambios en el medio ambiente, la facilidad para viajar alrededor del mundo y la huella ecológica del ser humano en la naturaleza, han hecho que la dispersión de las garrapatas se globalice y podamos encontrarlas en prácticamente cualquier parte del planeta. En numerosas ocasiones los pacientes objetivan la picadura de garrapata con el parásito adherido a su cuerpo. Sin embargo, en otras ocasiones, pasan desapercibidas y pueden transmitir con mayor facilidad distintas enfermedades. Si bien la sintomatología es muy diversa, los pacientes suelen presentar fiebre persistente, astenia, erupciones cutáneas, cefalea y artralgias. La detección temprana y la eliminación adecuada de las garrapatas pueden reducir el riesgo de transmisión de enfermedades, sin embargo, los síntomas de estas enfermedades son muy inespecíficos por lo que la sospecha de presentar una enfermedad de este tipo puede resultar complicada.

PALABRAS CLAVE

Ixodes, mareo, garrapata, oído.

ABSTRACT

Ticks are parasitic arthropods that feed on the blood of their hosts, including humans, and can transmit diseases such as Lyme disease, Rocky Mountain spotted fever, and other bacterial infections. Previously, these parasites were specific to certain regions, predominantly in rural areas where livestock and other mammals are found. However, due to changes in the environment, ease of global travel, and human ecological footprint in nature, the spread of ticks has become globalized, and they can now be found in virtually any part of the planet. Many times, patients can notice tick bites with the parasite attached to their bodies. However, in other instances, these bites can go unnoticed, making the transmission of various diseases more likely. While the symptoms vary widely, patients often experience persistent fever, fatigue, skin rashes, headache, and joint pain. Early detection and proper tick removal can reduce the risk of disease transmission. Nevertheless, the symptoms of these diseases are quite nonspecific, making the suspicion of such a disease challenging.

KEY WORDS

Ixodes, dizziness, tick, ear.

 

INTRODUCCIÓN

Las garrapatas (Acari: Ixodoidea) son artrópodos hematófagos que parasitan mamíferos entre los que se incluye el ser humano, así como reptiles y aves. Su dispersión es muy amplia y son capaces de actuar como huéspedes intermediarios de distintos microorganismos patógenos. Las garrapatas con relevancia médica son de dos tipos: garrapatas duras o ixodidos (más de 900 especies descritas y al menos 29 en España) y las garrapatas blandas o argásidos (conocidas más de 190 especies)1.

Las garrapatas blandas son transmisoras de enfermedades como la Fiebre recurrente endémica, transmitida por especies del género Borrelia y se localizan principalmente en ambientes rurales1.

Las garrapatas duras presentan mayor dispersión a nivel mundial, siendo los principales vectores de un gran amplio espectro de enfermedades infecciosas como es la conocida enfermedad de Lyme. Las garrapatas duras viven en múltiples medios, si bien suelen localizarse en zonas con animales silvestres y/o ganado, actuando estos como amplificadores y reservorio de las mismas.

En España hasta finales de los años 90, las enfermedades transmitidas por garrapatas se limitaba a casos de Fiebre botonosa mediterránea transmitida por Rickettsia conorii y algún caso puntual de Babesiosis (Babesia divergens). Actualmente el espectro es mucho mayor, siendo múltiples las distintas enfermedades que son capaces de transmitir. De esta manera, la transmisión de enfermedades por garrapatas se ha convertido en un problema de salud pública que cada vez es más difícil controlar2.

Además, el cambio climático, así como los cambios debidos a la huella ecológica humana, han modificado la epidemiología de las enfermedades transmitidas por garrapatas y otros vectores. A su vez, la sencillez para viajar a cualquier lugar del mundo, ha incrementado la dispersión de estos organismos, siendo capaz de encontrarlos en cualquier lugar del globo terráqueo, viajando a distintas zonas geográficas apegadas al ser humano o a sus mascotas4. De este modo, aunque ciertas enfermedades se suelen ver en regiones específicas, estos artrópodos están cada vez más adaptados a distintos hábitats, siendo cada vez más frecuente encontrarlos no sólo en los medios rurales sino también en jardines y parques de grandes ciudades. Con todo ello, su control cada vez resulta una tarea de mayor dificultad3.

En contraposición, es cierto que la mejora de los elementos diagnósticos permite detectar y caracterizar con mayor facilidad las distintas especies de garrapatas, así como identificar áreas de mayor riesgo. Sin embargo, las enfermedades transmitidas por garrapatas siguen estando infradiagnosticadas en nuestro medio, por lo que el diagnóstico de las mismas continúa siendo un gran desafío y un problema de salud pública2.

Como bien se ha mencionado, las enfermedades a transmitir por estos artrópodos son múltiples, con características clínicas y sintomatología diversa. Algunas de ellas cuentan con signos orientativos como el eritema migratorio en la Enfermedad de Lyme o la mancha negra en la Fiebre Botonosa Mediterránea4, si bien la mayoría de ellos comparten síntomas inespecíficos similares a una gripe como son la fiebre, artralgias, mialgias, astenia y linfadenopatías. Por ello, la picadura por garrapata debe considerarse en el diagnóstico diferencial de pacientes que presentan dichos síntomas y aún más en casos de evolución tórpida o más prolongada de lo habitual, así como ante la aparición de lesiones cutáneas4.

Para finalizar, en los casos en los que se evidencie la garrapata en el ser humano, ésta debe ser extraída con pinzas y se procederá a su desinfección con povidona yodada. Deben evitarse el uso de alcoholes, aceites, vaselinas, etc. Una vez extraída la garrapata, ésta se debe conservar en un recipiente para analizarla y clasificarla, así como para el estudio de los distintos patógenos que albergue y obtener mayor información en el caso de complicaciones. Se debe advertir siempre a los pacientes con picaduras de garrapatas la necesidad de vigilancia de síntomas en las primeras cuatro semanas tras la misma y consultar de nuevo con su médico en caso de que aparezcan para llevar las medidas oportunas5.

 

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Varón de 65 años, procedente de otra Comunidad Autónoma y con antecedente de Hipertensión arterial en tratamiento con Enalapril 20mg. Refiere que fue atendido en su Centro de Salud por sensación de mareo los días previos, con cifras de tensión arterial en dicho momento de 200×100 mm Hg por lo que se le cambia tratamiento antihipertensivo a Irbesartán/Hidroclorotiazida 100/25 mg y se indica realizar automedida de la presión arterial (AMPA). Consulta de nuevo por dicho motivo en nuestra región, solicitando aviso a domicilio. El paciente refiere continuar con sensación de mareo que define como inestabilidad sin sensación de giro de objetos. No cortejo vegetativo asociado ni clínica de focalidad neurológica. No refiere hipoacusia ni otorrea. Tampoco clínica infecciosa a ningún nivel, así como ausencia de fiebre o sensación distérmica. Sí describe sensación de zumbido en oído izquierdo. Refiere que durante día del inicio de los síntomas había estado desempeñando labores en el campo. En la exploración se objetiva cifras de tensión arterial de 165/90 mm Hg. Saturación de oxígeno 99%. Auscultación cardiaca: ruidos cardiacos rítmicos a 90 latidos por minuto. Auscultación pulmonar: murmullo vesicular conservado sin ruidos patológicos sobreañadidos. Pupilas isocóricas normorreactivas. No nistagmo, pares craneales, fuerza y sensibilidad de extremidades sin alteraciones. No rigidez de nuca. Habla y marcha normales. Romberg negativo. No dismetrías ni disdiadococinesia. No se dispone de otoscopio en domicilio por lo que no es posible realizar exploración otoscópica. Se le indica acudir a consulta en los próximos días para valoración e iniciar Sulpirida 50 mg en pauta descendente, así como control de cifras de tensión arterial. Tras tres días de tratamiento, el paciente acude de nuevo a nuestra consulta, refiere mejoría de sensación de inestabilidad, aunque persisten molestias en oído izquierdo e importante sensación de zumbido en el mismo. Continúa sin referir otorrea, otorragia ni fiebre. Tampoco hipoacusia.

En la otoscopia, el oído derecho no presenta alteraciones mientras que en el oído Izquierdo se evidencia cuerpo extraño de coloración marronácea de forma irregular sin poder observar tímpano por oclusión completa del conducto. No impresiona el tapón de cerumen. Se trata de retirar con pinzas en consulta sin conseguirlo por lo que se deriva a hospital de referencia para valoración por Otorrinolaringólogo. Valorado en urgencias, persiste cuerpo extraño en conducto auditivo que se extrae mediante pinzas por otorrinolaringólogo bajo microscopio. Se observa que se trata de una garrapata y se evidencia inflamación del conducto auditivo tras la retirada de la misma, sin otorrea ni otorragia. Tampoco se observa perforación ni inflamación timpánica. Se le pauta Ciprofloxacino ótico, así como Deflazacort 30 mg en pauta descendente durante diez días. Se realiza audiometría en urgencias con resultado de hipoacusia de conductiva del oído izquierdo. Se envió el parásito encontrado para su caracterización, tratándose de un macho de Hyalomma sp. (garrapata dura). Desde nuestra consulta y previo resultado de caracterización del artrópodo, se solicitaron serologías para Borrelia burgdorferi, Rickettsia conorii y Coxiella Burnetti siendo todas ellas negativas. El paciente se encuentra a la espera de nueva revisión por Otorrinolaringología y por el momento permanece asintomático, habiendo pasado ya más de cuatro semanas desde la primera atención médica.

 

DISCUSIÓN-CONCLUSIONES

En la mayoría de casos las enfermedades transmitidas por garrapatas suelen debutar con fiebre como primer síntoma acompañado de artralgias, astenia, etc. En otros muchos, son los propios pacientes quienes visualizan la garrapata adherida a su cuerpo. En este caso, nuestro paciente consulta por mareo y molestias óticas con sensación de cuerpo extraño. Si bien el paciente narraba haber estado realizando labores agrícolas los días previos al inicio de la clínica, no se sospechó la posibilidad de que se tratara de una garrapata hasta la extracción del mismo. Esto resultó determinante tanto como para alivio sintomático del paciente como para obtener mayor información en el caso de que el paciente hubiese mostrado complicaciones. Dada la gran dispersión de estos artrópodos, debemos tener en cuenta estos organismos en nuestro diagnóstico diferencial, en especial en zonas de atención rural y/o agrícola/ganadera, áreas de mayor riesgo de picadura de garrapata. Con todo ello conseguiremos seguir ampliando información acerca de estos artrópodos, su dispersión y las distintas áreas de riesgo, así como la realización de una adecuada atención a nuestros pacientes, cuyas consecuencias sin un diagnóstico adecuado pueden acarrear grandes riesgos.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Oteo Revuelta JA. Espectro de las enfermedades transmitidas por garrapatas. Rev Pediatr Aten Primaria.2016; 18(25):47-51.
  2. Choi E, Natasha J Pyzocha N, Douglas MM. Tick-Borne Illnesses. Cures Sports Med Rep. 2016 Mar-Apr;15(2):98-104.
  3. Rizzoli A, Silaghi C, Obiegala A, Rudolf I, Hubálek Z, Földvári, et al. Ixodes ricinus and its transmitted pathogens in urban and Peri-Urban areas in Europe: New hazards and relevance for Public Health. Front Public Health. 2014; 2: 251.
  4. Isaula Jiménez OF, Delgado Bujanda A, Frias Lasheras C. Fever and eruption in 2 neighbors. U.S. National Library of Medicine. 2020; 52(5):355–356.
  5. CDC y Oteo JA, Martínez de Artola V, Gómez-Cadiñanos R, Casas JM, Blanco JR, Rosel L. Evaluación de los métodos de retirada de las garrapatas en las Ixodiadiasis humanas. Rev Clin Esp 2006; 196:584-587.

 

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