La fibrilación auricular, un problema común en la población. Artículo monográfico

1 mayo 2023

AUTORES

  1. Macarena García Varona. Enfermera de Hospitalización en Hospital Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Iris García Solanas. Enfermera de Hospitalización en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  3. Nuttanich Chompoonuch Yodsawad. Enfermera de Hospitalización en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  4. Andrea Paúl Nadal. Enfermera de Hospitalización en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  5. Carlos Soria Lahuerta. Enfermero de Hospitalización en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  6. Carolina Herrero Lobato. Enfermera de Hospitalización en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

 

RESUMEN

La fibrilación auricular es un ritmo cardíaco irregular y anormal. Esta condición normalmente causa latidos cardíacos muy rápidos. Los síntomas consisten en palpitaciones y, en ocasiones, debilidad, intolerancia a los esfuerzos, disnea y presíncope. Es una enfermedad grave ya que se pueden formar trombos auriculares, que generan un riesgo elevado de experimentar un accidente cerebrovascular embólico. Gracias a los recientes avances de la medicina, existen distintos tratamientos para esta enfermedad. La mayoría de los pacientes pueden llevar una vida sana y productiva después del tratamiento de la fibrilación auricular.

PALABRAS CLAVE

Fibrilación auricular, arritmia, ritmo cardíaco, accidente cerebrovascular embólico.

ABSTRACT

Atrial fibrillation is an abnormal, irregular heart rhythm. This condition normally causes a very fast heartbeat. Symptoms consist of palpitations and, occasionally, weakness, intolerance to exertion, dyspnea, and presyncope. It is a serious disease as atrial thrombi can form, creating a high risk of experiencing an embolic stroke. Thanks to recent advances in medicine, there are different treatments for this disease. Most patients can lead healthy and productive lives after treatment for atrial fibrillation.

KEY WORDS

Atrial fibrillation, arrhythmia, heart rate, embolic cerebrovascular accident.

DESARROLLO DEL TEMA

El corazón es el órgano que bombea la sangre rica en oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo a través de los vasos sanguíneos. Esto es posible gracias a su complejo funcionamiento. El músculo cardíaco, genera impulsos eléctricos capaces de contraer el corazón1,2.

El sistema eléctrico del corazón controla el ritmo cardiaco. El ritmo cardíaco normal se denomina ritmo sinusal. Cuando éste se pierde, se produce una arritmia. La fibrilación auricular (FA) es una alteración de la conductividad normal del corazón. Las aurículas no se contraen adecuadamente y los ventrículos lo hacen de manera irregular y excesivamente rápida, impidiendo el normal funcionamiento del corazón2.

EPIDEMIOLOGÍA:

Los hombres, sobre todo los de etnia blanca, tienen más probabilidades de desarrollarla que las mujeres y los individuos de etnia negra. La prevalencia aumenta con la edad y casi el 10% de las personas mayores de 80 años está afectada1,3.

La fibrilación auricular tiende a ocurrir en pacientes con una cardiopatía subyacente. Sin embargo, se relaciona cada vez más no con la presencia de cardiopatía establecida, sino con la combinación de factores de riesgo cardiovascular. Dichos factores, están sobre todo ligados al estilo de vida como es la obesidad, sedentarismo, hipertensión, diabetes mellitus, síndrome de apneas/hipopneas del sueño, etc.1,4,5.

En los países desarrollados, donde los factores de envejecimiento de la población y cambio de estilos de vida convergen, la prevalencia e incidencia de FA se ha incrementado con el tiempo y se puede anticipar que la FA llegará a tener cotas epidémicas en los próximos años. A Dichos factores, se suma la disponibilidad de mejores herramientas diagnósticas y la mejora de supervivencia enfermedades cardiovasculares3,4.

FISIOPATOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD:

Un corazón sano, en condiciones normales, debería tener un ritmo cardíaco regular que oscile entre 60 y 100 latidos por minuto. Cuando aparece la arritmia este ritmo se altera, pudiendo acelerarse a pesar de estar en reposo (taquicardia) o hacerse más lento (bradicardia)1.

La FA se caracteriza por la presencia de un ritmo auricular caótico, desorganizado y muy rápido, generado por múltiples circuitos de reentrada en el miocardio auricular. En muchos casos, la descarga de un foco ectópico dentro de las estructuras venosas adyacentes a las aurículas (en general, en las venas pulmonares) es responsable del inicio y tal vez del mantenimiento de la fibrilación auricular. Por este motivo desaparecen las ondas P del electrocardiograma, siendo sustituidas por unas ondas rápidas que provocan una línea de base “fibrilante”, denominadas ondas “f”. La alta frecuencia auricular es “filtrada” aleatoriamente por el nodo auriculoventricular, que así protege al ventrículo de tan elevada frecuencia. Esto da lugar a una respuesta ventricular característicamente irregular, siendo denominada clásicamente “arritmia completa”2.

Clínicamente, la fibrilación auricular es la arritmia sostenida más frecuente. A menudo, suele estar asociada a distintas cardiopatías (sobre todo a enfermedad de la válvula mitral) o hipertensión arterial. Ocasionalmente, se observa en paciente jóvenes y sin alteraciones estructurales cardíacas (fibrilación auricular aislada), o con enfermedades extracardiacas (por ejemplo, hipertiroidismo)1,4.

La aparición de la FA puede asociarse a1:

  • Predisposición genética.
  • Hipertensión arterial.
  • Haber sufrido un infarto de miocardio.
  • Haberse sometido a una cirugía cardíaca.
  • Diabetes.
  • Enfermedad en las válvulas del corazón.
  • Cardiopatías congénitas.
  • Enfermedad del tiroides.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Enfermedad pulmonar crónica.
  • Apnea del sueño.
  • Abuso del alcohol y estimulantes.
  • Estrés emocional y físico.
  • Obesidad.
  • Falta de ejercicio (sedentarismo).

 

La fibrilación auricular no siempre provoca síntomas. De hecho, a veces se diagnostica por casualidad en una revisión rutinaria tras realizar ECG, en pacientes asintomáticos. La sintomatología consecuente de la alteración del ritmo son palpitaciones más o menos taquicárdicas e irregulares. La pérdida de la contracción mecánica auricular es responsable de disnea, dolor en el pecho, mareos o incluso insuficiencia cardíaca. Y el estasis sanguíneo que se produce cuando el corazón entra en FA el vaciado de sangre de las aurículas no es total, favorece la formación de coágulos que al desprenderse pueden dar lugar a ictus cerebrales o embolia arterial periférica1,4.

La arritmia puede presentarse en forma de paroxismos autolimitados (fibrilación auricular paroxística), ser persistente (cuando precisa de alguna intervención para su finalización), o permanente, cuando es crónica.

A lo largo de la evolución de la enfermedad, el paciente puede experimentar períodos sintomáticos y asintomáticos, ya que, con el tiempo, las palpitaciones pueden incluso desaparecer. Esto es importante porque se puede estar en peligro sin sentir ninguna molestia2.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:

Para diagnosticar la FA necesitamos las siguientes pruebas1,2:

  • Electrocardiograma: Registra la actividad eléctrica del corazón y valora el ritmo cardíaco. Es simple y no dolorosa. Su único inconveniente es que la FA tiene que presentarse en el momento en el que se realiza la prueba, por lo que cuando las molestias sólo aparecen puntualmente, el diagnóstico puede complicarse. Los hallazgos que permiten su diagnóstico incluyen: ausencias de ondas P, presencia de ondas f entre los complejos QRS e intervalos R-R irregulares.
  • Holter: Se obtiene un electrocardiograma de forma continuada durante 24-48 horas, mientras se realizan las actividades habituales. Esto permite detectar episodios de FA de corta duración, o que no provoquen síntomas.
  • Ecocardiograma: Se lleva a cabo para identificar cardiopatías estructurales que pueden provocar fibrilación auricular tales como hipertrofia auricular izquierda, alteraciones del movimiento de la pared del ventrículo izquierdo, que sugieren una isquemia pasada o actual, valvulopatías y miocardiopatías. Además, pueden detectar otros factores de riesgo para el desarrollo de accidente cerebrovascular como por ejemplo un estasis de la sangre auricular o trombo.
  • Análisis sanguíneo: Pueden ofrecer información sobre las funciones hepática, renal y tiroidea, así como la existencia de síndromes coronarios agudos y desequilibrios electrolíticos.

 

TRATAMIENTO MÉDICO:

El tratamiento depende de la gravedad y frecuencia de los síntomas y de la existencia o no de enfermedad cardiovascular asociada. Los principales objetivos del tratamiento de la FA incluyen la resolución del compromiso hemodinámico provocado por la arritmia, mediante el control de la frecuencia cardíaca y la restauración del ritmo sinusal, y por otro la prevención de la formación de trombos y posterior embolia4.

La FA puede abordarse mediante tratamiento farmacológico o diferentes procedimientos médicos, siendo necesario a veces combinarlos1.

  • Cardioversión: Procedimiento para corregir la arritmia y recuperar el ritmo normal del corazón. Puede realizarse a través de medicamentos antiarrítmicos lo que se conoce como cardioversión farmacológica. Y en el caso de que ésta no sea efectiva, se realiza una cardioversión eléctrica que consiste en aplicar descargas eléctricas. Este último procedimiento requiere anestesia general y la toma de fármacos anticoagulantes antes y después de su aplicación.
  • Ablación: Consiste en aislar eléctricamente las venas pulmonares, donde nace la arritmia. Para llegar a ellas se introduce un catéter por la zona de la ingle (vena femoral) hasta el corazón. Una vez allí se genera una corriente eléctrica que permite realizar quemaduras consecutivas alrededor de las venas pulmonares, quedando aisladas o desconectadas. Se realiza con anestesia local y sedación.
  • Fármacos antiarrítmicos: Se clasifican en dos tipos: los que intentan devolver al corazón su ritmo normal y los que disminuyen la frecuencia cardíaca durante los episodios de arritmia. El control de la frecuencia cardiaca se logra con fármacos betabloqueantes, antagonistas de los canales de calcio y la digoxina. Su uso está limitado debido a su eficacia intermedia, el agravamiento de la arritmia, la toxicidad y su tolerabilidad. Pueden tener efectos secundarios: frecuencia cardíaca demasiado lenta, fatiga, mareo y/o pérdidas de conocimiento.
  • Fármacos anticoagulantes: Además de los tratamientos dirigidos a corregir la arritmia, el tratamiento de la FA incluye los tratamientos enfocados a la prevención de trombos, ya que la FA aumenta entre 5 y 7 veces el riesgo de sufrir un ictus o embolia. Estos tratamientos retardan el tiempo de coagulación de la sangre. Hay dos tipos de anticoagulantes orales:
    • Antivitamina K: Inhiben la vitamina K, una sustancia implicada en el proceso de la coagulación. Su efecto puede verse alterado por la dieta y por la interacción con otros medicamentos. Por ello se deben realizar controles periódicos cada 4-6 semanas y ajustar la dosis en función del resultado del INR (índice que indica el tiempo que tarda la sangre en coagular).
    • Anticoagulantes orales directos: Inhiben de forma directa diferentes factores de la coagulación. Se administran a dosis fijas, sin necesidad de realizar controles periódicos, ya que su efecto es previsible y constante.

 

Además del tratamiento específico para tratar la arritmia, debemos tener en cuenta incluir otro tipo de medicamentos para tratar y corregir las situaciones que provocan esta arritmia como hipertensión, insuficiencia cardiaca y controlar los factores de riesgo.

PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN:

Con un tratamiento y seguimiento adecuados, el pronóstico de la fibrilación auricular es bueno y las complicaciones poco frecuentes. Por ello hay que insistir en la educación para la salud, mejorando sus conocimientos sobre la propia arritmia, la prevención, controlando los factores de riesgo que estén en nuestras manos y la importancia del seguimiento del tratamiento prescrito, sin abandonarlo por cuenta propia1.

En un estudio internacional sobre los conocimientos que tienen los pacientes sobre la FA y la opinión del médico sobre ello, indica que el 25% de los pacientes en el estudio no pudo explicar la FA y los médicos afirmaron que el 51% de sus pacientes tenía una importante necesidad de más y mejor información5.

Papel fundamental en esta educación, lo desempeñan las enfermeras apoyando la actuación del médico. Con el apoyo de la tecnología actual, las enfermeras pueden ofrecer recursos educativos al paciente y a su familia. Las llamadas telefónicas de seguimiento después del alta, las llamadas de recordatorio de citas y los recordatorios de renovación de recetas pueden animar a los pacientes a automanejar su enfermedad.

Además, las enfermeras pueden enseñar y animar a los pacientes sobre prácticas de cuidado personal, cómo tomarse el pulso, reacciones adversas a la medicación e interacciones medicamentosas, los síntomas y signos de hemorragia y episodios tromboembólicos. Los pacientes también necesitan información sobre cuándo y cómo ponerse en contacto con su médico en caso de una complicación o una reacción adversa. La educación sobre control del peso, abandono del tabaquismo, dieta saludable para el corazón y actividad física regular puede mejorar el bienestar general del paciente1,5.

Existen una serie de recomendaciones convenientes a seguir cuando se produce una crisis de fibrilación auricular1:

  • Mantener la calma: Aunque la crisis ocasione malestar y ansiedad, es importante mantener la serenidad. El nerviosismo empeorará más aún las molestias.
  • No modificar la pauta de tratamiento ya que puede provocar graves efectos secundarios.
  • Acudir a urgencias. La mayoría de las crisis se cortan en poco rato, por lo que es probable que, sin hacer nada, mejore espontáneamente. En caso contrario, hay que acudir a un servicio de urgencias. Esto es especialmente importante cuando se dan otros síntomas que pueden sugerir una afectación importante como: mareos, desmayos o pérdida de conocimiento, dificultad para respirar, dolor en el pecho o prolongación del episodio más tiempo del habitual.
  • Controlar la presión arterial. La presión arterial es la principal causa de fibrilación auricular. Por este motivo, es especialmente importante mantener un control estricto de la misma.
  • Moderar el consumo de alcohol. El alcohol es un desencadenante de episodios de fibrilación auricular. Podría estar contraindicado de forma absoluta.
  • Reducir los estimulantes. El café, el té o las bebidas azucaradas son sustancias estimulantes capaces de provocar fibrilación auricular, por lo que se deben evitar o reducir su consumo.
  • Dejar el tabaco. Especialmente peligroso porque contiene estimulantes como la nicotina, que pueden provocar crisis.
  • Ejercicio moderado. El ejercicio físico intenso y prolongado puede reducir la eficacia del tratamiento de la fibrilación auricular, así como aumentar el riesgo de reaparición. Esto no significa que haya que adoptar una vida sedentaria. Caminar cada día y moverse es importante, pero hay que evitar deportes que impliquen un gran esfuerzo cardiovascular.

 

IMPORTANCIA DEL TEMA:

La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en nuestro medio y supone un problema sociosanitario debido al gran impacto negativo sobre la calidad de los pacientes debido a las peligrosas complicaciones que se presentan a nivel cardiovascular y cerebral, siendo capaz de duplicar la mortalidad3-5.

Calificada como una epidemia con importantes repercusiones sociales, tiene varias propuestas de clasificación en relación con la diversidad de formas clínicas de presentación. Existe una terapéutica muy bien estructurada, con el objetivo de controlar la frecuencia cardiaca, revertir el ritmo cardiaco y evitar los fenómenos embólicos, para mostrar, junto a ello, un poderoso y moderno grupo de anticoagulantes. Afortunadamente, en la actualidad se cuenta con otras alternativas no farmacológicas, donde la ablación con catéter de la aurícula izquierda ha dado resultados alentadores3.

A pesar de ser un problema común en nuestra sociedad, la mejora de los tratamientos disponibles junto con el aumento de los conocimientos sobre la FA del paciente apoyado por la actuación de medicina y enfermería, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida sana.

BIBLIOGRAFÍA

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  2. Garcia Bolao I. Introducción a la electrocardiografía clínica. 1da ed Ariel; 2004.
  3. Gómez-Doblas JJ, López-Garrido MA, Esteve-Ruiz I, Barón-Esquivias G. Epidemiología de la fibrilación auricular. Rev Esp Cardiol Supl [Internet]. 2016;16:2–7. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/s1131-3587(16)30007-3
  4. Pérez-Villacastín J, Pérez Castellano N, Moreno Planas J. Epidemiología de la fibrilación auricular en España en los últimos 20 años. Rev Esp Cardiol [Internet]. 2013;66(7):561–5. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.recesp.2013.02.013
  5. Aliot E, Breithardt G, Brugada J, Camm J, Lip GYH, Vardas PE, et al. An international survey of physician and patient understanding, perception, and attitudes to atrial fibrillation and its contribution to cardiovascular disease morbidity and mortality. Europace [Internet]. 2010;12(5):626–33. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1093/europace/euq109

 

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