Nº de DOI: 10.34896/RSI.2023.71.24.001
AUTORES
- Irene María García Fernández. Especialista en Enfermería Pediátrica. Máster en Cuidados Paliativos Pediátricos. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- María Cruz Loren Aguilar. Especialista en Enfermería Pediátrica. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- María Díaz Ara. Especialista en Enfermería Pediátrica. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Lara García Romero. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Alba Rubio Martínez. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- María del Carmen García Pascual. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
RESUMEN
Las malformaciones maxilofaciales congénitas afectan a 1 de cada 700 recién nacidos vivos. Las más frecuentes son el labio leporino (LL) y la fisura palatina (FP).
Aunque la OMS recomienda la lactancia materna a demanda de forma exclusiva hasta los 6 años, y de forma complementaria hasta los 2 años, a veces no es posible ofrecer en niños con estas patologías.
Debemos ofrecer alternativas a las madres en cuanto a posturas se refiere, así como saber que existen en el mercado algunos dispositivos muy útiles para que estos niños puedan tomar el biberón de forma eficaz, bien con leche materna, o con leche artificial si fuese necesario.
Una vez reparada la malformación de forma quirúrgica, se debe ofrecer el inicio o reinicio de la lactancia materna a demanda en el pecho.
El personal sanitario de las unidades donde ingresan estos niños debe estar formado para poder ofrecer a las madres todas las alternativas que sean necesarias antes, durante y después de la intervención.
PALABRAS CLAVE
Fisura palatina, labio leporino, lactancia materna.
ABSTRACT
Congenital maxillofacial malformations affect 1 in every 700 live newborns. The most frequent are cleft lip (LL) and cleft palate (FP).
Although the WHO recommends exclusive breastfeeding on demand up to 6 years of age, and complementary breastfeeding up to 2 years of age, sometimes it is not possible to offer it to children with these pathologies.
We must offer alternatives to mothers in terms of postures, as well as knowing that there are some very useful devices on the market so that these children can take the bottle effectively, either with breast milk, or with artificial milk if necessary.
Once the malformation has been surgically repaired, breastfeeding on demand should be started or resumed at the breast.
The health personnel in the units where these children are admitted should be trained to be able to offer the mothers all the necessary alternatives before, during and after the intervention.
KEY WORDS
Cleft palate, cleft lip, breastfeeding.
INTRODUCCIÓN
La fisura palatina y el labio leporino son malformaciones congénitas maxilofaciales, que afectan en torno a 1 de cada 700 recién nacidos vivos. Estas malformaciones suponen mucha carga psicológica y social para las familias de estos niños, precisando el ingreso de los mismos en varias ocasiones hasta resolver el problema1.
Estas malformaciones pueden darse de forma aislada (sólo una de las dos), o de forma conjunta, presentando ambas (labio leporino y fisura palatina). La mitad de los pacientes con estas malformaciones son del grupo combinado2.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, y de forma complementaria hasta los 2 años, pero no siempre es posible hacerlo amamantando. Por ello existen distintos tipos de biberones y algunas técnicas que pueden favorecer que estos niños sean alimentados con lactancia materna2.
OBJETIVO
El objetivo de este artículo es identificar las mejores alternativas para amamantar en recién nacidos con fisura palatina y/o labio leporino.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una revisión bibliográfica sistemática acerca del tema, tanto a nivel nacional como internacional, utilizando diferentes combinaciones de descriptores en dos idiomas, español e inglés y con un filtro de tiempo delimitado a los últimos 11 años.
Las bases de datos utilizadas han sido las siguientes: Google Académico, Pubmed, Scielo, Cuiden Plus, y Cochrane. Además, se han consultado libros, revistas y páginas Web de organismos nacionales (como la Asociación Española de Pediatría (AEPED)), e internacionales (como la Organización Mundial de la Salud (OMS)).
RESULTADOS
Se debe asesorar a las madres de estos niños, ofreciéndoles la lactancia materna en primer lugar. Se les informará de los beneficios de la misma, y se le informará sobre las distintas posibilidades de administrarla (al pecho, con cuchara, vasito, biberón). Si se desea amamantar, hay que ofrecer a las madres apoyo por parte de expertos, para que obtengan ayuda con la postura2.
Las recomendaciones para niños con labio leporino (LL) en cuanto a la posición a la hora de mamar, se refieren a que el LL quede hacia la parte superior del pecho, o se obstruya con un dedo. También se pueden sostener las mejillas del bebé para reducir el ancho de la fisura. Algunas posturas que pueden facilitar la lactancia en este tipo de patologías son la posición de caballito o sentado de forma semivertical, con el fin de evitar la regurgitación nasal y el reflujo. Otras recomendaciones son sostener el mentón del bebé y ordeñar algo de leche en la boca del niño, ayudando de esa forma a estimular el reflejo de bajada de la leche. Existen también biberones y tetinas adaptadas a este tipo de malformaciones maxilofaciales. Así mismo, se debe informar a la madre de la imposibilidad de amamantar por la patología del niño, si fuese preciso2,3.
La afectación de la FP y el LL a la hora de amamantar, depende también de que el niño tenga asociadas otras patologías, que hagan que existan otros problemas, como la hipotonía o la glosoptosis2.
Un problema al que se enfrenta el personal de enfermería, es la falta de investigación y de evidencia científica en este tema. Es importante que las unidades hospitalarias donde se encuentran ingresados este tipo de niños tengan protocolos actualizados, que sirvan como guía para estas madres1.
CONCLUSIONES
Se debe ofrecer la lactancia materna a demanda a madres con niños que presentan malformaciones maxilofaciales, intentando que el pecho sea siempre la primera opción. Cuando no sea posible, existen algunas alternativas, como el cambio de postura o el uso de dispositivos adaptados a estas patologías.
Cuando aún así, no sea posible, se debe ofrecer a las madres, una alternativa de lactancia, intentando comenzar o recomenzar la lactancia materna en el pecho inmediatamente después de la reparación quirúrgica de la boca.
Es importante también que las unidades neonatales cuenten con protocolos y medidas que sirvan de ayuda para estas madres que quieren dar lactancia materna y no pueden hacerlo, para que las alternativas se hagan tangibles. El personal de enfermería refiere que esto a veces es muy difícil, por la falta de investigación en este tema.
BIBLIOGRAFÍA
- World Health Organization. e-Library of Evidence for Nutrition Actions (eLENA). Donor human milk for low-birth-weight infants. WHO; 2015.
- Sheena R, Julie R, Maya M. Protocolo Clínico de la ABM No 17: Pautas para la lactancia materna en bebés con labio leporino. Medicina de Lactancia Materna. 2013;9(4).
- Recomendaciones sobre la lactancia materna del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, 2012. [Consultado en marzo de 2023]. Disponible en: https://www.aeped.es/comite-nutricion-y-lactancia-materna/lactancia-materna/documentos/recomendaciones-sobre-lactancia-materna.