Lavados nasales en neonatos: ¿son efectivos?

6 febrero 2022

AUTORES

  1. Elisa Peñalva Boronat. Enfermera especialista en Pediatría. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  2. Loreto Martínez Hernando. Enfermera especialista en Pediatría. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  3. Alicia Ballarín Ferrer. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Natalia Sanz Peña. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  5. Ana Carmen Aguado Jiménez. Enfermera especialista en Pediatría. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  6. María Navarro Torres. Enfermera especialista en Pediatría. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

Hasta los seis meses de vida, los lactantes son considerados respiradores nasales. Esto quiere decir que debido a una inmadurez fisiológica, no saben respirar por la boca. Por otro lado, las enfermedades del sistema respiratorio son unas de las más frecuentes en esta edad. En la mayoría de los casos son de origen vírico y uno de los tratamientos más prescritos y utilizados son los lavados nasales, consistentes en la introducción de suero fisiológico por las fosas nasales con una jeringa para aliviar la congestión. Las recomendaciones disponibles según la bibliografía consultada son el uso de suero salino isotónico y aplicar una presión positiva suave a la hora de hacer el lavado. En cambio, el volumen a introducir y la posición del paciente no queda claramente definido, siendo necesarios futuros estudios acerca de éstos aspectos.

 

PALABRAS CLAVE

Líquido del lavado nasal, lactante, infecciones del sistema respiratorio.

 

ABSTRACT

Until six months, infants are considered nasal breathers. This means that due to physiological immaturity, they cannot breathe through their mouths. On the other hand, respiratory tract infections are one of the most frequent at this age. In most cases they are caused by virus and one of the most prescribed and used treatments are nasal lavages, which consist in introducing a saline solution through the nostrils with a syringe to relieve congestion. The available recommendations according to the bibliography consulted are the use of isotonic saline solution and applying a low positive pressure when introducing the solution. On the other hand, the volume to be introduced and the position of the patient is not clearly defined, and future studies will be necessary for these aspects.

 

KEY WORDS

Nasal lavage fluid, infant, respiratory tract infections.

 

OBJETIVO

Resumir la evidencia científica disponible acerca de esta técnica y la mejor manera para efectuar en los lactantes.

 

METODOLOGÍA

Se realiza una revisión bibliográfica de la evidencia científica disponible hasta el momento actual de la técnica de realización de los lavados nasales en lactantes. Las bases de datos utilizadas han sido PubMed, Embase y SCIELO; usando como palabras clave “lavado nasal”, “infecciones del tracto respiratorio”, “lactante” y sus múltiples asociaciones, tanto en inglés como en español. También se seleccionan tres páginas webs de consulta de cuidados pediátricos. Se excluyen aquellos documentos que son anteriores a 2010, utilizándose 12 artículos que cumplían con los criterios de búsqueda.

 

INTRODUCCIÓN

Los problemas de congestión nasal en adultos o niños mayores no tienen mayor complicación que la incomodidad que puede suponer el respirar por la boca. Pero en los más pequeños no sucede lo mismo, ya que los bebés solo respiran por la nariz en condiciones normales1. Fisiológicamente los lactantes respiran por la nariz que dispone de mecanismos para regular la humedad y la temperatura del aire inspirado y sirve de filtro para agentes nocivos. El problema aparece cuando el lactante está congestionado, entonces tiene dificultades para respirar y realizar el intercambio gaseoso. Hasta los seis meses, los bebés son respiradores nasales, esto quiere decir que no saben respirar por la boca 1,2. De ahí que estén muy incómodos cuando tienen la nariz taponada por mocos o secreciones y lleguen incluso a rechazar las tomas de pecho o de biberón y a tener dificultad para dormir, por lo que están más irritables. Existen múltiples patologías que cursan con congestión nasal en esta edad, como la bronquiolitis, infecciones de vías respiratorias altas 2, los catarros … El lavado nasal es una maniobra para eliminar el exceso de moco del lactante cuando éste le dificulta la respiración. Es una técnica muy difundida entre profesionales de enfermería pediátrica que a su vez, forman a los padres para que sepan realizarlos de manera correcta en sus domicilios1,3.

Las vías respiratorias altas de los bebés (fosas nasales, senos paranasales y boca) tienen una estructura inmadura, que irá transformándose y que alcanzará la madurez entre los 13 y los 16 años 2. Mientras tanto, esta inmadurez es la que hace que el sistema respiratorio de un bebé sea diferente. Las características que dificultan la respiración a través de la boca son:

– Pulmones pequeños.

– El paladar blando se encuentra muy cerca de la epiglotis (el cartílago que cierra la comunicación entre la faringe y la laringe e impide que al comer pase el alimento al aparato respiratorio) lo que significa que hay una selladura casi completa de los viaductos de aire que hay dentro de la boca.

– En comparación con niños y adultos, los lactantes tienen la boca tan pequeña que la lengua la llena casi en su totalidad, dificultando el paso del aire.

– Las cuerdas vocales se encuentran en una posición más elevada respecto a las de los niños mayores, lo que le permite respirar aún cuando esté comiendo y evitar que los líquidos lleguen accidentalmente a la tráquea.

– El pequeño diámetro de las fosas nasales hace que cualquier obstrucción dificulta la respiración, la alimentación o el sueño.

Si la nariz se bloquea por el bebé hará el «esfuerzo» de respirar por la boca, pero de manera natural solo le será posible cuando llora, al generar la fuerza suficiente que permita al aire entrar por las vías respiratorias ampliadas (de hecho, cuando no pueden respirar por los mocos el llanto suele ser una vía de oxigenación)2.

En lo referido a respirar por la boca, el lactante estará capacitado para ello a partir de los seis meses, cuando su sistema respiratorio haya adquirido la madurez suficiente. A esa edad los músculos de la lengua, la cara y el paladar se desarrollan, la epiglotis se desplaza hacia abajo para separarse del paladar blando y dejar más espacio3.

Por otro lado, en la edad pediátrica, las infecciones que más consultas al centro de salud generan en los países desarrollados con diferentes estados de gravedad, son las infecciones del tracto respiratorio superior. Generalmente cursan con malestar, congestión nasal, tos, mocos y fiebre. También repercuten en la calidad de vida del paciente, llegando a producir un rechazo o una disminución de las tomas de pecho o de biberón y aumentando la irritabilidad por dificultad respiratoria y falta de sueño4.

Según la bibliografía consultada, los niños suelen tener una media de 6 a 9.

episodios de Infecciones del tracto respiratorio de vías superiores de origen viral al año 5, 6. Estas infecciones generalmente se resuelven en un plazo de 5 a 7 días.

Además, la bronquiolitis es la infección más común de las vías respiratorias inferiores en niños menores de dos años. Esta enfermedad afecta a la vía aérea pequeña y, principalmente, a los bronquiolos, originando edema, aumento en la producción de moco y, por lo tanto, obstrucción. Es la infección del tracto respiratorio inferior más frecuente en el lactante y constituye la primera causa de hospitalización en los menores de dos años, especialmente en menores de doce meses. Se calcula que, durante una epidemia, el 10% de los lactantes contraerán la enfermedad y las tasas de ingreso hospitalario alcanzan entre el 2-5%, con un incremento importante en los últimos 10 años6.

Las recomendaciones para el tratamiento de estas patologías de origen viral, incluyen Lavados Nasales (LN) y la administración de paracetamol si hay fiebre y / o dolor. Ésta técnica consiste en introducir suero fisiológico, o una solución salina, por cada uno de los orificios de la nariz, para expulsar el moco. Los LN se describen generalmente como una técnica segura y eficaz para el tratamiento de la congestión nasal, preferible a otros tratamientos que pueden tener efectos secundarios como antihistamínicos o antiinflamatorios5,7.

Para realizar el LN de forma correcta, se debe:

  • Tumbar al niño boca abajo o hacia arriba, y girar la cabeza hacia un lado, sujetándola para que no la eche hacia atrás.
  • Aplicar el suero fisiológico en el orificio que queda mirando al techo aplicando una presión positiva suave para que el flujo de suero entre bien y con una fuerza adecuada.
  • Parte de las secreciones se expulsarán y otra parte pasará al tubo digestivo.
  • A continuación, hacer lo mismo con el otro orificio2, 9.

 

RESULTADOS

Este trabajo se centra en el uso y la técnica de los NL, que se recomienda por consenso como un tratamiento eficaz para aliviar la congestión en muchas patologías de infecciones respiratorias10. Se identificaron 45 artículos relevantes luego de la revisión bibliográfica; una vez eliminados los duplicados o los referentes a los lavados nasales en otro tipo de patologías, solo 18 cumplieron los criterios de inclusión. Finalmente, la revisión incluyó 11 artículos, de los cuales 2 fueron revisiones sistemáticas y una guía de práctica clínica.

En la gran mayoría de la literatura, se hace referencia a cinco aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de realizar un LN: el volumen a introducir, la necesidad de aplicar presión positiva durante la introducción, el tipo de solución a utilizar y la posición3.

Aunque se desconoce el mecanismo de acción, la mayoría de los expertos coinciden que esta intervención mecánica limpia la mucosa nasal arrastrando el exceso de mucosidad y favoreciendo la eliminación de mediadores de la inflamación (revisión enfermería clínica).

En primer lugar, el volumen a introducir para el lavado. No existe una recomendación única y la cantidad de líquido no está definida2,11,12. La Asociación Española de Pediatría recomienda utilizar dos ml en cada fosa nasal para niños pequeños y cinco ml en niños mayores, pero no define los rangos de edad13.

El uso de presión al introducir el líquido. Se recomienda ejercer una presión positiva baja mientras se introduce el líquido. Actualmente las jeringas son el medio utilizado con mayor frecuencia, pero también tienen ciertas limitaciones. No es posible sellar las fosas nasales del paciente, provocando derrames de solución. Por otra parte, la presión difiere dependiendo de la fuerza que se aplica, y si es excesiva, puede lesionar al paciente. El uso de la presión positiva se justifica para que la distribución de la solución dentro de la cavidad nasal y los senos nasales sea mayor2,4,11.

En cuanto al tipo de solución a utilizar. Existe un consenso en la bibliografía consultada acerca del uso de suero salino isotónico estéril (NaCl 0,9%) o incluso hipotónico, pero no se recomiendan soluciones salinas hipertónicas en los lactantes, ya que pueden asociarse con irritación local3,11,13.

Sobre las preparaciones comerciales que contienen mayor contenido de minerales, como el agua de mar, tampoco existe acuerdo acerca de su uso2,10,11.

Para prevenir el riesgo de contaminación de la solución, se recomienda que se utilicen para cada niño soluciones estériles en jeringas desechables y en envases pequeños2.

Con respecto a la mejor posición para realizar la instilación, en los artículos se nombra el decúbito prono o decúbito supino, pero únicamente la Asociación Española de Pediatría hace referencia a ello, aconsejando la posición que nos permita un mayor control del paciente12.

En último lugar, varios estudios avalan la eficacia de los LN como medio adecuado para el alivio inmediato de los síntomas3,4.

 

CONCLUSIONES

Según las fuentes consultadas, los NL disminuyen el uso de otras técnicas y medicamentos sistémicos, y son una opción eficaz para el alivio de los síntomas agudos de la congestión nasal 3,6,11. Pese a todo, es necesario seguir realizando estudios para concluir la cantidad óptima de suero a introducir y otros aspectos que no quedan claramente definidos en las fuentes consultadas como la posición y la composición del líquido a instilar.

Este trabajo está limitado por la poca bibliografía disponible.

Aunque la evidencia científica disponible para la eficacia de esta técnica es limitada, se concluye que es eficaz para aliviar inmediatamente los síntomas de congestión nasal. También es seguro, barato y disponible en todo el mundo3,4,12.

 

BIBLIOGRAFÍA

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