Manejo de heridas complejas a través de terapia de presión negativa, revisión bibliográfica

16 febrero 2023

AUTORES

  1. Inés Larrosa Espinosa. Enfermera Correturnos del Hospital Royo Villanova. Zaragoza.
  2. Eduardo Espinosa Navarro. Enfermero Medicina Interna del Hospital Royo Villanova Zaragoza.
  3. Noelia Calvo Górriz. Enfermera Servicio de Urgencias del Hospital Royo Villanova. Zaragoza.
  4. Pilar Yanguas Morera. Enfermera Centro de Salud Univérsitas. Zaragoza.
  5. Alexandra Anays Fernández de Landa Santiago. Enfermera Servicio de Urgencias del Hospital Royo Villanova Zaragoza.
  6. Lucia Bosque Giménez. Enfermera Servicio de Urgencias del Hospital Royo Villanova. Zaragoza.

 

RESUMEN

La terapia asistida por vacío o terapia de presión negativa es un sistema no invasivo que consiste en la aplicación de presión subatmosférica mediante un sistema que genera vacío, para promover el cierre de heridas, de distinta etiología, que no se logra por primera intención, proporcionando un entorno húmedo y cerrado, eliminando el exceso de fluidos y favoreciendo, por lo tanto, la cicatrización, optimizando la asistencia sanitaria y reduciendo costos.

 

PALABRAS CLAVE

Terapia de presión negativa, cicatrización, heridas.

 

ABSTRACT

Vacuum-assisted therapy or negative pressure therapy, is a non-invasive system that consists of the application of subatmospheric pressure through a system that generates vacuum, to promote the closure of wounds, of different etiology, that is not achieved by first intention, providing a moist and closed environment, removing excess fluids and therefore promoting healing, optimizing healthcare and reducing costs.

 

KEY WORDS

Negative pressure therapy, healing, wounds.

 

DESARROLLO DEL TEMA

A temperatura ambiente y a una latitud a nivel del mar, un volumen de aire contiene moléculas que se mueven en diferentes direcciones y al azar que ejercen una fuerza igual a la presión atmosférica de 760 mmHg5, para conseguir la presión negativa, se deben de sacar las moléculas de gas fuera de la zona que necesitemos tratar mediante una bomba de succión

La terapia de presión negativa o terapia asistida por vacío, es un sistema de cicatrización de heridas no invasivo, que emplea una presión negativa localizada, mediante el uso de una espuma de poliuretano, de estructura regular de poros abiertos de gran tamaño (400-600 µm)5 que reparte la presión de manera homogénea en toda la superficie de la herida, al aplicar la bomba de succión, el volumen de la espuma se reduce, con el propósito de1-6:

  • Eliminación del exudado y gestión óptima de la humedad del lecho de la herida.
  • Reducción del edema tisular y disminución del fluido intersticial.
  • Aumento de la perfusión sanguínea local.
  • Estimulación del crecimiento de tejido de granulación.
  • Estimulación de la proliferación de fibroblastos y crecimiento de células endoteliales.
  • Reducción de la colonización bacteriana.
  • Disminución del dolor, olor y aumento de la comodidad del paciente al reducir el número de curas.
  • Disminución el tiempo de hospitalización y, por tanto, el gasto sociosanitario6.

 

La aplicación de presión negativa, se remonta al año 1841, Junod aplicaba campanas de vidrio que provocan succión sobre piel sana, con el objetivo de provocar una “Hiperemia terapéutica” para evitar complicaciones postquirúrgicas como seroma, hematoma e infección; en 1966, Médicos Rusos emplearon drenajes con presión negativa para tratar heridas postquirúrgicas, en 1989, EL cirujano plástico Chariker, de EEUU, creó un sistema rudimentario de succión continua mediante un apósito de gasas conectado a succión de pared más recientemente en 1993, Fleischman y Cols, mejora los sistemas anteriores añadiendo la espuma de poliuretano, demostrando que la presión subatmosférica, consiguió una respuesta eficaz en la limpieza de heridas , con una marcada proliferación de tejido de granulación libre de infección en 15 pacientes con fracturas óseas expuestas, consiguiendo también, resultados favorables en el tratamiento del síndrome compartimental. En esa misma década, En EEUU, Louis Argenta y Michael Morukwas, patentaron un dispositivo para la aplicación clínica de vacío, siendo aprobado para su uso clínico por la Food and Drug Administration (FDA) con la marca VAC®, siendo actualmente la alternativa clínica más utilizada para tratar heridas complejas de difícil cicatrización6.

 

El sistema se basa en:

  • Colocación de una pieza que actúa como material de relleno, la espuma de poliuretano, indicadas para colocarse sobre fascias o espumas de polivinilo alcohólico, indicadas para aplicarse sobre vísceras (ya que estas no se adhieren y se retiran con mayor facilidad, sin lesionar órganos)6, ajustada a la superficie de la herida, en tamaño y forma, incluyendo túneles y áreas socavadas, a través de las cuales, pasan los líquidos que fluyen de la herida.
  • Película transparente, de plástico o silicona que separan la herida del medio ambiente y la protegen de la contaminación, es la encargada de proporcionar el hermetismo al sistema y permitir que se forme el vacío por la bomba de succión.
  • Depósito o canister, en el que se recoge el exudado, desechables.
  • Tubo de drenaje, ha de ser no colapsable.
  • Ventosa, dispositivo que se encuentra unido al tubo y que se coloca en contacto con la espuma.
  • Bombas de succión, funcionan con electricidad.

 

Una adecuada valoración es el primer paso para decidir el uso de terapia con VAC®2 Deberá de valorar lo concerniente a la esfera del paciente, herida y demás elementos psicosociales, siendo las principales indicaciones, que responderán de una manera favorable a la terapia con VAC® las enumeradas a continuación:

  • Heridas crónicas como las lesiones ligadas a la dependencia (lesiones relacionadas con presión, fricción y humedad), úlceras vasculares y diabéticas.
  • Heridas agudas como heridas traumáticas, quemaduras, colgajos e injertos.
  • Heridas subagudas como dehiscencias quirúrgicas, heridas abdominales, fasciotomías.
  • Preparación del lecho de la herida previo a la cirugía.
  • Piel perilesional sana, sin maceración.
  • Paciente con buena adherencia al tratamiento.

 

Hay situaciones en los que esta terapia estaría contraindicada, como son3,6:

  • Osteomielitis no tratadas.
  • Fístulas sin explorar.
  • Presencia de escaras o tejido necrótico.
  • Signos de isquemia.
  • Exposición directa de vasos sanguíneos, nervios, órganos o ligamentos.
  • Infección extensa o sin controlar.
  • Alergias o intolerancia al adhesivo.
  • En el caso de Hemorragias activas, hemostasias de difícil control y tratamiento con Anticoagulantes y/o antiagregantes, no estaría contraindicada totalmente, pero sí requerirá mayor control.

 

Durante la aplicación de la terapia pueden surgir complicaciones, que suelen ser infrecuentes si se selecciona la herida correctamente, pueden ser6.

  • Relacionadas con la bomba de succión (fuga u obstrucción),
  • Relacionadas con problemas de la piel, como erosión o maceración, si la espuma no está correctamente ajustada a la herida o intolerancia de la piel a la película transparente.
  • Sangrado en personas anticoaguladas o al retirar la espuma.
  • Dolor, puede ser normal durante los primeros 20 minutos, si se mantiene en el tiempo, puede ser por una presión demasiado alta.
  • Olor intenso por interacción entre la espuma y los fluidos de la herida o por contaminación bacteriana.

 

Una parte indispensable del tratamiento con VAC®, es la evaluación clínica continua, para ello, es necesario contar con un método de medición de la herida que sea exacto y reproducible, nos podremos ayudar con el uso de escalas como RESVECH 2.0 o “El triángulo de evaluación de las heridas” avalado por la World Union of Wound Healing Societies7, si al cabo de una o dos semanas, la superficie de la herida se ha reducido, se tendrá en cuenta la continuación con el sistema VAC®, si no hubiera mejoría, se suspenderá el tratamiento con VAC® y se instaura un tratamiento alternativo, en una etapa posterior, se puede volver a considerar el tratamiento con VAC®.

 

Los pasos a seguir para realizar una cura mediante un sistema de presión negativa son los siguientes:

    • Levante el apósito despegándose de forma suave, retire la espuma, humedeciendo con suero fisiológico si es necesario.
    • Observe la herida y verifique el estado de la misma.
    • Limpie la herida con suero salino, de adentro hacia fuera y de arriba hacia abajo.
    • Seque con toques suaves, sin friccionar.
    • Seleccione el tipo de esponja dependiendo de las características de la lesión. Esponja negra de poliuretano o esponja blanca y suave de polivinilo.
    • Con un bisturí o tijeras estériles recorte la esponja del mismo tamaño y forma que la cavidad de la herida con la finalidad de que ésta contacte con el fondo y paredes de la misma sin producir presión. Si por la forma de la herida queda alguna zona sin rellenar, introduzca trozos de esponja más pequeños, que al sellar la herida actuarán como si fuera una sola esponja.
    • Selle la herida con la esponja y el tubo de drenaje puesto, Es importante poner el apósito adhesivo sobre la piel seca y que cubra más de 5 cm, alrededor de la herida, cuidando que no queden pliegues ni arrugas, para evitar fugas y que pueda realizarse el vacío.
    • Conecte el tubo de drenaje que va acoplado a la bomba de vacío.

 

CONCLUSIONES

El sistema de presión negativa es un sistema no invasivo que emplea una presión negativa localizada, que se puede aplicar de una manera continua o intermitente que favorece la cicatrización en heridas que no responden adecuadamente a los tratamientos convencionales.

Está indicada en lesiones crónicas y agudas, así como preparación del lecho de la herida previa a cirugía.

Las complicaciones son infrecuentes si la enfermería realiza una valoración correcta de que herida es candidata a usar un sistema VAC®.

El uso de terapia de presión negativa, disminuye el tiempo de hospitalización, el confort del paciente y el gasto sanitario.

No hay un protocolo único de actuación del sistema VAC®.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Buendía Pérez J, Vila Sobral A, Gómez Ruiz R, Qiu Shao SS, Marré Medina D, Romeo M, et al. Tratamiento de heridas complejas con terapia de presión negativa: Experiencia en los últimos 6 años en la Clínica Universitaria de Navarra, Pamplona (España). Cir plást ibero-latinoamericana [Internet]. 2011 [citado el 16 de enero de 2023];37:p 65–71. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0376-78922011000500010
  2. Follow G. Sistema de cierre al vacio – recomendaciones de uso [Internet]. Slideshare.net. [citado el 16 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.slideshare.net/lopezcasanova/sistema-de-cierre-al-vacio-recomendaciones-de-uso
  3. Murillo Mena HJ, Pérez Solis MA. Comparación de eficacia entre la terapia de presión negativa al vacío VAC vs cura avanzada en el proceso de cicatrización de hernias ventrales en el HTMC desde mayo del 2018 a enero del 2019. Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; 2019.
  4. Burgos AM. Enfermería en las curas de heridas por vacío. Sistema VAC – Revista Electrónica de Portalesmedicos.com [Internet]. Portalesmedicos.com. [citado el 16 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/3304/2/Enfermeria-en-las-curas-de-heridas-por-vacio.-Sistema-VAC
  5. Imelda LE, Montes F. Intervenciones de enfermería en el manejo avanzado de heridas a través de terapia asistida por vacío [Internet]. Medigraphic.com. [citado el 16 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/enfe/en-2008/en081e.pdf
  6. de Grado TF. GRADO EN ENFERMERÍA [Internet]. Uva.es. [citado el 16 de enero de 2023]. Disponible en: https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/39021/TFG-O-1713.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  7. World Union of Wound Healing Societies (WUWHS), Florence Congress, Position Document. Advances in wound care: the Triangle of Wound Assessment Wounds International, 2016.

 

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