AUTORES
- Marta García García. Graduada en Enfermería. Enfermera en el Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
- Carla Del Val Clariana. Graduada en Enfermería. Enfermera en el Hospital Clínico Universitario. Zaragoza.
- Gloria Colás Velilla. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
- Lucía Bercero Murillo. Graduada en enfermería. Enfermera en el Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
- Adrián Domingo Hurtado. Graduado en Enfermería. Enfermero en el Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.
- Ángel Laín Baile. Graduado en Enfermería. Enfermero en el Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
RESUMEN
El aumento de la esperanza de vida ha provocado que la edad media de la población cada vez sea mayor, lo que conlleva que haya más personas dependientes suponiendo un incremento del número de personas cuidadoras informales. El acto de cuidar a una persona dependiente genera diversas consecuencias en la cuidadora; la detección precoz de los motivos para llevar a cabo el cuidado resulta fundamental para manejar dichas consecuencias.
PALABRAS CLAVE
Cuidadora informal, mayor dependiente, motivo, consecuencia.
ABSTRACT
The increase in life expectancy has meant that the average age of the population is getting older, which means that there are more dependent people, leading to an increase in the number of informal carers. The act of caring for a dependent person generates various consequences for the caregiver; early detection of the reasons for caregiving is essential to manage these consequences.
KEY WORDS
Informal caregiver, dependent elderly, motive, consequence.
INTRODUCCIÓN
Discapacidad es un término complejo que muestra la relación entre las características de las personas y las de la sociedad en la que se encuentra. Este término abarca de forma general deficiencias, limitaciones en la actividad (dificultad para llevar a cabo ciertas acciones) y las restricciones en la participación. Se define como la incapacidad física o mental causada por una enfermedad o lesión. Tiene su origen en el supuesto de la incapacidad para realizar ciertas funciones; sin embargo, no existe disminución en la valía. Padecer algún tipo de discapacidad se relaciona también con la dependencia1.
El término dependencia se entiende como aquel estado en el que se encuentra una persona que, debido a su edad, enfermedad o discapacidad, requiere de atención de otra persona para poder llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Suele estar asociado con limitaciones en la autonomía física, mental, intelectual o incluso sensorial1.
Las personas que, por norma general, suelen encargarse de prestar cuidados de larga duración suelen ser miembros de la familia, convirtiéndose en cuidadoras informales de personas dependientes.
Se entiende como cuidadora informal aquella persona que presta cuidados a otros que se encuentran en situación de dependencia en el domicilio, llevados a cabo por familiares o personas de su entorno, sin ningún tipo de remuneración económica y de forma voluntaria2.
La dependencia no solo tiene impacto en la persona que la padece, sino que también influye de forma directa en su entorno más cercano. Esto da lugar a una sobrecarga física y emocional en su principal cuidadora, lo que se conoce como Síndrome del Cuidador o Cuidador quemado, trastorno que se manifiesta en aquellas personas que desempeñan el papel de cuidar. Consta de manifestaciones físicas, psíquicas, sociales, laborales e incluso familiares. La carga indica agotamiento mental y físico, lo que produce ansiedad ante el cuidado. Los principales síntomas son3:
- En el ámbito físico: Alteraciones en el sueño, problemas musculares, cardiacos, alteraciones gastrointestinales, etc.
- En el ámbito psíquico: Síntomas depresivos, irritabilidad
- En el ámbito social: Apatía, aislamiento.
Existen innumerables motivos que llevan a alguien a convertirse en cuidadora informal de alguien dependiente, los más destacados son4,5:
- Obligación: Sentimiento de obligación de cuidar a sus mayores, por respeto y la necesidad de cuidado que requieren.
- Reciprocidad: Se entiende como la correspondencia mutua entre la persona dependiente y su cuidadora.
- Afecto: En este caso, es el vínculo emocional el que lleva a la cuidadora para llevar a cabo el cuidado.
- Familismo: Creencia de la importancia de la familia, el cuidado se debe a un vínculo sanguíneo.
- Creencias: Influencia que tiene la cultura de la cuidadora para llevar a cabo el cuidado.
- Falta de alternativa.
- Presión social: Influencia de la sociedad o del entorno más cercano de la cuidadora para que ejerza dicho rol.
- Intrínsecos: Aquella que nace del interior de la cuidadora y no depende de factores externos (autoestima, legado, honor).
- Extrínsecos: Aquella ajena a la cuidadora, que están fuera de su control (reconocimiento, reputación, apego, miedo).
Por otra parte, además del aspecto moral y la responsabilidad familiar de los motivos mencionados anteriormente, existen otras razones menos comunes para convertirse en cuidadora informal5:
- Altruismo: El cuidado se realiza de forma desinteresada
- Gratitud: La gratitud de la persona dependiente es la que lleva a la cuidadora a llevarlo a cabo
- Culpa: culpabilidad por situaciones anteriores
OBJETIVO
El principal objetivo de este estudio es analizar la relación existente entre los motivos que llevan a la cuidadora informal de una persona dependiente a realizar el cuidado y las consecuencias para la misma, tanto positivas como negativas.
METODOLOGÍA
Se ha llevado a cabo una revisión integradora de la literatura, cumpliendo con los elementos fundamentales de este tipo de estudios.
La búsqueda se ha llevado a cabo en bases de datos nacionales e internacionales: Public Medline (Pubmed), Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL), PsycInfo, Cuiden Plus, Literatura latinoamericana en ciencias de la salud (LILACS) y SCOPUS.
En cada una de las bases de datos, se usó una cadena de búsqueda usando términos de los correspondientes tesauros y términos libres, así como etiquetas de campo, truncamientos y operadores booleanos que posibilitaron el equilibrio entre la especificidad y la sensibilidad de la búsqueda.
RESULTADOS
Tras examinar la información más relevante de los artículos, los resultados han sido agrupados con el fin de facilitar su comprensión:
Motivo para el cuidado: obligación:
La obligación como principal motivo para el cuidado aumentó los niveles de sobrecarga subjetiva (62%) y de ansiedad (23%)6. Sin embargo, esta asociación no es generalizada7.
Además, a mayor nivel de dependencia y sentimiento de apego con la persona dependiente6, existe un mayor nivel de obligación por parte de los cuidadores, lo que provoca un incremento en su ansiedad.
Han sido documentadas otras consecuencias negativas, como los síntomas depresivos y, positivas ya que las cuidadoras tenían una valoración muy favorable del cuidado y esto aumentaba su satisfacción personal8.
Motivo para el cuidado: reciprocidad:
Los cónyuges respecto a otros vínculos familiares tienen mayor sentimiento de reciprocidad con la persona dependiente, el cual aumenta con la edad y el nivel de dependencia de la persona cuidada, lo que genera un aumento en la sobrecarga7. Sin embargo, en la muestra alemana8, el vínculo familiar entre el cuidador y la persona dependiente provoca que la sobrecarga percibida por el cuidador disminuye.
Motivo para el cuidado: afecto y falta de alternativa:
Los cuidadores cónyuges de la persona dependiente, a pesar de referir mayor sobrecarga debido al cuidado, evalúan el mismo de forma positiva. Son los que proporcionan el mayor número de horas al cuidado y los que menos tendencia tienen a pedir ayuda a otros cuidadores (ya sean formales o informales)9.
Por su parte, los cuidadores que son hijos de la persona dependiente, aseguran tener menor sentimiento de satisfacción respecto al cuidado que proporcionan y niveles más elevados de sobrecarga. Prestan cuidados durante 16 horas de media semanales (lo que supone el 33% de los prestados por los cónyuges). Éstos son más propensos a solicitar ayuda a otros cuidadores9.
Motivo para el cuidado: familismo:
El síntoma psicológico más extendido3,9 es la sobrecarga subjetiva debido a los problemas de conducta de la persona dependiente, seguida de la depresión (14%) y la ansiedad (9%). La relación de familismo y desacuerdos en el cuidado, aumentan la carga del cuidador y generan problemas físicos como el insomnio, dolores de espalda o gastrointestinales3.6. Sin embargo, esta asociación no es generalizada, en la muestra estadounidense, el familismo disminuye la carga subjetiva10.
Además, los cuidadores afirman que lo que afecta a su salud mental es el comportamiento de su familiar; sin embargo, un alto sentimiento de apoyo social percibido obtienen efectos positivos, aumentando el nivel de satisfacción y una autoevaluación positiva del cuidado11.
Motivos para el cuidado: creencias:
Los cuidadores poseen estudios primarios, una edad media de 53 años y sus creencias sobre el cuidado son las tradicionales dentro de su cultura.
Estas características, junto al inicio del cuidado en edad temprana y la mala relación con la persona receptora de los cuidados, aumentan la depresión y estrés percibido por los cuidadores de la muestra12.
Motivos extrínsecos e intrínsecos:
Los motivos extrínsecos de las cuidadoras para el cuidado son fundamentalmente el reconocimiento por parte del entorno más cercano, lo que provoca un aumento en la sobrecarga subjetiva. A ese reconocimiento se debe sumar un mayo sentimiento de reputación, dando lugar a consecuencias como ansiedad, depresión, o incluso sentimientos de enfado con la persona dependiente. Si bien en algunos casos las cuidadoras mostraron sentimientos de satisfacción por el cuidado como consecuencia positiva13.
En cuanto a los motivos intrínsecos, destaca el apego como justificación del cuidado, de manera que el sentimiento de apego a la persona dependiente disminuye la sobrecarga subjetiva en un contexto anglosajón y disminuye el enfado, la ansiedad y la depresión en contexto español13.
CONCLUSIÓN
- Los motivos más frecuentes para llevar a cabo el cuidado son la obligación, reciprocidad, afecto, familismo y motivos extrínsecos e intrínsecos:
- Cuando el motivo para el cuidado es la obligación, la sobrecarga subjetiva aumenta.
- Cuando el motivo se trata de la reciprocidad, hay menos probabilidad de padecer sobrecarga.
- Respecto al afecto como principal motivo para el cuidado, disminuye la sobrecarga como consecuencia negativa y aumenta la satisfacción personal como consecuencia positiva, aunque existen pocas evidencias sobre este aspecto.
- El familismo se asoció con mayor sobrecarga y depresión; sin embargo, también aumentaba la satisfacción personal y la gratificación.
- Los motivos intrínsecos están más ligados a la satisfacción del cuidado y en menor medida a la sobrecarga, síntomas depresivos o ansiedad en las cuidadoras, mientras que en los extrínsecos predominaban las consecuencias negativas ante las positivas.
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