Prevención escolar de tabaco, alcohol y otras drogas.

1 diciembre 2022

AUTORES

  1. Paula Matías Díaz. Graduada en Enfermería. Enfermera en el Hospital Universitario San Jorge en Huesca.
  2. María Guirado Sariñena. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Huesca.
  3. Clara Barlés Sauras. Diplomada en Trabajo Social y Graduada en Educación Social. Recurso Protegido para Mujeres Víctimas de Violencia de Género del IAM.
  4. María Barlés Rivera. Graduada en Enfermería. Enfermera en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.)
  5. Cristina Portilla Sauras. Graduada en Enfermería. Clínica Corachan de Barcelona.
  6. Andrea Barlés Sauras. Diplomada en Enfermería. Enfermera en el Centro de Salud Perpetuo Socorro de Huesca.

 

RESUMEN

El consumo de tabaco, alcohol y otras drogas supone un problema prioritario en la salud pública, a causa de sus altos niveles de morbilidad y mortalidad que, a su vez, podrían prevenirse. Además de las consecuencias de su consumo a largo plazo, es importante destacar los efectos a corto plazo que producen en los jóvenes, los cuales se asocian con violencia y suicidio, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y problemas de salud mental. (1)

La actuación de los padres también juega un papel fundamental en la aplicación de esta educación preventiva. Es necesario que sean capaces de escuchar a sus hijos y razonar con ellos, seguir su desarrollo escolar y atender cualquier problema que pueda surgir, además de informarles acerca de este tema, teniendo en cuenta siempre la edad de los niños para saber cómo abordarlo adecuadamente.

 

PALABRAS CLAVE

Tabaco, alcohol, drogas, adolescentes.

 

ABSTRACT

The consumption of tobacco, alcohol and other drugs is a priority problem in public health, due to its high levels of morbidity and mortality that, in turn, could be prevented. In addition to the long-term consequences of its consumption, it is important to highlight the short-term effects that it produces in young people, which are associated with violence and suicide, unwanted pregnancies, sexually transmitted diseases, and mental health problems.

The performance of parents also plays a fundamental role in the application of this preventive education. They need to be able to listen to their children and reason with them, follow their school progress and deal with any problem that may arise, in addition to informing them about this issue, always taking into account the age of the children in order to know how to deal with it properly.

 

KEY WORDS

Tobacco, alcohol, drugs, teenagers.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El consumo de tabaco, alcohol y otras drogas supone un problema prioritario en la salud pública, a causa de sus altos niveles de morbilidad y mortalidad que, a su vez, podrían prevenirse. Además de las consecuencias de su consumo a largo plazo, es importante destacar los efectos a corto plazo que producen en los jóvenes, los cuales se asocian con violencia y suicidio, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y problemas de salud mental1.

Según “Edades”, una encuesta sobre alcohol y drogas realizada en España cada dos años, la edad de inicio del consumo de drogas como el alcohol y el tabaco en el 2017 era de 16,6 años. Mientras que, en cuanto a las drogas ilegales, la edad de inicio de consumo de cannabis, que es la sustancia que empieza a consumirse a una edad más temprana, era de 18,4 años.

Ya que el inicio de la experimentación con sustancias aditivas se produce en edad escolar, la escuela tiene un papel muy importante en su prevención, con la ventaja de que los programas que se implementan en este ámbito llegan a la mayoría de los jóvenes, a sus familiares, e incluso a la comunidad1.

La actuación de los padres también juega un papel fundamental en la aplicación de esta educación preventiva. Es necesario que sean capaces de escuchar a sus hijos y razonar con ellos, seguir su desarrollo escolar y atender cualquier problema que pueda surgir, además de informarles acerca de este tema, teniendo en cuenta siempre la edad de los niños para saber cómo abordarlo adecuadamente. Es importante que los padres sean conscientes de que los niños aprenden por imitación y de que ellos son su modelo a imitar. Por ello, un factor positivo en su educación sería reducir el consumo habitual de drogas legales, como el alcohol o el tabaco, en su presencia2.

De esta forma, entendemos que la drogodependencia está directamente relacionada con la situación educativa de las personas, y es por este motivo que creemos que la educación preventiva debe llevarse a cabo a lo largo de todo el periodo escolar, sin esperar a rangos de edad en los que los factores de riesgo aumentan debido a aspectos de madurez personal, como la autoestima, la autonomía, la responsabilidad, la resistencia a la presión de grupo, las habilidades sociales etc., por lo que es importante facilitar a los niños la adopción de estilos de vida saludables, proporcionando información adecuada, teniendo en cuenta las diversas características del alumnado3.

La información específica sobre drogas, considerando que el programa de educación preventiva va dirigido a alumnado preadolescente que finaliza la Educación Primaria, se centrará en mayor medida en el tabaco y el alcohol, ya que por el hecho de contar con mayor aceptación social y por ser drogas más económicas y de fácil adquisición, hace que sean las más próximas a los jóvenes en este tramo de edad, en el que comienzan los primeros contactos sociales que podrían favorecer su consumo3.

Por lo general, a la edad de 11 y 12 años se suelen tener actitudes contrarias al consumo, inclusive a las drogas legales, sin embargo, posteriormente se adoptan conductas de gran tolerancia hacia el uso de sustancias tóxicas, lo que daría paso a una etapa experimental, que o bien acabará convirtiéndose en un consumo esporádico, o bien, más tarde se convertirá en un consumo habitual que generará dependencia3.

Según la OMS una droga es cualquier sustancia que, administrada al organismo por cualquier vía, es capaz de crear una alteración en el funcionamiento normal del sistema nervioso central; además, al igual que el alcohol, es capaz de crear dependencia y adicción. Existen tanto drogas ilegales como drogas legales, estas últimas están muy introducidas en la sociedad2.

 

TABACO:

El tabaco es una droga legal que proviene de una planta; la cual, en el momento en el que se secan sus hojas, queda en su interior un componente alcaloide muy adictivo que recibe el nombre de nicotina4.

Existen dos variedades importantes de la nicotina: Nicotina Tabacum, de la cual se extrae el tabaco comercial y Nicotina Rústica la cual no se emplea debido a su sabor amargo. El tabaco se suele emplear para fumar, pero también se puede masticar o aspirar2.

El humo del tabaco presenta gran cantidad de sustancias nocivas para la salud tales como alquitrán, monóxido de carbono, nicotina y potentes irritantes de la mucosa orofaríngea4.

 

ALCOHOL:

El alcohol etílico o etanol es una sustancia psicoactiva líquida de olor característico, incoloro y soluble en agua. Se caracteriza por tener la capacidad de deprimir el sistema nervioso central pudiendo llegar a crear adicción. En función de la dosis que se consume puede crear desde sensación de euforia y optimismo, aumento de la sociabilidad hasta la depresión de los centros respiratorios y vasomotor4.

Un gramo de alcohol aporta siete kilocalorías al organismo, las cuales se denominan “calorías vacías” debido a que no van acompañadas de un aporte nutritivo4.

Hoy en día, en nuestro país se considera una droga legal y altamente aceptada, ya que es una sustancia económicamente asequible. Se conoce que tres cuartas partes de la población la consume de manera esporádica.4.

Así mismo, es una de las drogas que más problemas sociosanitarios causa como son dependencia, enfermedades digestivas, enfermedades cardiovasculares, absentismo escolar o laboral, entre otros5.

Se considera bebida alcohólica a toda bebida en cuya composición exista etanol de forma natural o añadido cuya concentración sea igual o mayor al 1% del volumen5.

 

CLASIFICACIÓN:

Las sustancias psicoactivas pueden clasificarse de numerosas formas:

SEGÚN SU LEGALIDAD:

  • Drogas legales: también consideradas drogas sociales. Su consumo se encuentra legalizado por las instituciones de una gran parte de los países, aunque en ocasiones cuentan con restricciones, como la edad, para su libre comercialización. Son ejemplos el alcohol y el tabaco2,6.
  • Drogas ilegales: son aquellas cuya producción y consumo se encuentra penalizado y no están socialmente aceptadas. Por ejemplo: LSD o heroína6.

SEGÚN SU ACEPTACIÓN SOCIAL:

  • “Drogas blandas”: se conoce coloquialmente así a aquellas drogas socialmente aceptadas, legales y percibidas como menos perjudiciales, tales como el cannabis, el alcohol o el tabaco7.
  • “Drogas duras”: son aquellas que en teoría producen un mayor impacto sociosanitario ya que sus efectos a largo plazo son mayores; por ejemplo: cocaína, heroína o LSD7.

Otros criterios bajo los que se pueden agrupar son2:

  • Por su origen: naturales y sintéticas.
  • Por su estructura química.
  • Por su acción farmacológica.
  • Por sus manifestaciones clínicas.
  • Por su consideración sociológica.
  • Por su peligrosidad para la salud; para la cual se tienen en cuenta los siguientes criterios:
    • El daño físico causado al individuo por la droga2.
    • La capacidad de la droga de causar dependencia2.
    • Los efectos de las drogas en las familias, las comunidades y en la sociedad2.

Sin embargo, debido a la complejidad de tantos criterios clasificatorios lo recomendable sería seguir la estipulada por la OMS:

SEGÚN SU EFECTO EN EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL:

  • Estimulantes: aquellas que aceleran la actividad del sistema nervioso central.
  • Depresoras: disminuyen o retardan el funcionamiento del sistema nervioso central.
  • Alucinógenas: se caracterizan por su capacidad de producir distorsiones en las sensaciones y alterar marcadamente el estado de ánimo y los procesos de pensamiento.

 

EFECTOS DEL ALCOHOL Y LAS DROGAS:

Como anteriormente hemos mencionado la forma recomendada por la OMS para la clasificación de drogas es mediante los efectos que producen en el sistema nervioso central, por eso a continuación procedemos a especificar de forma más completa dichos efectos.

ESTIMULANTES:

Provocan euforia, desinhibición, menor control emocional, irritabilidad, agresividad, menor fatiga, disminución del sueño, excitación motora, inquietud. Entre ellas encontramos2,6.

  • COCAÍNA: conocida coloquialmente como “nieve”, “tiro”, “farlopa” o “raya”. La forma principal de consumo es intranasal (esnifada), aunque también se puede fumar (crack).

Los principales efectos son: aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, reducción del sueño y pérdida del apetito, aumento de la actividad muscular y de la temperatura corporal, sudoración, temblor y fatiga muscular.

Los efectos son de corta duración por lo que tras su desaparición sufren un estado de cansancio y apatía que incita de nuevo al consumo2.

  • NICOTINA: es una sustancia muy adictiva con una vida media de acción muy corta (tan sólo dos horas). Entre los efectos a corto plazo encontramos fatiga, mayor riesgo de anginas y constipados, color amarillento de dedos y dientes, mal olor de boca y aliento, entre otros, mientras que a largo plazo se observan un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, labio, boca, faringe, esófago y vejiga, bronquitis, enfisema pulmonar y problemas cardiovasculares2.
  • METANFETAMINAS: se conocen como “meth”, “hielo”, “kristal” o “speed”. Se pueden consumir por vía oral en forma de comprimidos.

Los consumidores presentan conductas estereotipadas, movimientos repetitivos, sequedad de boca y vértigo y temblores. También se muestra una tendencia a un aumento de la irritabilidad, convulsiones y temblores, ansiedad, paranoia y agresividad. Cuando se ceden los efectos se produce un efecto rebote2.

  • MDMA (éxtasis): son comprimidos con colores, imágenes o logotipos llamativos a los que se denomina vulgarmente «pastillas». Se consumen normalmente en ambientes festivos y sociales. Los efectos varían según el consumidor, pero a nivel general producen confusión, ansiedad, agresividad, visión borrosa, anorexia y taquicardia; a su vez, presentan efectos alucinógenos leves (producen alteraciones del color o la textura, pero no objetos irreales). Tras su retirada produce un estado depresivo con inclinaciones suicidas2.
  • XANTINAS: son la cafeína, la teína y la teobromina. Se encuentran en el café, hojas de té y el cacao respectivamente.

 

DEPRESORAS:

Producen alteración de la concentración y en ocasiones del juicio, relajación, sensación de bienestar, sedación, apatía e hipotensión. Entre ellas se encuentran, entre otros2,6.

ALCOHOL: es seguramente la droga de uso más extendido por su aceptación social. Existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las fermentadas (vino, cerveza o sidra) y las destiladas (ron, whisky, vodka, coñac o ginebra).

Cualquier consumo de alcohol en menores de edad se considera un consumo de riesgo, aunque se encuentra de forma habitual en los espacios y tiempos de ocio de adolescentes y jóvenes2. Entre sus efectos encontramos la desinhibición, riesgo de traumatismo por caídas, euforia o somnolencia.

CANNABIS: el cannabis se distribuye de tres formas distintas: marihuana (hojas secas y flores); hachís (resina producida por la planta de cannabis o hirviendo esta planta) y aceite de hachís. La forma de consumo más habitual es fumada o inhalada, aunque también puede ser oral.

Los consumidores presentan una actitud de euforia con tendencia a la risa fácil, pérdida de la noción del tiempo, pensamientos difusos e inconexos, aumenta la percepción de sonidos y colores y si el consumo es elevado puede producir alucinaciones y psicosis paranoide. Tras esta etapa de euforia le sigue una depresiva con aumento de sueño. El consumo fumado produce un aumento de la frecuencia cardiaca, mientras que el consumo oral puede producir intoxicación por la combinación con otras sustancias o alimentos2.

HEROÍNA: es el opiáceo ilegal más utilizado como droga de abuso. Se consume por vía inhalada, fumada o por vía parenteral; aunque la forma más habitual es la vía intravenosa, la cual conlleva un riesgo de contraer enfermedades como VIH o Hepatitis.

La primera etapa tras el consumo se denomina «luna de miel´´ sintiendo el consumidor una sensación de placer muy intensa a los pocos segundos sientes un estado de sedación y euforia que desaparecen de forma progresiva a largo plazo producen un sentimiento depresivo, falta de interés y egocentrismo. El consumo de dosis elevadas produce una sobredosis que pueden desencadenar en la muerte por una depresión respiratoria2.

 

ALUCINÓGENOS:

Modifican el estado de consciencia, el pensamiento, el estado de ánimo y, especialmente, la percepción. Su característica más peculiar es su capacidad para inducir visiones o alucinaciones. Existen abundantes compuestos con propiedades alucinógenas, tanto sintéticos como naturales, tales como el peyote, la PCP o la psilobicina; aunque el más común es el LSD2,6.

LSD: comúnmente conocido como tripis, se consume disolviendo en agua. Es el alucinógeno más potente. El consumidor sufre unos efectos que se denomina «viaje´´ que consta de dos fases:

Una primera fase que tiene un cuadro característico de síntomas alteraciones de la percepción, mayor vivacidad de los colores y las formas de los objetos, sensibilidad por los detalles, deformaciones de los objetos, distorsiones de la realidad, de las formas, pseudoalucinaciones, alteración en la percepción del propio cuerpo, ideas delirantes y confusión mental. Se produce una desorganización tan severa del pensamiento que desencadenar en una gran ansiedad y una crisis de despersonalización conocida como «mal viaje´´.

En la segunda fase se produce se produce una disminución de los efectos anteriormente mencionados que se alternan con períodos de realidad, cuando se produce la desaparición de todos los efectos el consumidor conserva un recuerdo bastante exacto del proceso vivido2.

 

CONSECUENCIAS DEL ALCOHOL Y LAS DROGAS EN ESCOLARES:

Las consecuencias que conlleva el hecho de consumir alcohol u otras drogas tiene gran relevancia en la etapa escolar, ya que el cerebro en estas edades aún no ha terminado de desarrollarse y puede influir en él de manera negativa; por lo quees en esta edad cuando es necesaria la prevención de la drogodependencia.

Los problemas más comunes que pueden producirse son los siguientes:

  • Patología social: las bebidas alcohólicas y otras drogas son un instrumento de socialización, ya que facilitan las relaciones humanas y se utilizan para aliviar el estrés

causado por la competencia y consumo de la sociedad hoy en día; sin embargo, su abuso provoca dependencia y alteración en las relaciones sociales8,9,10.

  • Patología familiar: el consumo abusivo de bebidas alcohólicas por parte de uno de los miembros de la familia va a aportar unos perjuicios en el resto de los componentes del núcleo familiar. Existe mayor consumo de bebidas alcohólicas e incluso de otras drogas en los niños que ven a sus padres hacerlo, ya que ellos lo asocian como algo “normal”, que no es perjudicial para la salud. Sin embargo, a la larga, pueden sufrir crisis de ansiedad, miedos, insomnio, rebeldía, frustración, introversión u otras actitudes negativas, además de ser víctimas de cambios de carácter y conductas inadecuadas por parte de los padres8,9,10.
  • Violencia juvenil: el consumo abusivo de estas drogas puede provocar incremento de la irritabilidad personal, desencadenando episodios de agresividad, estados de violencia o maltrato.

Las drogas interfieren en los sistemas cerebrales y producen una desinhibición que facilita la manifestación de las conductas agresivas, lo cual provoca actuaciones impulsivas, sin uso de la razón.

Existe una gran relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y la intimidación, agresiones sexuales, agresiones en la calle, también hay un elevado número de suicidios (autoagresiones)8,9,10.

  • Fracaso escolar: esto es debido a que el alcohol y las drogas afectan negativamente en la memoria, la concentración y el aprendizaje, por lo tanto, obtienen resultados más bajos en su rendimiento escolar8,9,10.
  • Conductas sexuales de riesgo: el alcohol es la sustancia más consumida y que más influye en la conducta sexual, se utiliza para reforzar la confianza y produce desinhibición, lo cual puede conllevar a la incapacidad de pensar racionalmente y a la pérdida de control. Otras drogas actúan como estimulantes sexuales incrementando el deseo sexual. Tiene importantes repercusiones en la salud pública debido al riesgo de contraer VIH, así como otras enfermedades de transmisión sexual y al incremento de los embarazos no deseados11.
  • Situaciones de marginación social y aislamiento: ya que se produce una pérdida de identidad social, cambios en la propia persona y en su entorno, aparecen conductas inadecuadas que pueden llevar a la pérdida de amistades.8,9,10.

Además de hacerse vulnerable otros riesgos físicos y psíquicos que afectan la salud y bienestar de las personas12.

  • Enfermedades infecciosas: hepatitis y VIH.
  • Trastornos cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardiaco, HTA y miocardiopatías.
  • Daños cerebrales: alteraciones neuropsiquiátricas, riesgo de infarto cerebral.
  • Daños psicológicos: ansiedad, depresión, desarrollo de esquizofrenia.
  • Enfermedades respiratorias: sobre todo asociados al consumo de cannabis.
  • Trastornos del sistema endocrino: retrasos de maduración y de crecimiento.
  • Trastornos gástricos: gastritis, vómitos y alteraciones del tránsito intestinal.
  • Cáncer: principalmente en la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, colon, recto, hígado y mama.
  • Otros daños en el organismo: problemas dentales, insomnio, convulsiones,insuficiencia hepática, etc.

 

DRUNKOREXIA:

También llamada ebrioexia o alcohorexia.

Del inglés “drunk” estar bebido, y del sufijo –orexia, apetito.

Se trata de un trastorno alimentario, que describe los comportamientos sintomáticos de la anorexia nerviosa y la bulimia combinados con el abuso del alcohol. Consiste en no ingerir alimentos para poder beber alcohol sin aumentar de peso. Afecta principalmente a chicos y chicas jóvenes que se preocupan mucho por la imagen13.

A la vez que se incrementa el consumo de alcohol en forma de atracón, hace que dejen de comer durante horas o durante todo el día para compensar las calorías ingeridas.

Suele estar relacionado con personas que han sufrido trastornos alimentarios (anorexia o bulimia nerviosa) y también en personas con depresiones y que tienen miedo a ganar peso13. Principales síntomas14.

  • Afecta a los hábitos alimenticios.
  • Se saltan comidas regulares, para compensar las calorías y apaciguan el hambre con el alcohol.
  • Tienden a contar las calorías, revisar las etiquetas y envases de los alimentos.
  • Si la ingesta de alcohol es excesiva, revelan síntomas de confusión mental, cambios de humor, sudoración, etc.
  • Gastan mucho dinero.

Consecuencias14:

  • Presión social: deseo de beber y divertirse y, por otro lado, necesidad de mantenerse delgadas.
  • Desnutrición: el alcohol entra al torrente sanguíneo más rápido con el estómago vacío y, por lo tanto, aparecer síntomas de intoxicación alcohólica, problemas estomacales, confusión, etc. También beber mucho alcohol puede causar desnutrición.
  • Tumores: la ingesta de alcohol está relacionada. También es perjudicial para el hígado y puede llegar a producir cirrosis hepática.
  • Daño neurológico: puede influir en las capacidades cognitivas, como la memoria y la concentración.
  • Adicción: ocurre si se abusa del alcohol, el alcoholismo afecta al SNC y puede causar enfermedad hepática, problemas digestivos, problemas cardiacos, lesiones oculares y disfunción sexual.

Tratamiento14:

Requiere una intervención multidisciplinar que tenga en cuenta la alteración alimenticia y la posible dependencia al alcohol.

 

FACTORES QUE ELEVAN EL RIESGO DE CONSUMO:

A nivel general:

Fácil accesibilidad: aunque actualmente está prohibida la venta de estas sustancias a menores de 18 años, éstos pueden acceder fácilmente a ellas en establecimientos que las venden de manera ilegal o pidiéndole a personas mayores de edad que se las compren8.

Entorno familiar y social: el entorno familiar, los problemas familiares y el entorno social (presión de grupo) juegan un papel importante a la hora de consumir drogas8.

Los problemas familiares, las familias desestructuradas o un entorno familiar en el que los padres tomen drogas delante de los hijos, facilita el inicio temprano de los adolescentes8.

Bajo nivel socioeconómico: está relacionado con el lugar de residencia, el nivel educativo y la compañía. Hay desconocimiento sobre los recursos disponibles para evitar el consumo. En general, ocurre en lugares donde ni la información ni la ayuda necesaria están al alcance para evitar el abuso de estas sustancias y el conocimiento de sus efectos secundarios8.

En la etapa de desarrollo físico, emocional, psicológico y sociológico8:

Sentimiento de invulnerabilidad: debido a los cambios físicos y hormonales crean una sensación de invulnerabilidad y fortaleza.

Curiosidad: experimentar nuevas sensaciones, la adolescencia es una etapa de cambios y aprendizaje y deseo de saber que se siente bajo los efectos de las drogas.

Imitación: esto es debido a que muchos jóvenes tienen el ejemplo en casa y por la presión de grupo.

Afán de independencia: ocurre por el deseo de ser mayores, necesidad de alejarse del entorno familiar para fortalecer las relaciones con otros entornos con personas de su edad y con las que poder identificarse. Esto puede perjudicar seriamente, ya que conlleva a realizar conductas que se realizan sin pensar en las consecuencias que puede tener.

 

BIBLIOGRAFÍA

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