Recomendaciones de enfermería para pacientes con reservorio subcutáneo.

14 junio 2021

AUTOR

  1. Jéssica Asín Valimaña, Diplomada Universitaria en Enfermería, Hospital Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

El reservorio es un modo efectivo de acceder a una vía venosa central en pacientes que necesitan recibir tratamiento intravenoso por un largo periodo de tiempo, o tratamientos agresivos para la integridad venosa.

Su inserción se realiza mediante intervención radiológica vascular, por lo que el paciente debe conocer el procedimiento, pero posteriormente también ha de conocer su uso y sus cuidados.

Al ser un dispositivo que han de llevar implantado, genera incertidumbre y miedos a su portador sobre la imagen corporal, posibles infecciones, presencia de dolor ante el procedimiento de punción de éste, que pueden resolverse mediante una adecuada educación por parte de enfermería.

 

PALABRAS CLAVE

Catéteres de permanencia, educación continua en enfermería, cateterismo venoso central.

 

ABSTRACT

The reservoir is an effective way to access a central venous line in patients who need to receive intravenous treatment for a long period of time, or aggressive treatments for venous integrity.

Its insertion is performed by vascular radiological intervention, so the patient must be familiar with the procedure, but subsequently must also know how to use and care for it.

As it is a device that has to be implanted, it generates uncertainty and fears in the patient about body image, possible infections and the presence of pain during the puncture procedure, which can be resolved by means of adequate education on the part of the nursing staff.

 

KEY WORDS

Catheters, indwelling, education, nursing, continuing, catheterization, central venous.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El reservorio subcutáneo se inserta en un bolsillo creado debajo de la piel, por debajo de la clavícula del paciente, a través de la yugular o subclavia, hasta la vena cava superior1, mediante un catéter conectado con el puerto. El puerto es una cápsula de titanio o acero inoxidable con polietileno con un tamaño variable según el dispositivo, pero aproximadamente equivalente a una moneda, que posee en su interior una membrana de silicona o poliuretano2.

Para su introducción se realiza una pequeña intervención quirúrgica con anestesia local, mediante una canalización del catéter por la técnica de Seldinger e implantando la cápsula a través de una pequeña incisión a unos centímetros de la clavícula y realizando un pequeño bolsillo para su alojamiento bajo la piel. De esta manera, el dispositivo queda cubierto y con menor posibilidad de complicaciones por infección3.

El reservorio subcutáneo no sólo es válido para la introducción de tratamientos intravenosos, sino también para la extracción sanguínea.

El objetivo principal de enfermería con el paciente es una correcta explicación y formación sobre el procedimiento, autocuidado en el proceso de curación y posterior mantenimiento, y atender las dudas que surjan a la hora de su punción.

 

PREVIA IMPLANTACIÓN; Explicar y aclarar adecuadamente:

  • El procedimiento que se va a llevar a cabo, y las características del dispositivo.
  • La posibilidad de dolor o incomodidad ante los movimientos de la zona de inserción.
  • El cambio de autopercepción en cuanto a la imagen, ya que el dispositivo se apreciará a través de la piel.
  • Las ventajas de la implantación del reservorio, frente a las otras posibilidades de administración, ya que se trata de un método seguro y efectivo.
  • Las dudas y temores que el paciente presente, dedicándole el tiempo adecuado y sin restar importancia a lo que nos manifieste de manera verbal.

 

CURACIÓN:

  • Es necesario explicar al paciente la manera de curar la herida. Existen dos posibilidades en cuanto a las curas, de manera que, si se le aplica un apósito hidropermeable, no deberá manipularlo en unos cinco a siete días. En cambio, si se utiliza un apósito normal, se curará de manera diaria con antiséptico, como la povidona yodada, volviendo a tapar de nuevo4.
  • Siempre hay que mantener una técnica aséptica cada vez que se manipule el dispositivo.
  • Enseñar los tipos de complicaciones que debe detectar y cómo hacerlo.
  • Explicar al paciente que existen guías expresamente para ellos5,6.

 

POSTERIOR USO Y MANTENIMIENTO:

Tanto durante la curación, como en el uso posterior y mantenimiento es preciso enumerar al paciente las complicaciones que pudieran producirse, de manera comprensible y adecuada para cada paciente.

 

POSIBLES COMPLICACIONES:

  • INFECCIÓN: La más habitual. El paciente debe conocer los síntomas que se asocian tanto a una infección local (rubor, zona sensible, tumefacción, fluctuación de la herida, calor en la zona), como a infección sistémica, si la infección se ha extendido (presencia de fiebre y malestar, como más predominantes).
  • TROMBOSIS: Es una posible complicación, pudiendo formarse en la zona distal del catéter o el punto donde se inserta la aguja, lo que como resultado produce oclusión, infección o incluso si el trombo se desprende, puede producir tromboembolismo pulmonar, aunque no es frecuente. Para evitar todo esto, se hepariniza el dispositivo tras su uso7.
  • MIGRACIÓN DEL CATÉTER O ROTACIÓN DEL PORTAL: En ocasiones puede suceder que la cápsula se movilice e incluso se de la vuelta, es una complicación reversible que no supone mayor riesgo. Para ello, enseñar al paciente el tacto de la cápsula, porque nadie como el paciente sabe lo que siente y cómo lo siente8.
  • EXTRAVASACIÓN DE SOLUCIONES: Al extravasarse el tratamiento se puede producir una necrosis en los tejidos, precisando una rápida suspensión de la administración y retirada del Gripper (aguja para punción de reservorio), administrando en caso de quimioterapia el antídoto si se dispone, incluso un lavado subcutáneo. Los signos de alarma que el paciente debe conocer son: escozor o dolor, ardor, enrojecimiento o inflamación en la zona de punción9.

Por parte de enfermería sería conveniente realizar un plan de cuidados individual para cada paciente, partiendo de un estandarizado y ajustándose a las necesidades de éste.

 

CONCLUSIONES

Resulta imprescindible que el paciente comprenda el motivo de usar este dispositivo, su mantenimiento y cuidado.

En ocasiones el paciente adopta la posición de simple portador, pero en la mayoría de las ocasiones se transforman en grandes expertos, de manera que entre los cuidados de enfermería en la utilización del reservorio y los conocimientos y sensaciones del paciente, se consigue el mejor ambiente de compenetración para el mantenimiento del dispositivo y la satisfacción del paciente. Éste no solo se siente receptor del tratamiento, sino parte importante de las acciones que se le realicen.

Por todo ello es imprescindible que el paciente consiga su autonomía en cuanto a sus cuidados y un afrontamiento eficaz de la situación, sin temor ni ansiedad, para lo que enfermería realizará una apropiada educación continuada basada en la evidencia científica, utilizando un lenguaje adecuado y un plan de cuidados particular para las necesidades de cada paciente.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Granziera E, Scarpa M1, Ciccarese A, Filip B, Cagol M, Manfredi V, et al. Totally implantable venous sturi devices: retrospective studies of different insertion techniques and predictors of complications in 796 devices implanted in a single institution. BMC Surg. 2014; 14: 27-36.
  2. Servicio de Salud de Asturias. Catéter reservorio. Asturias: Servicio de Salud del Principado de Asturias [Internet] 2010 [09-02-2018] Disponible en: https://www.asturias.es/Astursalud/Ficheros/AS_Calidad%20y%20Sistemas/AS_Calidad/SEGU RIDAD%20DEL%20PACIENTE/C%C3%A1teteres%20reservorio.pdf
  3. Antonio Álvarez, J., Omar Villalba, W., Pastor Encina, W., Blasdimir Vega, R. Reservorio venoso subcutáneo. Rev Cir Parag [Internet] 2012 [13-05-2018] 36 (2): 14-16.Disponible en: http://scielo.iics.una.py/scielo.php?pid=S2307- 04202012000200003&script=sci_arttext&tlng=es
  4. Dirección General de Calidad. Guía de recomendaciones al paciente: cuidados de los catéteres de larga duración. Madrid: Comunidad de Madrid [Internet] 2006 [09-02-2018]. Disponible en: http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobhe adername1=ContentDisposition&blobheadervalue1=filename%3D32_CuidadosCat%C3%A9teres_LowRes.pdf&blob key=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1352883451001&ssbinary=true
  5. Cotilla JM, Prieto J, Frigolet P. Protocolo de uso y mantenimiento del reservorio venosos subcutáneo. Enfermería Global [internet]. 2008 [citado 24 Feb 2017]; 7(2):1-8. Disponible en: http://revistas.um.es/eglobal/ article/view/19601/18971
  6. Jaén M, Ramos MJ, Gómez R. Guía de salud: recomendaciones para personas con catéter reservorio subcutáneo elaborada con metodología de guía de práctica clínica. Rev Paraninfo Digital [internet]. 2008 [ citado 27 Feb 2017]; (5). Disponible en: http://www. index-f.com/para/n5/p038.php
  7. Bertoglio, S., Solari, N., Meszaros, P., Vassallo, F., Bonvento, M., Pastorino, S., et al. Efficacy of normal saline versus heparinized saline solution for locking catheters of totally implantable long-term central vascular access devices in adult cancer patients. Cancer Nursing. 2012; 35 (4): 35-42.
  8. Pernia A. Accesos Venosos (Port-a-cath). En: Torres LM, Neira F, Ortega JL, Echevarría M. Actualizaciones de anestesiología, reanimación y tratamiento del dolor. Cádiz: A.A.E.A.R.; 2014.p.548-550.
  9. Steiert A, Hille U, Burke W, Gohritz A, Zilz S, Herold C, Vogt PM. Subcutaneous wash-out procedure (SWOP) for the treatment of chemotherapeutic extravasations. J Plast Reconstr Aesthet Surg. 2011; 64(2): 240-247.

 

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