AUTORES
- Elena Pe Aliaga. Grado de enfermería. Enfermera en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
- Pilar Gallardo Doñate. Diplomatura de Enfermería. Hospital Miguel Servet de Zaragoza
- Sira García Carvajal. Grado de Enfermería. Enfermera en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
- Amaya Mardones Fuente. Diplomatura de Enfermería. Enfermera en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
- Santiago Fernández- Giro Torrado. Grado de Enfermería. Enfermero EAP en Zaragoza.
- Paula Camps Guerrero. Grado de enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN: Cada vez es más frecuente el uso de los diferentes tipos de contenciones en el ámbito hospitalario. Estas, pueden conllevar una serie de riesgos en el paciente si la elección y su aplicación no se realiza de forma adecuada. Por ello, es necesario la revisión y actualización, si fuese necesario, de los protocolos ya existentes.
METODOLOGÍA: Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos disponibles en internet mediante palabras claves y operadores booleanos, seleccionando los artículos más relevantes para el tema principal.
RESULTADOS: En el ámbito hospitalario y más concretamente en las unidades psiquiátricas, existen diferentes tipos de contención que se deben adecuar a las múltiples y diversas situaciones dadas.
Para su adecuada selección, se debe tener en cuenta las recomendaciones o protocolos existentes en estos servicios, preservando en todo momento la seguridad y los derechos fundamentales del paciente y su entorno.
CONCLUSIÓN: El personal sanitario debe ser consciente del riesgo que conlleva la implantación de cualquier tipo de contención, tanto para el paciente como para su entorno. Y para ello, es muy importante, ante cualquier situación que requiera de una contención, la formación tanto en la elección como en el modo de aplicación.
PALABRAS CLAVE
Contención, unidad psiquiátrica, contención mecánica.
ABSTRACT
INTRODUCTION: The use of different types of restraints in the hospital environment is becoming more and more frequent. These can entail a series of risks for the patient if the choice and application are not carried out properly. Therefore, it is necessary to review and update, if necessary, the existing protocols.
METHODOLOGY: A bibliographic search was carried out in different databases available on the Internet using keywords and Boolean operators, selecting the most relevant articles for the main topic.
RESULTS: In the hospital setting, and more specifically in psychiatric units, there are different types of containment that must be adapted to the multiple and diverse situations.
For their adequate selection, the recommendations or protocols existing in these services must be taken into account, preserving at all times the safety and fundamental rights of the patient and his or her environment.
CONCLUSION: Healthcare personnel must be aware of the risk involved in the implementation of any type of restraint, both for the patient and for the patient’s environment. For this reason, it is very important, in any situation requiring restraint, to be trained in both the choice and the mode of application.
KEY WORDS
Containment, psychiatric unit, mechanical containment.
INTRODUCCIÓN
Según la Real Academia Española, el concepto de contener hace referencia al hecho de reprimir o sujetar el movimiento o impulso de un cuerpo. Como existen diversas formas de contención (ambientales, verbales, farmacológicas y físicas o mecánicas)
El uso de los diferentes tipos de contenciones es muy frecuente en el ámbito hospitalario y especialmente, en las unidades y servicios de psiquiatría.
Dichas unidades, requieren de la existencia de protocolos y recomendaciones para su correcta ejecución y que deben priorizar en todo momento la seguridad y los derechos fundamentales tanto del paciente, como de su entorno, como del personal sanitario.
METODOLOGÍA
Para la realización de este artículo, se ha llevado a cabo una búsqueda en los Descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS) de las palabras clave y empleando los operadores booleanos «and» y «or», La búsqueda se ha realizado entre diversas bases de datos disponibles en internet.
Como criterios de inclusión se han seleccionado: artículos en español, de acceso gratuito, de no más de 10 años y que aportaran información relevante sobre el tema seleccionado.
De entre los artículos que cumplían los criterios se realizó finalmente una selección de aquellos que resultaban más idóneos para el desarrollo del artículo.
RESULTADOS
La aplicación de una contención a un paciente son actuaciones sanitarias en un medio sanitario y, por lo tanto: actos médicos sobre pacientes.
La necesidad de contención de un paciente deriva de su estado de AGITACIÓN:
- Pone en peligro su integridad física y la de los que le rodean.
- Puede imposibilitar el programa terapéutico
- Puede deteriorar el mobiliario y aparataje médico.
Su aplicación se debe efectuar ante situaciones como: agitación psicomotriz, confusión o desorientación, violencia, impulsividad de riesgo (suicidio) o como medida de autocontrol.
Para garantizar una aplicación correcta, se debe de tener en cuenta una serie de criterios previos1 (Anexo 1).
Fases de contención:
1ª: C. Ambiental.
2ª: C Ambiental + C. Verbal.
3ª: C. Ambiental + C. Verbal + C. Farmacológica.
4ª: C. Ambiental + C. Verbal + C. Farmacológica + C. Mecánica.
• Realizar una buena prevención primaria y una detección precoz. CONTENCIÓN AMBIENTAL.
El control de los factores ambientales es una de las medidas de prevención primaria más eficaz, ya que pueden ser los desencadenantes en muchas ocasiones de las situaciones problemáticas (tiempo excesivo de espera, las interrupciones frecuentes) y que influyen en los pacientes susceptibles, pudiendo provocar reacciones desproporcionadas. En los pacientes psicóticos o con otras enfermedades mentales es importante la buena adherencia al tratamiento para prevenir episodios agudos en los que sea necesaria la contención física.
Es muy importante, que el profesional sanitario sea capaz a través de la observación y conociendo la historia del paciente, detectar cualquier indicio que desencadenan en una conducta violenta. Existen múltiples reacciones verbales y no verbales que pueden alertar de un episodio violento como, por ejemplo: aumento del tono muscular (apretar los puños o sentarse en el borde de la silla) o el empleo de un tono de voz grave, amenazante y con expresiones vulgares o soeces.
Para ello, es fundamental la preparación y formación continua de los diferentes profesionales que se encuentran en atención directa con estos pacientes.
Entre las diferentes aplicaciones que pueden llevarse a cabo, destacar, entre otras muchas, las siguientes:
- Restricción de estímulos: eliminar y/o reducir el número de estímulos provocadores de respuestas agresivas o violentas (pe: esperar en una sala silenciosa).
- Cambiar de entorno social: – 1. Introduciendo alguna persona en el contexto para que su presencia impida la realización de determinadas respuestas (pe: figura de autoridad, una figura de fuerza, una figura significativa para el paciente).
- Sacar del contexto a las personas provocadoras, querulantes o que presenten confrontación con el paciente, posibilitar y/o facilitar respuestas incompatibles con la agitación y/o alternativas (pe: realizar alguna actividad física como pasear, fumar, llamar por teléfono).
- Posibilitar y canalizar la manifestación de malestar, demandas, desacuerdos…: tanto verbalmente como por escrito (pe: escucharle, remitirle a «Atención al paciente», citarle con el Juez).
- Ayudar la realización de respuestas desactivadoras: como relajación muscular, técnicas respiratorias.
- Formalizar un contrato verbal conductual en el que se explicite tanto las conductas no permitidas como las esperadas, así como las consecuencias que se seguirán de la emisión o no de tales conductas, dentro del marco de la Institución donde nos movemos.
• Aplicar todas las medidas alternativas existentes. CONTENCIÓN VERBAL Y CONTENCIÓN FARMACOLÓGICA2.
Como ya se ha nombrado anteriormente, antes de aplicar una contención física existen otras alternativas como la contención verbal y farmacológica que pueden ser suficientes sin necesidad de privar al paciente de su derecho a la libertad.
CONTENCIÓN VERBAL.
Tiene como finalidad el «enfriamiento» de la situación y lo clasificamos como la segunda medida a adoptar.
Para ello será importante: Invitar y conducir a la persona a un área privada dónde poder hablar. Tomar asiento a la misma altura. Escuchar atentamente dejando que exprese la irritación antes de responderle y sin intentar calmarle. Mantener una actitud firme, acogedora, sin evitar el contacto visual, y utilizando un tono de voz calmado y de bajo volumen. Tener una actitud abierta acerca de lo que está mal o debería hacerse. Empatizar con la persona irritada cuando la hostilidad se haya reducido, sin necesidad de mostrar acuerdo, pero sí reservándose tus propios juicios sobre lo que debería o no hacer. Expresar tus propios sentimientos respecto a su proceder y pedirle que en sucesivas ocasiones se conduzca de otro modo. Si se percibe que no puede afrontar la situación, pedir ayuda y no continuar intentándolo a solas.
CONTENCIÓN FARMACOLÓGICA.
Su uso está indicado en aquellos casos de agitación severa en los que la contención verbal no es eficaz o suficiente frente a la conducta del paciente/usuario, poniendo en peligro su integridad física o la de los que le rodean. La contención farmacológica debe ser aplicada siempre según criterio médico con indicación del fármaco y dosis adecuada.
• Aplicar contención mecánica sólo cuando es estrictamente necesario y en el caso de tener que aplicarla, hacerlo con un protocolo establecido, conociendo bien la técnica, el instrumental necesario y con las garantías técnicas y legales necesarias. CONTENCIÓN MECÁNICA.
Se entiende como contención mecánica a todas aquellas medidas de restricción de movimientos cuya finalidad es conseguir una sujeción física de un paciente, como medida extrema para evitar daños al propio paciente, a otras personas y el entorno físico que lo rodea. Estas medidas se aplican cuando el paciente no es capaz de controlar su comportamiento y es responsabilidad de los profesionales proporcionarle dicho control. Dado que se trata de una intervención no carente de riesgos, hay que garantizar que su uso sea cuando sea realmente necesaria, su duración sea lo más breve posible y su aplicación se desarrolle en condiciones óptimas para el paciente.
Toda contención mecánica requiere la prescripción médica como una orden no farmacológica, que deberá constar en la hoja de prescripción activa del paciente. En caso de urgencia, la enfermera responsable del paciente tiene la autoridad para contener y comunicará esta medida al médico responsable en el plazo más breve posible. Además, es necesaria la comunicación a la familia, dejando en todo caso constancia en la Historia Clínica.
Las intervenciones deberán estar ordenadas secuencialmente conforme a un plan de actuación pre acordado según los recursos con que se cuente3.
A. Asegurar la dotación y el equipamiento:
a. Número de personas: mínimo de cuatro profesionales.
b. Material: exclusivamente sistemas homologados.
B. Distraer al paciente: se deberá vigilar y distraer la atención del paciente. Se le informará con asertividad del procedimiento adaptando esta información a su estado. C. Preparación del personal: Se colocará a una distancia adecuada, fuera de su espacio personal y fuera del lado dominante. Debe despojarse de todo objeto peligroso para su integridad física y la del paciente (gafas, joyas, etc.).
D. Evitar público: ya que el paciente puede adoptar una posición más desafiante que la que tendría si estuviera sólo, además de la protección de su intimidad.
E. Se recomienda mantener al paciente en una habitación individual para minimizar estímulos ambientales.
F. Valorar la necesidad de acompañamiento familiar.
La duración de la contención mecánica debe ser del menor tiempo posible, a medida que el paciente se va tranquilizando se le deben ir retirando sujeciones.
Se debe registrar minuciosamente la razón de la contención, la duración, el curso del tratamiento, la respuesta del paciente y los cuidados de enfermería correspondientes en la historia clínica.
CONCLUSIÓN
Según la información proporcionada por el informe emitido por El Comité de Bioética de Aragón, el 17 de diciembre de 20144 es importante incidir sobre la idea de que la contención supone un conflicto ético de los principios de:
– autonomía: limitación de la libertad del paciente en contra de su voluntad.
- de beneficencia: deseo bienintencionado de protección al paciente, a su entorno y autoprotección física y legal del personal.
- de no maleficencia: no podemos asegurar que su uso no produzca daño, dolor ni sufrimiento.
- de justicia: desde el punto de la no discriminación.
Por ello, a la hora de aplicar una contención, bien sea farmacológica o mecánica, se debe insistir en la confirmación de que sea estrictamente necesario, siempre como un recurso de carácter excepcional y cuando se hayan agotado otras medidas alternativas, y siempre, basándonos en el protocolo que cada servicio o unidad tenga aprobado.
Además, se debería insistir desde el Departamento de Sanidad, bienestar social y familia del gobierno de Aragón, en la necesidad de fomentar la formación a los profesionales que puedan estar involucrados en un cualquier tipo de contención.
BIBLIOGRAFÍA
- Protocolo de contención mecánica. Unidad de psiquiatría. HIC. Dirección General de Asistencia Sanitaria. SES [Internet]. Febrero 2017. Disponible en: http://www.areasaludbadajoz.com/PROTOCOLO_DE_CONTENCI%C3%83Nbadajoz.pdf
- Marco Marco J, Vicente Edo MJ, Comel Cortés P, Sicilia Tornos A, Bordaje Sotillos J, Sanjuan -cuartero R, et al. Protocolo de sujeción física, de aplicación en atención domiciliaria y centro asistenciales sociales y sanitarios. Departamento de sanidad, bienestar social y familia. Gobierno de Aragón [ Internet]. Enero 2014. Disponible en: http://www.iacs.es/wp-content/uploads/2017/04/DBE-Protocolo-sujeciones-fisicas.pdf
- López Fernández I, Alonso Fernández J, del Valle García M, González Llana RM, González Iglesias I, García Prada H, et al. Protocolo de contención de pacientes. Unidad de coordinación del Programa Marco de Salud Mental (UCOSAM). Servicio de Salud del Principado de Asturias [ Internet]. Disponible en: https://www.astursalud.es/documents/31867/234596/ContencionPacientes.pdf/aff3e9b1-a517-f17f-f0aa-dbde01e6ddb1.
- Declaración del comité de bioética de Aragón sobre las sujeciones físicas y farmacológicas en el ámbito social y sanitario. Comité de Bioética de Aragón [Internet]. Disponible en: https://www.aragon.es/documents/20127/674325/CBA_201501.pdf/b2d608f1-3dda-0ef2-8bd3-22cc7a28d9a
ANEXOS
Anexo 1. Algoritmo de aplicación de contención. Gobierno de Aragón.