AUTORES
- Paloma Luna López. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
- Ana Isabel Lobera Moreno. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
- Isabel Sánchez Castañosa. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
- Irene Pérez-Caballero Abad. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
- Cristina Rodríguez Espeso. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
- Henar León Huertas. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
RESUMEN
El retraso en la curación de heridas difíciles, de gran superficie, abiertas o con gran exudado supone un gran desafío para el personal sanitario, en especial, enfermería. Esto contribuye a un aumento del dolor, morbilidad, tratamiento prolongado y aumenta la posibilidad de cirugía reconstructiva posterior, o la dificultad, lo que supone una enorme carga social y financiera.
La terapia VAC de presión negativa favorece la curación de las heridas mediante el aumento de la circulación sanguínea local, la reducción del edema, la proliferación del tejido de granulación, la disminución de la carga bacteriana o la aproximación de los bordes de la herida. A través de los mecanismos de macrodeformación, drenaje de fluidos, estabilización del ambiente y microdeformación, numerosos tipos de heridas (agudas, crónicas, traumáticas, pie diabético, injertos) son tratadas con éxito. La terapia VAC ha sido probada como un método costo-eficiente, seguro y efectivo, en el que la mayoría de las complicaciones son prevenibles.
PALABRAS CLAVE
Terapia de presión negativa para heridas, enfermería, cicatrización de heridas.
ABSTRACT
Delayed wound healing in difficult, open wounds or with great exudate is a major concern for healthcare workers, specially, nurses. It leads to increased pain, morbidity, prolonged treatment, and requires major reconstructive surgery which imposes enormous social and financial burden.
VAC therapy with negative pressure assists wound healing by increasing local blood flow, stimulating granulation tissue, decreasing oedema and bacterial load or approaching the edges of the wound. Through macrodeformation, fluid drainage, stabilizing the environment and microdeformation, several kinds of wounds (acute, chronic, traumatic, diabetic foot, grafts) are successfully healed. VAC therapy has been proven a safe, cost-efficient and effective method in which most of the complications are preventable.
KEY WORDS
Negative-pressure wound therapy, nursing, wound healing.
DESARROLLO DEL TEMA
DEFINICIÓN:
La terapia VAC, también conocida como terapia de heridas con presión negativa (NPWT), consiste en una esponja de espuma de poliuretano, un adhesivo semioclusivo que cubre la esponja, un sistema de recolección de fluidos y un sistema de succión que ejerce presión subatmosférica en toda la herida. La esponja (categorizada en dos subgrupos: GRANUFOAM, WHITEFOAM) se recorta para cubrir heridas de cualquier tamaño y regularidad. Los poros de la esponja (de entre 400 a 600µm) aseguran la distribución uniforme de la presión negativa a lo largo de toda la superficie de la herida. Una vez sellado con el apósito adherente transparente, se conecta al sistema de succión que aplica presión negativa continua o intermitente de entre -50 y -200 mmHg. Los cambios del dispositivo se suelen realizar cada tres días1,2.
APLICACIONES:
La terapia VAC es un método alternativo de curación de heridas que utiliza la presión negativa para preparar la herida para la curación por primera intención, disminuyendo la necesidad de reconstrucción posterior (injertos)2.
Dicha terapia puede aplicarse en heridas traumáticas (desde abrasiones hasta incisiones, desgarros o incluso heridas con pérdida de tejido o daño óseo y de órganos internos), como preparación quirúrgica (mejorando la epitelización previa a un injerto), para reducir el riesgo de infección, el tiempo de curación, morbilidad asociada a heridas duraderas, el coste, la duración de la hospitalización e incrementar el confort del paciente2,3.
Se recomienda tanto para heridas agudas, como crónicas, para heridas con trastornos en la curación, dehiscencias, UPP, síndrome de pie diabético, injertos, quemaduras2,4.
Numerosos estudios reflejan el elevado porcentaje y disminución del tiempo de curación de las heridas después del uso de la terapia VAC, así como la reducción significativa del riesgo de infección y la disminución del coste a largo plazo del tratamiento2,4,5.
MECANISMOS DE ACCIÓN1,2,3,6:
Los principales mecanismos de acción por los que es efectiva la terapia VAC son los siguientes:
- Macrodeformación: la presión subatmosférica aplicada a la esponja la reduce en tamaño aproximadamente en un 80%, que, al estar cubriendo la totalidad de la superficie de la herida, produce también la reducción de ésta. Todo ello depende de los tejidos circundantes, la tensión preexistente o la presencia de exceso de piel que aumenta la velocidad de curación.
- Drenaje de fluidos: la succión aplicada por el sistema VAC contribuye a drenar fluido extracelular que produce una disminución del edema, lo que contribuye a fomentar la respuesta proliferativa celular necesaria para la cura de la herida. También ayuda a disminuir la presión causada por la acumulación de fluido en torno a los vasos sanguíneos, que sería beneficioso para aumentar la perfusión de la herida. Finalmente, también ayuda a eliminar las toxinas presentes en el exudado.
- Estabilización en el ambiente de la herida: fomentado por la posibilidad de espaciar las curas (3 días), comparado con curas diarias que precisan otro tipo de apósitos. La cubierta de poliuretano es impermeable a proteínas y microorganismos, lo que previene la colonización bacteriana y ofrece un ambiente húmedo y a temperatura constante limitando las transferencias de calor y la evaporación de agua.
- Microdeformación: de las células, como elemento clave en la terapia VAC, que es lo que promueve la proliferación celular, angiogénesis y la formación de tejido de granulación.
COMPLICACIONES1,2,7:
La mayoría de las complicaciones son prevenibles, podemos diferenciar entre:
- Mayores
- Síndrome de shock tóxico: raramente descrito.
- Fístula entérica: al aplicar la esponja directamente sobre órganos expuestos.
- Inestabilidad hemodinámica: en grandes heridas por la succión de elevadas cantidades de fluido.
- Menores
- Sangrado: cuando se coloca el VAC directamente sobre un gran vaso sanguíneo o una herida sangrante. Al retirar la esponja, si se ha adherido al lecho de la herida debido a una rápida proliferación del tejido de granulación. Especialmente en pacientes anticoagulados.
- Dolor: que puede disminuirse con presiones crecientes o terapia continua frente a la intermitente, así como aumentando la frecuencia de cambio de la esponja o la aplicación de suero salino en la retirada de la misma.
- Olor: puede ser la primera señal de infección. Es necesaria una adecuada limpieza de la herida. A veces la aplicación de un apósito de plata entre la herida y la esponja puede contribuir.
- Infección: que puede ser prevenida mediante un adecuado desbridamiento del tejido previo a la colocación del VAC y a respetar las técnicas estériles en los cambios de esponjas.
- Lesión de tejidos adyacentes: asegurar la correcta colocación de los dispositivos, que la esponja no sobrepase el lecho de la herida y que el tubo de succión no apoye sobre prominencias óseas. Reacción alérgica al adhesivo.
- Restricción de la movilidad, disconfort, mal manejo del sistema por parte del paciente o fallo del sistema de sellado.
CONTRAINDICACIONES1,2,7:
- Absolutas
- Malignidad: la presión aplicada por el VAC puede estimular el crecimiento del tumor o un aumento del riesgo de expansión de las metástasis.
- Aplicación directa sobre estructuras vitales expuestas: puede producir fístulas, erosiones, hemorragia.
- Osteomielitis sin tratar.
- Presencia de tejido necrótico.
- Relativas
- Tejido isquémico: la presión subatmosférica reduce transitoriamente la perfusión de la herida.
- Piel frágil: que puede deteriorarse más rápidamente con los cambios de adhesivo.
- Tejido infectado/desvitalizado: debe tratarse previamente a la aplicación del VAC.
- Pacientes en tratamiento con anticoagulantes, con trastornos de la coagulación o heridas con sangrado activo.
- “Red Flags” durante la aplicación:
- Excesivo sangrado.
- Dolor elevado.
- Signos de infección: fiebre, pus, olor, exudado.
- Reacción alérgica al adhesivo.
CONCLUSIONES
La terapia VAC es una buena alternativa al tratamiento habitual de heridas complejas y puede ser usado como coadyuvante, previo a la cirugía, para conseguir mejores resultados. Ofrece beneficios a largo plazo en cuanto a coste y efectividad. Mejora la posibilidad de curación de heridas por primera intención, reduce el tiempo de curación y la posibilidad de infección, mediante la estabilización del ambiente de la herida, la reducción del edema, la carga bacteriana y mejorando la perfusión tisular y estimulando la formación de tejido de granulación. Además, se han descrito pocas complicaciones en su utilización, la mayoría de las cuales son transitorias o prevenibles.
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