AUTORES
- Marta Minguillón Enfedaque. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- Paula Sánchez Ríos. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza).
- Leticia Lezcano Villarte. Enfermera Hospital Universitario de Guadalajara.
- Jessica Serrano Knodel. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza).
- Álvaro Hernández Palacios. Enfermero Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
RESUMEN
Existen diversos trastornos de personalidad y todos ellos conllevan un sufrimiento del sujeto y en ocasiones, como sucede con el narcisista, también crean un sufrimiento en el entorno. En el caso del trastorno narcisista, suele ser a través del entorno como se llega a saber que hay un sujeto padeciéndolo, ya que estos no creen necesitar ayuda de los profesionales de la salud mental.
La diferencia fundamental entre el narcisista y los otros es que el sujeto narcisista tiende a demostrar estabilidad emocional, lo que para muchos y equivocadamente sea un indicativo de una buena salud mental para la mayoría.
PALABRAS CLAVE
Trastorno narcisista de la personalidad, salud mental, trastorno de la personalidad.
ABSTRACT
There are various personality disorders and all of them entail suffering for the subject and sometimes, as happens with the narcissist, they also create suffering in the environment. In the case of narcissistic disorder, it is usually through the environment that one comes to know that there is a subject suffering from it, since they do not believe they need help from mental health professionals.
The fundamental difference between the narcissist and the others is that the narcissistic subject tends to demonstrate emotional stability, which for many and is mistakenly indicative of good mental health for the majority.
KEY WORDS
Narcissistic personality disorder, mental health, personality disorder.
DESARROLLO DEL TEMA
El trastorno narcisista de la personalidad destaca por el hecho de que el sujeto cree ser superior a los demás o al menos superior que la mayoría; la falta de empatía, el trato condescendiente o vejatorio y la falta de humildad son también características de dicho trastorno. Aquellos que padecen dicho trastorno difícilmente acuden a un psicólogo, ya que consideran que tienen la razón absoluta; y, por tanto, no sienten necesidad de ello. Por el contrario y paradójicamente, muchos de los que acuden al profesional son precisamente quienes conviven con individuos narcisistas. Por consiguiente, los narcisistas sienten una imperiosa necesidad de ser admirados y adulados por los demás¹.
A menudo los narcisistas padecen de carencias afectivas al no poseer capacidad de vinculación emocional; no sienten interés real por los demás. Es bastante común que amigos y familiares se muestran en cierto modo como admiradores sorprendidos por el halo de confianza que desprende el narcisista, así como por su enorme autoestima¹.
En psicología para la definición de personalidad se entienden dos líneas de pensamiento: en la primera de ellas, se reconoce como personalidad a la parcela de funcionamiento personal que se encuentra consolidada, con una generalidad y coherencia que se mantiene en los distintos tiempos y situaciones sociales; en la segunda, se determina como todo lo que identifica al ser humano, incluyendo su estilo de vida, reacciones sociales, motivaciones, creencias y su concepción del mundo. Se considera trastorno de personalidad a los errores de socialización dañinos para otros sin mediar necesariamente problemas biológicos¹.
El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales, erráticos o eróticos), conocida históricamente como megalomanía. Se da en las primeras etapas de la edad adulta y se caracteriza por una pauta de grandiosidad, necesidad de admiración, falta de empatía y una enorme sensibilidad en cuanto a la evaluación de los demás. Al igual que en los otros trastornos de la personalidad, encontramos tres grandes características: gran inflexibilidad que les dificulta aprender conductas, acciones que fomentan círculos viciosos y una gran fragilidad ante situaciones de estrés1,2.
En el DSM-5 3 se diagnostica este trastorno si se dan cinco o más de los siguientes hechos (la mitad más uno, al igual que ocurría en el DSM-3R y el DSM-4):
- Sentimientos de prepotencia o grandeza.
- Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal.
- Cree que es “especial” y único, también piensa que solo pueden comprenderse o solo puede relacionarse con personas especiales o de alto estatus.
- Necesidad excesiva de admiración.
- Muestra un sentimiento de privilegio (expectativas no razonables de tratamiento especialmente favorable o cumplimiento de sus expectativas).
- Explota las relaciones interpersonales en beneficio propio.
- Carece de empatía.
- Con frecuencia envidia o cree que los demás sienten envidia de él.
- Muestra comportamientos o actitudes arrogantes y de superioridad.
En el DSM-3R,2,3 se proponía como síntoma «sentimiento de rabia, vergüenza o humillación ante las críticas» y en el DSM-42,3 no se encuentran grandes diferencias en cuanto al diagnóstico del trastorno. Aunque el trastorno narcisista de la personalidad se considera de gravedad leve, este puede derivar, entre otros, en un trastorno paranoide; el cual, sí se tiene por grave, ya que podría ocasionar brotes psicóticos periódicos e irreversibles.
A la hora de la evaluación, se realiza una entrevista estructurada o semiestructurada y es importante la distinción entre problemas situacionales y rasgos de la personalidad; puesto que uno de los criterios específicos de la diagnosis de un trastorno de personalidad es su estabilidad en el tiempo. También ha de evitarse que el clínico se forme una primera impresión del paciente; dado que, de ocurrir así, podría el experto inconscientemente dirigir la entrevista hacia lo que ve, amén de distorsionar la información recibida, en especial cuando se cree que el paciente pueda poseer también algún otro trastorno psicológico. A pesar de todos esos posibles prejuicios en la entrevista, la ventaja de poder observar directamente al paciente es imprescindible para un diagnóstico de trastorno de personalidad4.
Una de las entrevistas más utilizada es la SCID (Structure Clinical Interview) extraída a partir del DSM-3. Esta consta de 124 cuestiones que cubren 103 criterios y se la suele acompañar de un autoinforme, ya sea para medir trastornos de personalidad o cualquier otro trastorno psíquico o incluso para medir la personalidad normal (una de las características de los trastornos de personalidad es que el individuo manifiesta malestar subjetivo). Se recomienda que todo esto vaya acompañado por información aportada de una tercera persona1,2 Tyrer et al. (1991) creen que todos los pacientes deben ser diagnosticados de trastorno de personalidad y trastorno mental simultáneamente; dado que ambos tipos de trastornos aparecen conjuntamente y se suelen presentar comorbilidades1,2.
Se proponen finalmente sistemas dimensionales para el diagnóstico de los diferentes trastornos; en ellos se observa que el trastorno narcisista de la personalidad no presenta neuroticismo, salvo en caso de pacientes psiquiátricos. Tampoco muestran cordialidad ni minuciosidad. En cambio, lo que sí se vislumbra en las personas con dicho trastorno es extraversión y apertura. Al contrario que en la mayoría de los trastornos, también observamos que el trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por ser estable emocionalmente1,2.
En cuanto a cuestiones etiológicas y epidemiológicas, no se ha observado que afecten a trastorno narcisista valores biogenéticos; por lo que se descartarían dichos valores como factor influyente; sin embargo, sí que observamos factores ambientales que podrían causar o fomentar el trastorno como son el estatus de hijo único, las conductas explotadoras aprendidas y la indulgencia y sobrevaloración parental1,2.
En cuanto a comorbilidades con otros trastornos de personalidad, T. Millon2 presenta posibles trastornos mixtos narcisista-histriónico y narcisista-antisocial y, respecto a los del eje I, incluye el trastorno afectivo distémico, los trastornos somatoformes y los trastornos paranoides, así como reacciones ansiosas agudas. El DSM-3R en cambio, mostraba una correlación con el trastorno histriónico, el de personalidad límite, el antisocial y estados de ánimo deprimidos1,2
CONCLUSIONES
El trastorno narcisista de la personalidad es uno de los trastornos de personalidad más difíciles de tratar y de detectar; ya que, aunque es fácil de reconocer, los que lo padecen no acostumbran a acudir a profesionales de salud mental, lo que dificulta su diagnóstico. Sin embargo, al presentar posibles comorbilidades con otros trastornos, tanto de personalidad como psicológicos, así como al poder darse episodios violentos y suicidas, debe tratarse a los que sufren trastorno narcisista.
A pesar de la estabilidad emocional que caracteriza al trastorno narcisista, no debemos olvidar que es realmente muy dañino, no solo para el que lo padece por el sentimiento de soledad e impulsos suicidas o agresivos; sino también para su entorno, dado que la falta de empatía y la tendencia a la utilización de los demás creará un entorno pernicioso también.
BIBLIOGRAFÍA
- Belloch A, Sadín B, Ramos F. Manual de psicopatología vol. 2. Primera edición en español. Madrid: Mcgraw-hill; 2009
- Del Barrio Gándara V. Evaluación psicológica aplicada a diferentes contextos. Madrid: Universidad Nacional de Educación a distancia (UNED); 2003
- Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013.
- Regader B. Trastorno Narcisista de la Personalidad: ¿cómo son las personas narcisistas? El perfil psicológico del Trastorno Narcisista de la Personalidad. https://psicologiaymente.net/clinica/trastorno-narcisista-de-la-personalidad