Tuberculosis.

30 octubre 2021

AUTORES

  1. Marta Navarro Egea. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico. Hospital Nuestra Señora de Gracia, Zaragoza.
  2. Rosana Valero Rando. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico. Hospital Nuestra Señora de Gracia, Zaragoza.
  3. Ana Lía Rodríguez Soto. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico, Hospital Universitario Lozano Blesa, Zaragoza.
  4. Marta Lafuente Ginés. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico, Hospital Universitario San Jorge, Huesca.
  5. Nuria Pérez Lafuente. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico. Hospital Royo Villanova. Zaragoza.
  6. Susana Domínguez Berdejo. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

La tuberculosis es una enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una enfermedad curable y prevenible.

La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos de estos bacilos para quedar infectada1.

 

PALABRAS CLAVE

Mycobacterium tuberculosis, pulmones, bacilo.

 

ABSTRACT

Tuberculosis is a disease caused by Mycobacterium tuberculosis, a bacteria that almost always affects the lungs. It is a curable and preventable disease.The infection is spread from person to person through the air. When a person with pulmonary tuberculosis coughs, sneezes, or spits, he expels tubercle bacilli into the air. It is enough for a person to inhale a few of these bacilli to become infected.

 

KEY WORDS

Mycobacterium tuberculosis, lungs, bacillus.

 

INTRODUCCIÓN

Las personas infectadas por el bacilo tuberculoso tienen un riesgo de enfermar de tuberculosis a lo largo de su vida de entre el 5% y el 15%. Las personas inmunodeprimidas, por ejemplo las que viven con el VIH o padecen desnutrición o diabetes, así como los consumidores de tabaco, corren un riesgo mucho mayor de enfermar.

Una persona con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año a entre 5 y 15 personas por contacto estrecho. Sin un tratamiento adecuado, morirán en término medio el 45% de las personas VIH-negativas con tuberculosis y la práctica totalidad de las personas VIH-positivas con tuberculosis1.

 

OBJETIVO

El objetivo del presente artículo es revisar, de acuerdo con los artículos, informes y estudios existentes, las causas, consecuencias y el impacto que tiene la tuberculosis en nuestra salud y en la sociedad. Así como la importancia del diagnóstico.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Se realiza la revisión bibliográfica basándose en la búsqueda de información relevante y veraz en diferentes artículos científicos y sanitarios. Utilizándose también buscadores como Google académico, Dialnet, PubMed y páginas web relacionadas con el tema y de asociaciones y organismos oficiales.

 

RESULTADOS

Son bacilos Gram positivo, ácido-alcohol resistentes, con tamaño entre 0.2-0.7 x 1-10 micras (µm), ligeramente curvados, aerobios estrictos, inmóviles, no formadores de esporas ni cápsulas y de crecimiento lento. M. tuberculosis es el agente causante de la tuberculosis humana más frecuente2.

En 1882, Robert Koch describió el agente etiológico de la tuberculosis (TB) y lo denominó Bacterium tuberculosis. El nombre inicial fue sustituido por el de Mycobacterium tuberculosis en 1896 por Lehmann y Neumann. El término Mycobacterium significa hongo-bacteria, y esta denominación se debe al aspecto de los cultivos, que en ciertos aspectos recuerdan a los de los hongos.

El descubrimiento de M. tuberculosis causó y sigue causando admiración dadas las características del microorganismo. M. tuberculosis es una bacteria que requiere técnicas especiales de tinción y medios de cultivo distintos a los empleados habitualmente en bacteriología. Además, para poder aislarla, y debido a su lento crecimiento, hay que realizar una descontaminación previa de la mayoría de las muestras, con el fin de destruir la flora acompañante que crece más rápidamente3.

 

La sospecha diagnóstica de TBC de localización pulmonar establecida mediante los datos clínicos y radiológicos obliga a la obtención de muestras respiratorias adecuadas para obtener el diagnóstico microbiológico. La muestra más fácil, accesible y rentable es el esputo. Deben recogerse, siempre que sea posible, muestras de esputo antes de iniciar el tratamiento. La recogida de muestras de esputo debe hacerse según procedimientos estandarizados que garanticen la idoneidad de las mismas. Dado que la liberación de bacilos no es continua y que se requieren cantidades de gérmenes por encima de 10.000/ml de muestra se recomienda la obtención de tres muestras seriadas en días sucesivos. En pacientes que no pueden expectorar está indicada la obtención de esputo inducido. En caso de no poder obtener muestra válida de esputo está indicada la realización de broncoscopia para estudio microbiológico de broncoaspirado, lavado bronquioalveolar y biopsias bronquiales y transbronquiales4.

La prueba estándar para el diagnóstico de la infección tuberculosa es la prueba de la tuberculina (PT), en la que se utiliza un extracto obtenido del filtrado del cultivo de bacilos tuberculosos, esterilizado y concentrado. Actualmente el tipo de antígeno que se utiliza en la tuberculina es el PPD (purified protein derivative). La técnica más común para realizar la PT es la intradermorreacción, conocida como técnica de Mantoux. Se practica mediante la inyección intradérmica en la cara ventral del antebrazo de 0,1 ml de PPD, a la dosis de 2 UT. Para evitar errores y garantizar que se administra intradérmicamente, es importante que, tras la inyección, aparece un habón que se desvanece poco tiempo después. La lectura se realiza a las 48–72 h, aunque puede ser válida en los primeros 7 días. Se debe medir el diámetro transversal respecto al eje longitudinal del antebrazo exclusivamente de la induración.

 

Recientemente se han desarrollado diferentes técnicas de laboratorio para el diagnóstico de la infección tuberculosa. Las técnicas se basan en la detección del interferón gamma en sangre (interferon gamma release assay [IGRA]), una citocina fundamental en el control de la infección tuberculosa, que se libera como respuesta a la estimulación in vitro de las células T sensibilizadas con antígenos específicos de M. tuberculosis. En la actualidad se emplean para la estimulación de las células T los antígenos de la región genética RD1: early secretory antigen target 6 (ESAT-6) y culture filtrate protein 10 (CFP-10), y el antígeno de la región genética RD11: RV2654, presentes en el complejo M. tuberculosis pero ausentes tanto en la vacuna BCG (Bacilo de Calmette Guerin) como en la mayoría de las restantes micobacterias (excepto en Mycobacterium kansasii, Mycobacterium marinum y Mycobacterium szulgai). Las técnicas IGRA permiten discriminar a los individuos infectados por M. tuberculosis de los vacunados por BCG y de los infectados por otras micobacterias, excluyendo las mencionadas. Además, incorporan controles para detectar anergia y excluir, así, a los falsos negativos. Por otra parte, pueden repetirse inmediatamente sin el riesgo de estimulación de la inmunidad, con lo que se evita el efecto booster. Las IGRA presentan ventajas adicionales respecto a la PT, ya que son objetivas, la determinación puede repetirse en caso necesario, se elimina la visita de lectura, se evita la pérdida de individuos que no acuden a dicha visita, son fáciles de estandarizar y aplicar en el laboratorio, permiten la inclusión de controles positivos para detectar a los pacientes anérgicos y, al realizarse en el laboratorio, se respeta la intimidad del individuo. El principal inconveniente de las IGRA es su mayor coste económico respecto a la PT. En la actualidad se dispone de 2 pruebas comercializadas: QuantiFERON-TB Gold In-Tube, que utiliza técnicas de ELISA, y T-SPOT-TB, basado en la técnica ELISPOT. Ambas pruebas presentan ventajas operacionales respecto a la tuberculina y son significativamente más específicas en la población vacunada5.

 

CONCLUSIÓN

El tratamiento de la tuberculosis es importante tanto para preservar la salud del paciente como para prevenir la propagación de la enfermedad entre la población. Sus bases bacteriológicas estriban en el elevado número de bacilos que existen en la mayor parte de lesiones humanas de la TB y en la capacidad de mutar que tiene el M. tuberculosis cuando alcanza un número elevado de divisiones; ello hace imprescindible la asociación de fármacos que eviten la selección de mutantes resistentes.

El tratamiento de la tuberculosis se fundamenta en dos grandes bases bacteriológicas: la asociación de fármacos para evitar la selección de Mycobacterium tuberculosis resistentes y la necesidad de tratamientos prolongados para matar a todos los bacilos en sus diferentes fases de crecimiento metabólico.

Fármacos de primera línea: Rifampicina, Isoniazida, Pirazinamida, Etambutol, Estreptomicina.

Fármacos de segunda línea: Protionamida, Cicloserina, Capreomicina, otros fármacos6.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Tuberculosis. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tuberculosis
  2. INSTITUTO NACIPONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO. Mycobacterium tuberculosis. https://www.insst.es/documents/94886/353495/Mycobacterium+tuberculosis.pdf/9d648564-f9f0-41ff-9ae9-6c7af638bb52?version=1.0&t=1528734433284#:~:text=Son%20bacilos%20Gram%20positivo%2C%20%C3%A1cido,la%20tuberculosis%20humana%20m%C3%A1s%20frecuente.
  3. Dorronsoro I., Torroba L .. Microbiología de la tuberculosis. Seis Anales de San Navarra [Internet]. 2007 [consultado el 26 de septiembre de 2021]; 30 (Supl. 2): 67-85. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000400006&lng=es.
  4. Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique. https://www.neumosur.net/files/EB03-43%20TBC%20dco%20tto.pdf
  5. ELSEVIER DOYMA. Documento de consenso sobre diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis. Julia González-Martín, José María García-García, Luis Anibarro, Rafael Vidal, Jaime Esteban, Rafael Blanquer, Santiago Moreno y Juan Ruiz-Manzano. https://seimc.org/contenidos/gruposdeestudio/geim/dcientificos/documentos/geim-dc-2010-tuberculosis.pdf
  6. Boldú J., Cebollero P., Abu J., Prado A. de. Tratamiento de la tuberculosis pulmonar. Anales Sis San Navarra [Internet]. 2007 [citado 2021 Sep 26]; 30(Suppl2):99-115. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000400008&lng=es.

 

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