AUTORES
- Sandra Pérez Calahorra. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
- Marta Tabuenca Vázquez. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa (Zaragoza, España).
- Jhon Alexander Maicas Valencia. Graduado en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud María de Huerva (Zaragoza, España).
- Sandra Suñén Torrijo. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
- Modesta Sánchez López. Diplomada de Enfermería por la Universidad de Badajoz. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
- Ana Cristina Turlan Martínez. Diplomada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
RESUMEN
Una úlcera por presión (UPP) es una lesión o deterioro titular, causada por una presión mantenida sobre este tejido entre dos planos duros, es decir, la superficie ósea o cartilaginosa y el objeto externo. Esta situación mantenida provoca en el tejido sano una muerte celular y con ello, necrosis titular.
Existen otros factores internos y externos que pueden agravar y acelerar este proceso, como son; factores vasculares, causas nerviosas, factores endocrino-metabólicos, edad, condiciones del medio, tratamiento y otras enfermedades.
La localización depende de la posición que adopte el paciente durante un periodo prolongado de tiempo y donde la piel se encuentre más cerca de las prominencias óseas.
Para tratar esta afección, valorar los riesgos y evitar complicaciones, es necesaria la valoración integral del paciente.
PALABRAS CLAVE
Úlcera por presión, prevención, complicaciones, enfermería.
ABSTRACT
A pressure ulcer (UPP) is a headline injury or deterioration, caused by a pressure held on this tissue between two hard planes, i.e., the bone or cartilage surface and the external object. This maintained situation causes cell death in healthy tissue and with it, titular necrosis.
There are other internal and external factors that can aggravate and accelerate this process, such as vascular factors, nerve causes, endocrine-metabolic factors, age, environmental conditions, treatment and other diseases.
The location depends on the position the patient takes for an extended period of time and where the skin is closest to the bony prominences.
To treat this condition, assess the risks and avoid complications, it is necessary the comprehensive assessment of the patient.
KEY WORDS
Pressure ulcer, prevention, complications, nursing.
INTRODUCCIÓN
Una úlcera por presión es una lesión o deterioro tisular causada por la presión mantenida sobre este tejido entre dos planos provocando en el tejido necrosis titular.
Esta presión es originada sobre un plano o prominencia ósea por fricción, cizalla o combinación de ambas y dependen de la adopción de la postura que adquiera el paciente1.
Existen otros factores influyentes como los factores vasculares, entre ellos, el estado de shock, ateroesclerosis, ausencia de reflejos vasomotores y alteraciones de la microcirculación. Causas nerviosas como parálisis, espasticidad y pérdida de sensibilidad. Factores endocrino-metabólicos en los que interviene el estado nutricional del paciente, la obesidad por tejido poco vascularizado, la diabetes, fiebre o anemia2.
El riesgo también aumenta si existen causas externas como son la edad del paciente, incontinencia urinaria o factores derivados de tratamientos farmacológicos como la inmovilidad impuesta por dispositivos como escayolas, respiradores, sondas.
La educación sanitaria y una buena planificación de los cuidados resulta de gran importancia3.
OBJETIVOS
- Identificar de forma precoz a los pacientes que pueden presentar UPP.
- Clasificación de los pacientes en función del grado de riesgo.
METODOLOGÍA
La búsqueda bibliográfica de los artículos necesarios se realizó en las bases de datos científicas de Cuiden, Pubmed, Scielo, Medline, Google Académico Sciencedirect con un límite temporal de 10 años atrás, y usando estrategias de búsqueda como buscadores booleanos (AND, OR, NOT), con un total de 179 artículos encontrados.
Los estudios no utilizados no han sido incluidos en la revisión, y, de los artículos que mayor interés causaron, analizamos la bibliografía de ellos y seleccionamos algunos para completar la recopilación de información.
La búsqueda bibliográfica culmina con 23 resultados correspondientes a Pubmed, 34 resultados de ScienceDirect , 137 de Google académico y 6 de Cuiden. Se procedió a realizar lectura y resumen de los resultados de búsqueda de los artículos seleccionados para determinar si las publicaciones coincidían con los criterios de búsqueda escogidos y se escogieron 1 de cada base de datos.
Fueron elegidos 7 artículos tras su lectura por tener relación directa con la revisión de la información sobre “úlceras por presión”. Los documentos obtenidos fueron de tipo artículos retrospectivos como revisiones bibliográficas.
RESULTADOS
La localización de las UPP va a depender de la posición que adopte el paciente durante un periodo prolongado de tiempo y donde la piel y los tegumentos se encuentren más cerca de la superficie ósea.
En decúbito supino, existe riesgo de UPP en la región occipital, escápulas, codos, región sacra, nalgas o glúteos y talones.
En sedestación, existe riesgo en zonas de tuberosidades isquiáticas principalmente, en coxis, omoplatos, codos y zona poplítea.
En decúbito prono, los dedos de los pies, rodillas, genitales, crestas ilíacas, costillas, codos, senos, ojos, orejas y mejillas pueden ser afectados.
En decúbito lateral existe riesgo en bordes externos del pie, maléolos, lateral de las rodillas, trocánter, costillas, codos, hombros, acrimino y orejas.
En posición Fowler, hay que vigilar talones, región sacra, codos, región escapular y zona occipital de la cabeza1,2.
El 65% de las UPP están localizadas en el área pélvica, el 30% en extremidades y el 5% en otras localizaciones2.
Existen diferentes instrumentos que permiten identificar y cuantificar los factores de riesgo que puede presentar una persona de desarrollar UPP y establecer un plan de cuidados preventivo.
El riesgo de presentar UPP debe ser revalidado en intervalos periódicos de tiempo y cuando existe un cambio en el nivel de actividad del paciente o movilidad.
Existen dos escalas principales para la valoración del riesgo:
- Escala de Braden que presenta una sensibilidad del 83-100% y una especificidad del 64-77%.
Esta escala consta de seis subescalas: percepción sensorial, exposición de la piel a la humedad, actividad física, movilidad, nutrición, roce y peligro de lesiones cutáneas, con una definición exacta de lo que se debe interpretar en cada uno de los apartados de estos subíndices.
Los tres primeros subíndices miden factores relacionados con la exposición a la presión intensa y prolongada, mientras que los otros tres están en relación con la tolerancia de los tejidos a la misma4.
- Escala de Norton (EMN) que presenta una sensibilidad del 73-92% y una especificidad del 61-94%.
Esta escala valora cinco aspectos: estado físico, estado mental, actividad, movilidad e incontinencia, a su vez están divididos en cuatro categorías que puntúan del 1 al 4, siendo 1 el de mayor deterioro y 4 al menor. La puntuación que se puede obtener oscila entre 5 (máximo riesgo) y 20 (mínimo riesgo )5,6.
La prevención de las úlceras por presión (UPP) constituye un importante reto para la enfermería. Se basa en unos principios básicos que van desde la vigilancia y cuidado de la piel hasta la aplicación de diferentes técnicas enfermeras que deben de mantenerse mientras exista el riesgo en un paciente.
La vigilancia y cuidado de la piel debe ser constante, lavar con agua y jabón y secar sin frotar ni friccionar. Las sábanas deben estar siempre limpias, secas y bien estiradas evitando la humedad.
Hay que tener en cuenta el estado nutricional del paciente, pues son frecuentes los desequilibrios hidroelectrolíticos y nutricionales en estos pacientes.
Es necesaria la estimulación de la circulación mediante ejercicios activos o pasivos, en la medida de lo posible, alivio local de la presión mediante cambios posturales, si el paciente tiene movilidad reducida a causa de una enfermedad, se realizarán cambios posturales cada dos o tres horas con la finalidad de repartir las presiones en diferentes puntos corporales.
Evitar la humedad y el reblandecimiento de la piel empleando materiales que absorban, transpiren y ventilen.
El uso de colchón antiescaras se considera el mecanismo principal de prevención en pacientes inmóviles o con movilidad reducida3.
Para poder valorar y tratar una úlcera por presión existen diferentes estadíos que permiten clasificarlas:
- Estadío I: Eritema cutáneo que no palidece, En pacientes con pieles oscuras, se observará edema, induración, decoloración y calor local.
- Estadío II: úlcera superficial con aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial. Pérdida de espesor parcial de la piel que involucra la epidermis, dermis o ambas.
- Estadío III: Pérdida total del grosor de la piel con destrucción y necrosis del tejido subcutáneo, que puede extenderse sin llegar a la fascia subyacente.
- Estadío IV: Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión del músculo, hueso y estructura de sostén.
Dependiendo de su localización, el diámetro, la secreción de contenido, el tejido perilesional y la profundidad pueden ser más graves o menos graves.
Según la profundidad destaca:
- Grado I: afecta a la epidermis y deja expuesta la dermis subyacente.
- Grado II: afecta a toda la piel hasta la grasa subcutánea.
- Grado III: llega hasta fascia profunda.
- Grado IV: la necrosis abarca músculo y llega a afectar a articulaciones y hueso2.
La cicatrización es el proceso de reparación de las heridas mediante reacciones e interacciones celulares. Se divide en tres fases, inflamación, proliferación y maduración. La velocidad con la que se produce depende de factores como la edad, circulación sanguínea, hábitos de vida, enfermedades y a su vez, influyen factores locales como contaminación de la úlcera, temperatura, o deshidratación.
Las complicaciones son frecuentes y derivan en su mayoría por procesos infecciosos, como abscesos o celulitis, osteítis y osteomielitis, artritis séptica o inflamatoria, luxaciones patológicas y tromboflebitis.
El pronóstico empeora con la presencia de éstas facilitando la progresión de la enfermedad y situaciones clínicas graves2.
El principal objetivo de enfermería es evitar la aparición de úlceras por presión a partir de la prevención y unos buenos cuidados7.
CONCLUSIÓN
Mediante esta revisión bibliográfica podemos observar que las úlceras por presión constituyen un importante problema de salud que afecta al personal sanitario desarrollado. En España provoca un considerable impacto epidemiológico tanto por su prevalencia como por su mortalidad. Entre las asociaciones científicas consideran que la prevención constituye el método más eficiente para el abordaje de las úlceras por presión. La valoración del riesgo resulta un aspecto clave en la prevención y la identificación de los factores específicos que desencadenan el riesgo.
Es necesario reducir la presión mediante el empleo de superficies especiales de manejo de la presión, y locales con materiales específicos, así como también, resulta de gran importancia la educación sanitaria.
Por ello es necesario centrar el esfuerzo en validar las diferentes escalas existentes y para poder conocer cuándo valorar el riesgo y cómo debemos de valorarlo. De este modo, se consigue un aumento de la eficacia en la utilización de recursos preventivos (superficies de manejo de la presión).
BIBLIOGRAFÍA
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- Actuación de enfermería ante las úlceras y heridas. Juan Carlos López Corral. Escuela Universitaria de Enfermería. Fisioterapia y Podología.
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